Un dominio propio

Una de las más lúgubres maniobras de nuestras democracias es convertir la búsqueda de la verdad en delito y, de paso, hacer creer que las reflexiones que emanan de esa búsqueda sean consideradas subversivas o radicales.


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Saul Bellow

(In) Coherencias, pensamientos y otros acantilados

«En la  mayor de las confusiones sigue habiendo un canal abierto hacia el alma. Podrá ser difícil encontrarlo porque en la madurez está invadido de maleza , y algunos de los más espesos matorrales que la envuelven nacen de lo que denominamos nuestra educación. Pero el canal sigue ahí, y nuestro deber es mantenerlo abierto , para tener acceso a la parte más profunda de nuestro ser: a esa parte de nosotros que es consciente de una conciencia superior, mediante la cual formulamos juicios definitivos y lo ponemos todo en su sitio».  (S. Bellow)

– Aquí dentro, en el pecho humano, el mío, el suyo, el de cualquiera, no hay sólo un alma. Sino muchas. Pero las almas principales son dos: la verdadera y la falsa. Ahora bien, cada persona comprende que debe amar algo o a alguien. Siente que debe salir de sí misma. Si no puedes amar, ¿qué eres?

– … El interés del alma falsa se identifica con el interés de la vida social, con el mecanismo de la sociedad. Ésa es la principal tragedia de la vida humana. Ah, Es terrible! Horroroso! Nadie es libre. Quien nos traiciona, quien nos vende está dentro de nosotros. Hay que obedecerlo como esclavos. Nos hace trabajar como bestias. Y ¿para qué? ¿Para quién? (Carpe Diem)
Photo by Ulf Andersen

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