Un dominio propio

Una de las más lúgubres maniobras de nuestras democracias es convertir la búsqueda de la verdad en delito y, de paso, hacer creer que las reflexiones que emanan de esa búsqueda sean consideradas subversivas o radicales.

Flores Negras

Deja un comentario

Las bases de Morón y Rota ya están operativas «contra el ébola». El imperialismo contra-ataca y España se marchita (más aún). Estamos rodeados de criminales, y este otoño vuelven a caer misiles desde las ramas que agitan los árboles del capitalismo. Nos cuentan que es necesaria la presencia de los ejércitos, allí donde los diamantes se exponen como reclamo para los harapientos políticos llenos de codicia. Felipe González comenzó la tragedia y Zapatero la rubricó como acto solemne a su salida. No debemos olvidarlo jamás, el «socialismo» español es corresponsable de muchas de las tragedias que perturban este mundo y, sobre todo, a África. Ya nos hizo mucha gracia la noticia cuando nos deleitaron diciendo que cedían la base para el Sistema de Defensa Antimisiles auspiciado por la OTAN. Y van llegando los momentos, para dar carga de trabajo a tanto militar aburrido, y así controlar el centro neurálgico de las riquezas naturales del continente olvidado.

Photo by Joséluis Vázquez Doménech

Photo by Joséluis Vázquez Doménech

Mi sangre se tiñe africana y denuncio este terrorismo que nos inoculan, como verdadera pandemia. ¿Dónde están los fiscales de los estados, los defensores de los pueblos, los jueces para las democracias, los periodistas que se exponen, y los indignados que tanto firman?. Sin cobertura, y contagiados de fiebres y diarreas que cotizan en prensa. Me sonrojan sobremanera, y me duele tanto menosprecio a la vida. La vida de los negros mineros, de los negros de las plataformas, de los negros de las tierras quemadas, de los negros explotados a conciencia, como perros para sus amos.

Las bases militares no son campamentos de verano. Son las lanzaderas de la mayor de las pestes que asola nuestro planeta, y  la tinta con la que rubrican las firmas  de la barbarie más indiscriminada: ese tratado a través del cual acuerdan sin complejos el enriquecimiento de una mínima parte de la población, y la muerte y sufrimiento de millones de personas.

 

 

Deja constancia de tu paso, porque así sabré que has venido

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s