Una de las más lúgubres maniobras de nuestras democracias es convertir la búsqueda de la verdad en delito y, de paso, hacer creer que las reflexiones que emanan de esa búsqueda sean consideradas subversivas o radicales.
Rebelarse puede empezar, por ejemplo… en mirar lugares como el que captaste con tu «ojo»… tan… así… lleno de algo tan diferente a la basura que nos rodea (uops! esta boquita…ay!)
Esas escaleras piden «súbeme!»
Un abrazo, Joseluis
2 junio, 2014 en 8:13 AM
Rebelarse puede empezar, por ejemplo… en mirar lugares como el que captaste con tu «ojo»… tan… así… lleno de algo tan diferente a la basura que nos rodea (uops! esta boquita…ay!)
Esas escaleras piden «súbeme!»
Un abrazo, Joseluis
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