Un dominio propio

Una de las más lúgubres maniobras de nuestras democracias es convertir la búsqueda de la verdad en delito y, de paso, hacer creer que las reflexiones que emanan de esa búsqueda sean consideradas subversivas o radicales.


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Vídeo Intervención Charla Madrid

Conferencia – Debate, en la sede del CAUM

19 – 11 – 2016

Bueno. Aquí os dejo nuestras intervenciones en la charla, con las que espero puedan servir para abrir debate, dejar las puertas abiertas a los diálogos, y esperar que la libre información pueda circular sin trabas y en total sintonía con los desacuerdos que caracterizan a toda sociedad.

Gracias a todas las personas que asistieron en directo, y a quienes vayan a visionarlo ahora por primera vez. Hasta más ver.


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Mi intervención en el Club de Amigos de la Unesco de Madrid

CAUM, Madrid, 19-11-2016

 “Europa en el objetivo, a través de los refugiados”

 Primera Intervención

 Introducción

Lo primero, gracias a quienes habéis venido a escucharnos. Supone un esfuerzo, dejar el sofá en invierno y venir aquí, a compartir el frío que habita nuestro mundo.

Quiero transmitiros algunas ideas que he perfilado. Y para transmitiros con mayor rigor y mayor solvencia lo que quiero expresar y lo que he preparado, he tomado la determinación de detenerme muchas veces, a leerlo. Para que nada escape, para que ni el más mínimo detalle se me olvide. Quiero ser incisivo, directo, y compartir lo que he ido reflexionando estos días, a golpe de palabras y silencios.

Hoy, lo veo necesario, porque nos están acorralando.

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Photo by joséluis vázquez domènech

Photo by joséluis vázquez domènech

 

Y me pregunto… Y os pregunto…

¿Cómo es posible que hayamos asimilado las cuentas del capitalismo al sentido de nuestras vidas? ¿Cómo es posible que haciendo un balance general, tengamos por un lado las ganancias, en dólares y, por otro las pérdidas, en vidas humanas? 

Ésta es la tierra que habitamos, la de miles de personas que viven en condiciones miserables incluso en las grandes ciudades occidentales; la de miles de personas que huyen de las mal llamadas guerras que no son sino invasiones; la de miles de personas que mueren en medio de las explosiones… Ésta es, una parte de la realidad que hay que mostrar, aunque ello nos lleve a difundir la desesperanza. (Naomi Klein dijo en su entrevista con Jordi Évole que no era partidaria de difundir la desesperanza… Yo creo que es necesario. Me parece el primer paso para llegar a concienciarse de lo que pasa, y uno de los detonadores para comenzar a actuar. La era del optimismo paraliza.)

Para difundir todo aquello que queremos mostrar tenemos la comunicación a través del lenguaje. Pero frente al lenguaje nos encontramos con la primera barrera que debemos superar. Ese modo de comunicación que parece tan eficaz, está contaminado. Nos han secuestrado el verdadero significado de las palabras, y esa acción tan extendida está dificultando enormemente que nos entendamos al hablar. Más aún, está impidiendo que podamos comprender medianamente qué sucede más allá de cada noticia  y cada novedad.

Voy a poneros algunos ejemplos para que se entienda bien lo que quiero mostrar. Nos hablan de una alianza de izquierdas en España, y resulta que uno de los partidos con la que se puede completar dicha alianza es casi neoliberal. Nos hablan de representatividad, de justicia, de cohesión social, y de un largo etc. Pero toda esa terminología política está oxidada, no sirve para comprender lo que su significado encierra. Porque su verdadero significado, está a años luz de lo que representa en realidad. De un modo similar, todo el arco geopolítico sufre los mismos síntomas. Notifican la llegada de una rebelión y se trata de una invasión, nos cuentan el acto de una manifestación y lo que hay detrás no es sino una simulación, nos hacen saber de la llegada de una vacuna y lo que desembarca con ella es un ejército dispuesto a matar, le llevan al rey de viaje a visitar una monarquía amiga y con lo que nos encontramos es con una dictadura de armas tomar.

La lista es interminable, pero efectiva.

La situación es ideal para jugar con nosotros. Hay que tener cuidado. Todo es confusión. Todo es líquido, como dice Bauman,  y se escurre sin dejar rastro ni poso alguno que merezca atención.  No hay justicia, no hay igualdad, y no hay representación de nuestros intereses.

El mismo concepto de Democracia es fiel reflejo de éste desbarajuste. Si hubiera democracia, la mayoría de la población estaría contenta con sus representantes, porque de eso trata la democracia, de gestionar los intereses de la mayoría. Pero casualmente, mira tú por donde, la mayoría está hasta las narices de ella.

Es importante saber de dónde partimos y, más aún, saber hacia dónde nos quieren llevar.

Dicen que somos ciudadanos europeos. Ya el término ciudadano tiene sus connotaciones, pero sería largo de contar. Por tanto, me remitiré a plantear qué consecuencias emergen de dicha aceptación acrítica.  

No cabe duda de que sutilmente se conforma una dualidad que nos diferencia. Estamos nosotros, y están los otros. Y, generalmente, los otros son más bárbaros que nosotros, a no ser que vengan con los bolsillos llenos o sean amigos de quienes hacen las leyes. Y una parte, y muy importante de los otros, son ellos, los refugiados.

Quiero saber por tanto, qué hace Europa y cómo trata Europa a los miles de refugiados que están huyendo de las guerras (mejor dicho, de las invasiones).

Quiero saber qué hacen en nuestro nombre los políticos que dicen nos representan. Qué hace Europa para saldar sus deudas con el mundo. Qué hace Europa para solventar las enormes crisis humanitarias que ella misma crea. Qué hace Europa bombardeando Libia y Siria, al mismo tiempo que se escandaliza por lo que han denominado ola de refugiados que ella misma crea…

Europa es una gran sucursal que ofrece desestabilización y recoge petróleo.

Ya el año 1915 resolvió con Francia y Gran Bretaña a la cabeza el reparto de Oriente Próximo en cinco zonas políticas y económicas, y como nos tienen acostumbrados, sin tener en cuenta su población, su etnia o su religión. El acuerdo Sykes-Picot, que hoy quieren dar ya por finiquitado, se firmó el 16 de mayo de 1916. En 1917, Gran Bretaña declaró que favorecería la creación de un estado judío en territorio palestino. Y en 1919, llega la Conferencia de Paz de París. A partir de ahí, todo es historia, todo es barbarie…

¿Cómo reacciona la propia ciudadanía europea ante Bruselas o Estrasburgo? ¿Cómo respondemos a nuestra propia arrogancia?

Yo reaccioné hace unos años, escribiendo algo parecido a un poema…

Europa

Sin caminos que conduzcan a ti, ya no alumbran el porvenir los fragmentos  de tus promesas.

Pernoctas abrazado a la desidia política, y no puedes despertar a la luz de ningún alba.

Incorporas a tu discurso el miedo, y no avanzas, ni siquiera cuando caminas…

Has vaciado de sentido un imaginario colectivo que no existía, y que dibujabas con esmero.

Solo tus guardaespaldas te contemplan.

En todos los acantilados está grabado tu nombre, limitando la tierra consternada con las aguas turbias sobre las que has vertido toda la mugre y los restos de tu soberbia.

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Este poema quiere dejar constancia del papel de Europa, del que no se habla, y del que se esconde toda su miseria. Este poema quiere expresar qué está sucediendo en la vieja y desvencijada Europa.

Europa nos da la espalda. A quienes quieren venir, y a quienes habitamos en ella. Y cierra los ojos, y deja abiertas las heridas…

Su supuesta incapacidad para resolver tanta problemática cansa, y todo parece indicar que su ceguera…, es voluntaria.

En toda relación social cuando estamos ante un contra-tiempo tendemos, en la medida de lo posible, a buscar los diferentes métodos para poder resolverlo. Para ello es muy normal y bastante cabal que procedamos a averiguar dónde están las causas del problema. Pues bien, en el caso que nos ocupa, se olvidan de las causas, y con el pensamiento único por bandera, nos trasladan a su escenario; un escenario de guerra en el que se acusa a la propia Siria y a Rusia, de crímenes contra la humanidad.

El cuento, si no fuera por las trágicas consecuencias que conlleva, resulta hasta irrisorio.

La oleada de refugiados a Europa no es un acontecimiento casual, no es un éxodo a contemplar desde un balcón de Alepo, observando como sus gentes se dirigen rumbo a Libia para enfrentarse al Mar Mediterráneo.

Por tanto, la primera pregunta que nos debemos hacer urgentemente es: ¿Quiénes causan todo esto ¿Quiénes son, quienes desde sus dependencias privadas, gestionan eficazmente hasta las tragedias?

Si retomamos la anterior “oferta” anglo-francesa que consistía en destrozar regiones enteras, si recordamos cómo se llevó a cabo “el reparto de África”, y si observamos con detenimiento cómo con cada invasión uno de los objetivos es dividir cada estado y minimizarlo hasta dejarlo añicos, tenemos perfilado con bastante nitidez un modo de obrar que no es nuevo, que consiste en beneficiar a los grandes estados imperiales para fortalecer aún más sus privilegios, y en llenar de vacío de poder y caos cada país donde “se ofrecen” para luchar (como dicen ellos) contra el terrorismo.

Este proceso, a través del cual se desmantela un país entero, hace imposible que durante toda una generación se pueda asistir a su restablecimiento. Y desgraciadamente, dicho proceso tiene incluso un nombre: se le llama La Teoría del Caos. Si fuera poco crear una masacre en vidas humanas con la intervención de la OTAN, luego se le añaden los embargos y se cierran las embajadas, para que el aislamiento sea ya un hecho y el objetivo final se consolide automáticamente; las tribus, o las diferentes etnias, o los diferentes grupos están sumidos en una disputa subvencionada, y la construcción de un nuevo gobierno solo tiene su validación con el respaldo de quién anteriormente creó el Caos.

Una vez destruidas todas las estructuras, y una vez liquidada cualquier posibilidad de salir fortalecidos de la masacre, llega además el golpe definitivo, que no consiste en otra cosa que dejar en manos de quien ha sido el destructor la posibilidad de crear un nuevo orden.

Tan sencillo como dramático, tan eficaz como inhumano.

Y si el proceso seguido en Iraq, Libia y Siria no es suficiente testimonio para constatar cómo se las gastan, ¿qué más ha de suceder?

Desgraciadamente, hay más: el capítulo de los refugiados. No contentos con dejarlos sin hogar, y no contentos con arruinar toda la estructura económica, ahora los movilizan para mostrar su rostro a las puertas de Europa, para dejar constancia de que la globalización también lleva consigo el equipaje de su propia fatalidad.

Pero eso sí, manifestando sin tapujos que la situación es incontrolable porque Siria vive bajo la amenaza directa de su propio presidente. Lo mismo decían de Libia. Siempre la misma cantinela. Siempre la ONU con sus objetivos impertinentes de querer proteger a la población.

Cada vez que los mal llamados líderes mundiales se juntan para proteger a la población dicen disponer de una base militar para mandar la ayuda humanitaria cuanto antes. Fueron capaces de utilizar otra crisis inventada, esta vez la del ébola para llevar militares a la zona y seguir con sus peripecias. Fueron a combatir el ébola con armas y militares, como van a todas partes donde hay negocio. Lo recordamos para dejar constancia de ello; el ébola se extendió por Guinea Conakri, Sierra Leona, Liberia, República Democrática del Congo y Sudán, casualmente países todos ellos ricos en petróleo, diamantes, coltán y otros recursos naturales. Y Vinieron a España para que el gobierno les autorizara a usar dos bases militares “Para apoyar los esfuerzos para combatir el brote de ébola en África Occidental”. Y vaya si lo combatieron, el brote se fue como vino, y los experimentos para desarrollar armas contra potenciales casos de bioterrorismo fue todo un éxito.

¿Cómo es posible no considerar estos modos de acción? ¿Cómo es posible que bombardeen todos los países una y otra vez y nos hagan creer que es en apoyo de sus gentes? ¿Cómo es posible que manifiesten su ira contra los terroristas y sean ellos quienes les financien? ¿Cómo es posible que haya una guerra en cada país donde brotan el gas y el agua milagrosa y nos digan que es porque los gobiernos y los dirigentes explotan a sus gentes? ¿Cómo es posible que donde convive la diversidad, de repente, estallen los ánimos de las gentes humildes y trabajadoras? ¿Cómo es posible que la violencia surja precisamente allí donde hay recursos que hacen vibrar a los grandes capitales? ¿Cómo, por favor, podemos seguir creyendo que Estados Unidos ni nadie pueda edificar la paz donde solo patrocinan la guerra?

Nada es casual. Nada crece sin lluvia y sin siembra.  

¿Qué hace Europa? Lo que viene haciendo media vida, poner el cesto para hacerse con su cosecha. ¿Y qué hace EEUU? La guerra. Nunca ha sabido hacer otra cosa, y es terrible que aun a día de hoy siga habiendo francotiradores del periodismo que halaguen su democracia.

Estados Unidos se fundó el año 1776. Han transcurrido 240 años, y ha estado en guerra durante 223. Es un dato escalofriante (el 93% de su tiempo de existencia). Pero es un dato extraoficial. Porque ellos nunca están en guerra, sino salvándonos a nosotros de su quema.

La oleada de refugiados, forma también parte de su guerra… Los refugiados; golpeados por un lado por la estrategia imperialista, insisto, por la estrategia imperialista y, golpeados por otro, por las olas del Mediterráneo y el desprecio de nuestros políticos.

Antes de dejar paso a mis compañeros, quiero terminar con unas palabras que escribí sobre la violencia desatada a nuestro alrededor, normalmente ejercida desde los estados…

 

“Hay que activar todos los protocolos porque nuestro mundo es un continuo estado de emergencia, en el que cada segundo, parte una ambulancia medicalizada a intentar reponer de un ataque a un pedacito de tierra que ha infartado”.

 

joséluis vázquez domènech

Ojos para la Paz


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Charla/Coloquio

Llegó la cita

Así empezaré…

«Lo primero, gracias a quienes habéis venido a escucharnos. Supone un esfuerzo, dejar el sofá en invierno, y venir aquí a compartir el frío que habita nuestro mundo.

…Nos están acorralando.»

“Somos cautivos de un inefable aparato mediático, que es capaz de convertir al agredido en agresor, y al agresor en alma caritativa que va por la vida ofreciendo ayuda humanitaria”.

SIRIA


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Acto Público

Charla/Coloquio

Nos vamos de plática y diálogo cooperativo.

«Europa en el objetivo, a través de los refugiados»

Sábado, 19 de noviembre, a las 19´00 horas, en el Club de Amigos de la Unesco (CAUM), calle Atocha, 20, 1. Izquierda, Madrid.

Intervienen:

  • Tamer Sarkis Fernández, Sociólogo y Antropólogo, Director Adjunto del Diario Unidad, y autor en Ojos Para la Paz.
  • José Luis Vázquez Domènech, Analista Político, Licenciado en Sociología Política por la Universidad del País Vasco y miembro y autor del Colectivo Internacional Ojos para la Paz.
  • Purificación González de la Blanca, abogada, escritora, y Co-fundadora del Colectivo Internacional Ojos para la Paz.

Convoca la Plataforma Global Contra las Guerras

SIRIA

Vaya por delante nuestra solidaridad con los refugiados, con todos los refugiados del mundo, que son las primeras víctimas de unas guerras que les obligan a huir de sus países. Pero no nos dejemos engañar, porque sigue siendo un plan marcado por los E.E.U.U.; éstos están siendo canalizados hasta el corazón de Europa.

Pasan de largo de Kuwait, de Qatar, Emiratos Árabes, Bahrein u Omán, países musulmanes muy cercanos geográficamente, con un elevado nivel de vida y con terreno suficiente para poder acogerlos. Algo…, no encaja.

El plan magistralmente diseñado, adobado con fotos de niños ahogados, juega con nuestros sentimientos de solidaridad para marcarnos el más grande de los goles. Es una jugada maestra de la perversión.

 


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Salvados

Astral

Que hayan salido unos cuantos famosos alabando el documental de Salvados sobre los refugiados tiene delito. Y creo que está bien recordar que las empresas que constituyen ONGs lo hacen para evadir impuestos. No me caben las palabras. Un testimonio «desgarrador». Me estoy arañando la piel ante el espectáculo al que estamos asistiendo. Y al final un poco de llanto, música de piano… y voilà, la emoción de Occidente esculpida a nuestros pies.

Y no trata absolutamente nada sobre las causas, sobre las injerencias de la OTAN, sobre el papel de nuestros queridos aliados. Un trabajo periodístico que igual hasta consigue algún premio en algún festival humanitario.

Es un reflejo latente de cómo funciona el mundo, nuestros medios, y nuestra estupidez.

Los protagonistas creen que les reconforta (a los refugiados) el contacto físico y humano…

Bienvenidos a Europa les dicen…

«Encontramos nuestra salvación en Europa». Pero ¿que cachondeo es éste? Indignante

Hay que apagar las señales de todas las antenas. (Nos están envenenando)

Photo by Joséluis Vázquez Domènech

Photo by Joséluis Vázquez Domènech


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La construcción social y política del «otro» como amenaza

Tu enemigo está en el poder

(leer con cuidado y sin prisas)

Silvio Berlusconi afirmaba que la civilización occidental es superior a todas las demás y que su destino, por tanto, sería conquistar a las civilizaciones inferiores.

Esta declaración es un ejemplo significativo de esas pequeñas “dosis” que nos van inyectando quienes ostentan el poder, con el único fin de ir construyendo entre la población ideas preconcebidas. De ese modo lo que se consigue es ir configurando un constructo social donde el otro ya empieza a formar parte del grupo de nuestros adversarios.

Esas pequeñas dosis van circulando por las venas del tejido social y, sin darnos cuenta,  se reafirman en el marco de un sistema de valores que anticipa nuestra identificación con nuevas normas y costumbres.

Posteriormente, y gracias a los usos (y abusos) de la política cotidiana convertida en ley, se comienza a aceptar y percibir como algo “natural” la existencia de una jerarquización cultural. Desde los partidos, desde los medios y desde los púlpitos se alimenta la idea de una peligrosa amenaza, esa “otroriedad” ante la cual se nos insta a construir un espacio de resistencia.

Con todo ello terminamos por rechazar, odiar y menospreciar al inmigrante, al refugiado y al pobre. Y si es preciso, hasta los eliminamos. El dictamen lo puede arropar Dios con su comprensión y ejecutarlo el Estado con su negligencia.

Se nos instruye para advertirnos de lo que puede llegar a suponer la aceptación de toda diferencia, y se retrata de ese modo al extranjero como elemento extraño y perturbador.

La expansión colonial y la movilidad de los pueblos han traído consigo un escenario de relaciones interétnicas de las que iban surgiendo diferentes corrientes de pensamiento, pero debemos recordar que quien iba tomando partido por la invasión o la confrontación siempre era amigo de mostrarnos que había una serie de actitudes inadmisibles que propiciaban la necesidad de una intervención.

Los otros como bárbaros, incivilizados o incultos hasta propician la desalentadora justificación de la esclavitud, la rapiña y la explotación. Y en medio de tanta ceguera solo triunfa la marginación, y lo que se conquista es el insolente apego a una única forma de entender la vida y la salvación.

El siglo XXI comienza con una manifiesta intención hegemónica  y de prepotencia y tras el atentado de las Torres Gemelas se identifica rápidamente al adversario con el fin de promover la agresión con fines exclusivamente lucrativos. Una planificación exhaustiva que contempla una artificiosa reconstrucción del “otro” como amenaza, y que consigue crear una perfecta representación con un enfrentamiento entre civilizaciones, donde tenemos a un lado el occidente moderno y progresista y al otro el mundo islámico, cuando menos medieval y bárbaro.

Geert Wilders, Parlamentario por el  Partido por la Libertad que él mismo fundó en Holanda, dio un discurso años más tarde en el Hotel Four Seasons de New York en el que, entre otras cosas, nos recordaba unas palabras atribuidas a Winston Churchill cuando hablaba del Islam y se refería a él como “la fuerza más retrógrada en todo el mundo”.

Esta es solo una forma directa de menospreciar a toda una comunidad, pero hay una cantidad ingente de maniobras que se realizan desde el poder  para que dicha creencia quede grabada en nuestra memoria colectiva y, posteriormente, pase al universo privado a través de nuestros propios filtros (ya teñidos con simbologías manchadas de racismo) y se convierta en certidumbre inquebrantable y, paradójicamente, fundamentalista.

Otra es la adulteración ideológica con el claro objetivo de señalar donde está el peligro, y así poder ubicar con precisión a alguna agrupación o entidad que se supone obstruye nuestro camino.

Y una última, mucho más importante, es la de externalizar nuestros modos de rebeldía fuera de los parámetros del propio sistema y de nuestras instituciones, para que éstas permanezcan siempre ocultas y fuera del alcance de la ira colectiva. Todo ello porque los mismos que nos hacen creer que nos enfrentamos a un grave peligro son, en realidad, nuestro gran peligro.

Photo by Joséluis Vázquez Domènech

Photo by Joséluis Vázquez Domènech

Las cosas así (estamos en un momento histórico que requiere de análisis profundos, compromisos y acciones inteligentes que permitan hacer frente a políticas segregadoras, militaristas, mercantilistas, depredadoras, machistas e insostenibles), y mientras no seamos capaces de percatarnos de ello y sumar esfuerzos, estamos encaminados a seguir sufriendo las gravísimas consecuencias que gracias a sus actos van a persistir en el tiempo.

La historia se repite, y tras los atentados de París del 13 de noviembre la maquinaria más bizarra y que dice ser representante de nuestros intereses vuelca todo su arsenal en precisar no sólo donde se ubica el gran desafío al que nos enfrentamos (Siria), sino que además lo identifica con una población inmensa (la musulmana) y le confiere la condición que no desea aceptar en su territorio (la refugiada).

No importa que todo el discurso, de principio a fin, sea el banderín de enganche con una población secuestrada a través del miedo, y tampoco que la narración sea falsa en casi toda su totalidad. Ninguno de los terroristas de París era un refugiado sirio: todos eran europeos.

Conscientes de que es más que probable que tengamos que poner en duda todas las versiones ofrecidas en relación a lo acontecido esa aciaga jornada y en los días posteriores, resulta cuando menos injustificado que no existan apenas medios de comunicación que se planteen con rigor y con seriedad que estamos ante un momento crucial en la oscura historia del viejo continente.

Si proseguimos incapacitados e inermes para luchar contra nuestros propios políticos nos encaminamos a un futuro incierto, injusto, desequilibrado y confrontado, y a todas luces…, excesivamente peligroso.

La gran estrategia de quienes nos gobiernan es tener constantemente un chivo expiatorio, porque la desaparición de éste supondría quedar expuestos a nuevos y contundentes análisis que, a buen seguro, se centrarían en ellos. Ese proceder siempre ha existido, y es como si estuviéramos imposibilitados para deshacernos de un modelo de sociedad arcaico y primario, donde la criminalización del que ”no piensa como yo” es una constante a lo largo de todos los periodos históricos.

Lo más grave aflora cuando ya sabemos que el factor económico juega un papel fundamental en este macabro juego, a través del cual toda una comunidad será  proclamada a viva voz portadora de un extraño gen violento que estamos obligados a extirpar.

El distanciamiento que se construye de ese modo es cada vez mayor y la verdad unilateral se convierte en dogma. No habría otra forma de poder justificar tanta barbarie y tanta indisposición humanitaria. Y es en estas condiciones donde mejor se elaboran y gestan los modelos de identificación de los supuestos enemigos.

Y así, cuanto más déspotas e intimidatorias sean sus operaciones con la sociedad civil (reformas laborales, eliminación de servicios públicos, estados de excepción, etc.) ello nos vendrá a decir que más beligerantes serán con nuestros señalados adversarios.

Los modos son siempre los mismos. La violencia y el miedo penetran en nuestras vidas, y silenciados por una eficaz mordaza nos sometemos al sofisticado acto de la estricta obediencia.

Nos quieren hacer creer que frente a nosotros tenemos una religión que en su esencia busca nuestra peor pesadilla, pero con lo que nos encontramos es con el peor rival instalado en casa propia, nuevamente recreándose con el mundo y subvencionando el arte de la guerra.

A nuestro alrededor hay miles de predicadores que nos están guiando a prueba de bomba y, conscientes del futuro que ellos mismos inventan, nos adoctrinan haciéndonos ver que el mal menor es la mejor opción que se nos presenta.

Lógicamente estamos obligados  a evaluar éstas y todas sus palabras. Si venimos de tiempo atrás analizando y constatando no solo lo que ya acontece, sino que además nos aventuramos en aquello que pensamos va a suceder, es muy difícil que podamos detenernos ante tanto atropello y no lo recordemos una y otra vez. “Una nueva guerra planificada: Siria”.  (Por imperiosa necesidad). Lo escribí el cinco de diciembre de dos mil once.

Photo by Joséluis Vázquez Domènech

Photo by Joséluis Vázquez Domènech

El maniquí de un individuo (fervoroso de su religión) atacando Occidente ya ha llegado, cargado de cinco años de preparación y buen tino. Siria va a ser arrasada, partida en diferentes territorios para la mayor gloria de Israel, y probablemente solo quede bajo su nombre la capital y un entorno no muy grande.

Lo demás será pasto de las llamas y de los negocios y las estrategias repartidas. El impecable profesor de pedagogía también habrá hecho un trabajo encomiable, y el furioso enemigo capaz de tanta barbarie acabará succionado por la propia espiral que le dio su nombre.

Antes, mucho antes de que existiera tu máximo oponente…, existía el poder. Y él y solo él se encarga de programarlo y de moldearlo, y es él quien se responsabiliza de darle vida para que su rostro te contamine.

La fuerza más retrógrada del mundo, señor Churchill, no reside en convención religiosa alguna, sino en los modos con los que cada cual aplica su credo en vida. Ya dejó usted constancia de ello en la Batalla de Galípoli o de los Dardanelos, famosa a la par que terrible por ser una de las más sangrientas, y porque una decisión también suya consintió la nada despreciable cifra de  110.000 muertos y 250.000 heridos.

Qué fácil es orar y fumar un gran puro mientras son otros quienes se disparan creyéndose enemigos.

Lamentablemente la sociología se pasó al marketing y la ciencia de las políticas a ser usufructo del Estado más ruin. Si dispusiera de una varita mágica convertiría el periodismo en oficio innegociable y no lucrativo, donde sus artesanos recogieran, analizaran, contrastaran y difundieran información independiente.  Pero todo está vuelta al aire y nuevamente toca elegir. Entre el bien y el mal, entre ellos o nosotros, entre la hipocresía y la insensatez.

Yo no tengo ningún enemigo, como no lo tiene mi vecino, ni lo tiene mi hermano que vive en Riad. Los tienen ellos, que llevan años decidiendo, que se intercambian misiles, que se reúnen en sus cuevas y persisten en su inquebrantable maldad.

Normalmente hombres que dirigen, hombres que se abalanzan sobre otros hombres, hombres que ametrallan y violan, hombres que dibujan con su sudor las huellas oxidadas de la evolución, hombres con enfermedades congénitas, hombres que se hacen políticos, se disfrazan  y mandan, hombres que cogen y se empecinan, hombres que con sus ejércitos todo lo inundan, hombres bala y hombres de armas tomar.

Normalmente hombres sin música, hombres sin educación alguna, hombres sin poesía, hombres sin estrellas ni utopías… Hombres sedientos…

(Yo también tengo grandes problemas con Europa, y no soy cristiano ni tampoco soy musulmán. Y ya no sé dónde mirar, porque en todos lados me encuentro con hombres, y como tal me da vergüenza continuar).

Colaboración para Iniciativa Debate

 

 

 


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Maroto

Breves: Y ahora qué…

El vicesecretario de Política Sectorial del PP, Javier Maroto, nos ha hecho saber que entre los refugiados sirios que llegan a Europa hay muchos yihadistas. Y así, en cuanto nos descuidemos, nos ponen una bomba en nuestras hermosas ciudades. 

Es fácil salir en televisión o en prensa y decir barbaridades, y dar sobrada cuenta de la incapacidad moral, humana y política que asiste a miles de políticos que por el mero hecho de serlos se creen que pueden publicitar los argumentos más convenientes para llenar de votos sus faltriqueras. Hay muchas maneras de poder definir intervenciones de este tipo, y entre todos deberíamos hacer lo posible para que personas de esta catadura se sonrojaran cada vez que pisaran las calles. Y no sería escrache, sería justicia. Podríamos incluso colocarle unos grilletes de diez kilos por cada refugiado que ha tenido que huir de su país, y hacerle caminar hasta reventar sus ideas peregrinas y pedir públicamente perdón en Aleppo, Tadmur o Damasco, ante la presencia de miles de personas que han visto destrozadas sus vidas precisamente por la existencia de partidos como a los que este mismo hombre representa.

Considerando la repercusión que han tenido sus palabras dice que no estuvo muy acertado. Y ahora qué…! La humillación a la que nos están sometiendo parece no tener límites, y vivimos infinidad de momentos que estamos obligados a denunciar. Porque no hay tribunal en estas democracias capaz de apartar del camino a tanto bocazas, y no hay manera de poder despertar cualquier jornada sin esa imperiosa necesidad de tener que luchar para transformar esta sociedad que nos engulle y nos arruina.

Las cosas así resulta del todo comprensible que haya reacciones de todo tipo ante semejantes ataques a la fragilidad de los más desfavorecidos. Y yo, me sumo a ésta iniciativa que merece el mayor de los respetos…

http://www.infolibre.es/noticias/tuitometro/2015/09/11/quot_hagamos_crowdfunding_para_pagarle_maroto_luna_miel_siria_quot_37624_1037.html


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Refugiados

Poemario Disidente.

Arrastro divergente los cúmulos de las piedras que se vuelven musgo cuando el tiempo y la humedad gangrenan las heridas. El desgaste no es proporcional al conflicto de intereses con la vida, sino a la inversa. El sacrificio me remite a la intemperie, a la compasión mostrada cuando cruzas las calles y te tropiezas con todos los andares de domingos centelleantes que te observan y muestran con el índice y los ojos brotando de sus arcos que tus pasos adolecen del orgullo del homo erectus triunfante y vitalista. Soy un mendigo de tu mirada, proscrito en mi tierra, y que ha llegado desde el vértice y la eclosión de la raza humana, atemperado por la sequía del desierto y las olas del estrecho. Si de convivir se tratara no atravesaría las vías en las horas marchitas de tus noches, y a buen seguro desayunaría con ese olor de los hornos a buena marcha y del café rociando las primeras palabras. Arrastro hasta el alba la ocasión perdida del sueño enmohecido, y cubriendo mis espaldas de la inquina y el esperpento me topo con el primer barrendero que sale a oficiar y limpiar el derroche. Los primeros sonidos de la ciudad filtran mi soledad, y a dentelladas conspiran contra mi presencia, y he de abandonar todo lugar que tú ocupas. A duras y con penas descubro que mi rincón lo ocupa un nuevo habitante, y soy incapaz de mostrarle que soy dueño de propiedad alguna, y menos de ésta. Ambos somos refugiados, hipotecados de por vida hasta que alguna suerte postergue tanta civilización y barbarie.

Invisivilizados, solo nos quedan pocas y amontonadas palabras.

Photo by Joséluis Vázquez Doménech

Photo by Joséluis Vázquez Doménech