MiCita con las Palabras.
La puerta de salida de la indignación no está en movilización alguna. No se trata de tomar las calles, sino del más elemental efecto de nuestros propios acontecimientos; ser consecuentes con uno mismo.
(Para empezar, indignémonos con nosotros mismos)
@socioamores
20 julio, 2014 en 11:51 PM
Ardúo dilema el que propones cuando son las parádojas las que circundan nuestro devenir…
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