Los chalecos amarillos
Surgen brotes verdes, y se expandirán, como lo hacen los poemas en las estanterías, como lo hacen los besos en tus labios.
A la inmensa mayoría de seres humanos nos gustan la música y la paz. Tan solo se ha de señalar el camino, y todo se andará.
Los chalecos amarillos están abriendo un surco, y en las calles de París comienzan a bailar las esperanzas apedreadas por el neoliberalismo y el gran capital.
Y sonreímos al verlo. Porque a la inmensa mayoría de seres humanos nos gustan la música y la paz.