Un dominio propio

Una de las más lúgubres maniobras de nuestras democracias es convertir la búsqueda de la verdad en delito y, de paso, hacer creer que las reflexiones que emanan de esa búsqueda sean consideradas subversivas o radicales.


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Cristina Cifuentes

Breves:

El 29 de julio en la portada de un ilustre periódico español podía leerse este titular a toda página, con la fotografía de Cristina Cifuentes como reclamo: «Sin las políticas del PP, los españoles estaríamos en la pobreza».

Esa misma jornada leo en otro periódico que ya se han impuesto las primeras multas tomando como referencia la entrañable «ley mordaza». Prostitutas de la Colonia Marconi de Madrid han sido sancionadas con 600 euros por ejecutar actos de exhibición obscena. Y a mi, se me traspapelan los ojos y los nervios me hacen chiribitas. Resulta del todo comprensible que cada cual interprete a su manera el lenguaje de las leyes, pero a mi, hoy, os puedo asegurar que las declaraciones realizadas por la presidenta de la Comunidad madrileña me resultan un meta-acto de exhibición obscena, denigrante, irremediablemente obtusa y completamente bochornosa. En nombre de la justicia social, debería existir una legislación que no permitiera, cuando menos, reírse a la cara de los más pobres, aun sabiendo que ningún pobre habrá desayunado con esa vergonzosa portada.

 

Fuente: ABC

Fuente: ABC