El Fin del Mundo (llamado así por ser una de las esquinas del territorio noruego, desde donde se avista la inmensidad del mar)
Hay lugares en los sitios más inhóspitos que te detienen porque el silencio se apropia de ti. En otras ocasiones, es la belleza la que te proporciona esa posibilidad. Pero también, nos queda siempre el misterio. Cuando se combinan las tres cosas, las consecuencias forman parte de la felicidad. Retazos nórdicos. (Gracias Amaia, por haberme llevado al fin de mundo)