Una de las más lúgubres maniobras de nuestras democracias es convertir la búsqueda de la verdad en delito y, de paso, hacer creer que las reflexiones que emanan de esa búsqueda sean consideradas subversivas o radicales.
Subirse a una roca para contemplar mejor el paisaje y encontrarse, sin previo aviso, con uno mismo! Escenarios que nos regala el sol para recordarnos que todos tenemos nuestro pequeño espacio.