MiCita con las Palabras.
Buscamos el amor porque nos da la sensación de que estamos vivos. E incluso podríamos llegar a decir que dicha búsqueda nos hace preferir el sufrimiento que la ausencia del mundo.
Me exonero de responsabilidad alguna por reincidir con mis invitaciones insurgentes de legítima defensa.
Inhalo contrabando de ideas para fortalecer la denuncia. Coopero con tu tristeza, con tu rabia, y me despierto delincuente en mi resistencia, para enfilar cada mañana avenidas angostas que nos infiltren más vigor y menos lamentos.
Desinhibido de toda estrategia vuelco, acompañándote, mi inquebrantable y humano sabotaje, para desatar las mordazas que nos constriñen, y pulir juntos las sonrisas desmanteladas.
Me armo, y todas las palabras llenas de detonadores precipitan el suicidio del poema. Para revivir. Fuera de toda ley, y fuera de todo orden.