Un dominio propio

Una de las más lúgubres maniobras de nuestras democracias es convertir la búsqueda de la verdad en delito y, de paso, hacer creer que las reflexiones que emanan de esa búsqueda sean consideradas subversivas o radicales.


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La música

Breves:

Siempre tuve miedo de perderme en alguna canción, recreada por mi. Por eso dejé que fueran otros quienes lucieran en mi piel las zancadillas de la vida y firmaran con otro sello lo que acontece en la trastienda. Podía habitar la sensación, el despliegue emocional al ser escuchada, y sentir que alguien (muy lejos de mi) vivía conmigo la misma circunstancia. Esa sensación y ese repliegue sin necesidad de explicación alguna, envuelta en un nuevo sonido capaz de bifurcarse por las venas, vino un día a mi y comprendí lo que era la música.

(fue uno de los primeros discos que me dejó columpiarme sobre el aire: había otros planetas, otras tierras que habitar, y existían guitarras azules)