Un dominio propio

Una de las más lúgubres maniobras de nuestras democracias es convertir la búsqueda de la verdad en delito y, de paso, hacer creer que las reflexiones que emanan de esa búsqueda sean consideradas subversivas o radicales.


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Ayer 8 M

Lo recuerdo. Ayer fue el día de la mujer trabajadora. No era la ceremonia de proclamación de los derechos del lobby LGTBIQ+ ni fiesta alguna para colorear el mundo de oprobios contra la disidencia. Ayer se deberían traducir la explotación laboral en lucha y la opresión en rabia. Contra una clase social o una élite que nos doblega y que, sobre todo, dificulta aún más la ya deteriorada vida obrera.

No era una jornada para vestir de performance burguesa la necesidad que late de fondo desde hace tanto. ¿Dónde quedan ya los sueños para erradicar la pobreza o las guerras? ¿Acaso el arco iris vistió los cielos de la penuria y nos obligó a olvidarnos de ella? ¿Quién reconduce las movilizaciones para que éstas sean inocuas al poder, y se pierdan en derivas que hacen olvidar la verdadera tragedia?

Ayer fue el día de la mujer trabajadora. Aniquilada en Afganistán, en Libia, Palestina, Yemen y Siria; arrinconada en América Latina; succionada en los burdeles turísticos de Tailandia; remasterizada en el occidente imperial con Greta o con Femen; dilapidada en los grandes talleres de confección de infinidad de sitios de Asia; golpeada bajo salarios precarios entre los escombros del capitalismo que nos rodea… Y tantas otras situaciones identificativas de mil y un problemas, que no se termina de entender muy bien cómo en tan señalado día, no hay otras aspiraciones más ajustadas a los sinsabores que azotan la miseria humana.

Apenas quedan ya movilizaciones que no estén “teledirigidas”. Nos contaban, también ayer, que el verdadero feminismo está en Irán, con Ana Pastor y sus compinches, lanzando sin escrúpulos el mensaje que dibuja a la perfección lo que acontece. En ese país hay dos posicionamientos nos dice, quienes luchan por los derechos de la mujer, y quienes siguen (cómicamente) exigiendo la muerte de EEUU e Israel.

Dicotomías reinventadas para favorecer la falsa controversia.

Y si, si alguien me lo pregunta, le contesto alto y claro. Es mil veces más importante acabar con la política belicista de esos dos países. Sencillamente, porque ello evitaría los problemas de la mayoría de las mujeres y de los hombres del mundo. Evitaría el despropósito de tanta guerra. Evitaría los atropellos sistemáticos de sus gobiernos. Evitaría la expansión del sufrimiento. Y, mucho más importante, posibilitaría la construcción de un nuevo mundo, donde sí o sí, la humanidad avanzaría.

Y quien no quiera profundizar y ver lo que sucede, que siga los medios y se deje llevar por las «luchas interesadas» que nos trasladarán, nuevamente, a la próxima injerencia de que quienes no paran ni en sus horas de vigilia.

OTAN No, Bases Fuera

P.D.: Es obvio que no increpo a quienes se solidarizan con las mujeres iraníes. Solo pongo de manifiesto cómo EEUU señala con el dedo y el mundo se mueve a su antojo.

Europa es cómplice

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Preocupante situación europea

Dados los últimos acontecimientos acaecidos en este mundo tan entrañable, y la respuesta ofrecida por una serie de políticos y políticas más entrañables todavía, cabe decir, sin lugar a equivocarnos, que habitamos un continente peligroso, hostil, inhumano y, lo que es peor, cómplice de las peores masacres que se están sucediendo.

Europa es cómplice de ofrecer sus bases militares para que EEUU haga y deshaga a su gusto mil y una fechorías. Bueno, lo de ofrecer es un decir, porque hay contrapartidas y toda una serie de acuerdos que ríete tú de la big farma.

Europa es cómplice de la guerra de Ucrania. Ayudó, promocionó y dejó las puertas abiertas al golpe de estado camuflado para poner un títere de los EEUU en Kiev. Ello no sería nada si, además, añadimos que desde 2013 han permitido armar y nazificar dicho país.

Europa es cómplice de la masacre (se calculan unas 20.000 muertes) perpetrada por Kiev en las zonas pro rusas de su territorio. Uno, por ayudar en el cambio de gobierno, y dos, por hacer todo lo posible para que los mercenarios periodistas mientan o callen sobre todo lo que ha ido sucediendo desde entonces.

Europa es cómplice del ataque continuado sobre Rusia, rodeando el territorio de este país con armamento, con bases y con una estrategia política exageradamente beligerante, permitiendo y favoreciendo la expansión de la OTAN hasta el cuarto de baño de sus vecinos. A su vez lo es por permitir el incumplimiento de los acuerdos políticos establecidos desde la caída del muro y que prohibían que el brazo armado del capitalismo se aproximara a las fronteras rusas.

Europa es cómplice de la falsa austeridad energética anunciada en decretos y leyes en todos sus rincones, que solo beneficia a las grandes corporaciones. Sus beneficios desorbitados obtenidos a partir de las sanciones a Rusia (BP ganó 6.900 millones de libras entre abril y junio) son un insulto a nuestra inteligencia y nuestra paciencia. Paralelamente, la “crisis” golpea a un alto porcentaje de la ciudadanía europea, que es capaz de alinearse con las brabuconadas de sus dirigentes.

Europa es cómplice de deteriorar el nivel de vida de sus representados. Está obligando a la población más débil (sin que se le caiga la cara de vergüenza) a sufrir las duras consecuencias de una escasez energética impulsada por su propia neglicencia. ¿En qué consiste dicha negligencia? No hay que darle muchas vueltas. Impulsa y patrocina las políticas más beligerantes (en obediencia clara a los EEUU) precisamente con los países productores de energía; Rusia, Irán, Irak o Libia (y pronto van a por Argelia).

Europa es cómplice de la anexión continuada de países a la Unión, para desestabilizar la paz y dotar a éstos países de la capacidad para fomentar guerras y conflictos allá donde hagan falta (Albania, Kosovo). El caso de Suecia y Finlandia es especialmente ridículo (siempre visto desde el punto de vista del supuesto conflicto existente con Rusia); llevamos décadas sin problema alguno, solo los medios son capaces de aflorar ese tipo de sentimientos hasta ahora inexistentes. La verdadera razón de la adhesión de estos dos países es por el control de territorios en el polo norte, zona de futura explotación natural y geoestratégicamente esencial para el capitalismo rampante.

Europa es cómplice de alentar la guerra y esconder la mano. Todo ello de la mano de insignes protagonistas como Josep Borrell y Javier Solana. Éste último acaba de protagonizar uno de los mensajes más esclarecedores de los últimos tiempos, en relación a ésta patética sumisión que ofrece nuestro continente al imperio. No hay lugar para la duda. El 06 de agosto, a las 11.47 p.m., intranquilo por no poder ir a dormir sin lanzar un tuit viral, escribe en relación al aniversario del lanzamiento de la bomba atómica, y podemos leer: “El 06 de agosto de 1945, hace 77 años explotó la primera bomba nuclear sobre Japón. Tres días después la segunda. No olvidar”.

No hay psicólogo, politóloga, psiquiatra, socióloga, ni historiador, que no pueda llegar a otra conclusión. Este tipo es un hombre que deja mucho que desear. La bomba, explotó así sin más. Iban los japonesitos caminando por Hiroshima, y el cielo se enfadó con ellos y zas! Por aquellos tiempos, las bombas explotaban solas. No las tiraba nadie. No como ahora, que Putin no hace otra cosa que lanzar y disparar como un cosaco. Perdón, como un ruso mal avenido. Y días después, cayó otra, sin que nadie pudiera determinar cómo son posibles acontecimientos de tal calibre, nunca mejor dicho.

Europa es cómplice porque estas últimas palabras no son la excepción. Son la norma entre todo el equipo político que nos dirige desde Bruselas. Somos unos payasos al servicio del terror, y en vez de gobernar para conseguir una paz estable lo hacen para arrodillarse ante su amo. Ejemplos los hay a miles. Terminaré con uno más cercano y emotivo, a ver si la fracción pseudoizquierdista amante de todo lo que rodea a Podemos se rasga las vestiduras y se echa a la calle de una vez a luchar por lo que hay que luchar y se deja de tonterías.

Europa es cómplice desde la A hasta la Z en su permisividad con el genocidio israelí. Las 46 muertes en la Franja de Gaza son un fiel reflejo de ello. Son, también, consecuencia de explosiones extrañas que surcaron los cielos palestinos. Ni un solo gobernante, nadie, ha roto relaciones con Israel. Nadie ha propiciado sanciones para detener acciones tan inhumanas. Nadie ha tomado decisión alguna para expulsar a Israel de acuerdos políticos o deportivos. Nadie ha sido capaz de llamar a los medios y dar voz a la justicia o a la esperanza. Nadie. Y aquí llega la eclosión en forma de políticas feministas de rosas con espinas; Yolanda Díaz, en alusión a la masacre, y haciendo honor también a dicha sumisión, nos deleita con otro maravilloso tuit, que comienza así: “El repunte de la violencia en la Franja de Gaza es alarmante”. Luego lo tamiza con bombardeos inaceptables sobre población civil (incluso con vidas de niños). Y termina expresando que la comunidad internacional tiene que ser más ambiciosa. Madre mía, qué miedo a expresar la verdad sin tapujos. Qué lamentable tiene que ser estar en política obedeciendo las reglas más importantes y actuando de cara a la galería en todo lo demás.

No, no se trata de un repunte de la violencia. Se trata del mayor asedio ejercido sobre una población en los últimos 50 años, de un apartheid sin escrúpulos, de incumplimientos de acuerdos, y de una continuada sucesión de vulneraciones de los derechos humanos más básicos. Se trata, sin más, de un Estado criminal.

Cansados ya de tanto engaño y tanta teatralización de las causas justas de las modernas izquierdas de pacotilla. Lo urgente y lo grave, son las guerras y la pobreza. Un no rotundo a la OTAN ayudaría al feminismo, al ecologismo, al pacifismo, y a la consecución de un mundo más justo. ¿No creen que ya es hora de ir al fondo de la cuestión? Cansados ya, de la agenda 2030 y de la impresionante lucha LGTBIQA+ por un mundo sin par (no binario).

Europa es cómplice de la demolición del pensamiento crítico, cómplice del tratamiento infantilizado y demagógico de las ideas y de las reflexiones, de la observación y del silencio.

Ahora, solo queda asistir a una serie de revueltas y quejas, que serán tamizadas repentinamente antes de que el frío invierno nos congele (con el Covid 22, con el cambio climático, con Rusia, y con lo que haga falta). Con soberbias declaraciones de gobernantes sin escrúpulos, que a sabiendas de que están destrozando a su propia ciudadanía seguirán dando la mano, y muchos misiles, a Ucrania (como acaba de declarar la ministra de Asuntos Exteriores alemana). O lo que es lo mismo, seguirán respaldando a EEUU en su policromada lucha desde la distancia, sin que las balas les rocen sus fronteras, sin que sus soldados mueran en los todos los frentes que abren como si fueran latas de conserva.

Ahora, solo queda asistir a una serie de revueltas y quejas, como en Italia, la Gran Bretaña o en la República Checa, con una capital que ha asistido a la primera gran manifestación. Queda ver qué sucederá en España, pero todo apunta a que los sindicatos harán de cortafuegos, los medios exhibirán la fuerza del miedo, y la población seguirá dormida en su propia cueva, calentándose el culo con la pantalla de la televisión.

Y hasta aquí puedo escribir. Solo subrayar que Europa es cómplice, sí, pero que en Europa viven, al parecer, millones de habitantes sumamente preparados. Preparados para sucumbir a una nueva ola de estupidez humana.

https://es.euronews.com/2022/09/04/decenas-de-miles-de-checos-piden-la-dimision-del-gobierno-de-coalicion

OTAN No, Bases Fuera


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La Política y los medios de comunicación

La supuesta libertad de expresión ha llegado muy lejos. Una cosa es difundir información desde el desconocimiento y, otra muy distinta, hacerlo con premeditación y alevosía sabiendo que quien paga ordena, que quien paga interfiere en la vida de los pueblos, y que quien paga, muchas veces, lo hace aun sabiendo que va a haber graves daños con la propagación de una información construida para tal fin.

Estamos corriendo un serio peligro en Europa. Creo que vivimos la etapa más temeraria y comprometida desde la segunda guerra mundial. Y todo, porque el prepotente gobierno de un país decidió que no iba a ceder ni un milímetro ante la manifiesta petición de un cambio geoestratégico claramente inclinado hacia un lado. La neutralidad en la línea divisoria de los países que limitan con Rusia era una clara manifestación de paz y prosperidad. Para todos menos para EEUU. Pero no porque esa opción fuera contra sus intereses, sencillamente porque esa opción es la más lógica y la que más puertas abre a la prolongación del desarrollo social y económico.

Las directrices que nos imponen, los mandatos a los que nos someten, y el absoluto servilismo y vasallaje al que hemos cedido, conforman el seguimiento de las políticas imperialistas marcadas por la Casa Blanca desde hace ya mucho tiempo. Y nuestra clase política prosigue en su afán de denostar y menospreciar nuestros anhelos de paz, siguiendo la estela de una luz que solo ilumina la maldad y la búsqueda imparable de riqueza. El repentino cambio de Pedro Sánchez al decidir mandar armas a Ucrania es solo una de tantas barbaridades, una de tantas abdicaciones ante el guerrero del mundo. Y considerando que los acontecimientos más importantes deberían hacerse con el respaldo de los pueblos deberíamos exigir a los gobernantes una clara muestra de adhesión a nuestra causa, y no a la causa del poder.

Esa posibilidad se perdió hace tanto que probablemente tendríamos que movilizarnos con rigor para exigirla. Esa y otras muchas cosas que afectan directamente a nuestras vidas. A nuestras vidas y a otras que habitan a miles de kilómetros de distancia. Sobre nuestras conciencias recae el deber de no permitir que la clase política pueda enviar tropas y armamento como quien manda naranjas. Sobre nuestras conciencias recae el deber de no permitir que la industria armamentística juegue en bolsa bajo los auspicios de unos dirigentes incapaces de observar los rostros de la pobreza y de la miseria.

Nuestro mundo parece no querer entender los sonidos del sufrimiento y, mucho menos, los de las cloacas. En éstas se están gestando temibles acciones. Si la situación “fácilmente observable” delata ya un futuro incierto, los ángulos muertos nos llevan a un terreno completamente esquivo.

El Estado de Bienestar ya no va a dar más de si, y todo apunta a que el pre-fascismo ya se ha instalado. Esa libertad de expresión que ha hecho posible que los medios propiciaran e impulsaran partidos, lenguajes y gestos absolutamente peligrosos, ya ha ido conformando un espacio social del que difícilmente nos vamos a poder librar. Esos modos de difundir la información, que llegaron de EEUU de la mano de una cultura capitalista expansionista ajena a todo signo de justicia ya han hecho mella en nuestra sociedad. Y ahora, nos va a costar escaparnos del incendio.

Una resolución contra la glorificación del nazismo es aprobada por 130 países, 2 votos en contra y 49 abstenciones. Los dos únicos países que la rechazan, EEUU y Ucrania. Las abstenciones, para la UE, Canadá, Australia, Reino Unido y Japón. Increíble, ¿verdad?

Sobre la foto: 16 de diciembre de 2021, una resolución contra la glorificación del nazismo es aprobada por 130 países, 2 votos en contra y 49 abstenciones. Los dos únicos países que la rechazan, EEUU y Ucrania. Las abstenciones, entre otros, para la UE, Canadá, Australia, Reino Unido y Japón. Increíble, ¿verdad?

Sé que para mucha gente puede resultar desmesurado, pero ya hay muchos signos que muestran la existencia de esa exaltación de los elementos irracionales de la conducta, tan próximos a las formas de gobierno totalitarias. La política ya entregó sus manos a la injusticia, la soberbia y los protocolos ingeniados por los ricos. Y éstos hacen y deshacen a su gusto, ajenos a la población y obstaculizando la buena marcha de los acontecimientos. Han saltado todas las alarmas y hasta nos lo advierten con sus formidables propuestas. El peligro no es efímero, es más bien un monstruo que nos está devorando. Desde la sociología política ya estamos listos para tomar buena nota. Y sin pérdida de tiempo, deberíamos abandonar tanta sumisión y actuar en consecuencia.

Muchos indicadores han de ser considerados como elementos capaces de propiciar procesos devastadores en nuestro futuro. Ya lo están siendo, pero dado que la ciudadanía está absorta en continuas batallas televisivas quizás sea momento de alertar sin miramientos, puesto que al parecer pocos están dispuestos a ello.

El asentamiento del pensamiento único, el control absoluto de los medios, los cambios de legislación en favor de unas causas y no en beneficio de la justicia, la reconstrucción y señalamiento de un enemigo común, la militarización del pensamiento, la asunción completa de la pérdida de libertad en nombre de la seguridad, la recreación de movilizaciones sociales dirigidas, la instauración de la violencia como modelo legitimador de un nuevo orden, el fomento del odio a través de una adscripción a la discriminación racial o cultural, el aumento de la pobreza y de la desigualdad social, la quiebra del modelo económico capitalista, la disrupción y desmantelamiento de los principios básicos de la Política, la expansión y fomento de muchos principios ideológicos que alimentan a las extremas derechas y la imposición del miedo como propuesta y modelo de convivencia, son el andamiaje estructural sobre el que puede instalarse un nuevo fascismo en Europa.

¿Para qué sirve la sociología?. Entre otras cosas, para observar y para constatar los flujos y movimientos que van sucediéndose en nuestras sociedades. Espero estar absolutamente confundido.

Subrayo. Luchar contra los medios y la clase política ha de representar nuestra primera muestra de sedición. De lo contrario, estaremos bajo el yugo de una nueva lucha sin par por el dominio del mundo, en manos de unos seres insensatos.

Dicen los primeros, por ejemplo, que ha habido un ataque a la planta de un reactor nuclear en Zaporiyia. Objetivo, sembrar el terror en la audiencia. Y acto seguido, demonizar al culpable de tamaña osadía. Y así pasarán largas jornadas, hasta que todo el mundo tenga claro que Putin es nuestro mayor enemigo, capaz de saltar por los aires la central y arrasar con Europa. ¿Quién va a poder, así, analizar las políticas y las acciones de personajes tan siniestros y deshumanizados? Nadie. Al menos, nadie en su sano juicio. Y quien lo intente, vivirá al fondo en el infierno.

Estaría bien recordar que el sofisticado armamento con el que cuentan las grandes potencias tiene la capacidad de elegir un objetivo y no distanciarse ni un milímetro del punto señalado. Pero en esta ocasión, mira tú por donde, hubo un fallo estrepitoso. No hubo ningún reactor dañado (todos permanecen intactos). No hubo ningún incremento de radiación (hasta los propios ucranianos salieron inmediatamente a confirmarlo). Y no hubo, claro está, ningún error operativo. ¿Sabéis por qué? Porque no atacaron la central nuclear. Hay combates en los alrededores, sencillamente, porque quieren hacerse con el control. ¿Recordáis cuando informan sobre un atentado y casi siempre hay un colegio cerca? Pues a ver si es verdad y recordamos para toda la vida en qué consiste la manipulación, porque ya llevamos unos cuantos años abonados a este circo y la cosa, en vez de solucionarse, está adquiriendo tintes muy oscuros.

Para terminar, y encomendándonos a la búsqueda incesante de otros relatos, de regalo unas palabras del entonces senador Joe Biden. Estamos en 1997. En el vídeo expone claramente cuál es el “punto flaco” de Rusia o, lo que viene a ser lo mismo, cuál será la política expansiva del gobierno de los estados unidos de américa. ¿O creíamos que Joe Biden dirige ese país por pura casualidad? Recordar que desde ese año jugó un papel decisivo en la formulación de la política exterior del país. Fue una de las voces más influyentes tratándose de leyes relacionadas con el terrorismo, las armas de destrucción masiva, la Europa poscomunista, Oriente Medio y el Sureste Asiático. Y fu quien apoyó en octubre de 2002 la resolución que autorizaba al gobierno a utilizar la fuerza contra Irak. Claro, era decisivo. No era el voto de un senador, era el voto del presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, cargo que representó con todo el cariño de su mundo.

Éstas fueron sus palabras: “Lo único que puede provocar una respuesta hostil y enérgica de Rusia es la expansión de la OTAN a los estados bálticos”. Y como sabemos a estas alturas, no sólo han puesto sus garras sobre estos estados, sino sobre toda la franja fronteriza, por el bien de toda la humanidad. Eso sí es atacar y hacer explotar una central nuclear.

Cuidaros!

OTAN No, bases fuera

colaboración para Ojos Para La Paz


Historias para no dormir

«Vacunaciones, regalos y otras catástrofes»

La seriedad y rigor que exige la ciencia va de la mano con la tómbola que sustenta la democratización de la vacuna. Cuando el capitalismo quiere algo que le cuesta conseguir, va a por ello con cualquier medio, aunque el ridículo sea mayor que los beneficios. Pero como es un ridículo que le viene bien, lo hace sin desmelenarse, porque le ayuda a cumplir con sus objetivos.

Veamos hasta dónde llegan las ofertas. De Blasio, alcalde de New York, ofrece entradas gratis para acudir al zoo del Bronx. Cuomo, gobernador del mismo estado, da acceso al a los partidos de béisbol de los Yankees y los Mets. En lugares como Buffalo o New Jersey lograron bastante éxito con el reclamo “cerveza por inyección”. El estado de Maine atrajo a su vacunódromo a gente con licencias de caza gratuitas. En Transilvania podían recibir la dosis incluso en el castillo de Drácula (con diploma de inmortalidad incluído). La ciudad de Nueva Orleans quiso echar el resto y ofrecer una libra de langostinos por cada dosis (y seguro hubo algún intento de que le pusieran dos la misma tarde para celebrar algún aniversario de boda). Pero el que se lleva todos los honores es Mike DeWine, gobernador de Ohio, ofreciendo la posibilidad de ganar un millón de dólares. El plan consistía en cinco sorteos en semanas consecutivos con dicho premio, comenzando el 26 de mayo (a la espera de que algún juez tire la idea por la borda). Todo muy sencillo, sin necesidad de comprar billete alguno; basta con ser residente en dicho estado, tener 18 años y haber recibido alguna dosis.

Como podemos comprobar, una incitación farmacológica de primer orden, no vaya a ser que a la ciudadanía le de por abastecerse de salud paseando o yéndose por peteneras.

La formalidad y solemnidad que nos ofrecen la sabiduría y el conocimiento no terminan aquí. Ahora, a la población española menor de 60 años y vacunada en primera instancia con dosis de Astra Zeneca se le ofrece la envidiable y nada despreciable posibilidad de elección. Para eso vivimos en libertad! Y por ello, con todo el arsenal de conocimiento médico, epidemiológico y biológico que caracteriza a la población de esta franja de edad, se nos abre un debate interno personalizado y se procede a un análisis exhaustivo para tomar la decisión pertinente. Pero eso sí, sin olvidar que un segundo pinchazo de la misma casa querían que conllevara firma autorizada de responsabilidad, no vaya a ser que por ineptitud pudiera ocurrirte algo.

Todo sigue siendo propio de iluminados cegados de oscuridad. Y los interrogantes nos asaltan a las primeras de cambio. Uno. ¿Acaso la primera inoculación con Astra Zeneca era mágica, y por ello no conllevaba ninguna decisión que fuera acompañada de la firma correspondiente? ¿Alguien puede determinar cómo es posible que para el mismo medicamento, la primera vez no se requiera de dicha responsabilidad, y la segunda quisieran someterte a semejante despropósito? Dos. ¿Cómo es posible que intenten mostrar una pseudo-investigación de pacotilla para hacer creer que la combinación de vacunas es un hito de la medicina moderna, y encima decir que aumenta la respuesta inmune? Es sobrecogedor. Ya en el Reino Unido comenzaron hace unos meses un ensayo clínico (Com-COV) para comprobar qué efecto tenía combinar las vacunas. Hasta ahora, lo que sí se ha publicado son los resultados de reactogenicidad; las reacciones adversas leves que ocurren en las primeras 24-48 horas después de la vacunación. Según esta publicación, los casos de febrícula, dolores musculares o articulares y fatiga generalizada llegan a triplicarse entre los que recibieron una combinación de Pfizer y AstraZeneca, frente a los que fueron vacunados con la misma fórmula las dos veces. Los datos definitivos se esperan para junio, no como en la universidad Carlos III, que en un tris te estudian hasta los efectos de la pandemia en el desarrollo cognitivo de los niños madrileños. Y tres. ¿Sería posible que cada vez que se contradicen tuvieran el valor de decirle al público enfervorizado las verdaderas razones de sus decisiones?. En el Vademecum de Astra Zeneca se anotan algunas especificaciones muy interesantes. Por poner un ejemplo, dice no tener datos de eficacia en mayores de 55 años. Muy entrañable todo. Y, claro está, dice también que las personas vacunadas deben hacerlo una segunda vez con la misma (de ahí que muchas comunidades hayan puesto sus puños sobre la mesa).

Pero nada. Los equipos de investigación, el último año, han protagonizado verdaderas olas de transformación y eficacia, y casi todos ellos presentan trabajos brillantes realizados con muy poco margen de tiempo, resolviendo la ingente cantidad de dudas y sospechas que acechan a la industria farmacéutica. En breve sacarán un estudio donde dispondrán de datos increíbles proponiendo la idoneidad de la tercera dosis, sin que importe la combinación, sin que importen las variantes a las que hay que atacar, y casi casi sin que importe el género (porque lo del sexo ya pasó a la historia) de quien vaya a recibir el premio de consolación.

Por lo que estamos viendo nada ha cambiado en el escenario más desafortunado al que podíamos asistir. Cierto es que podría parecer que en EEUU siempre hay algunas actuaciones políticas más esperpénticas, y que podría parecer que aquí estamos ajenos a los premios por vacunación. Pero me gustaría recordar que el pasaporte de vacunación ofrecido es, además de intolerable, el suculento regalo ofrecido para poder callar y viajar, sin que importen un carajo la cantidad de insensateces que debemos escuchar.

Saltándose a la torera sus propios principios guardianes de la pandemia, ahora resulta que la llegada de ingleses no supone riesgo alguno. Es más, se promociona y solo hace falta que les regalemos también un chupa-chups para que entren en España saboreando el dulce sabor de sus costas. Es del todo ofensivo tratar así a la sociedad en su conjunto. Ahora resulta que la variante india que iba a hacer estragos entre la población inglesa ha pasado a la historia, y que los habitantes isleños no solo están con una salud de hierro, sino que el último estudio clínico realizado vete tú a saber donde viene a decir que todos los vacunados y residentes en Gran Bretaña están exentos de contraer y de contagiar virus alguno. Es más, incluso podemos recuperar defensas para nuestro organismo si nos socializamos con dicho sector de la población.

Y todo ello bajo la amenaza del pasaporte, que para el resto de europeos y europeas va a ser necesario porque así lo estima la cultura científica del peloteo. Ahora, al parecer, ni hace falta ni se le espera, porque el turismo de mayo, como bien saben los eruditos más cotizados de Occidente, es un vector que resiste fuertemente al ansia del Covid-19 de penetrar por todos los poros. El turismo es un don venido del cielo y, como tal, hay que tratarlo. Loas a FITUR y saludos a los expertos que campan a sus anchas incluso ante decisiones tan insultantes.

No trato ya, como escribí en alguna ocasión, de saber en qué consiste la pandemia, cómo se propaga y dónde tuvo a bien nacer. Me detengo y observo con sorpresa cómo tantas incongruencias no surten la más mínima reacción, y cómo la ciudadanía casi en su totalidad justifica cualquier decisión porque lo que importa es el bien común.

Creo que hace tiempo que el bien común no había caído tan bajo, mientras millones de pobres alzan sus brazos para que podamos otear más allá del horizonte y seamos conscientes del horror que habita tras las entrañas de este escenario que se derrumba.


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Laberintos… y laberintos

Seguimos colaborando con «La Ignorancia Crea»

Photo by joséluis vázquez domènech

Perderse es una posibilidad más de vivir. Al hacerlo, como ocurre con los acontecimientos más significativos, nos encontramos con varias opciones, o lo que viene a ser lo mismo, nos situamos ante diferentes encrucijadas.

La determinación de seguir sin grandes contemplaciones (dejándote llevar sin forzar absolutamente nada), se convierte en el camino natural y, probablemente por ello, en la opción menos cotizada socialmente. En la última encuesta del CIS nada preguntan al respecto, razón de más para considerar que ha de ser una opción legítima y, además, altamente recomendable.  Pero si preguntamos en las aulas a nuestros estudiantes, perderse, en cualquier parte y a cualquier hora, se convierte en la alternativa más deseada, por encima de elecciones tan presuntamente satisfactorias como ir al cine o leer un libro.

Otra posibilidad, más demandada pero no por ello más sofisticada, es la que sucede cuando uno se pierde porque a su alrededor nadie le encuentra. Ante esa tesitura, hay quien se perturba y quien se hace fuerte. En el primer grupo se tiende a pensar que la vida no es un camino de rosas, y que antes de nacer, se les debió haber pedido permiso para venir a éste mundo. En el segundo grupo, en cambio, saben perfectamente que la vida es un desgarro y, quizás por ello, toman las riendas aunque sea para ser artífices de cualquier derrota, conscientes de que una cosa es vivir desangelado y otra perder la batalla una vez de haberte sacrificado.

Quedan en medio de la nada las voces calladas de una inmensa mayoría. Normalmente son quienes más hablan, quienes más trabajan y quienes más contribuyen a satisfacer los deseos de los otros, sean éstos políticos, amigos, vendedores ambulantes o corredores de apuestas. En general creen ser parte necesaria del engranaje social, y aunque en cierta medida sea cierto, lo que son es el eslabón perdido entre el hombre y el dragón de Komodo.

Y más allá de toda duda, habitando la certeza menos emblemática, están los olvidados. Siempre, y sin motivo aparente, pobres y olvidados. Perdidos, pero no tanto por no haber sabido encontrar el camino, sino porque quienes viven sin grandes contemplaciones, los perturbados, los fuertes y la inmensa mayoría, se despistan de ellos con una facilidad asombrosa. Perdidos, porque ni tan siquiera les mencionan en los mítines populares.

Cada cual puede perderse como quiera, pero una cosa es hacerlo voluntariamente y, otra muy diferente, hacerlo sin saber siquiera que existía la posibilidad, porque dentro del laberinto no hay salida, y sin salida no se puede ver más allá. 

El 37,3% de la población de Andalucía (datos de 2017), está en riesgo de pobreza y/o exclusión social. Según el «Informe sobre el estado de la pobreza en Andalucía, 2008-2018», elaborado por la «Red Andaluza de Lucha Contra la Pobreza y la Exclusión Social», y tomando el índice AROPE con sus subindicadores correspondientes (tasa de riesgo de pobreza después de transferencias sociales, carencia material severa y personas que viven en hogares con muy baja intensidad de trabajo), tenemos que una problemática que subyace en este territorio desde hace muchísimo tiempo deja abandonados dentro del laberinto a miles de personas. Miles de personas que no saben qué hacer con sus vidas porque no les dan las herramientas adecuadas, ni un empleo indispensable, y me atrevería a decir que ni el respeto que merecen como personas. 

El 37,3% de la población de Andalucía está olvidada, y no de la mano de Dios, sino de una amplia mayoría de la población y por los ilustres representantes de los gobiernos  correspondientes. Y como ocurre otras tantas veces, tardarán en socorrerles, porque ni pueden formar loby alguno de presión, y porque no tendrán a los medios respaldando sus ilusiones.

El laberinto de la pobreza no es un jardín por el que corretear buscando el punto de fuga, más bien el hogar sin techo al que nos tienen acostumbrados los jardineros del capital, y los delincuentes electorales. 

Publicado aquí


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El oficio de maestro

Nuevas palabras

(Colaboración para «La Ignorancia Crea»)

Bajo un sol de injusticia, luchamos para apaciguar los daños de la vida. Arduo es el trabajo de coexistir bajo los escombros del sistema. 

No estamos aquí para habitar ciudades inhóspitas y trabajar hasta desangrar la sonrisa. Pero las habitamos. No despertamos para inspeccionar los atajos de los caminos polvorientos y, mucho menos, para deforestar los bosques que nos protegen. Pero los deforestamos. No aprendemos a erguirnos para, acto seguido, hincar las rodillas ante los representantes de nuestras pesadillas. Pero hincamos hasta las emociones en las mochilas de su pragmatismo. No apagamos los incendios para despoblar de afectos miles de kilómetros cuadrados. Pero despoblamos sin darnos cuenta y para cuando miramos…, todo es desierto.

Bajo un sol de injusticia, luchamos para buscar sentido a lo que no tiene. Malditos los arrendatarios de la pobreza y la injusticia, capaces de señalarnos por nuestra fragilidad.

No debemos esperar a los reparadores venidos a más, a los nuevos entrenadores de la felicidad ni a los condimentadores de alegrías caducadas. Hay que proceder a reventar las cañerías, y a humanizar las huellas de nuestras pisadas.

Y si para ello conviene una nueva pedagogía de la rebelión, llenaremos las escuelas de nuevas palabras.

Oficio de maestro


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A ti, que huyes… y no te encuentras

Poemario disidente

Opositando a la vida

Ibas a nadar porque te gustaba sentir llorar a la Tierra…, y derramar toda su tristeza en cada ola. Y recordabas cuando te lavaban los sábados en aquél balde lleno de fronteras y olor a familia. Destinos entreverados (pensabas, a cada brazada); las mejores estampas lucían en los salones llenos de pulcritud y buenas palabras, mientras a tu lado los ratones parecían juegos de niños y sombras.

Hay que expulsar los sueños y contemplar la existencia. La que es. Aquellas manos manchadas de un sueldo a tres turnos, y de un imposible final feliz. Con el tiempo lo aprendías, y del mismo modo que en otoño llovía, lo recordabas. «Siempre se cruzaba un maldito pájaro que cagaba sobre nuestras cabezas».

Podía cerrarte los ojos, pero hasta las vendas estaban agujereadas. Palpar la realidad. Aspiraste a engañar a las venas tiñéndolas de golpes de efecto y todo lo inevitable volvía a suceder, porque no había llaves para tu puerta…

…que era la mía pintada de gris.

Los sedimentos y los mandamientos de la pobreza. Fui tú más tiempo del que debía. Y ahora ando a vueltas con un esguince en mi sonrisa, y unas muletas en los recuerdos de mi memoria.

(Sálvese quien pueda, que apenas quedan plazas en los suburbios de la vida).

Warsowa - Photo by Joséluis Vázquez Domènech

Warsowa – Photo by Joséluis Vázquez Domènech

 


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Novecento

¿No sabes qué hacer este fin de semana? Te invito al cine

Novecento

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La recuerdo como la primera película que me llevó al cine y me dejó allí, un viernes de cine-club, sentado en la butaca asimilando y comprendiendo que aquello que habitaba en mi narración del conflicto social, un desconocido lo estaba expresando de una forma demoledora. La sorpresa era mayúscula; yo era un post-adolescente perdido y eran precisas dos sesiones para poder visionar toda la cinta. El viernes siguiente volví a ser feliz, sencillamente porque no me encontraba solo, y o bien yo comenzaba a entender, o había quien pudiera comprenderme. Cinco horas que si hubieran sido cien serían la clase magistral de Historia que nunca tuve. 

Creo que no puedo hacer un mejor regalo para estas navidades cargadas de elecciones y otras veleidades. Un acto social y político en mayúsculas, que además viene acompañado de un trabajo coral espectacular y de un arte fílmico y narrativo fuera de lugar. 

La crítica no le hizo mucho caso por aquél entonces. Era larga…, decían. Y yo quería más, más, y más… Lo que era y, sigue siendo, es una obra maestra comprometida, un guión cargado con una reflexión política contundente. Y como toda obra que incita a la reflexión, sufrió el castigo de apenas recibir premio alguno. El director contó mucho más tarde lo que le había costado poder estrenarla en Estados Unidos…

Actualmente está considerada una película de culto. Pero no nos engañemos, es un golpe bajo a esa forma de dejarse llevar que tiene el hombre, un golpe certero a los modos en que un grupo social puede llegar a convertirse en un aullido interminable. 

Que disfrutéis! Cómo me gustaría no haberla visto nunca, y llevarme tanta recompensa… 

«Los fascistas no son como los hongos, que nacen así en una noche, no. Han sido los patronos los que han plantado los fascistas, los han querido, les han pagado. Y con los fascistas, los patronos han ganado cada vez más, hasta no saber dónde meter el dinero. Y así inventaron la guerra, y nos mandaron a África, a Rusia, a Grecia, a Albania, a España,… Pero siempre pagamos nosotros. ¿Quién paga? El proletariado, los campesinos, los obreros, los pobres…» (Olmo)

Título original, Novecento (1900)
Año, 1976
Duración, 314 min.
País,  Italia
Director, Bernardo Bertolucci
Guión, Franco Arcalli, Giuseppe Bertolucci, Bernardo Bertolucci
Musica, Ennio Morricone
Fotografía, Vittorio Storaro
Reparto, Gérard Depardieu, Robert De Niro, Dominique Sanda, Stefania Sandrelli, Donald Sutherland, Burt Lancaster, Sterling Hayden, Francesca Bertini, Laura Betti, Werner Bruhns, Stefania Casini, Anna Henkel, Ellen Schwiers, Alida Valli, Romolo Valli
Producción, Co-production Italy-France-Germany; Paramount Pictures Release
Género, Drama, Histórica, Realismo Social 
Sinopsis
En el año 1900, en una finca en el norte de Italia, nacen el mismo día el hijo de un terrateniente y el hijo de un bracero. La película les sigue a ellos y a sus familias durante ochenta años en la amistad y la alienación, sobre todo en lo relacionado con su actitud frente al fascismo, con el que el burgués colabora pasivamente mientras el trabajador se convierte en partisano. Famoso drama que hace un complejo recorrido histórico, político y social de la Italia del siglo XX, muy alabado por la crítica y con un impresionante reparto.
Premios

1977: Premio Bodil (Dinamarca): Mejor película europea

1978: Premio Sant Jordi de 1978 a la mejor interpretación en película extranjera (Robert De Niro)


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No a las Guerras

Breves: Los dineros de Occidente

(Insultante)

Rajoy y otros muchos han venido diciendo que era irresponsable adherirse a la manifestación en contra de la guerra que se ha celebrado hoy en muchas ciudades. Pedro Sánchez y sus acólitos tampoco lo veían con buenos ojos; siempre es igual cuando anteponen lo que ellos llaman razones de Estado. 

Los partidos que ambos representan no han cambiado un ápice desde la falsa transición, y no solo siguen abanderando su adhesión al neocolonialismo, sino que se jactan de colaborar por el bien de Occidente y por la consecución de su paz. ¿Hay algo más violento que alentar y respaldar las guerras?.

Quienes son capaces de apoyarlas (con Albert Rivera de abanderado) muestran su lamentable posición ante la vida y, lo que es peor, su raquítica envergadura humana. Si dicha decisión fuera porque alguien ha invadido sus casas, hasta se entendería, pero que lo sea por controlar y dominar una zona estratégica rica en materias primas es, cuando menos, insultante.

Debemos expulsar a tanto impostor e ir nombrándolos de uno en uno, hasta que sus oídos sangren con el grito de todos los muertos. Debemos nombrar a esos personajes que hacen posible que la tierra sea ese surco que llevan los cerdos de arcilla, y al que llaman hucha.

(Estaría bien recordaros que el yihadismo ha matado menos gente en el mundo que las políticas liberales y las estrategias colonialistas, así que estaría bien que propusierais un Pacto Anti-Pobreza en vuestro propio país y dejarais de joder con la pelota)

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Benjamin Carson

Breves:

(Un candidato)

En los Estados Unidos, cada cuatro años y coincidiendo con la campaña electoral, surgen de las extrañas profundidades una serie de individuos (casi en su totalidad hombres) que son invitados a concursar en debates televisivos, con el único propósito de que todos los espectadores tengan a bien cambiar de canal sin contemplaciones. Estos afamados concursantes no son otros que los candidatos a dirigir el rumbo de tan entrañable país. 

Sería interminable analizar la cantidad de bagatelas que se pueden llegar a escuchar, así que tomamos al azar, cualquiera de ellas. «América nunca sufrirá una tiranía porque la gente está armada». La dijo hace un par semanas el nuevo líder republicano Ben Carson, y haciendo honor a la estrategia discursiva del momento, comienza dando la nota y termina lleno de gloria.

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Fiel al buen perfil político y tal y como nos tienen acostumbrados, hace de una parte el todo y habla en nombre de ese inmenso continente, mostrando sin tapujos ese deje imperialista y socarrón. Y para acabar promociona la estúpida segunda enmienda a la constitución, esa que defiende el derecho a la posesión de armas y que está elaborada porque creen necesaria una Milicia para disuadir y protegerse de un gobierno no democrático, para repeler invasiones o para poder actuar en defensa propia. 

Es cuando menos paradójico poder llegar a constatar que precisamente en el territorio que más tiraniza al mundo sus habitantes no dirijan su mirada hacia allí donde se dictan las leyes más beligerantes, y es del todo irrisorio llegar a pensar que por portar un arma alguien pueda quedar libre de toda opresión y del yugo de su gobierno. Precisamente en los Estados Unidos de América, donde los últimos datos nos cuentan que hay casi cincuenta millones de personas que sufren la mayor de las tiranías, o lo que viene a ser lo mismo, que viven bajo el umbral de la pobreza.

!Lo que se puede llegar a decir en una frase! Saludos querido Ben…

http://www.antena3.com/noticias/mundo/ben-carson-nuevo-lider-republicano-que-plantado-cara-donald-trump_2015102800232.html

 


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Infancias

Poemario Disidente

(llegan todos los santos)

Tus manos diminutas no juegan sobre la arena, restriegan en ella y te llevas un puñado a la boca. Es la ración del día en una nueva jornada desalentadora. El sol no se separa de ti, y no se escucha música a mil kilómetros a la redonda. Solo pequeños aleteos y algunos zumbidos que apenas pueden despertar tu sueño eterno de agua. Las moscas se posan sobre tus labios y de tantas veces que van y regresan…, ya ni te molestan. Lo que para un niño del ensanche es escombro alimentario, para ti es el maná que todas las religiones juntas escribieron sobre falsos papiros ya olvidados. No puedes clamar a la tierra para que brote arroz o tan siquiera una mala hierba, y se van cerrando esos ojos donde los gobiernos recolectaron sus crueles condenas.  

Tus ojos!

Ni tan siquiera puedo hablarte, pero seguiremos abonando en las palabras para nombrar a quienes hacen oídos sordos con tu último latido. 

Todos los santos te llevan y aquí siguen, reunidos, los halcones que no custodiaron ni tu primera esperanza.

Photo by Joséluis Vázquez Domènech

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La isla de las flores

ContraCorriente: Jorge Furtado

Si tuviera que explicar en un breve espacio de tiempo el comportamiento del ser humano, dispondría de este cortometraje y de su acertada exposición. Filmado en 1989 por el escritor y guionista brasileño Jorge Furtado hace un uso perfecto de la ironía y el horror, y nos invita a visibilizar la pobreza, la miseria y la explotación con una mirada didáctica sorprendente.

Es una reflexión extraordinaria sobre el destino de los oprimidos y olvidados, esos que ni tan siquiera han podido llegar a ser considerados ciudadanos. Para muchos los 12 minutos más impactantes del cine brasileño, comienza así: «Esto no es una ficción. Dios no existe» 

(Desde la primera vez que lo vi está grabada en mi memoria, y la considero una acción fílmica y política de una enorme precisión)

 

 


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La Violencia de los Estados

Breves:

(migraciones)

El problema de las migraciones es probablemente la consecuencia más terrible de la violencia ejercida por los propios Estados, el culmen a sus insidiosas políticas beligerantes e imperialistas. Es imposible proceder a respetar ningún mandato que nos obligue a aceptar tamaño chantaje, ni en nombre de ninguna democracia ni en favor de ninguna lucha. Y es irresponsable hacernos ver que existe el éxodo irregular, o el asilo político indebido. Todos los seres humanos tenemos derecho a vivir. Cuando el lugar de nacimiento es quien dicta sentencia, deberíamos de viajar allí donde se acabaron los sueños y comenzó la tragedia. Para comprender antes de hablar. Para ver con nuestros propios ojos de lo que trata, y sentir en nuestras carnes las consecuencias de tanta infamia. 

Hemos hecho de la pobreza una actividad turística que viaja de noticiario en noticiario por todos los informativos del mundo, mientras seguimos respaldando en las urnas la legitimidad del Estado violento.

(Hay que abrir una puerta en todos los muros)

Photo by Joséluis Vázquez Domènech

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Crisis

Breves:

Estaba con los ojos cerrados. De pie. El cuerpo un poco caído y con un gesto incómodo. Lo observé unos segundos, los suficientes para saber que dormía. De fatiga. Su rostro explicaba muy bien el desfalco que sentía. No era ese descanso de quien explora los sueños mientras tanto (los sueños ya se habían ido, reconducidos por los agujeros de los bolsillos). Se abrió la puerta automática y reaccionó tímidamente, tal vez queriendo escuchar el sonido de una moneda de cincuenta céntimos. Nada ocurrió. Cuando se giró se dio cuenta perfectamente de mi presencia. No sabía que hacer. (Yo). Por un lado me hubiera abalanzado para abrazarle. Y, por otro, me sentía molesto con mi parálisis y no reaccionaba. Quizás para exculparme busqué un poco de dinero y le di diez euros. Acababa de ganar veinte haciendo una encuesta sobre el uso del tiempo. No me dijo nada. Se percató del miedo que me atenazaba; de poder terminar cualquier día a su lado, postrado a la sombra de la vida.

Photo by Joséluis Vázquez Domènech

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Cristina Cifuentes

Breves:

El 29 de julio en la portada de un ilustre periódico español podía leerse este titular a toda página, con la fotografía de Cristina Cifuentes como reclamo: «Sin las políticas del PP, los españoles estaríamos en la pobreza».

Esa misma jornada leo en otro periódico que ya se han impuesto las primeras multas tomando como referencia la entrañable «ley mordaza». Prostitutas de la Colonia Marconi de Madrid han sido sancionadas con 600 euros por ejecutar actos de exhibición obscena. Y a mi, se me traspapelan los ojos y los nervios me hacen chiribitas. Resulta del todo comprensible que cada cual interprete a su manera el lenguaje de las leyes, pero a mi, hoy, os puedo asegurar que las declaraciones realizadas por la presidenta de la Comunidad madrileña me resultan un meta-acto de exhibición obscena, denigrante, irremediablemente obtusa y completamente bochornosa. En nombre de la justicia social, debería existir una legislación que no permitiera, cuando menos, reírse a la cara de los más pobres, aun sabiendo que ningún pobre habrá desayunado con esa vergonzosa portada.

 

Fuente: ABC

Fuente: ABC


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Por Fin, Viernes

Debate en Televisión: Desigualdad y Pobreza – Loreak

Prosiguen las reflexiones en el programa de ETB2, Por fin, viernes.

Desigualdad y Pobreza; Todo parece indicar que es dificil poder apuntar a determinados agentes responsables de esta catarsis social. El Ararteko (Defensor del Pueblo) sostiene que no puede realizar ningún informe para estudiar el comportamiento de las élites en la acción pública y política, para asi observar sus consecencias en los ciudadanos. En todo caso, dice, sería una labor que habría de realizar desde una posición de activista a favor de los derechos humanos. Es una clara muestra de que aquellas verdaderas razones que impulsan a los ciudadadanos a salir a las calles, no tienen cabida en el ámbito político, lógicamente, porque sería el comienzo de la propia transformación del sistema. El político Iñaki Anasagasti se echa las manos a la cabeza, y le hace gracia mi comentario, diciendo que es una crítica durísima a los partidos. Y aprovechando que el Pisuerga pasa por el plató, se rebela ante mi planteamiento «casi ácrata». Y con el campo ya sembrado, Paloma Zorrilla nos deleita con su pasión por el capitalismo económico, salvador de la humanidad, y claro está, no puede dejar pasar por alto hacer referencia a mi posicionamiento «comunista».

 

ETB2

Por Fin, Viernes – Desigualdad

(A partir de la primera hora; 1’00’00)


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Inmersión televisiva

Tras el receso, regresamos dando paso a una tertulia en el programa de ETB2, Por fin, viernes. Y ahí estamos, procurando…

Ébola – Por fin viernes – Debate

Para acompañar mi discurso, os dejo este artículo que espero respalde mis reflexiones


«El ébola, el sacerdote y el discurso del miedo»

Puede ser relevante y puede ser noticia que caigamos en contradicciones, y que no ser consecuente en un mometo determinado haga recaer sobre nosotros la furia o la pasión desbordada de la crítica. Puede ser cierto que la supuesta solidaridad cristiana resquebrajada o dejar de encomendarse a Dios nos llamen la atención, pero dichas propuestas pueden diluirse si consideramos que todo ser humano tiene miedo, y que son muchos los momentos en que nuestra propia coherencia deja de ser el motor de nuestros actos. Nadie tiene que ser héroe, y posar la mirada en nuestro propio espejo puede ayudarnos a aproximarnos a la noticia de otro modo. Tampoco deberíamos pedirle al sacerdote Miguel Pajares lo que, probablemente, nosotros también dejaríamos de hacer un día o un momento cualquiera, ser íntegros en cada paso de nuestras vidas.

Así todo, cualquier análisis sobre los últimos acontecimientos debería redirigirnos a otros territorios donde explorar espacios más significativos e importantes.

¿Qué se esconde detrás de ésta alarma e ininterrumpida noticia televisada? Si los propios expertos en microbiología se reafirman en que el riesgo de expansión del virus en Europa es bajo, estamos obligados a desviar la mirada a otro lado.

Exclusivamente razones internas, es decir, la preocupación de la muerte de un hombre blanco occidental, son el detonador que alimenta este espacio informativo. Y nunca ninguna preocupación real por lo que pueda suceder a miles de hombres y mujeres negros, que seguirán indefensos enfrentándose no solo a esta epidemia, sino a otras calamidades que causan muchas más muertes, como son la malaria, el sida, la malnutrición, diferentes tipos de diarreas, o la propia mortalidad materna y neonatal durante el parto.

Y razones políticas y sociales son las que se manifiestan cada vez que la visualización del mal nos arrastra una y otra vez al indómito espacio del miedo. No importa que la noticia sea Boko Haram y las niñas secuestradas, el frente yihadista, el peligro ruso, o las medusas más peligrosas llegando a nuestras costas.

Un claro objetivo para convivir constantemente con la inquietud está latente, no solo en este modo de narrar las noticias, sino también con el modo en que se visualizan. La imágen del sacerdote siendo trasladado con unas medidas de seguridad extremas, y la propia enfermedad del ébola, que mata sin contemplaciones, de un modo duro y espectacular, son en su conjunto un constructo para causar cuando menos, que nuestras pasiones despierten, y se obtenga una repercusión inmediata. Se nos trae la muerte a las puertas de nuestra casa (África queda lejos), y una trágica procesión televisada acecha nuestra seguridad.

Esta mini-serie de máxima audiencia introduce una alarma social innecesaria, lo cual viene a mostrar que siguen inoculando el terror como interés de distracción masiva.

No hace falta que cada vez que haya un acontecimiento político (generalmente pre o bélico) intenten contener nuestra rabia y nuestro deseo de conocimiento ocultándonos la verdad o mostrándonos otros argumentos incendiarios para olvidarnos de él. Ya desde hace mucho tiempo la retransmisión del miedo es constante. Las dosis continuadas y permanentes de la tragedia y del mal son una solvencia para mitigar las reacciones inmediatas al dolor y la muerte. Nos están sedadando, y la gran vacuna no es precisamente la de las farmaceúticas, sino aquella que nos dispensan desde los ministerios de interior y defensa, desde las cúpulas de seguimiento masivo, ayudados conjuntamente por las unidades de prensa (a buen recaudo de las corporaciones financieras más influyentes).

Se nos transmite un mensaje desde los ámbitos gubernamentales o desde las organizaciones como la OMS, haciéndonos creer que se preocupan de nuestra salud y nuestra buen futuro, pero el objetivo es otro bien distinto; una política que persigue instalarse en el poder eternamente, utilizando una y otra vez toda una serie de amenzas (sin que importe que sean reales o ficticias), exagerando todo tipo de peligros y amedrentando a la población.

Photo by Joséluis Vázquez Doménech

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Terrores, cuando menos, difusos, y guerras eternas son nuestro desayuno cotidiano, invitados por todas las agencias de in-seguridad y los medios de in-comunicación.

De ese modo, se consigue no abordar los temas principales a tratar, aquello que late de fondo en la relación norte/sur. No se habla de la necesidad imperiosa de redistribuir los recursos y de invertir en asistencia sanitaria. No se habla de investigar y ayudar a extinguir las llamadas epidemias olvidadas. No se habla del saqueo, y tampoco de cómo se experimenta con la pobreza para blindar el privilegio de unos pocos.

Son muchos los escándalos que se suceden dia tras día, pero no hay que ver como una sorpresa o una indignación que las industrias farmaceúticas justifiquen su inversión en aras de suculentos beneficios. El escándalo habita en el propio sistema, que hace cotizar al alza la discriminación y el ejercicio de la violencia.

Todo ello ya nos viene a recordar que deberíamos replantearnos esa infrahumana capacidad que tenemos para valorar la vida de las personas, ese discurso moral de quien se siente superior y se sabe dominador. Y tal y como ocurre en muchas relaciones de pareja, la estrategia geopolítica basa su fundamento a través del ejercicio de la violencia, dejando constancia una y otra vez de quién manda… y quién se beneficia.

El sacerdote regresó a Madrid dejando atrás al continente olvidado, para recordarnos que el hombre blanco siempre tendrá el auspicio y la hospitalidad de Occidente, mientras el estigma de la pobreza seguirá arrinconando a una enorme población que ya antes causaba un enorme recelo y ahora, además, nos infectará nuestra sonrisa.

Y una vez infectados y ya temerosos, asumiremos políticas de confinamiento, no vaya a ser que salte la valla un guineano y el brote de la vergüenza se expanda hasta los confines del universo.

http://www.eitb.eus/es/television/programas/por-fin-viernes/videos/detalle/2481382/video-ebola-virus-incontrolado/