Una de las más lúgubres maniobras de nuestras democracias es convertir la búsqueda de la verdad en delito y, de paso, hacer creer que las reflexiones que emanan de esa búsqueda sean consideradas subversivas o radicales.
Hay espacios en los que uno, sin saber muy bien por qué, se siente cómodo, en paz, lejos del descalabro del mundo. Éste es uno de ellos, un faro atípico situado al sur de Noruega, desde donde se partía a navegar en silencio y te encontrabas con el fin del mundo…
Have a nice week end. Feliz fin de semana. Josh begzare. Bom fim de semana. Bon week-end. God helg. Buon fine settimana. Feliç cap de setmana. Schönes wochenende. Καλό Σαββατοκύριακο. Asteburu on.
Bærum – Henie Onstad – Photo by Joséluis Vázquez Domènech
Aste bukaera ona pasa. Have a nice week end. Feliz fin de semana. Josh begzare. Bom fim de semana. Bon week-end. God helg. Buon fine settimana. Feliç cap de setmana. Schönes wochenende.
La soledad del ser humano (y la carga que ello conlleva) se plasma perfectamente en esta película, dibujada con acierto a través del tratamiento de desintoxicación al que se somete el protagonista. Por un lado, mostrando esa perturbación por aquellas oportunidades que se extinguieron en su pasado y, por otro, describiendo esa sensación de haber ido decepcionando a quienes le acompañaban en el camino. El director noruego Joachim Trier nos presenta el drama de la noche y la esperanza, y el actor Anders Danielsen Lie infunde el realismo necesario para seguir su rastro en ese envenenado camino que te hace tropezar cuando a tu alrededor parece que todos tienen la vida solucionada. Una buena película de bajo presupuesto, otra vez, desde las gélidas transparencias nórdicas. Creo que en sus aguas deberían bañarse muchos cineastas que se pierden en formatos alineados y de escasa factura creativa. Las localizaciones de Oslo me devuelven a un entorno familiar y me abrazan, en la persistencia de esa continua búsqueda. Sigo admirando la sensibilidad y la mirada de muchos artistas de éstas latitudes, y me sumerjo en la butaca.
(No he podido conseguir la película con subtítulos en castellano, pero seguro podréis disfrutar de ella).
Anders está a punto de acabar un tratamiento de desintoxicación en un centro rural. Como parte de su terapia, una mañana va a la ciudad para presentarse a una entrevista de trabajo. Aprovechando el permiso, se queda en la ciudad y se encuentra con gente que hacía mucho tiempo que no veía. Es un hombre inteligente, guapo y de buena familia, pero se siente profundamente perturbado por las oportunidades que ha desaprovechado y por las personas a las que ha decepcionado. Sin embargo, cuando llega la noche sueña con la posibilidad de encontrar el amor y empezar una nueva vida llena de esperanza en el porvenir a partir del día siguiente.
Premios
2012: Premios César: Nominada a Mejor película extranjera
2011: Festival de Cannes: Sección oficial a concurso (sección «Un certain regard»)
El Fin del Mundo (llamado así por ser una de las esquinas del territorio noruego, desde donde se avista la inmensidad del mar)
Hay lugares en los sitios más inhóspitos que te detienen porque el silencio se apropia de ti. En otras ocasiones, es la belleza la que te proporciona esa posibilidad. Pero también, nos queda siempre el misterio. Cuando se combinan las tres cosas, las consecuencias forman parte de la felicidad. Retazos nórdicos. (Gracias Amaia, por haberme llevado al fin de mundo)
Campaña dirigida por la organización SOS MAYDAY, con el fin de llevar, comida, mantas y ropa a las zonas alrededor de Alepo y Damasco durante la temporada invernal. (Sé que muchos pensaréis que aquí y allá reaccionaríamos igual, pero en otra ocasión os pondré un pequeño experimento donde podremos observar diversos comportamientos ante situaciones iguales).
Noruega es uno de los países más generosos del mundo; ofrece el 1% de su PIB en cooperación al desarrollo (España no superó el 0,15 el año pasado). Pero sus ayudas no tienen contraprestaciones colonialistas, o de implantación de regímenes autoritarios por su causa. Donde ponen su corona noruega…, no ponen la bala.
Conozco un poco Noruega. Sé que para ellos su jardín y su mar es como la propia extensión de sus cuerpos. Sé que beben (y mucho) cuando así lo deciden, y que no lo hacen cuando trabajan. Sé que no gustan de las armas y las guerras, y que durante el desfile de su patria, sustituyen los tanques y los ejércitos por niños enarbolando sus banderas. Sé que tienen sus puertas abiertas, aunque sus emociones estén más cerradas. Sé que desde la infancia, te educan para que seas consciente del mal que nos rodea, y a edad temprana, te llevan a ver los campos de concentración, para que nada igual se repita. Sé que son más nacionalistas que catalanes y vascos juntos, y celebran todos juntos la buena marcha de sus políticas. Sé que parecen fríos, y distantes, y hasta aburridos. Pero esa imagen es la que les rodea, la de su intemperie y su clima que les acecha. Pero siempre supe que son buenos. Fue mi primera impresión, y constantemente aparecen noticias al respecto.
No estamos ante un spot publicitario para vender o promocionar aquello que no existe. Son ellos…, son así…
Un abrazo a todos sus habitantes, que después de los trágicos acontecimientos de la isla de Utoya, siguen insistiendo en la innecesaria presencia de soldados y policías armados por todas las esquinas. Pequeño homenaje!
La madrugada del sábado, 17 de octubre, después de actuar en el Spektrum de Oslo, Lady Gaga se dirigió camino del Club Mono, con un séquito de unas treinta personas. A su llegada, y viendo la cola que había, fue a la puerta paraque les dejaran pasar. Pero el guarda allí presente, fiel a la política de su empresa, no les permitió la entrada, haciéndoles ver que deberían esperar como todos los demás, que son quienes, con sus sueldos, levantan el negocio a lo largo del año (como al día siguiente señaló en la prensa, el gerente de la sala). Dada la osadía vikinga, Ms. Gaga, optó por abandonar la causa.