MiCita con las palabras:
Si retomamos el precepto religioso en el que se mantiene la idea de que el pensamiento es el primer escalón hacia el pecado, dudo mucho de que haya sobre la tierra un solo individuo que no haya «necesitado» regenerar su falta. (Este es uno de los grandes éxitos de la religión cristiana, democratizar la imperfección, el defecto y la mancha, para que todos y cada uno de nosostros sintamos en algún momento la carga de su sentencia)