Poemario Disidente.
(desde el vacío)
En cada nueva incursión el miedo te atenaza, y sientes que te despojas de los cuerpos como si fueran hojas de otoño que mueren bajo tus pies. Retomas fuerzas y cuando crees que todo, por fin, queda atrás, el vértigo te alerta oprimiendo la voluntad. Se bloquea tu sonrisa y la noche es más noche aún. Llegado el momento eres incapaz de distinguir un aliento empecinado de uno avergonzado, o un torso inquieto de otro desaliñado. Has perdido el control de tu vida, y ha quedado arrinconado el enjuague del placer.
/La tristeza es el aislamiento completo y la pérdida de todo interés/.
Sé que no puedes mitigar aquella sensación que te produjo el cuerpo orondo de tu tío succionando esos pequeños pechos que apenas te emergían. Te despiertas pensando que va a volver a suceder, y que siempre hay alguien acechando en la oscuridad. Cada recuerdo es una sombra que te arrastra con ella, y que no deja que repose tu soledad.