Un dominio propio

Una de las más lúgubres maniobras de nuestras democracias es convertir la búsqueda de la verdad en delito y, de paso, hacer creer que las reflexiones que emanan de esa búsqueda sean consideradas subversivas o radicales.


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Castidades usurpadas

ContraCorriente:

Si no entendemos bien el sentido de la sexualidad nos podemos encontrar con graves problemas, derivados muchas veces por los desórdenes morales y éticos que nos atenazan, y otras tantas por no reconocer que ésta abraza todos los aspectos de nuestra persona.

La castidad puede ser el mejor ejemplo para entender las consecuencias que pueden derivarse de la represión y negación del placer. Para los católicos es una virtud, pues robustece enormemente esa voluntad de resistencia. Pero ya miles de sacerdotes saben y han vivido en sus propias carnes que para ello se precisa de una enorme fortaleza.

A principios de 2016 se va a estrenar un documental que va a dar mucho que hablar, «Amores Santos». Su realizador quiere mostrar y denunciar esa doble moral que nos trasladan muchos religiosos homosexuales, que condenan la homosexualidad pero la practican puertas adentro. Para ello un actor ha contactado con muchos de ellos y el resultado serán muchas escenas de curas de todas las confesiones dejándose llevar por la lengua viperina del diablo.

Dener Giovanini ha realizado así un acto reivindicativo que beneficiará a toda la comunidad sexual en general y a todos los ministros de la iglesia en particular, porque sacar a la luz la verdad siempre es un acto que ayuda a comprender mejor la sociedad.

Si no entendemos bien el sentido de la sexualidad nos podemos encontrar con graves problemas…, y si no alcanzamos a comprender que la castidad es una paranoia nada ornamental que lo que pretende es doblegar a través del poder, seguiremos abriendo puertas a uno y mil escándalos


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Un baño de realidad

Oda a Paulo Coelho

Me dijo que no concediera demasiada importancia a los problemas, porque éstos corrían el grave peligro de convertirse en una vocación. Me sentí atropellado sin acertar a exponerle que no todos poseemos el mismo arte para desvincularnos de la trágica comedia que representa a veces la vida, y no especialmente la mía. La vida en general. Me inspira poca confianza la gente que obstruye el camino a la realidad, sobre todo cuando ésta es de difícil catadura estomacal (y moral). «Os podéis meter el vaso medio lleno por el orificio nasal derecho». Era un cartel que vi en la puerta de un baño de un bar de Madrid hace ya mucho tiempo.

Nos quieren hacer creer que casamos con el sufrimiento (como se achaca innumerables veces a los pesimistas), cuando revolvemos las entrañas a quien no quiere ver, ni escuchar, ni admitir… Es hasta comprensible desear aislarte del vertedero para no involucrarte en el pestilente hedor de una tierra hostil, pero de ahí a hacer pedagogía del bien común con un antifaz en los ojos es incluso punitivo. Difícil tarea hacer comprender que los optimistas nunca nos traerán el reino de los cielos, no obstante tal vez se entienda mejor si damos a conocer que quien no observa y atiende los más graves de los problemas no va a poder darle la vuelta, ni a la tortilla ni al colchón de la cama. La esperanza es la mayor de las veces el consuelo del sufrimiento y es quien menos sufre el que abandera su precaria virtud. 

Tras estos libros de tanto éxito se esconde un mensaje altamente contaminante, y que estaría bien que lo grabáramos a sangre y fuego en nuestras entrañas:

!Nuestro sistema social y político no es tan malo como se puede llegar a creer. Eres tú quien no lo hace bien y, por tanto, quien necesita de las herramientas adecuadas, que yo, sabio entre los elegidos del imperio editorial te voy a ofrecer!

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España

La procesión se lleva por dentro

España está llena de españoles. Y ese es el primer gran obstáculo para poder solventar muchas de los problemas que arrastra (desde hace muchísimo tiempo). Desgraciadamente, Podemos no contempla ese enfoque en su programa electoral, por lo que todo apunta a que no habrá revolución alguna. El autoexilio, como bien sabe Juan Goytisolo, se presenta como una opción no solo viable, sino como válida con el fin de amortiguar los daños colaterales.

Photo by Joséluis Vázquez Doménech

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