Un dominio propio

Una de las más lúgubres maniobras de nuestras democracias es convertir la búsqueda de la verdad en delito y, de paso, hacer creer que las reflexiones que emanan de esa búsqueda sean consideradas subversivas o radicales.


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Soledad

MiCita con las palabras

Los habitantes del nuevo siglo son conscientes de que se derrama mucho sufrimiento por las grietas de sus muros, pero su disposición a solventar el problema no se fundamenta en la fragilidad de los vínculos, sino en la socialización de indignaciones continuas que casi nunca reparan en lo esencial.

Photo by joséluis vázquez domènech


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6 años sin ETA

CARTA ABIERTA ESCRITA HOY HACE SEIS AÑOS

2o de octubre de 2011. Llevaba tiempo esperando esta fecha. El día después; para poder dirigirme a quienes deseen construir este futuro incierto, con la certeza de que atrás quedó el incandescente estallido de la violencia.

Pero quiero dirigirme especialmente a las víctimas, a todas aquellas personas que han sufrido por una u otra causa, los azotes y las consecuencias de estos inacabables años, donde tantas y tantas personas han sentido en su interior el embate de la bárbara acción de los hombres.

Solucionar la muerte es lamentablemente un sueño imposible. Desprenderse del terror, de la tortura, del miedo, y de imágenes que han quedado grabadas con sangre y fuego, es también una misión de extrema dificultad. Y querer comprender cada uno de los acontecimientos que han llevado a que una persona sufra, una labor inabarcable, porque inabarcable es la miseria donde podemos llegar a descender.

Atrás, vientos que parecían imperceptibles para algunos, dejaron tras de sí paisajes desolados dibujados por huracanes escondidos. Y donde el mar debía de traer el sonido de las olas, a veces arrastraba el quejido impotente ante la muerte. Adelante, la mirada perdida ante la impotencia de tanto destino mutilado.

Pero adelante, también, queda el futuro. Caminar sin tropezar de nuevo, poder girar en el camino sin que lo recorrido hasta ahora sea quien determine cada paso. Descansar sin fortalecer la rabia, a pesar de lo sucedido, y proseguir procurando observar solo el destello. La confrontación y la imposición no pueden mitigar ninguna llaga, ni podrán nunca resolver cuestión alguna.

Photo by joséluis vázquez domènech

No se constata ningún triunfo por el olvido, la retirada, o el silencio. El verdadero valor está en la conciencia de lo ocurrido, y superarlo dejando de lado el odio. Toda búsqueda hacia la comprensión y la solidaridad no necesita de ese sentimiento, porque ni la venganza ni revancha alguna pueden solventar nada de lo sucedido y, lo que es peor, no pueden participar de nada nuevo que ilumine el camino.

El odio, lo encauzamos generalmente a través de un rostro, de un enemigo que nos arrebató una vida, o sesgó un sueño. Pero en la vida, nos sumergimos en todos los rincones de la sociedad, en los amplios espacios de la existencia, acompañados de infinidad de personas, y de múltiples usos y razones. Nos diluimos en los demás, y ahí radica el pequeño triunfo.

Cultivar el rencor es seguir rodeado de fantasmas. Es enquistar la irreconocible razón del sufrimiento y postergarlo. Anteponer la razón al odio abre la vía del comienzo de una nueva etapa. Razonemos juntos, para buscar otros instrumentos, y diseñemos el respaldo de la justicia necesaria. Cuanto mayor cobertura demos a esa búsqueda, menos dolor se sufrirá a través de los sentimientos irreconciliables. Es imposible que la víctima pueda olvidar, pero es posible que su indefensión quede a refugio de una sociedad que no respalde la injusticia, de una sociedad que contemple la posibilidad de abrazar el dolor de todas y cada una de las calamidades cometidas.

El horror no necesita ningún espejo para reflejarnos en él; necesita buscar urgentemente al hombre que hemos de llevar todos dentro.


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James Rhodes

ContraCorriente:

‘Instrumental. Memorias de música, medicina y locura’

Hay personas que te hacen pensar, hasta dudar de tus propias incertidumbres. Y son capaces de poner sobre la mesa el signo de la tragedia hecha hombre y dolor. Y con una valentía inaudita removerse sobre los fangos de este mundo para mostrar el testimonio de su propia vida y los efectos de tanta corrosión. Como decía…, hay personas.

James Rhodes no nació en la idílica isla griega, sino en Londres, y desde los seis años sufrió abusos sexuales por parte de su profesor de gimnasia. Le siguieron hospitales psiquiátricos, adicción a las drogas, al sexo y al alcohol, varios intentos de suicidio y la pérdida de la custodia de su hijo.

Lo ha contado todo en su libro autobiográfico ‘Instrumental. Memorias de música, medicina y locura’. Imagino que la necesidad imperiosa de expresarlo todo y terminar de mostrar cada herida hasta desangrarse por completo le ha llevado a ello. Aunque en el camino se ha topado con un inesperado pleito interpuesto por su ex-mujer, que le demandó porque las confesiones que muestra podían hacer un daño irreparable al hijo que ambos tienen. 

Gracias al apoyo de algunos amigos, y al terrible endeudamiento que todo el proceso le ha acarreado, ha conseguido salir airoso de la contienda.  Finalmente, el Tribunal Supremo ha autorizado la publicación de su «vía crucis». La sentencia decía así: “Una persona que ha sufrido del modo en que el apelante ha sufrido y que ha luchado para hacer frente a las consecuencias de su sufrimiento de la forma en que él ha luchado tiene derecho a hablarle al mundo sobre todo ello”.

El detonante de su decisión, o lo que bien podría ser la razón de su salvación, ha sido la música. El descubrimiento de Bach, Beethoven, Chopin, Schubert, Brahms, Ravel, Mozart, Rachmáninov, Prokófiev, Liszt, o Scriabin, ha sido su verdadera terapia, sin la cual confiesa no habría sobrevivido. Ya desde los siete años la música clásica fue su refugio. Frente al dolor, Bach era su bálsamo.

Hoy es concertista de piano. Eso sí, un extraño concertista con ánimos de gritarte al oído cómo debes de asomarte a la música. Es explícito desde las primeras páginas de su libro: “No dejes que unos pocos imbéciles vetustos y endogámicos impongan cómo debe presentarse esta música inmortal, increíblemente maravillosa”.

Se trata de hacer frente a la locura. Y para ello no necesita vestirse de frac frente al piano. Ni hacerse el lánguido en cada sesión, ni humillarse ante el irrespetable público que en su mayoría solo entiende de soflamas burguesas. Le vale con una camiseta, unos vaqueros y el horrible dolor que lleva dentro.

Salir airoso de la autodestrucción es también un poema de amor. Y yo abrazo todos y cada uno de sus versos, aunque no rimen. Y celebro su disco en directo «Jimmy», que ha pasado a ser la primera grabación de música clásica en la que aparece esa inquietante pegatina que tanta gracia tiene… ‘Advertencia para padres: contenido explícito’.

  • Nº de páginas: 280 págs
  • Editorial: BLACKIE BOOKS
  • ISBN: 9788416290437
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Heridas

Breves:

¿Se debe saber «herir», también a quien se ama? Infligir ese dolor necesario no es un mal de por si, ya que a veces es irremediable tener que enfrentarse a un destino esquivo. Todos no sufrimos por igual, pero todos reaccionamos ante un elemento extraño que nos advierte, que nos aclimata. El daño es un vendaje que cubre todas las heridas, y que nos educa para reinterpretar las consecuencias.  Ausentarse de él es no saber traducir la vida. 

Photo by Joséluis Vázquez Domènech

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Un baño de realidad

Oda a Paulo Coelho

Me dijo que no concediera demasiada importancia a los problemas, porque éstos corrían el grave peligro de convertirse en una vocación. Me sentí atropellado sin acertar a exponerle que no todos poseemos el mismo arte para desvincularnos de la trágica comedia que representa a veces la vida, y no especialmente la mía. La vida en general. Me inspira poca confianza la gente que obstruye el camino a la realidad, sobre todo cuando ésta es de difícil catadura estomacal (y moral). «Os podéis meter el vaso medio lleno por el orificio nasal derecho». Era un cartel que vi en la puerta de un baño de un bar de Madrid hace ya mucho tiempo.

Nos quieren hacer creer que casamos con el sufrimiento (como se achaca innumerables veces a los pesimistas), cuando revolvemos las entrañas a quien no quiere ver, ni escuchar, ni admitir… Es hasta comprensible desear aislarte del vertedero para no involucrarte en el pestilente hedor de una tierra hostil, pero de ahí a hacer pedagogía del bien común con un antifaz en los ojos es incluso punitivo. Difícil tarea hacer comprender que los optimistas nunca nos traerán el reino de los cielos, no obstante tal vez se entienda mejor si damos a conocer que quien no observa y atiende los más graves de los problemas no va a poder darle la vuelta, ni a la tortilla ni al colchón de la cama. La esperanza es la mayor de las veces el consuelo del sufrimiento y es quien menos sufre el que abandera su precaria virtud. 

Tras estos libros de tanto éxito se esconde un mensaje altamente contaminante, y que estaría bien que lo grabáramos a sangre y fuego en nuestras entrañas:

!Nuestro sistema social y político no es tan malo como se puede llegar a creer. Eres tú quien no lo hace bien y, por tanto, quien necesita de las herramientas adecuadas, que yo, sabio entre los elegidos del imperio editorial te voy a ofrecer!

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J’ai tué ma mère

 ¿No sabes qué hacer este fin de semana? Te invito al cine

 

Título original, J’ai tué ma mère (I Killed My Mother)

Año, 2009

Duración, 96 min.

País,  Canadá

Director, Xavier Dolan

Guión, Xavier Dolan

Música, Nicholas Savard-L’Herbier

Fotografía, Nicolas Canniccioni, Stéphanie Anne Weber Biron

Reparto, Xavier Dolan, Anne Dorval, François Arnaud, Suzanne Clément, Patricia Tulasne, Niels Schneider, Monique Spaziani, Bianca Gervais, Benoît Gouin

Productora, Indie Dandy Productions / Mililifilms / Novem

Género, Drama | Biográfico. Familia. Adolescencia. Homosexualidad

Sinopsis

Un adolescente desarrolla poco a poco un odio visceral hacia su madre, una mujer muy pasiva que le transmite sentimientos de culpa. Todo en ella le resulta irritante, desde su comportamiento vulgar hasta su mal gusto en el vestir. Pero, por mucho que el chico la cubra de reproches, ella o finge indiferencia o se limita a afearle su conducta.

Premios

2009: Festival de Cannes: Selección Oficial (Quincena de Realizadores)

2009: Premios César: Nominada a Mejor película extranjera

 


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Nymph()maniac: Volumen I y II

¿No sabes que hacer éste fin de semana? Te invito al cine

Nymphomaniac Completo

Lars Von Trier tiene la osadía de posicionarnos frente a una ninfómana, pero para hablarnos de amor, y de sexo mutilado. Contrariamente a lo que nos vendieron, resulta imposible sentir satisfacción alguna viendo esta película. Desde luego, ninguna satisfacción erótica o sexual, porque desde el principio todo el discurso está dirigido a interpelarnos sobre nuestros modos de ver y sentir, y a urgar en las grietas de los protagonistas. Me temo que una de las claves es la lucha que mantiene el director por hacernos partícipes de una sociedad obsesionada con el amor, pero depositando en ella aspectos que en innumerables ocasiones ocultamos. «El amor apela a nuestros instintos más bajos. Con el erotismo, solo hay que decir que sí». La adicción por deseo y no por necesidad, nos traslada también a un universo donde el individuo moderno está colapsado de él, y en su nombre, rastrea los bajos fondos permeable a las carencias emocionales. La narración tiene fuerza y con maestría nos va dejando en manos del protagonista, para mirarnos frente al espejo interrogándonos sobre el bien y el mal, sobre la soledad y la libertad. Perturbador y desasosegante, estamos ante una nueva entrega con el sello indiscutible de un gran realizador. Ante una historia donde el sexo no se representa a través del placer, sino desde la obsesión, el dolor y el sufrimiento.

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http://www.pelispedia.tv/pelicula/nymphomaniac-vol-i/

http://www.pelispedia.tv/pelicula/nymphomaniac-vol-ii/

Título original, Nymphomaniac. Volume I / Nymphomaniac (1), Nymphomaniac. Volume II / Nymphomaniac (2)
Año, 2013
Duración, 117 min. + 124 min.
País,  Dinamarca
Director, Lars von Trier
Guión, Lars von Trier
Música, Varios
Fotografía, Manuel Alberto Claro
Reparto, Charlotte Gainsbourg, Stellan Skarsgård, Stacy Martin, Shia LaBeouf, Connie Nielsen, Christian Slater, Nicolas Bro, Jesper Christensen, Uma Thurman, Caroline Goodall, Kate Ashfield, Saskia Reeves, Jens Albinus, Sophie Kennedy Clark, Mia Goth, Omar Shargawi, Severin von Hoensbroech
Productora, Coproducción Dinamarca-Alemania-Francia-Bélgica; Zentropa Entertainments
Género, Drama
Web Oficial, http://www.magpictures.com/nymphomaniac/
Sinopsis
Historia de una ninfómana contada por ella misma. Una fría noche invernal, un viejo solterón (Stellan Skarsgård) encuentra en un callejón a una joven (Charlotte Gainsbourg) herida y casi inconsciente. Después de recogerla y cuidarla, siente curiosidad por saber cómo pudo haber llegado esa mujer a semejante situación; escucha atentamente el relato que ella hace de su vida, una vida llena de conflictos y turbias relaciones. Para su estreno comercial se dividirá en dos partes. Hay una versión completa de cinco horas y media que sólo se verá en ciertos actos culturales.
Premios
             2014: Festival de Berlín: Sección oficial fuera de concurso (versión extendida)