MiCita con las palabras:
Las religiones te quieren hacer creer. La filosofía, en cambio, te invita a buscar el saber.
(Tú sabrás…, dónde ubicar las luces y las sombras en este acontecer)

es Photo by joséluis vázquez domènech
Las religiones te quieren hacer creer. La filosofía, en cambio, te invita a buscar el saber.
(Tú sabrás…, dónde ubicar las luces y las sombras en este acontecer)
es Photo by joséluis vázquez domènech
Colaboración nada desinteresada
Photo by Joséluis Vázquez Domènech
La sombra se desdice cada vez que la luz hace acto de ausencia, y como no hay mal que por bien no venga, llega la oscuridad. Podríamos revelar que ésta no es solo el contrapunto perfecto de la luz, sino también la negación absoluta de toda sombra. Su porción más pequeña, invisible al ojo humano, impedirá siempre la confusión en la espesura negra.
Hay por tanto mucho en ella. Un detalle, incluso un resquicio de esperanza. Paradójicamente la ignorancia es sombra, y es capaz de crear (a todas luces) relatos llenos de vida, poemas y hasta imágenes que traspasan las pantallas.
La ignorancia sobreviene, también, cada vez que el conocimiento hace acto de ausencia, y como no hay mal que por bien no venga, llega la revista. Y así, podríamos decir que ésta no es solo el contrapunto perfecto de la sabiduría, sino también la negación absoluta de toda conciencia.
Del mismo modo que la sombra y la ignorancia necesitan de tu presencia, no es difícil poder llegar a observar… cómo surgen de la nada, un caballo y hasta la sorpresa menos esperada.
Photo by Joséluis Vázquezx Domènech
Quietud y sombras…
Hyde Park – London – Photo by Joséluis Vázquez Domènech
Porque el camino del goce no es recto, sino erecto, ven a mi esta noche sin rodeos y avasalla con tu cuerpo mi melancolía. Galvaniza esta imagen antes de que el óxido consienta filtrarse y me depure hasta las ganas de morir sin aliento. Nunca digas en esta tierra no germinaré y, mucho menos, pretendas educar cada ímpetu. ¿Quién no ha sufrido en algún momento la embestida de ese instante? Estar cercado y obligarse a transitar…, despojándose hasta de la voluntad para dejarse embaucar por las sombras y las luces de la vida.