Una de las más lúgubres maniobras de nuestras democracias es convertir la búsqueda de la verdad en delito y, de paso, hacer creer que las reflexiones que emanan de esa búsqueda sean consideradas subversivas o radicales.
¿Serán así los movimientos de las dunas y las rizaduras en Marte? ¿Podrán las raíces esconderse bajo la arena? Quiero peinar tus dudas, y dibujar la órbita de tu deseo.
Quizá lo mejor sea centrarse en las dunas que hay y dejar de lado las que alguna vez fueron alteradas por el agua…la primera misión siempre será aterrizar…
29 agosto, 2017 en 12:48 PM
Quizá lo mejor sea centrarse en las dunas que hay y dejar de lado las que alguna vez fueron alteradas por el agua…la primera misión siempre será aterrizar…
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