Un dominio propio

Una de las más lúgubres maniobras de nuestras democracias es convertir la búsqueda de la verdad en delito y, de paso, hacer creer que las reflexiones que emanan de esa búsqueda sean consideradas subversivas o radicales.


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Entre izquierdas y derechas anda el juego

Son muchas las personas que andan desorientadas en relación con el posicionamiento político de los diferentes partidos en liza. Y no es de extrañar, porque dicha confusión es una trama más para que el electorado sea capaz de moverse sin atinar muy bien con sus propósitos. Si bien los votantes de Ciudadanos son fiel reflejo de ello, no debemos olvidar que buena parte del electorado participa de dicha desubicación (aunque no cambien tan a menudo sus colores).

¿Cuál es una de las razones que puede llegar a explicar semejante desfalco posicional? Vamos por partes.

Las grandes empresas y corporaciones han mantenido una presión creciente e incesante sobre los grupos políticos y sobre los sindicatos, de tal modo que a día de hoy apenas hay diferencia entre los objetivos de los diferentes partidos, más allá de su defensa de aspectos relacionados con la tradición o el progreso (con todos los valores y la moralidad con que en cada periodo entran en juego). Los intereses del poder han ido adquiriendo, desde los orígenes del neoliberalismo, todos y cada uno de los posicionamientos aparentemente representativos instaurados en las democracias, influenciando sobre ellos de tal forma que apenas queda hueco para las exigencias de las clases desfavorecidas.

Todo ello se resume muy bien en la captación de los responsables de los partidos y de las bases sociales de todos los movimientos, impidiendo cualquier tipo de transgresión o de ruptura con un capitalismo que ha conseguido un dominio casi completo sobre las mentes pero, sobre todo, un dominio muy relevante sobre los deseos de casi todos los habitantes. Dichos responsables, lo único que son capaces de ofrecernos es un abrazo gélido.

La lógica electoral por excelencia, la que diferenciaba muy bien los espacios que correspondían a la derecha y a la izquierda, ha perdido así casi todo el sentido. La ciudadanía sigue creyendo enfrentarse a la gran decisión de votar a un partido de izquierdas o de derechas. Pero, en realidad, se encuentra ante un laberinto sin salida, porque dentro del abanico de partidos existente (con posibilidad de triunfo alguno), no hay ninguno que no se mantenga dentro de los límites que marcan los grandes blanqueadores del poder. Es decir, se acude a las urnas sin que exista la verdadera posibilidad de tener representatividad.

Se mantiene artificialmente divididos a los votantes entre electores de un lado y del otro, pero casi todos lo único que terminan por hacer es respaldar los verdaderos objetivos de quienes nos gobiernan. El apoyo a la OTAN y todas sus maniobras es un claro ejemplo de lo que acontece. Antes de la llegada de ese neoliberalismo tan pernicioso, aún podíamos hablar de grandes sectores de la izquierda en lucha contra los intereses de EEUU. Hoy, esa posibilidad ha sido cercenada casi por completo, y las únicas movilizaciones «permitidas» se fraguan dentro de la supuesta mejora de los derechos de ciertos colectivos (eso sí) y de los derechos ambientales, y siempre desde una perspectiva absolutamente controlada.

Y por último, y como no podía ser de otra forma, son los medios de desinformación los que terminan por bloquear cualquier posibilidad de acción de muchas de esas personas que creen agruparse en torno a la izquierda, porque hasta los periódicos supuestamente relatores de su perfil ideológico velan por los intereses de las corporaciones contra las que se debía dirigir su lucha.

No hay periodo donde no se muestre con una claridad asombrosa cómo van sucediéndose los hechos hasta aquí relatados. Así que…, Si dejas que jueguen con tus emociones, podrás llegar a pensar que la nueva agrupación política SUMAR puede ser representativa de la nueva izquierda política. Pero si eres capaz de analizar todos y cada uno de sus movimientos, llegarás a la conclusión de que no son más que otra pieza del puzzle, capaz de llevarnos sin despeinarse a las puertas de cualquier otra guerra. Eso sí, con una entrañable sonrisa.

OTAN No, Bases Fuera


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La Política y los medios de comunicación

La supuesta libertad de expresión ha llegado muy lejos. Una cosa es difundir información desde el desconocimiento y, otra muy distinta, hacerlo con premeditación y alevosía sabiendo que quien paga ordena, que quien paga interfiere en la vida de los pueblos, y que quien paga, muchas veces, lo hace aun sabiendo que va a haber graves daños con la propagación de una información construida para tal fin.

Estamos corriendo un serio peligro en Europa. Creo que vivimos la etapa más temeraria y comprometida desde la segunda guerra mundial. Y todo, porque el prepotente gobierno de un país decidió que no iba a ceder ni un milímetro ante la manifiesta petición de un cambio geoestratégico claramente inclinado hacia un lado. La neutralidad en la línea divisoria de los países que limitan con Rusia era una clara manifestación de paz y prosperidad. Para todos menos para EEUU. Pero no porque esa opción fuera contra sus intereses, sencillamente porque esa opción es la más lógica y la que más puertas abre a la prolongación del desarrollo social y económico.

Las directrices que nos imponen, los mandatos a los que nos someten, y el absoluto servilismo y vasallaje al que hemos cedido, conforman el seguimiento de las políticas imperialistas marcadas por la Casa Blanca desde hace ya mucho tiempo. Y nuestra clase política prosigue en su afán de denostar y menospreciar nuestros anhelos de paz, siguiendo la estela de una luz que solo ilumina la maldad y la búsqueda imparable de riqueza. El repentino cambio de Pedro Sánchez al decidir mandar armas a Ucrania es solo una de tantas barbaridades, una de tantas abdicaciones ante el guerrero del mundo. Y considerando que los acontecimientos más importantes deberían hacerse con el respaldo de los pueblos deberíamos exigir a los gobernantes una clara muestra de adhesión a nuestra causa, y no a la causa del poder.

Esa posibilidad se perdió hace tanto que probablemente tendríamos que movilizarnos con rigor para exigirla. Esa y otras muchas cosas que afectan directamente a nuestras vidas. A nuestras vidas y a otras que habitan a miles de kilómetros de distancia. Sobre nuestras conciencias recae el deber de no permitir que la clase política pueda enviar tropas y armamento como quien manda naranjas. Sobre nuestras conciencias recae el deber de no permitir que la industria armamentística juegue en bolsa bajo los auspicios de unos dirigentes incapaces de observar los rostros de la pobreza y de la miseria.

Nuestro mundo parece no querer entender los sonidos del sufrimiento y, mucho menos, los de las cloacas. En éstas se están gestando temibles acciones. Si la situación “fácilmente observable” delata ya un futuro incierto, los ángulos muertos nos llevan a un terreno completamente esquivo.

El Estado de Bienestar ya no va a dar más de si, y todo apunta a que el pre-fascismo ya se ha instalado. Esa libertad de expresión que ha hecho posible que los medios propiciaran e impulsaran partidos, lenguajes y gestos absolutamente peligrosos, ya ha ido conformando un espacio social del que difícilmente nos vamos a poder librar. Esos modos de difundir la información, que llegaron de EEUU de la mano de una cultura capitalista expansionista ajena a todo signo de justicia ya han hecho mella en nuestra sociedad. Y ahora, nos va a costar escaparnos del incendio.

Una resolución contra la glorificación del nazismo es aprobada por 130 países, 2 votos en contra y 49 abstenciones. Los dos únicos países que la rechazan, EEUU y Ucrania. Las abstenciones, para la UE, Canadá, Australia, Reino Unido y Japón. Increíble, ¿verdad?

Sobre la foto: 16 de diciembre de 2021, una resolución contra la glorificación del nazismo es aprobada por 130 países, 2 votos en contra y 49 abstenciones. Los dos únicos países que la rechazan, EEUU y Ucrania. Las abstenciones, entre otros, para la UE, Canadá, Australia, Reino Unido y Japón. Increíble, ¿verdad?

Sé que para mucha gente puede resultar desmesurado, pero ya hay muchos signos que muestran la existencia de esa exaltación de los elementos irracionales de la conducta, tan próximos a las formas de gobierno totalitarias. La política ya entregó sus manos a la injusticia, la soberbia y los protocolos ingeniados por los ricos. Y éstos hacen y deshacen a su gusto, ajenos a la población y obstaculizando la buena marcha de los acontecimientos. Han saltado todas las alarmas y hasta nos lo advierten con sus formidables propuestas. El peligro no es efímero, es más bien un monstruo que nos está devorando. Desde la sociología política ya estamos listos para tomar buena nota. Y sin pérdida de tiempo, deberíamos abandonar tanta sumisión y actuar en consecuencia.

Muchos indicadores han de ser considerados como elementos capaces de propiciar procesos devastadores en nuestro futuro. Ya lo están siendo, pero dado que la ciudadanía está absorta en continuas batallas televisivas quizás sea momento de alertar sin miramientos, puesto que al parecer pocos están dispuestos a ello.

El asentamiento del pensamiento único, el control absoluto de los medios, los cambios de legislación en favor de unas causas y no en beneficio de la justicia, la reconstrucción y señalamiento de un enemigo común, la militarización del pensamiento, la asunción completa de la pérdida de libertad en nombre de la seguridad, la recreación de movilizaciones sociales dirigidas, la instauración de la violencia como modelo legitimador de un nuevo orden, el fomento del odio a través de una adscripción a la discriminación racial o cultural, el aumento de la pobreza y de la desigualdad social, la quiebra del modelo económico capitalista, la disrupción y desmantelamiento de los principios básicos de la Política, la expansión y fomento de muchos principios ideológicos que alimentan a las extremas derechas y la imposición del miedo como propuesta y modelo de convivencia, son el andamiaje estructural sobre el que puede instalarse un nuevo fascismo en Europa.

¿Para qué sirve la sociología?. Entre otras cosas, para observar y para constatar los flujos y movimientos que van sucediéndose en nuestras sociedades. Espero estar absolutamente confundido.

Subrayo. Luchar contra los medios y la clase política ha de representar nuestra primera muestra de sedición. De lo contrario, estaremos bajo el yugo de una nueva lucha sin par por el dominio del mundo, en manos de unos seres insensatos.

Dicen los primeros, por ejemplo, que ha habido un ataque a la planta de un reactor nuclear en Zaporiyia. Objetivo, sembrar el terror en la audiencia. Y acto seguido, demonizar al culpable de tamaña osadía. Y así pasarán largas jornadas, hasta que todo el mundo tenga claro que Putin es nuestro mayor enemigo, capaz de saltar por los aires la central y arrasar con Europa. ¿Quién va a poder, así, analizar las políticas y las acciones de personajes tan siniestros y deshumanizados? Nadie. Al menos, nadie en su sano juicio. Y quien lo intente, vivirá al fondo en el infierno.

Estaría bien recordar que el sofisticado armamento con el que cuentan las grandes potencias tiene la capacidad de elegir un objetivo y no distanciarse ni un milímetro del punto señalado. Pero en esta ocasión, mira tú por donde, hubo un fallo estrepitoso. No hubo ningún reactor dañado (todos permanecen intactos). No hubo ningún incremento de radiación (hasta los propios ucranianos salieron inmediatamente a confirmarlo). Y no hubo, claro está, ningún error operativo. ¿Sabéis por qué? Porque no atacaron la central nuclear. Hay combates en los alrededores, sencillamente, porque quieren hacerse con el control. ¿Recordáis cuando informan sobre un atentado y casi siempre hay un colegio cerca? Pues a ver si es verdad y recordamos para toda la vida en qué consiste la manipulación, porque ya llevamos unos cuantos años abonados a este circo y la cosa, en vez de solucionarse, está adquiriendo tintes muy oscuros.

Para terminar, y encomendándonos a la búsqueda incesante de otros relatos, de regalo unas palabras del entonces senador Joe Biden. Estamos en 1997. En el vídeo expone claramente cuál es el “punto flaco” de Rusia o, lo que viene a ser lo mismo, cuál será la política expansiva del gobierno de los estados unidos de américa. ¿O creíamos que Joe Biden dirige ese país por pura casualidad? Recordar que desde ese año jugó un papel decisivo en la formulación de la política exterior del país. Fue una de las voces más influyentes tratándose de leyes relacionadas con el terrorismo, las armas de destrucción masiva, la Europa poscomunista, Oriente Medio y el Sureste Asiático. Y fu quien apoyó en octubre de 2002 la resolución que autorizaba al gobierno a utilizar la fuerza contra Irak. Claro, era decisivo. No era el voto de un senador, era el voto del presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, cargo que representó con todo el cariño de su mundo.

Éstas fueron sus palabras: “Lo único que puede provocar una respuesta hostil y enérgica de Rusia es la expansión de la OTAN a los estados bálticos”. Y como sabemos a estas alturas, no sólo han puesto sus garras sobre estos estados, sino sobre toda la franja fronteriza, por el bien de toda la humanidad. Eso sí es atacar y hacer explotar una central nuclear.

Cuidaros!

OTAN No, bases fuera

colaboración para Ojos Para La Paz


Podemos caer más bajo aún

Recuerdos de hace dos y tres décadas. Discutíamos como si nos fuera la vida en ello. Sobre todo de política. Por aquél entonces lo más posmoderno se comenzaba a vislumbrar, el fortalecimiento del individuo tecnológicamente iluminado. El nuevo sujeto parece haberse ya configurado. El resultado, uno que puede hablar y arremeter contra cualquier interlocutor sin el más mínimo aprecio y sin el consentimiento del conocimiento. Lo que importaba era universalizar determinadas conductas y opciones, todas ellas ofrecidas como simulaciones perfectas a través de las nuevas tecnologías.

Breve inciso. Ya por aquellos años (polemizando nuevamente), procurabas sostener la idea de que vivíamos desamparados de cualquier sistema que pudiera llamarse democrático y te sumergían en el pozo más próximo sin opción siquiera a sacar la cabeza para poder volver a insistir en ello. Negacionista prematuro diría más de uno. Quienes me conocéis sabéis perfectamente de mi vehemencia y pesadez, sobre todo con algunos temas que se me resisten (bueno, he de matizar que quien se me resiste en realidad es el conjunto de la sociedad; un drama insuperable para un sociólogo romantizado), y lejos de esconder esos gestos de personalidad polarizada…, sigo en ello, intentando encontrar alguna razón para desplegar las cortinas de la vida.

Siempre ha habido temas tabú, o dificultades para el desacato ante la autoridad institucional. Los punks saben mucho de eso. Hoy procuras sostener cualquier idea y te arrinconan en el confinamiento, en la censura o eres protagonista de una lapidación verbal. Seguimos lidiando con la controversia, pero las cosas se han desvirtuado mucho. Las cosas…, y las formas.

Las sociedades son constructos de larga fermentación, necesitan mucho tiempo para avanzar y mucho más tiempo aún para transformarse. Los cambios no se producen de un día para otro, y es impensable poder sostener, por tanto, que los aspavientos políticos y la creencia de que últimamente los partidos están dejando tras de sí cierto olor a podrido sea efecto de una repentina efervescencia llena de superficialidad. No. La superficialidad ya se instaló cuando murió Franco, o lo que es lo mismo, el sistema ya se encargó de colarnos un gol mostrándonos el maquillaje cultural de la movida madrileña y sus efectos colaterales, subvencionando a personajes por encima de las ideas, elevando a los altares la vivencia de la noche y escondiendo a buen recaudo las voces discordantes. Siempre era mejor impulsar a Alaska con su propuesta estética nada antibelicista que financiar el próximo disco de Cicatriz en la Matriz. O era mucho más rentable financiar a Almodóvar y todo su séquito que promocionar a la patrona de los mineros.

El poder entiende mucho de ésto. Peor aún, es de lo que más sabe. Lleva tanto tiempo instalado en su sillón que aprendió perfectamente cómo proseguir en su feudo mostrando señuelos a sus súbditos. Y el éxito es tan obvio que la izquierda ya ha llegado a confundir el anzuelo con sus objetivos, hasta el punto de desorientarse y perder totalmente el rumbo. Quizás tengamos que remontarnos a principios de los ochenta para señalar de algún modo esa línea divisoria, en la que de un modo u otro las nuevas generaciones se perdieron, irremediablemente. La transición cultural ha llegado a su fin, y ha cumplido su papel. La neurolingüística* del capitalismo y todo su engranaje social son la base del pensamiento, el individualismo su raíz anclada a la tierra y su nihilismo y supuesta búsqueda de libertad el vehículo donde se instalan los nuevos corazones polvorientos.

El caparazón de esta estructura social (durante la transición) la conforma una política deshilachada pero beligerante desde la trastienda. Por aquellos mismos años (y no es casual) ya nos sometieron al músculo de la violencia y las fuerzas militares y, desde entonces, no se ha hecho más que promover el miedo y las guerras. Para ello, ha habido un distanciamiento continuo de la praxis ideológica, una fusión dentro del mercado y, lo más importante, una desmembración radical del lenguaje y de los discursos. Amputaron a las palabras su verdadero significado y, con ello, lastraron las aspiraciones de tan siquiera poder llegar a entender lo que éstas deberían contener. Una de esas palabras es, sin duda alguna, el término “democracia” (basta con llegar a analizar cómo nos sometieron los medios para que la consideráramos en paralelo al “impecable y sacrificado trabajo” que el rey hizo por ella). Risas.

cof

A día de hoy sería muy difícil para alguien ajeno a los estudios políticos poder descifrar su contenido, a no ser claro está, de que lo llenara con expresiones totalmente incongruentes con la realidad que habitamos. Esto es, se insistiría por ejemplo en una representatividad inexistente, en unos medios de comunicación incapacitados para vigilar las arbitrariedades de los gobernantes, en un marco social donde el protagonista sería el desmesurado control, en unos sindicatos alejados de la lucha de los más débiles, en una justicia subordinada al capital, en unas elecciones donde la participación sería irrisoria, en una separación de poderes que vete tú y sé capaz de defenderla y en un tejido social alejado completamente del compromiso y de la justicia. Y siendo en ese contexto donde deberíamos darle sentido a la existencia de la democracia, no nos quedaría más remedio que determinar, sin miedo alguno y sin ambigüedades, que está muerta.

Y lo mismo sucede con otras muchas acepciones, que se han disuelto sin que tan siquiera puedan llegar a comprenderse o reconocerse. Y lo que es peor, hasta se desestiman sin tan siquiera saber lo que abarcan. Comunismo, socialismo, emancipación, ecologismo, revolución…, son realidades en desuso o maltratadas con prevaricación.

Es tal la mediocridad instalada en los procesos de socialización política que hasta uno de las supuestos pilares de la democracia, como es el sufragio universal, está completamente contaminado. Nos hacen creer que ir a votar es primordial, y ni tan siquiera nos educan en ello, ni tan siquiera se sabe cómo son los procedimientos o cómo funcionan las instituciones. ¿Quién conoce cómo se distribuyen los votos, cómo se contabilizan, qué significa el voto en blanco, cuál es la representación del Senado y su significado, en qué consiste y qué proyección tiene una iniciativa legislativa popular, cómo se financian los partidos, cómo se asignan las concesiones a los medios, qué es la Ley D’Hondt, cómo se legitima la violencia del Estado, hacia dónde y cómo se derivan los presupuestos generales, quién elige a los miembros de la Comisión Europea, cómo se establecen algunos tratados internacionales, qué repercusiones tiene ser miembro de la OTAN, o quién diablos maneja tu barca?. No te preocupes, en las democracias modernas no es necesario saber cómo funcionan para que te adhieras a ellas; perteneces a su familia política desde el mismo momento en que vienes a este mundo y, con eso, ya es suficiente. Y como toda familia, está encerrada en sus propios traumas.

Todo ello no significa que hace un siglo la ciudadanía supiera diferenciar mejor los diferentes regímenes políticos y lo que les caracterizaba. No. Todo ello significa, sencillamente, que nos quieren hacer creer algo que no es, algo que viene gestándose desde hace un tiempo y que tiene su origen en la perversa consolidación del capitalismo en nuestras vidas. Un modelo desde el cual poder observar el mundo, sin más. Aunque en realidad, más que un modelo de observación lo es de imposición (que se lo digan sino todos esos países que han ido cayendo, uno tras otro, en las fauces del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial).

Cada Estado ha tenido su propio recorrido. España ha hecho honor a su afición a la pandereta y cada semana asistimos a innumerables acontecimientos dignos de la inteligente obra de Valle-Inclán. Por ello no nos deberían de sorprender todas esas calamidades instaladas en nuestro patrimonio político, y no deberíamos de analizarlas como supuestos yacimientos de reciente creación. Tal y como hemos manifestado al principio, se necesita tiempo, mucho tiempo, para poder construir modelos de sociedad. Y el nuestro viene de atrás, de muy atrás, y ahora solo estamos asistiendo al resplandor de su avara gestión desde la mal llamada transición.

Como decía, cada semana, los representantes de las multinacionales nos llevan en volandas por las autopistas del despotismo. El abuso es, generalmente, lo que caracteriza a nuestras formas de gobierno. Es igual que analicemos el funcionamiento de la Unión Europea o que hagamos lo propio con el del gobierno español. Todos están infectados hasta la médula, y todos son protagonistas de historias inolvidables.

La última y más emocionante acaecida por estos lares no ha sido la protagonizada por los díscolos navarros o por el somnoliento diputado cacereño del PP. Eso forma parte ya del enquistado legado donde se instaló la política hace ya mucho. Tampoco lo es la furibunda reacción de Pablo Casado o Cuca Gamarra al resultado de la votación. No. Hay un acontecimiento mucho más nocivo, mucho más inverosímil, y mucho más pernicioso.

Hace pocos días asistimos a una votación en el Congreso. El Gobierno, progresista (otra de las palabras a las que se le ha amputado su verdadero significado) ha cometido no un desliz, sino un peligroso giro en su proceder que va a traer consecuencias muy desagradables.

Creo que fue el 01 de febrero. Carolina Darias consiguió que se convalidara el decreto ley aprobado en diciembre para hacer obligatorio el uso de la mascarilla en exteriores, y ampliarlo por un tiempo. Eso si, lo consiguió de un modo un tanto particular. Se incluyó en el mismo texto la revalorización de las pensiones con el IPC de 2021, de tal modo que no quedaba más remedio que votar sí o no a las dos opciones conjuntamente. Son muchos los calificativos que nos saldrían para describir esta situación, y ninguno de ellos agradable.

Este proceder no solo añade un elemento más de desprestigio a las formas de hacer política, también nos ayuda a subir un peldaño y así observar mejor los lodazales de la democracia. No se trata solo de una tomadura de pelo, de mezclar churros con merinas, sino de seguir fomentando modos de gobernanza de espaldas a la lógica implementada por cualquier tipo de justicia. No se trata de ninguna nimiedad.

Por un lado, se ríe de los derechos adquiridos por los pensionistas y de sus últimas luchas. Y hace saber a este grupo, sin tapujos, que lo que verdaderamente importa es forzarnos de cualquier manera a ponernos la mascarilla, y que sus peticiones, por sí solas, no son lo suficientemente importantes como para tratarlas con el rigor que merecen. Esta crítica que hago ha pasado absolutamente desapercibida, no así el hecho en cuestión.

Por otro lado, nos deja constancia de que parece haber detrás de las “políticas sanitarias” extraños argumentos, sin informe alguno, y con consecuencias para toda la ciudadanía. Extrañas formas de actuar que bien pudieran estar dirigidas por otras manos o industrias u objetivos o me es absolutamente igual. Lo importante, es lo importante. Un Gobierno que “necesita” acudir a estos modos de operatividad antidemocrática han de esconder otros objetivos.

Y, por último, lo acontecido crea un precedente peligrosísimo, y nos deja a toda la ciudadanía a pie de los leones y ante cualquier tipo de tropelía con la que nos quieran castigar. ¿Os imagináis que en la próxima legislatura los partidos en el poder quieran meternos con calzador cualquier ley del gusto de unos pocos y, para ello, lo hagan comprometiendo a los sumisos habitantes del Congreso a cualquier desafío? ¿Lo imagináis? ¿Quien va a poder decirles entonces que eso es una absoluta arbitrariedad que no tiene sentido alguno? ¿Quién va a poder parar esta temible maquinaria?

Desde luego, nuestro sistema político, no. Lo estamos viviendo desde hace muchísimo tiempo. Un proceso político completamente desmarcado de lo que, supuestamente, debería ser cualquier democracia. El progresismo español acaba de hacer un flaco favor a la política y a la sociedad en su conjunto. Nos acaba de asestar un duro golpe. Y mientras, quieren que nos pongamos la mascarilla, probablemente para dificultar nuestra capacidad de olfatear los desmanes de sus políticas.

Y lo más triste es que podemos caer más bajo aún.

(Subrayo. *Nuestro cerebro almacena información y experiencias (aprendizajes). Parte de ese proceso se realiza a través del lenguaje y la comunicación. El proceso lo pueden modificar, y alterar con ello hasta el sentido de nuestras vidas.)

A cuidarse!

OTAN NO, Bases Fuera

Colaboración para Ojos Para La Paz


Una izquierda cada vez más perdida

Proclamar el desconocimiento es tendencia. A los cuatro vientos, huracanes que barren conciencias están de moda, y la magnitud del despropósito se extiende por todo el mundo como fórmula matemática de primer orden. Dicha fórmula es el principio divulgativo del gran poder para neutralizar la rebelión o protesta alguna, y es también el masivo espectáculo sin el cual todo sería posible.

No hay mejor manera de construir realidades que alterando la percepción simbólica, y como nuestros sentidos ya están completamente dislocados, lo tienen fácil, muy fácil. Hasta tal punto es sencilla la manipulación que hasta la “izquierda” se cree libre de pecado, y hordas de feministas, demócratas, ambientalistas y pacifistas campan a sus anchas creyendo ver la solución allí donde van enterrando sus propias esperanzas.

Hemos expuesto en muchas ocasiones las adversas consecuencias que tiene para la sociedad en general que ilustres artistas, divulgadores de toda orden o columnistas del ocio ideológico no hagan más que grotescas contribuciones asentando sus supuestos principios morales y políticos en las mismas fauces del enemigo. Ya tuvimos una experiencia demoledora con Barak Hussein Obama. Sin duda alguna, enemigo de la paz e instigador de la promiscuidad armamentística.

Viví esa época con cierta incredulidad. Es complicado mantener la fe en el ser humano cuando éste se levanta en armas contra el mundo. A mi me resultaba un tanto paranoico observar cómo la televisión propagaba su discurso por doquier, y más paranoico aún comprobar cómo la mayoría de tribus urbanas y no urbanas caían a sus pies. Me resultaba absolutamente descorazonador escuchar a mentes pensantes rendir tributo a semejante personaje. Y me entristecía, mucho, constatar cuan fácil era deslumbrar a los habitantes de la modernidad. (Podemos hizo lo propio y lo que consiguió fue nacionalizar la aflicción)

El siglo XXI, si algo nos trajo, fue esa adhesión a la verdad oficial, esa necesidad de aferrarse a un discurso aun a costa de nuestra propia debacle. Ya van pasando los años, y yo voy desplazándome a mi propio refugio, más alejado de la gente, más aislado del ruido. Pero no consigo deslindarme de los acontecimientos. Imagino que por mi querencia doliente hacia la política. Y vuelvo a revivir. Siempre vuelvo a revivir frente a la desolación.

Doce años después de que todos los titulares y todos los discursos momificaran nuestras mentes, hoy, y como si nada hubiera ocurrido desde entonces, la ciudadanía regresa en masa a buscar consuelo en la imagen de ese binomio nada seductor; Kamala Harris/Joe Biden. El mismo proceder, la misma maquinaria perforando nuestras vidas, los mismos delincuentes insinuándose ante nuestra mirada, y aún así, nada. Es muy importante recordarlo, “feministas, demócratas, ambientalistas y pacifistas” aplaudiendo semejante acontecimiento como si de una gran noticia se tratara.

Por fin, una gran señora en lo alto de la cima. Y por señora, al parecer bien educada, por multiétnica, al parecer muy colorida, y por fiscal de primer orden, al parecer muy juiciosa. Y con esa presentación, como ya hemos avanzado, un amplio sector de nuestra querida agrupación de izquierdas luchadora por el cambio, por la igualdad social y por las causas justas, aplaude hasta con las orejas su llegada. Una nueva alfombra roja para gente desalmada. Uno tiende a comprender todo, pero se acabaron las rebajas.

¿Qué importa que la gran historia de amor de Kamala Harris fuera, casualmente, con Willie Brown, 30 años mayor que ella y fabricante de reyes y reinas en San Francisco? ¿Qué relevancia tiene que el mismo señor le “regalara” un par de puestos en dos juntas reguladoras estatales (La Junta de Apelaciones del Seguro de Desempleo y la Comisión de Asistencia Médica de California)? ¿Qué más da si la llevaron en volandas para conectarse con la alta sociedad de San Francisco y la élite política de California? ¿Qué tendrá que ver que posteriormente le llegaran fondos (donaciones dicen) provenientes de apellidos como Fisher, Getty, Buell o Haas? ¿Qué consecuencias puede tener que no adoptara postura formal cuando un proyecto de ley requería que su despacho investigara tiroteos relacionados con la policía? ¿Y qué coño importa que en la revisión de la justicia penal más grande que viviera California desde hace mucho tiempo (sistemas menos punitivos para delincuentes no violentos), Kamala Harris permaneciera en silencio?. Nada. No importa nada. Nos han dicho que es una agradable mujer de padre jamaicano y madre india, que se ha hecho hueco porque es una mujer de “armas tomar”. Y con eso !basta!

¿Y si supiéramos que la red de influencia política de Willie Brown era insuperable para sus rivales políticos?. ¿Y si, por un momento, pudiéramos imaginar que los cinco años de relación que tuvo con él fueron decisivos para poder llegar a convertirse en fiscal del estado?. ¿Y si sacáramos a la luz que su actual marido, Doug Emhoff, está completamente enamorado de ella y lo ha dejado todo para facilitar el triunfo político de su esposa (todo…, es dejar su bufete internacional DLA Piper)?. ¿Y si, miren ustedes por donde, la decisión, por romántica que parezca, resulta que es totalmente política?… El apuesto caballero ha representado a la farmacéutica Merck frente a reclamaciones de enfermos, a los laboratorios Abbot y a la distribuidora de armas Dolarian Capital. Y su firma, vaya por dios, realiza labores de lobby en Washington.

¿Y si en vez de dejarnos llevar por la ingente cantidad de estupideces que se publican y transmiten, fuéramos capaces de advertir el peligro allí donde reside? ¿Y si, por defecto, llegáramos a la conclusión de que EEUU es una poderosa estafa antidemocrática e imperialista? Todo nos iría mucho mejor. A toda la ciudadanía del mundo. Así que, por favor, estaría bien que dejáramos las redes sociales, que fuéramos a pasear, y que cada vez que “ocurriera algo”, mandáramos al carajo todo lo que provenga de ese país. Porque desde que tengo uso de razón, no ha habido un solo día en que dicha entidad no haya cometido crímenes contra la humanidad.

Así que no hay ninguna razón de peso, ni social, ni política, que nos deba hacer perder el tiempo ni un minuto más. No hay ninguna razón que nos impida llegar a la conclusión de que Kamala, como Joe, como Hillary, como Bush y como todo lo que se mueve por las altas esferas del poder, es una figura más del tablero, una pieza más de este usurero sistema que nos gobierna, y una víbora más, como cualquier otra persona encargada de llevar adelante los designios de EEUU. Así que, ni se te ocurra sonreír por ella, porque será la primera que te la quite.

¿Cómo alguien puede creer que nos vienen tiempos de ilusión de la mano de Joe Biden?

¿No sabemos que este personaje es uno de los mayores belicistas con los que nos podíamos topar? Está íntimamente unido al Complejo Industrial Militar y al gran sector de las finanzas. Como senador de Delaware ya le llamaban “el senador del banco MBNA”. Una de sus primeras decisiones ha sido nombrar a Lloyd Austin como Secretario de Defensa, lógicamente, porque representa al lobby armamentista.

Pero veamos…, ¿qué hizo en su pasado?. En 1973, Biden se reunió con la primera ministra Golda Meir, apoyando los planes sionistas. (Ah, nuestra querida Kamala es firme defensora de Israel y de su política contra el Estado palestino. Menudencias). Cuando era Senador fue un ferviente defensor en apoyo de la corona inglesa en la guerra de Malvinas del año 1982. Biden votó a favor de la resolución de 1999 que autorizó al presidente Bill Clinton a realizar operaciones aéreas militares y ataques con misiles contra la República Federal de Yugoslavia. Como presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, fue el principal apoyo a las políticas del presidente George W. Bush. Biden pidió tropas adicionales para Afganistán. También votó en 2001 la autorización para iniciar acciones militares, sin que se pudiera demostrar que Afganistán era el autor del atentado. Fue uno de los mentores de la “guerra contra el terrorismo”, que incluyó la creación de milicias de mercenarios y la instalación de centros de detención y tortura como Guantánamo y Abu Ghraib. En el 2003, Biden apoyó la resolución que condujo al gobierno estadounidense a bombardear e invadir Irak. Un millón de personas muertas como daño colateral. Como presidente de la comisión de relaciones exteriores del Senado eligió a los 18 expertos que analizarían a favor de la invasión, respaldando argumentos falsos con tal de hacerse con el petróleo iraquí que, a día de hoy, sigue succionando sin cesar. En 2006, el amigable presidente presentó un plan para fragmentar Irak con líneas étnicas. Apoyó la intervención militar y la fragmentación de Libia, creando milicias de mercenarios bajo el control de las fuerzas especiales. Siempre al lado de Obama, bombardeó Afganistán, Irak, Libia y Siria y, por si fuera poco, llevó la violencia a Somalia, Pakistán y Yemen. No dejamos atrás sus cirugías en Honduras, Paraguay, Cuba, Nicaragua, Venezuela, Brasil, Ucrania… La verdad, me detengo porque yo mismo me canso.

Y dime… ¿Crees de verdad que alguien puede ir por ahí alabando a éstos sujetos, por muy bien que te caigan? ¿Crees de verdad que alguien está en condiciones de darle alas a políticos que van a llevar adelante acciones con terribles consecuencias y la muerte de miles de personas? Estamos llegando muy lejos, y quizás deberíamos callar si no sabemos, deberíamos apartarnos del camino antes de cometer el delito de apoyar a gente que solo va a desestabilizar el mundo e ir en contra, precisamente, de las feministas, demócratas, ambientalistas y pacifistas. ¿O acaso sigues creyendo que Kamala es una mujer que merece la pena?

¿Qué le está pasando a la izquierda? ¿Qué vientos han perturbado las mentes hasta el punto de encontrarnos con personas capaces de creer que EEUU son una democracia? Es una aberración llegar a semejante conclusión. Del mismo modo que lo es intentar justificarse aduciendo que Putin, Maduro, Xi Jinping, Bashar al Assad o Díaz-Canel son unos “impresentables”. Impresentable es esa actitud, esa desidia informativa, y encima reproducir el discurso de quien nos oprime, dar alas al dominante para que nos siga humillando sin cesar. Impresentable es habitar esta tierra con la ilusa creencia de que nuestro enemigo actúa con decoro y de acuerdo a las normas.

Las normas éticas nunca estarán del lado de la ley. Porque las normas éticas se sienten traicionadas por ésta, y porque las normas éticas desean levantarse en rebelión contra tanto atropello. La ley no se aplica con justicia, y no hay que rasgarse las vestiduras por afirmar que no tenemos quien nos defienda. No al menos a quienes sostenemos que vivimos bajo el yugo de la represión y la guerra.

Si no sabemos todo eso, ¿no debería ser mejor mejor callarnos?. Callarnos, e ir a recoger setas. Porque el terrible daño que hacemos al mundo es una realidad imperdonable.

P.D.: Lo he dicho tantas veces. No somos futurólogos. Pero no se me ocurre mejor manera de mostrar en qué va a consistir el trabajo de los nuevos mandatarios que decirlo hoy, 26 de enero de 2021. Siria e Irak van a temblar. Y los televisores de los expectantes hogares occidentales van a regresar a la telenovela yihadista, a las incursiones de los rebeldes, a las bombas, y a la putrefacta política de tener que salvar a esos países de los “terroristas”. Nuevamente, los demócratas van a volver a desestabilizar muchas partes del mundo y, espero, que con ello, muchas conciencias.

Colaboración para Iniciativa Debate y Ojos Para La Paz


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Coaliciones

Dedicado a los pactistas de guante blanco

No soy yo quien les hubiera unido para formar la perfecta coalición musical, pero ahí están, dándolo todo. Una, porque así fue su vida, y el otro, porque se siente embelesado ante tanta energía, ante tanta satisfacción, ante tamaña experiencia. 

Desde la actual política estamos imposibilitados para vivir experiencias tan significativas. Porque una cosa es la creación y el talento y, otra muy distinta, la fábula del engaño y el desconcierto.

Feliz fin de semana!

 


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Breves

Photo by Joséluis Vázquez Doménech

Photo by Joséluis Vázquez Doménech

Así funciona el mundo

Hillary es abucheada en el inicio de la convención demócrata. Unos días antes se supo que desde las cloacas secretas del partido se hizo y deshizo para que su contrincante Bernie no terminara de romper los «planes». Michelle sale a defender su candidatura y ya tenemos el tren en marcha. No importa que los vagones estén llenos de miseria y la locomotora dé la espalda a quienes propugnaban un pequeño giro a la izquierda.

Todo sigue su curso. Llega Barack y sonríe a la primera mujer candidata a la presidencia. Se dirige a sus discípulos diciendo: todo el que beba de este agua volverá a tener sed… No importa, hay que beber, ahora hay que romper en aplausos al final de la convención, mientras todos de rodillas se olvidan del proceso, porque el proceso ya lo escribió Kafka y sabemos qué es. 

Así se explica la política, como un juego del que nunca nos podremos apropiar, ni siquiera cuando esté en sus horas más bajas. Un laberinto al que nadie puede entrar, sin ser antes un iluso o un cabrón más con quien poder contar. 

Ya han cortado la hierba para dársela de comer a su ganado…, siempre hambriento de más.


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The World

Breves: 

El mecanismo infalible

Al final va a ser verdad que la brevedad ayuda a explicar mejor el mundo.

¿Cómo funciona éste? La muerte de Umberto Eco lo aclara todo. Una vez fallecido, todos los titulares confirman la pérdida de un gran humanista. Y para dejar constancia de ello, los medios de comunicación de prensa, radio y televisión, que respaldan a las grandes élites, que secuestran la verdad, y que custodian los secretos de la verdadera corrupción, nos deleitan con la noticia de que el último libro del escritor italiano (Número Cero) es una gran muestra de su capacidad de análisis y observación, en el que podemos sumergirnos en una feroz crítica hacia el periodismo que encubre la sistemática política del pelotazo.

El carácter instrumental del periodismo es puesto en tela de juicio por un señor y, para despedirle como bien merece, miles de plumillas pagados por la mafia del poder le honran por su espléndido trabajo…

(…y nos muestran las escaleras que no llevan a ningún lado)

Photo by Joséluis Vázquez Domènech

Photo by Joséluis Vázquez Domènech

 

 


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Manipulación

MiCita con las palabras:

La manipulación del lenguaje no se consolida en las mentiras burdas que nos llegan desde la política. Ya está anclada desde tiempos inmemoriales en el seno de la familia, y en el turgente amor que la custodia.

Promenaden - Photo by Joséluis Vázquez Domènech

Promenaden / Sandefjord – Photo by Joséluis Vázquez Domènech

 


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Sistema Político

Breves: 

Cuestión de elegir

La actualidad política define una situación que no nos sitúa ni contra la espada, ni contra la pared. (Precisemos, ni a nosotros, ni a los poderes fácticos).  Más bien sostiene sin despeinarse que estamos en medio de un juego, ante el cual solo caben dos opciones. Aceptarlo como tal, o abandonar antes de que todos los sueños se demoren.

Muchos de nuestros enfados o sobresaltos provienen del punto de partida. Esto es, al aceptar la Política como una posibilidad realizable a efectos prácticos y plurales, damos por sentado que siempre es posible. De ese modo, al cabo de un tiempo y al comprobar que nunca sucede, aireamos nuestras protestas. 

Por un lado es culpa nuestra. Porque precisamente dicho punto de partida es erróneo, y si de avanzar en política se trata, deberíamos tener claro que todo es mentira y, por tanto, que todos mienten. Así, es otra cosa. Y al admitirlo desde un inicio, el enojo siempre pasaría a buen recaudo.

Por otro, lógicamente, nos enfrentamos a una serie de sujetos que pasan olímpicamente de todo el mundo. Y ahí poco podemos hacer, a excepción de que cualquier día decidamos que tenemos la opción de enjaularlos en un zoo y darles de comer como merecen, esto es, unas cuantas papeletas cada cuatro años y agua de lluvia para que se refresquen.

Sé que en medio de todo este tinglado sois un ejército quienes pensáis que, con todo, hay que saber diferenciar, entre quienes mienten y roban más, y quienes lo hacen porque no cabía otra posibilidad. Me parece muy bien que en dichas circunstancias optéis por el mal menor, pero yo, prefiero plegar las alas y escuchar crecer la hierba. Requerirá toda mi paciencia, pero al menos me acompañará un poco de poesía.

Photo by Joséluis Vázquez Domènech

Photo by Joséluis Vázquez Domènech

 

 


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Monsieur Hollande: Merci Beaucoup

Breves: Perlas en el camino

(Cosas que pasan)

Las redes sociales pueden inundarnos con las mismas noticias, con iguales mentiras, y hasta pueden colapsar nuestra paciencia y deseo de saber. Pero en otras ocasiones, muy pocas, tenemos la posibilidad de acceder a pequeños cofres que siempre viene bien poder romper.

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El actual mandatario de Francia batió el récord de impopularidad obtenido por presidente alguno a lo largo de su dilatada historia.  A día de hoy, su espectacular subida en un breve lapsus de tiempo nos viene a mostrar para qué sirve el miedo, y qué influencia tienen las guerras. De un 17 a un 45% como quien no quiere la cosa, mientras con su semblante serio y decidido recorre el mundo pregonando las bonanzas de los ataques aliados.

Lo que muchos podemos llegar a pensar sobre los modos de actuación de los Estados y de sus políticas violentas, o lo que podemos llegar a comprender analizando los resultados de sus acciones, son las más de las veces reflexiones o análisis de difícil comprobación, bien porque no tenemos acceso a la información precisa, o bien porque ocultan la verdad y nos invaden con sus falsas programaciones.

Pero siempre quedan perlas por el camino, las han ido dejando todos y cada uno de los tristes protagonistas de este mundo. Y debemos compartir cada noticia que sea un destello, cada archivo que nos aporte un poco más de luz. El año 2008, François Hollande concedió una entrevista en una terraza de París a un periodista francés. Por aquél entonces era Presidente del Consejo General de Corrèze, y quien ocupaba el cargo en el Palacio del Elíseo era Nicolas Sarkozy. 

Una serie de acontecimientos protagonizados por facciones de izquierda, y en la que apenas había actividades delictivas más allá de algún sabotaje a alguna línea del tren llevaron al fiscal, probablemente a instancias de arriba, a decidir que se trataba de actos de terrorismo. El posterior juicio (la instrucción de Tarnac) fue un acto de publicidad masivo, y se creó un ambiente muy enredado en torno a él, al parecer con innumerables excesos tanto en la investigación como en la instrucción.  

La entrevista hay que situarla en ese contexto, y en este corte de cinco minutos François Hollande viene a decir entre otras cosas que… «Al más alto nivel del Estado no es raro que se juegue con las causas terroristas, con la intención política de crear un clima de amenaza y con el objetivo de justificar medidas de seguridad o la imposición de leyes más represivas. De ese modo se consigue dar una imagen impactante y eficaz del poder, y lógicamente favorece al gobierno en funciones». ¿Quién da más?. Cosillas sin importancia. *** (dejo la traducción de la entrevista al final de este artículo) 

Y por si no fuera un poco esclarecedor, aquí tenemos al Ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Laurent Fabious, víctima de un «breve malestar», años después al enterarse de que se han hecho públicas esas palabras de su presidente. 

http://www.francetvinfo.fr/politique/video-laurent-fabius-victime-d-un-bref-malaise-a-prague_1054645.html

Y para cerrar el círculo y observar cómo se las gastan en Francia, no debemos acudir muy lejos. Thomas Fabious, hijo del Ministro Laurent, debería traer también por la calle de la amargura a ese gran Estado y a ese gran Pueblo. Pero como nada importa, y mucho menos la pobreza en el mundo, dejo noticia de sus andanzas…, entre las cuales tenemos que no hace mucho se dejó 3´2 millones de euros en las ruletas de Las Vegas, en una sola noche!

http://www.elperiodico.com/es/noticias/internacional/eeuu-emite-orden-detencion-contra-hijo-ministro-frances-asuntos-exteriores-4632284

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*** 2008: Titular, F. Hollande acusaba al gobierno de la época (de Sarkozy) de “inventar” acciones terroristas para justificar medidas de seguridad.
-¿Piensa Vd. François Hollande que hoy en nuestro país, las cosas que tocan a las libertades están en peligro?
Creo que en el nombre de una causa que es justa, necesaria, que es la lucha contra el terrorismo, se está haciendo unos amalgamas y confusiones, es decir que cuando uno ya no está en la norma, cuando uno tiene un comportamiento marginal/desviado, fuera de la ley, entonces se le puede asimilar a un terrorista. Eso, en este caso, se trata de un atentado a las libertades.
-¿Por qué actúan así, por qué el poder político actúa así, en su opinión?
Primero porque creo que hay una especie de movimiento político, que consiste en dar el sentimiento de que hay una amenaza a la cual responde el poder, que hay una intención política…
-¿Significa que estarían inventando la amenaza?
No, no la inventan, pues sucedieron actos, catenarios[1], a los cuales otorgan un sentido, un alcance/impacto, se sirven de lo que sucedió para justificar la intervención securitaria del poder y su eficacia.
Segundo, hay una forma de deriva securitaria que justifica leyes cada vez más represivas en el nombre de una amenaza que a veces es real/verdadera, a veces puede ser virtual y a veces inexistente.
-Ud. ha dicho sin embargo que el poder político podría también favorecer la cualificación de actos reprensibles como actos terroristas para que el pueblo/la gente se sienta más en seguridad con ese gobierno?
Creo que ya tenemos bastante que hacer/tratar (estamos bastante atareados) con el terrorismo real para no andar inventando uno que no existe, que concierne otros procedimientos.
-¿Pues, por qué el poder inventa?
Quizá para mostrar una eficacia que en otros terrenos (cuadros) sociales o económicos, brilla por su ausencia.
-Son graves acusaciones, Sr. Hollande…
Creo que es muy grave, lo de acusar a hombres y mujeres, privarles de libertad y acusarles de terrorismo, eso es muy grave. El error que cometió la Ministra del Interior[2], fue que ella teorizó a partir de no sé qué libro, no sé qué comportamiento de supuestas redes, teorizó la existencia de una izquierda, ultra-izquierda, cuyos supuestos doctrinarios habría que poner fuera de condiciones de perjudicar.
Creo que antes de lanzar tales acusaciones, hay que observar vigilancias y aún ejercer represiones, cuando materiales públicos o que pertenecen al Estado son perjudicados; pero de ahí a imaginar un escenario en que el terrorismo sería presente, en el corazón mismo de nuestras comarcas (pueblos)… Ahora si se demuestra que esos jóvenes no tienen nada que ver, incluso por los actos de que los supusieron culpables, en este caso, se necesitarán disculpas de parte de la ministra del interior.
-Luego, si se lee los libros, si se busca a sus autores, y si se interpreta sus textos, y que se va a buscarlos manu-militari en Corrèze[3], para ponerlos en la cárcel, eso es preocupante.
Tenga cuidado con lo que va a imprimir, a difundir, pues nunca se sabe…[4] Vd también podría pasar por ahí!
Y lo que es inquietante en este caso de Tarnac, es que uno se dice, ¿qué podría pasar?… la literatura está llena de delirios…  y cuando se empieza a leer aquellos textos, se puede imaginar que esa ficción engendre una incitación al consumo del acto, y uno se encuentra de repente atacado, la verdad, es que eso es bastante inquietante…
-Ud. me parece en plena forma, muy sonriente, está muy claro, esta tarde.
[1] El contexto de la época: fueron acusados unos jóvenes anarquistas que presuntamente sabotearon líneas de TGV (AVE).
[2] Michèle Alliot-Marie era Ministra del Interior de la derecha (UMP) hasta el 2009
[3] Región del centro de Francia de donde originarios los activistas.
[4] El tono es irónico.


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Filosofía

Breves:

(Amor por la sabiduría)

No se trata de un titular romántico, créanme. Es el verdadero significado del término filosofía. Y si lo pensamos bien, parece del todo lógico que los gobernantes, los tiranos, los déspotas y nuestros representantes (que casi viene a ser lo mismo), no deseen permitir que el conocimiento se expanda, no vaya a ser que con un poco de lectura coincidamos la inmensa mayoría en que por no existir, no existe ni la democracia.

En Grecia y Roma era habitual, antes de que Constantino abrazara la fe cristiana y diera carta libre a la expansión de la iglesia, que la aristocracia emprendiera la tarea de abrazar la causa de los pensadores con los hombres de acción (los políticos), de tal modo que era muy común que muchos ciudadanos se «comprometieran» con una ideología particular y decidieran llevarla adelante en su vida privada. Y era muy común que en los estamentos del poder, una familia o un grupo determinado acogiera bajo su servicio a un pensador, a alguien que teorizaba y reflexionaba sobre la vida y que desarrollaba con rigor cualquier tipo de doctrina.

Estos pensadores eran los filósofos y estaban próximos, por tanto, a las reformulaciones políticas y a la diversificación de diferentes propuestas de vida. Actualmente la Filosofía es desterrada del campo de acción política y, peor aún, hasta del ámbito de la Educación. Su incidencia en la vida cotidiana de los sujetos es ínfima, y su vertebración en la vida política queda arrinconada, excepto cuando se trata de universalizar y globalizar el pensamiento común de esa vulgar filosofía que no ha hecho más que situarnos frente al alma, frente al sufrimiento, frente al dolor, y en suma, frente al estigma del miedo y la llegada de la muerte.

No habrá verdadera revolución a menos que se abra el campo de acción de las diferentes filosofías y podamos llegar a comprender y retener que somos cuerpo, que somos rebeldes, y que estamos dispuestos a ser felices.

(como mostraba Epicuro, dejemos de rendir tributo a los fantasmas platónicos, y nos irá mejor en la vida…, y en la muerte. Desmárcate)

Photo by Joséluis Vázquez Domènech

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EL Estado y sus cosas

Breves: 

La mayoría de gobiernos, cuando no todos, se establecen aunque nos duela, para defenderse de los ciudadanos. Sus primeras acciones no consisten en estudiar todas las posibilidades que tienen para librarnos  de todo mal y amén, sino que directamente se estructuran y administran para que lo que haya de funcionar perfectamente sea ese modo de engarzar mejor con aquello que llamamos Estado.

Una vez perpetrada esta fechoría, un laberinto sin fin al que pusieron de nombre Burocracia articula todos y cada uno de los movimientos que se han de dar para que nada interfiera en su marcha. No importa que «papá» sea conservador, progresista, republicano o nacionalista, porque lo que preocupa es la supervivencia de la gran familia, y ésta no permite que nadie que no quiera casar con ella pueda apropiarse de herramienta alguna.

Así es como llegamos invariablemente al mismo punto sin retorno, y boquiabiertos observamos cómo las policías, las cárceles, los bancos, los poderes, las leyes y los documentos que llaman constitucionales no nos sirven para avanzar ni para tomar impulso. Al mismo punto de partida, siempre a las puertas de la libertad y en busca de la justicia.

Entre el Estado y nosotros por no haber no hay ni distancia, porque no hay puente ni camino que nos una. 

(apenas hay luz al final del Estado)

Photo by Joséluis Vázquez Domènech

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Pasolini

¿No sabes qué hacer este fin de semana? Te invito al cine

Pasolini

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«No hay nada que no sea política. El sexo también lo es. Creo que escandalizar es un derecho, ser escandalizado es un placer, y quien rehúsa al placer de ser escandalizado, un moralista»

Abel Ferrara llevó al festival de Venecia este documento de la mano de Willem Dafoe. Una sugerente crónica sobre los últimos momentos en la vida del director italiano. Si bien todo apunta a que ha realizado un trabajo desde la admiración, no termina de cuajar este biopic que queda un tanto limitado. Pero siempre es de agradecer recordar al gran Pasolini, poeta, escritor e inmenso director de cine.

http://www.cinetux.org/2015/03/ver-pelicula-pasolini-online-gratis-2014.html

Ver Pasolini (2014) online

Título original, Pasolini
Año, 2014
Duración, 86 min.
País,  Italia
Director, Abel Ferrara
Guión, Abel Ferrara
Fotografía, Stefano Falivene
Reparto, Willem Dafoe, Ninetto Davoli, Riccardo Scamarcio, Valerio Mastandrea, Adriana Asti, Maria de Medeiros
Productora, Capricci Films / Tarantula / Urania Pictures S.r.l.
Género, Drama | Biográfico. Cine dentro del cine. Años 70
Sinopsis
La noche del 2 de noviembre de 1975, el cineasta, escritor y polifacetico artista e intelectual italiano Pier Paolo Pasolini fue asesinado en Roma. Era el símbolo del arte revolucionario que lucha contra el poder. Sus escritos eran escandalosos; sus películas, perseguidas por los censores. Era tan amado como odiado. Ese día, Pasolini había pasado sus últimas horas con su madre y con sus amigos; por la noche se lanzó a la calle en busca de una nueva y arriesgada aventura sexual. Al amanecer, su cadáver fue hallado en una playa de Ostia, a las afueras de la ciudad. 
Premios
2014: Festival de Venecia: Sección Oficial

 


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Arte y Política

ContraCorriente (buscando nuevas miradas).

Cabe preguntarse por qué entre los diferentes ámbitos de la creación artística no tiene cabida la política. Jamás he conocido tanta facilidad para canalizar el poder con esa exactitud y nitidez, utilizando la paleta con una gama de colores intensos y deslumbrantes.  La inspiración ha llegado tan lejos que ya no sabemos donde se ubican las nuevas vanguardias, y donde se refugian la farsa y la maquinación.

Multitud de performances reflejan a la perfección dicha comunión, mientras el contenido hueco de la verdadera obra queda suplantado por un discurso fugaz  a la vez que en exceso personalista (generalmente  un monólogo de difícil comprensión, donde el performer tiende a justificar la razón por la que se desnuda, y el  político a desnudar la razón que nos ampara).

En ambos casos tienen una intención moral o una reflexión que ha de proteger el resultado de sus trabajos. Y paralelamente consagran también la posibilidad del arte sin oficio.

A nosotros nos toca comprender esa vacuidad de complicada asunción, o por el contrario admitir que nos gusta transitar a través de la parodia y el espectáculo.

Photo by Joséluis Vázquez Doménech

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El Estado

MiCita con las palabras.

La ingente cantidad de recursos que tiene el Estado es directamente proporcional a sus posibilidades para amedrentarte y ocultar precisamente todo aquello que tú quieres descubrir o destapar. Y desde el interior de dicha entidad es la policía y no la política, quien nos gobierna.

(Su reforma o demolición, es necesaria)

Photo by Joséluis Vázquez Doménech

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Fanatismo

MiCita con las palabras.

La violencia más difícil de erradicar es aquella que se propaga a través de la educación, y deposita en el fanatismo el vínculo afectivo a heredar.

(No importa que sea a través del fútbol o de los toros, de la política o la semana santa. España es un fervor constante, una parodia de su propia razón de ser)

 

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No hay ningún error

Eliminando Interferencias

Que el Fondo Monetario Internacional haya empujado a Grecia hacia el abismo, no es un error, es el resultado de un almuerzo cubierto de menosprecio y altas comisiones de interés.

Que Obama encadene  al soldado que filtró la matanza de civiles en Irak, no es un error, es su estrategia, diario de la guerra una y otra vez.

Que el director del Banco Central Europeo, lo fuera del Banco Mundial, y vicepresidente de Goldman Sachs International, no es un error, es la lógica, que nadie debe detener.

Que el rey de Holanda contraiga nupcias con la hija de un profanador de los derechos y constructor de las políticas agrarias y comerciales del mundo, no es un error, es la recta tangente que nos ayuda a resolver la ecuación.

Que el anunciante de tu mágico fútbol sea un Emirato, o su vecino de Qatar, no es un error, es la forma de prorrogar tu reflexión.

Que el Parlamento Europeo atienda a las grandes empresas de nutrición, no es un error, es el fundamento de las cadenas de distribución, para que tengas en cuenta tu próxima indigestión.

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