Breves:
Cuestión de suerte
Si uno lo piensa bien, es decir, procurando eliminar el lastre continuo de la búsqueda y de los sueños, ha de pensar que la vida es, cuando menos, un extraño accidente.
Puede que incluso se pueda llegar a pensar que es tremendamente triste confirmar que hasta para nacer haya de defendernos la suerte. ¿Cómo si no, por un incidente biológico imposible de controlar por el nuevo inquilino de la tierra, llegamos a donde estamos?
Otra cosa es que le quieras otorgar a dicho acontecimiento el mayor de los halagos, o pretendas elevar a los altares a algún creador que aclare los enigmas de tu existencia. Pero fuera cual fuese tu válvula de escape, estás atrapado. Desde el principio, estás aquí por una insólita carambola, que del mismo modo que decidió tu presencia, impidió la de quien jamás llegará ni a pensarlo…
Y si aún tienes a Dios como guía, pregúntale cómo lo hizo, para traerte aquí y dejar al otro en su lista de espera.

Reproducción – Photo by joséluis vázquez domènech