MiCita con las palabras
Extrañar a alguien no ha de traducirse por su ausencia, sino por la explosión que se genera cuando compareces (lleno de ti) ante su presencia.

Photo by joséluis vázquez Domènech
Extrañar a alguien no ha de traducirse por su ausencia, sino por la explosión que se genera cuando compareces (lleno de ti) ante su presencia.
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Colaboración nada desinteresada
Photo by Joséluis Vázquez Domènech
La sombra se desdice cada vez que la luz hace acto de ausencia, y como no hay mal que por bien no venga, llega la oscuridad. Podríamos revelar que ésta no es solo el contrapunto perfecto de la luz, sino también la negación absoluta de toda sombra. Su porción más pequeña, invisible al ojo humano, impedirá siempre la confusión en la espesura negra.
Hay por tanto mucho en ella. Un detalle, incluso un resquicio de esperanza. Paradójicamente la ignorancia es sombra, y es capaz de crear (a todas luces) relatos llenos de vida, poemas y hasta imágenes que traspasan las pantallas.
La ignorancia sobreviene, también, cada vez que el conocimiento hace acto de ausencia, y como no hay mal que por bien no venga, llega la revista. Y así, podríamos decir que ésta no es solo el contrapunto perfecto de la sabiduría, sino también la negación absoluta de toda conciencia.
Del mismo modo que la sombra y la ignorancia necesitan de tu presencia, no es difícil poder llegar a observar… cómo surgen de la nada, un caballo y hasta la sorpresa menos esperada.
Photo by Joséluis Vázquezx Domènech
Me desvelo sin tu presencia
y eso me procura más tiempo para escribir.
Y entonces pienso que me viene bien,
distanciarme de tus pechos
para echarte de menos con mis palabras.
Así hasta acabar el último poema,
tan lejos de ti
que puedo acariciar hasta el primer recuerdo.