Lobos Solitarios
El desprecio por la vida viaja en primera. Viste de traje y corbata, y acostumbra a ser indiferente a lo que le rodea. De regreso a casa lo hace henchido de soberbia, pensando que su mujer… también cotiza.
El desprecio nunca esconde su mirada, bien al contrario, la mantiene firme, y te elimina. No cuenta contigo en esa supuesta batalla por el mañana, más bien, te descuenta. Y de poquito a poco, te olvida.