Un dominio propio

Una de las más lúgubres maniobras de nuestras democracias es convertir la búsqueda de la verdad en delito y, de paso, hacer creer que las reflexiones que emanan de esa búsqueda sean consideradas subversivas o radicales.


1 comentario

Breves

Así funciona el mundo

Los policías estadounidenses tienen dos problemas. Ser policía, ya es uno. El otro, parece encontrarse en algún despacho donde se toman decisiones nada alentadoras. Por aquellos lares matar puede hasta convertirse en una costumbre. Y matar a un negro, en un acto celebrado bajo la más estricta de las anécdotas estadísticas. En el último año, 123 eran afroamericanas. La última víctima ha sido un niño de 13 años. Todos los informativos se olvidaron de dar eco a esta noticia, y nos inundaron contándonos historias sobre lo malo que es el presidente de Siria. Las dos noticias son las dos caras de una misma moneda: Estados Unidos echa la moneda al aire, y caiga como caiga, alguien muere. El niño ya no existe, y a los niños sirios que aún viven les queda lo peor. Todo indica que les están apuntando desde Turquía y Arabia Saudí. Israel acaba de comprar un arsenal capaz de destruir un sueño en un segundo. El niño se llamaba Tyree King, y el periódico que acabas de comprar lo financia el Banco Santander. Están preocupados por saber quién será el próximo presidente que les de mayor estabilidad. Le gustaba jugar al baloncesto, y no le dieron tiempo ni para ponerse las botas…, antes de morir.

Google Images

Google Images

https://www.washingtonpost.com/news/post-nation/wp/2016/09/15/columbus-police-fatally-shoot-tyree-king-13-year-old-with-a-bb-gun/?utm_term=.db5ed10a445a