Irresponsabilidad social y política

Photo by joséluis vázquez domènech
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08- Cada trozo tiene su densidad, y deja pasar su luz, y el cielo azul adquiere diferentes tonos sobre mi pupila glacial.
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07- Se acaba de ocultar la luz del sol. Comienza una nueva y cautelosa noche de ambar, silencio y atención. Tu refugio es el mio…
Photo by joséluis vázquez domènech
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Este folletín de soberanía popular por la bondad desenfrenada es el mismo que circula cada vez que las redes sociales son utilizadas para subir al altar el profundo apego a nuestras emociones.
Es igual que se trate de un atentado, de un niño muerto en el caudaloso mar de nuestra miseria, o de un joven que muere tras una lucha abnegada contra la leucemia. No importa el contexto, o nuestro posicionamiento real en nuestra vida cotidiana. Lo que ha de trascender es el ego solidario, sin que medie esfuerzo alguno ni por comprender ni por sabernos en nuestra actitud más indecorosa.
Del mismo modo que miles de personas se preguntan en este rocambolesco país qué hace un obrero votando a un partido de derechas, estaría bien que las mismas personas se preguntaran qué hostias están considerando quienes se enternecen con la lucha de un chico que propuso ayudar a quienes necesiten un trasplante de médula y el 90% no ha ido ni a donar sangre en su vida.
¿Estamos tontos o qué?
Si me solidarizo con los refugiados es porque estoy en contra de quienes impulsan las guerras, no porque me duele que cualquier ser muera en el agua. Si me solidarizo con los desahuciados es porque peleo por una banca pública, no porque un anciano se quede sin casa. Si me solidarizo contra el maltrato a la mujer es porque soy feminista, no porque alguien le haya levantado la mano. Si me solidarizo contra el hambre es porque peleo contra el Fondo Monetario Internacional y no porque un niño muera cada segundo. Si me solidarizo…, es porque la causa que me empuja a ello es la misma que me impulsa en vida.
Lo demás es acceder con enorme facilidad al click de cualquier noticia, y expandir la liturgia de la emotividad sin que nos importe cómo funciona ésta sociedad.
Pablo Ráez es despedido con aplausos en Marbella, y todo un país se vuelca con él para solidarizarse con un gesto que él pedía, y que casi nadie es capaz (tan siquiera) de intentar hacer. Es trágico. Pero es.
Estaría bien recordar que todos los actos solidarios requieren sacrificio, dinero, tiempo o trabajo, y que no los podemos despachar con tan solo un gesto.
Si queremos luchar a favor de la ética de los bancos cambiamos de oficina, aunque eso nos cueste dinero y algún que otro inconveniente. Si queremos luchar por el bien común en nuestra salud universal regalamos glóbulos rojos. Si queremos olvidarnos de las guerras exigimos el desmantelamiento de las bases militares. Si queremos acabar con la violencia de género ponemos contra la espada y la pared al macho ibérico. Y si queremos reírnos con las tonterías que hoy van a decir los actores contra Trump exigimos que hagan lo propio contra otros presidentes que apoyan sin vergüenza alguna (a pesar de su política criminal).
Todo, en esta vida, requiere un esfuerzo. El primero es pensar, y a partir de ahí llegan otros muchos que nunca debemos olvidar.
Claro que cada cual, y yo, no cumplimos con todos los requisitos que debiéramos. Pero es difícil mantenerse en silencio ante tanta emoción y tan poca capacidad de acción.
No me cabe la menor duda de que si todos los gestos que se multiplican en internet fueran consecuentes la revolución ya estaría en marcha. Pero somos así. Efímeros en nuestra responsabilidad y espectadores de otra realidad.
06- Cuando en el Mediterráneo la nieve llegó al mar, sus habitantes despertaron y se frotaron los ojos. En el Mar de Noruega es una estampa cotidiana, pero no por ello menos bella…
Photo by joséluis vázquez domènech
05- Ninguna pisada. Nadie quiere lanzarse a las gélidas aguas, pero yo me quedo allí, buscando toda ausencia y la quietud de la belleza.
Photo by joséluis vázquez domènech
04- «Todos vivimos bajo el mismo cielo, pero no todos podemos ver el mismo horizonte»
Ésta inscripción la vi en un parque frente al mar en Larvik, Noruega. A muy pocos kilómetros de allí me quedé con esta imagen, el mismo día, el mismo atardecer…, y recordé las palabras y guardé para siempre las sensaciones.
Photo by joséluis vázquez domènech
03- Las cadenas del frío también saben guardar su memoria. Cinco y cuarto de la tarde. Es ya de noche y se enciende la luz.
Photo by joséluis vázquez domènech
02- La superficie fragmentada y helada solo puede reflejar una inmensa roca de forma borrosa, pintando el agua sin técnica alguna.
Photo by joséluis vázquez domènech
01- La espuma de las olas se convirtió en una blanca capa. Y la playa, para nosotros sinónimo de calor y chapuzón, se transformó en una nueva obra artística del frío. El proceso es lento, casi sin corrientes, en ligeros movimientos el agua ya helada se va depositando al final de su recorrido y duerme en la arena, vistiendo ésta con láminas superpuestas que a miles organizan ese bello manto a diez grados bajo cero. Cada vez me gustan más el invierno y la soledad, esa sensación de abandono voluntario y retiro, rodeado de belleza y continuas contradicciones…
Photo by joséluis vázquez domènech
(O UNA MIRADA DESDE LA NUCA HASTA LOS PIES ).
Hacia 1550, el Concilio de Trento impone el celibato de los curas y afirma solemnemente que la virginidad es un estado preferible al matrimonio. Llega hasta poner orden en el exceso de los pintores y escultores, y el papa Pablo IV hace cubrir a los personajes de “El juicio final” de Miguel Ángel que adornan la capilla Sixtina.
Un paseo por el diccionario nos puede ayudar a clarificar rumores que se extienden como la pólvora. Virgen: adj. Se dice de la persona, especialmente la mujer, que no ha tenido relaciones sexuales. // Que está en su estado original, que no ha recibido ningún tratamiento artificial o que todavía no ha sido utilizado. Virginal: adj. Puro, limpio, inmaculado. Virgo: m. Himen.
Y de esta forma tan sencilla, como quien ha establecido una fórmula matemática, la unión de estas tres acepciones ha contribuido a que en nuestras relaciones humanas la virginidad haya desfilado por la imaginación de numerosas personas casi como una verdadera obsesión. Y, como ha ocurrido en la mayoría de las ocasiones, recayendo sobre el mundo de la mujer la miseria que lleva consigo su desconcertante puesta en escena.
Un criterio y una pauta histórica se han considerado a lo largo del tiempo en la mayoría de las culturas, colaborando y amparando una conducta sexual en la que lo importante era que la mujer arribara virgen al matrimonio, y en el que el hombre bien podría llegar como quisiera, tanto es así, que se eliminaba toda trascendencia al hecho o estado virginal de él. Y aún más, si éste disfrutaba antes de experiencias sexuales (aunque uno se pregunta a veces para qué dicha experiencia y tanto empeño baldío) su ego se veía florecer, paseando por la avenida su porte viril reconocible en su mirada carnavalesca.
Pero lo más susceptible es la incorporación de un sentido instrumental (incluso de dominio), de una ética sexual de bricolaje con taladro que apenas si deja un resquicio para poder determinar, experimentar o imaginar que la virginidad no sólo bebe de la ruptura de una membrana insignificante. Una mirada desde la nuca hasta los pies, transgrediendo el modelo del coito, una mirada que se detiene a dos milímetros, son suficientes para desbloquear aquél estado nuestro de originalidad. Son suficientes para comprender que el intenso brillo de unos ojos que posan en los nuestros representa con mayor exactitud una sensación de interferencia en el curso de nuestras sensaciones.
Una interferencia que dormitará en nosotros recordándonos que un extraño acontecimiento ha tenido lugar, dejando una huella de trazado singular, no ya en los cuerpos rígidos de incertidumbre, sino en ese libro de las emociones que todos poseemos, y que cuando leemos en sus páginas, tan sencillo puede resultar descifrar.
Porque uno puede perder la virginidad como quiera, e incluso me atrevería a decir que uno puede perderla incluso caminando por la calle, escuchando el silbido del viento, mientras una lluvia fina dibuja un nuevo retrato en el rostro, y en el cuerpo, desde la nuca hasta los pies.
Photo by joséluis vázquez domènech
Hay. Claro que hay gente que pelea y que lucha para informar. Pero lástima que para ello haya que mantener una clara confrontación con quienes, precisamente, deberían dar buena cuenta de ello.
Los periodistas, la inmensa mayoría que conocemos, están ocultos en sus madrigueras comiendo de la mano de unos cuantos impresentables. Y, al parecer, ello no les crea ningún malestar ni cargo de conciencia. Es más, muchos de ellos se enojan porque dicen que en su «oficio» hay mucho intrusismo, y que cualquiera publica ya en cualquier medio y que la profesión se está deteriorando. Es del todo desacertada esta impresión, una suerte de justificación de su claudicación. Y además, una parodia de lo que realmente debería ser su trabajo; de todos los artículos que leo al año, y los podríamos contar por miles, apenas unos cuantos que merezcan ser tenidos en consideración los firman periodistas de los grandes medios. Toda la información digna de ser analizada me la proporcionan desde la sociología, la fontanería, la politología, la jubilación, la antropología, desde la preocupación, desde quienes estudian la historia, activistas, desde el cabreo, profesionales de la educación, desde la abogacía, y un largo etcétera. Y generalmente, desde el anonimato (es decir, por personas cuyos nombres están normalmente castigados, ocultos o invalidados por el poder). Y las cosas así, en un porcentaje elevadísimo difícil de asimilar, apenas recibimos información de quienes trabajan y estudiaron para ello.
Trabajan para los medios, y eso les hace secuestradores, ocultadores, mentirosos y censores. La mayoría por dóciles, otro grupo porque no manejan la información mínima necesaria, algunos más por miedo y los más conocidos por suculentas cantidades de dinero. Entre todos amordazan la posibilidad de que podamos conocer lo que pasa realmente en nuestro entorno. Y todo porque los medios están vendidos, y porque la venta se efectúa para dirigir la opinión y conducirla a buen puerto. Al puerto de la guerra y del dominio.
Si dicha profesión está deteriorada, no es precisamente por quienes están haciendo lo posible para ser escuchados o leídos desde sus pequeñas plazas, sino precisamente por quienes tienen el título y/o la cobertura oportuna ofrecida por los propagandistas del expolio y la globalización.
Hoy es fácil para ellos defenderse de mis conjeturas. En su mayoría están unidos y son más proteccionistas que el sueño de Trump. Y tienen a su alcance una palabra que les reconforta y creen que les salva de su particular viaje por el entretenimiento y el engaño. Quienes llevamos tiempo procurando informar y revelamos las partes ocultas de todo aquello de lo cual están impelidos para contar, somos unos artistas en el uso de las teorías conspiratorias.
Pero somos más de los que creen, y nos deslizamos con paciencia. Y en la mayoría de las ocasiones, con trabajo, mucho trabajo.
Hay una socióloga menos conocida que el periodista más insípido con el que nos podamos encontrar en la televisión. Pero lleva tiempo indagando en esta aventura, y sus palabras y sus reflexiones nos ayudan a permanecer atentos, activos y laboriosos. Su labor se podría decir que es más o menos desconocida para la mayoría, pero eso tampoco importa, más bien confirma todas las sospechas, que hace tiempo dejaron de serlas…
Todos los elementos de la naturaleza insisten una y otra vez en que detengamos nuestra particular guerra con ella. Pero nosotros ahí seguimos, dándole la espalda, pensando que con las redes sociales y las nuevas tecnologías vamos a ser capaces de darle un giro a nuestro comportamiento. No somos más torpes porque no podemos…
Photo by Joséluis Vázquez Domènech
Ideas, opinión, música, literatura, diseño, fotografía, cine y poesía
Océanos de esperanza
Puse un anuncio ofreciendo mis servicios y solo recibí por respuesta la voz nada callada de centenares de hombres, dispuestos a intensificar experiencias pero gravemente mutilados en sus proyecciones afectivas e incluso sociales. No les interesaba lo más mínimo en qué podían consistir mis objetivos y todos ellos daban por hecho que yo era mujer abierta en dos y a ser posible entre los tablones crucificada. Constituían un mercado poco ambulante y se exponían, sin tan siquiera saber, con un puñado de euros a cambio de lo que me disponía a conceder.
Tuve a bien mostrar mis reticencias ante la respuesta obtenida, y decidí concretar un poco más en los repliegues de cada palabra. Y maticé que no era yo quien tributaba, sino que desde mi yo, era capaz de enmendar ciertos servicios que, lógicamente, muy bien administraba. Casi un número similar de acaudalados egoístas tuvo a bien imaginar que yo sí era un cuerpo muy ambulante, y que con él podía hacer desde las piruetas más extrañas hasta algo parecido a la magia. A una explicable mayoría les resultó aún más grato pensar que estar con alguien con experiencia tendría el precio módico que ellos mismos habrían de estipular.
Photo by joséluis vázquez domènech
Sin meditarlo mucho me desprendí (con total impunidad) del yo externo e hice saber que una mujer con experiencia estaba dispuesta a ofrecer su ayuda para aquellas personas que así lo precisaran. Paradójicamente se me llenó el buzón de sugerencias poco surrealistas y bastante más intrusivas. Me encontré con los mismos hombres, pero esta vez, «necesitados» de una buena fornicada o lengüetada, o como me dijo alguno, de una hembra que bien sabía lo que quería hacer.
Las cosas así no me quedó más remedio que despersonalizarme por completo, añadiendo la misma frase pero dejando a la mujer que habitaba en mí, fuera de juego y de todas las palabras. Mas todo indicaba que no había nada que hacer. La mayoría de hombres tienen una memoria selectiva para incinerar el hueco de sus deseos, y ésta vez demandaron al unísono para saber por mi desorientación sexual, respondiendo que en caso de ser portadora del sexo femenino pues claro que desearían que yo les ayudara, a empalmar sus impulsos aun a riesgo de ser yo una auténtica terrorista barrioaltera.
Mi última propuesta terminó anulando por completo mi existencia, y me descubrí como un hombre que ofrecía todo su aprendizaje y todas sus pericias. Como si dicho grupo no quisiera quedarse diezmado, un mismo porcentaje pero esta vez de «otros hombres», quedó encantado con el nuevo escenario que planteaba e interpelé vía urgente a todas mis conciencias. La primera de ellas me hizo ver que el lenguaje es un cúmulo de autocomplacencias registradas en el hemisferio subjetivo, y que bastaba un clic para convertirse todo él en un anhelo muy viable.
La segunda conciencia quedó atrapada entre dos tierras, y decidió que mejor era beber y que le den al mundo y a sus habitantes sin fronteras.
Considerándolo todo no me quedó más remedio que interrogarme por esa razón por la cual todos mis servicios habrían de confluir directamente en los afluentes de la sexualidad y no, por ejemplo, en mis capacidades matemáticas o logísticas. Y pensándolo un poco más, inquietante me resultó intentar comprender por qué los cuerpos estaban mercantilizados y solo les quedaba cotizar hasta en los supermercados.
Hoy desperté arrebatadoramente complaciente, y puse un nuevo anuncio. Mujer, 35 años, nadadora profesional e interesada en compartir océanos de esperanza se ofrece para disolverse sin cantos de sirenas.
Aún estoy esperando, la llegada de algún pequeño mar capaz de perderse en la comisura de mis asimétricas e inconmensurables latitudes.
Nadie parece entender, dónde quiero zambullirme, ni tampoco el color de mi piel.
28 de Enero de 2017
Intervención en el Club de Amigos de la Unesco de Madrid
Entre los papeles escritos y el tiempo permitido queda lo que aconteció en vivo. Y aquí os dejo toda la grabación de la charla, incluidas las preguntas e intervenciones del público.
Espero haber llegado a algún sitio… Un abrazo
No a la OTAN, no a las guerras
CAUM, Madrid, 28-01-2017
“La Unión europea contra Rusia – desinformación como arma de destrucción masiva-”
Photo by joséluis vázquez domènech
04- Así funciona el imperio pre-bélico (el decálogo)
Es indudable que entre la seguridad y la libertad, han optado desde hace ya mucho tiempo por la primera. Sobre todo, cuando se trata de preparar una nueva injerencia o una nueva acción delictiva contra el mundo.
Y dicha seguridad tiene la particularidad de que no se instaura como un principio de defensa, sino como una verdadera maquinaria que no cesa en su empeño de llevar la iniciativa.
Y como de lo que se trata hoy es de hablar de censura y desinformación, voy a terminar de perfilar cómo se las gastan la Unión Europea y Estados Unidos a la hora de diseñar sus particulares guerras.
Estados Unidos y la Unión Europea, con la inestimable ayuda y respaldo de la OTAN se han vuelto expertos en desencadenar nuevos tipos de contiendas; instigan y provocan lo que se vienen llamando revoluciones populares, claro está, en países perfectamente escogidos para sus propios intereses, y con dicha justificación, se lanzan a la conquista del universo, como patrocinadores (encima) de los derechos humanos.
Para ello, en perfecta sincronización con diferentes grupos sociales u organizaciones propias, exportadoras de la democracia y no gubernamentales que dicen trabajar por los derechos humanos, activan movimientos para encender la mecha. La mecha acaba convirtiéndose en grupos terroristas dirigidos a derrocar a los presidentes que Estados Unidos tiene en su particular agenda. No se trata de eliminar a los dictadores porque éstos reprimen a su pueblo, tan solo se trata de esbozar una imagen siniestra del jefe de estado hostil para los intereses norteamericanos, y se va preparando el terreno para la invasión.
Esta forma de actuar es letal porque es sencilla y está perfectamente ejecutada. Primero se dinamita el gobierno. Sin gobierno no hay ejército. Y sin ejército se crea el caos, que es el mejor terreno para sus intereses, que no son sino pescar en río revuelto.
Paralelamente, entran en juego dos operaciones sin las cuales no habría probabilidad de éxito. Por un lado están los personajes utilizados para ejercer de mandatarios, de líderes, de empresarios o de políticos que tienen asignadas las tareas a realizar. Estos sujetos, normalmente están en conexión directa o guardan relación con entidades o asociaciones que tienen un control exhaustivo de lo que está sucediendo en nuestro particular mundo.
Por otro, están los denodados periodistas en nómina y tertulianos, que guían con sus artículos y sus “opiniones” las ideas de miles de personas, influyendo poderosamente en una falsa percepción de lo que está sucediendo. Pero dentro de ésta estrategia es importante recordar la capacidad que tienen para llevarnos al engaño a través, precisamente, de estos analistas que tienen un perfil próximo al buen-rollismo y, por tanto, con una buena acogida social. Este grupo es uno de los resortes principales de la propaganda mediática, colaborador necesario para que las injerencias parezcan enfrentamientos religiosos, y para que la liquidación de presidentes se identifique con el furor de las masas enardecidas por las masacres de sus gobiernos.
Las cosas así, tenemos completado el mecanismo de destrucción masivo más sofisticado de este nuevo siglo. Pero para que no quede mucha duda al respecto y para contribuir a la pedagogía política, vamos a enumerar con precisión cómo se establece el calendario de lo que podríamos llamar “invasiones de guante blanco”.
01- Nada como identificar al supuesto enemigo, del que se quieren obtener pingues beneficios, y acusarlo reiteradamente, en todos los medios, a todas horas, y de todas las formas, de dictador, asesino y, si algo falla, de contrabandista o ladrón.
02- Difundir las noticias que mejor puedan cristalizar la imagen deseada, mentir hasta la saciedad, inventar cuantas más atrocidades mejor, y hacer de la prensa y la televisión el lugar perfecto para ello.
03- Crear situaciones insostenibles en los territorios que se desea conquistar. Esto pasa por introducir agentes secretos, militares, grupos terroristas, violadores y, a ser posible, rebeldes con causa. Éstos últimos como los verdaderos buscadores de la resolución del conflicto que ellos mismos generan.
04- Ante coyuntura tan sobrecogedora y dramática, responder desde altas instancias para acabar cuanto antes con semejante panorama, dando paso a organizaciones no gubernamentales para narrar los acontecimientos en su primera persona y, después, abrir las puertas de los cielos para que la OTAN haga justicia con sus bombas amigas.
05- Nuevamente valerse de la propaganda mediática para informarnos debidamente de que todo lo que está aconteciendo, es decir, una invasión, se realiza para defender a la población civil, castigada indiscriminadamente por sus propios mandatarios.
06- Recordar que no se quiere la guerra, pero que la situación requiere de una urgente determinación, y tal es así que incluso un buen número de intelectuales y artistas reclaman que no se puede esperar más y que es hora de entrar en acción. (La sociedad no puede permanecer callada y convocamos una manifestación)
07- Después de tan ardua defensa, instalar un nuevo poder amigo de los liquidadores, que vaciará las arcas de los bancos y dejará al país en una merma de difícil solución.
08- Saquear hasta el agua, privatizar los bienes básicos, adjudicar los contratos de reconstrucción a las empresas del país invasor, vender medio país a las grandes multinacionales, y hacernos creer que ya queda inaugurada una nueva democracia.
09- Dejar en la cuneta todos los cadáveres sin distinción, y comenzar la rehabilitación de la mano del olvido y la compasión.
10- Los grandes periodistas, con más de un premio todos ellos, hacen las maletas y nos trasladan con sus grandes reportajes a un nuevo foco de atención.
Y del mismo modo que pueden trasladarnos, no viene mal recordar que este decálogo, lo que viene a hacer no es sino ratificar las cuatro coordenadas que guían a la mayoría de los medios de in-comunicación; mentir, ocultar, censurar e inventar.
Colaboración para Iniciativa Debate y Ojos para la Paz
CAUM, Madrid, 28-01-2017
“La Unión europea contra Rusia – desinformación como arma de destrucción masiva-”
Photo by joséluis vázquez domènech
03- Guerra Contra La Información Alternativa
El gobierno de Estados Unidos ha aprobado una nueva ley, aportando para ello la nada despreciable cifra de 160 millones de dólares, con el fin de poner trabas u ocultar la información que no se ajuste a sus narrativas de propaganda.
La nueva ley obliga al Secretario de Estado a colaborar con el Secretario de Defensa, el Director de Inteligencia Nacional y otras agencias federales para crear un “Centro de Compromiso Global”, que tendrá como objetivo dirigir, sincronizar y coordinar los esfuerzos del Gobierno Federal para reconocer, comprender, exponer y contrarrestar todos los intentos de propaganda y desinformación de otros estados o agentes que persigan socavar los intereses de seguridad nacional de los Estados Unidos. Este centro se coordinará con las naciones aliadas.
Tal y como señaló Hilary Clinton: “Es imperativo que los líderes del sector privado y público intensifiquen la protección de nuestra democracia”. Y nada mejor para ello que atizar al presidente ruso acusándole de un continuo hacking para justificar la existencia y operatividad de este Centro planeado perfectamente con anterioridad.
El modus operandi ha quedado bastante en evidencia estos últimos meses, con una alocada y endemoniada maniobra de todos los medios occidentales. La estrategia era (y sigue siéndolo) bien clara; mostrar en portada cada jornada alguna noticia denunciando a Rusia de saboteadora o de ser capaz, incluso, de legislar permitiendo que se pueda pegar a las mujeres sin que ello conlleve castigo alguno. Una difusión de la propaganda más esperpéntica y entusiasta ejercida por miles de periodistas sin escrúpulos.
Pero hay más, dicha ley introduce la necesidad de derrotar todas las narraciones no deseadas, autorizando a los diferentes departamentos a utilizar todo tipo de tecnologías con diferentes prácticas, entre ellas, la de proponer que Google, Facebook y otras compañías tecnológicas encuentren maneras de bloquear o señalar ciertos sitios de internet como proveedores de noticias falsas o de propaganda rusa.
Los promotores de la ley mantienen que la amenaza informativa que están sufriendo es tan descomunal que requieren para ello del esfuerzo conjunto y continuado de todos los agentes y de todas las diplomacias. Precisamente ellos, quienes extienden la propaganda y la desinformación son quienes dicen sentirse indefensos, mostrando una y otra vez como ejemplo la filtración de los correos electrónicos de los demócratas, que para más inri, fueron la razón de la debacle de Hilary Clinton en su deseo de llegar a la presidencia. (Y recordémoslo, a pesar de que Julian Assange y el exembajador británico Craig Murray hayan admitido que los rusos no eran la fuente).
Estados Unidos es experta en hacer ley las más macabras ideas para asestar el golpe definitivo a su particular crisis de poder. Así, puede defender que se entrene y pague a activistas, a periodistas y diferentes grupos de la sociedad civil con tal de crear y difundir historias falsas que sirvan para su causa. Y los medios sociales son una vía estupenda para con la ayuda de los medios de comunicación hacer creer, por ejemplo, que Putin en realidad es vasco y militó en ETA en sus años mozos.
El trampolín de salida está siempre en un objetivo previamente diseñado, al que le sigue una posterior demonización del enemigo y la consiguiente “necesidad” de crear unas leyes que respalden cualquier tipo de intervención.
Entendemos mejor de este modo los movimientos que se están haciendo paralelamente en nuestra maltrecha Europa, como la propuesta de resolución “sobre la comunicación estratégica de la unión para contrarrestar la propaganda de terceros en su contra», aprobada en el Parlamento en base a un documento presentado por la exministra polaca Anna Elzbieta Fotyga, y que no representa sino la implantación de la censura contra los medios rusos.
Si nos detenemos y prestamos atención a los discursos occidentales, podemos observar cómo se van sucediendo las tramas e historias falsas en relación a aquellos personajes que desde la órbita del poder tienen a bien aniquilar. Es igual que hablemos de Bashar Al-Assad, Putin o el mismo Trump. La propaganda mediática es una apisonadora constante, y ahora Rusia está sometida a su continua intimidación.
Es igual que sea hablar de descuartizamiento de niños, de ataques con armas químicas, de bombardeos sobre hospitales, o de operaciones que tenían por objeto asesinar a los civiles de Alepo. Todo vale en esta farsa contemporánea donde es difícil poder contrarrestar la información desatada desde todos los ángulos y todos los frentes contra el más mínimo principio de neutralidad.
Y siendo precisamente algunos medios rusos los que ofrecen una alternativa a esta denodada política absolutista, se quiere a toda costa, acabar con ellos.
No se trata de que estemos en la obligación de denunciar estos modos contra todo aquello que afecte a Rusia, si no que estamos en la necesidad imperiosa de exigir una total libertad para que toda la ciudadanía tenga libre acceso a todos los diferentes cauces de información, actualmente monopolizados por las garras del pensamiento único y globalizador. Y todo porque resulta bochornoso observar cómo todos los canales de televisión y toda la prensa española están, por ejemplo, aliados en una única dirección, que imposibilita reconocer tan siquiera una pequeña parte de lo que realmente está aconteciendo.
Es inadmisible poder conformarnos con la supuesta mala suerte que tenemos cada mañana, amaneciendo con titulares que casi en su totalidad coinciden estrepitosamente en las mismas cosas y hasta con los mismos pareceres. Y así es, nuestros eminentes periodistas independientes hacen gala de su profesionalidad apuntando todos en la misma dirección: Rusia.
El cuento es tan repetitivo, tan absurdo y tan viciado, que llegan a proponer las más hilarantes noticias. Es decir, profesionalizados ya en el arte de menoscabar la figura de Putin se les va la mano de tanto insistir en dicho objetivo. Solo falta ya que nos digan que los 20.000 rusos que viven en la comunidad valenciana son, en su mayoría, asesores de Compromís y de Podemos.
No debemos olvidar que todas las narraciones que disientan o pongan en cuestión la verdad oficial son descartadas por principio, sin que importe quién las elabore y ni tan siquiera cómo. Y de esta manera quedamos a merced de un luto perpetuo, por la muerte sobrevenida de un periodismo que se ha vendido.
Periodistas como Rania Khalek, Max Blumenthal o Eva Bartlett sufren duras críticas y ataques, por la sencilla razón de que huyen de ese control establecido por la narrativa occidental sobre Siria, y aportan otros focos de atención para reflexionar sobre los acontecimientos.
Estamos dentro de un túnel, y la promulgación de la ley HR 5181, para combatir lo que el gabinete estadounidense llama “propaganda y desinformación extranjeras”, viene con hambre atrasada.
Es el último regalo de Barack Obama. La noche del viernes 23 de diciembre, el saliente presidente aprobó la “Ley de Autorización de Defensa Nacional (NDAA, por sus siglas en inglés)” del 2017, la cual pone sobre la mesa 611,000 millones de dólares para el Ejército durante este año. Esta ley deja las puertas abiertas a los programas de seguridad nacional y facilita las operaciones militares en curso en todo el mundo.
Pero lo que esconde dicha ley no es sino el proyecto que se presentó a principios de junio, “Ley de Propaganda y Desinformación Extranjera del 2016”, defendida por los congresistas Adam Kinzinger y Ted Lieu. Si, la misma que hace mención la HR 5181, que busca que “todo el gobierno, sin restricciones burocráticas, contrarreste la desinformación y manipulación extranjeras, que amenazan la seguridad y estabilidad del mundo”.
Nuevamente, los Estados Unidos, velando por nuestra seguridad.
CAUM, Madrid, 28-01-2017
“La Unión europea contra Rusia – desinformación como arma de destrucción masiva-”
Photo by joséluis vázquez domènech
02- Medios de comunicación, desinformación y consentimiento
Parece haber una opinión generalizada muy negativa sobre los medios de comunicación (nos engañan y manipulan), pero paradójicamente, se sigue creyendo en lo que cuentan los periodistas. No hay más que ver los efectos perversos que han suscitado muchas de las noticias en la percepción que una buena parte de la ciudadanía tiene sobre Rusia o sobre Putin.
Tal y como dice Ángeles Díez, estamos ante una contradicción muy extraña, puesto que “incluso sin creerles, nos comportamos como si les creyéramos”.
Pero hay varios puntos que nos pueden hacer entender el papel que realmente juega el mal llamado cuarto poder.
01- La prensa sostiene la creación de la mentira y es el respaldo de quien controla los designios de la sociedad. Su objetivo no es informar, sino convencer a sus lectores de su propia fatalidad (de la desigualdad y del consentimiento y la resignación ante su propia explotación). Y no importa que no salgan las cuentas, y que todas las empresas mediáticas estén en crisis, porque hay quien se hace cargo de su supervivencia, a cambio de falsear la realidad.
02- Los medios nos hacen entender el mundo, y de ese modo nosotros nos situamos en él. Los necesitamos para comprender, y ahí radica su fuerza. Y sabedores de esa fuerza, han monopolizado el relato del mundo, dejándonos huérfanos de otras noticias y otros modos de ver.
03- Construyen relatos coherentes y herméticos que no permiten que existan otras narraciones que vayan más allá de los que acuerdan el poder político y el poder económico.
04- Sostienen que forman parte de la democracia y de los sistemas representativos, por lo que argumentan que están al servicio de la población y que actúan como vigilantes del poder político. Pero esa función primigenia quedó ya muerta, cuando la banca mercantilizó cada rincón de nuestra sociedad.
05- Así, un sistema capitalista basado en la explotación, no puede subsistir sin la apropiación de los medios de producción de conciencia. Y con una delicadeza absoluta, convierten toda noticia en propaganda o entretenimiento, los dos pilares fundamentales para orientar el mundo de la percepción allá donde les interesa.
06- El periodismo se extinguió, y solo queda la propaganda que va a legitimar toda injerencia e intervención. Ya desde la guerra de Yugoslavia se viene produciendo el magnicidio de la comunicación, una especie de acuerdo multipolar donde difícilmente quedaba acceso para escuchar noticias que no fueran de la versión oficial.
07- Por muchos intentos que el gremio de periodistas haga por defender su profesión, la realidad les estalla en sus propias manos, cuando vemos que no cumplen ninguno de los requisitos necesarios para poder hablar de libertad de información. La existencia de muchos medios privados no significa en ningún caso que podamos hablar de pluralidad, porque todos beben de la misma fuente y pertenecen a los mismos grupos de poder (en la actualidad hay seis grupos mediáticos que controlan casi el 99% de la información que circula por el mundo). Todos trabajan con información pre-elaborada y ni tan siquiera procuran reconocerse más allá de su círculo de influencia. Es tan descarado cómo distribuyen las noticias (sobre todo aquéllas que podemos considerar “delicadas”), que la jornada de la liberación de Alepo tuvimos un día sin noticias, a la espera todos los medios de que les dictaran las oportunas instrucciones.
Todo parece indicar que esta realidad consigue desplazarnos de cualquier posibilidad de confrontar todo proceso histórico con garantías y con solvencia, porque terminamos atomizados y perpetrando así un verdadero castigo al conjunto de la sociedad.
Estamos perdidos si no somos capaces de recuperar el control de la comunicación, puesto que en manos de quienes está solo se reactiva la maquinaria de guerra y de disciplinamiento de la sociedad en general.
Y antes de que nos demos cuenta, ya convierten en ley la posibilidad de monopolizar el control de la información.
CAUM, Madrid, 28-01-2017
“La Unión europea contra Rusia – desinformación como arma de destrucción masiva-”
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01- Introducción
El ser humano en general no se caracteriza por su tendencia a asumir los errores. Aun es más, intentamos ocultar siempre que podemos todos aquellos acontecimientos de cuyas consecuencias podríamos no salir muy bien parados. Nuestra propia fragilidad nos delata y procuramos enmascarar dichos sucesos solventando así la ardua tarea de enfrentarnos a cada pequeña “tragedia”.
Es extraño, por tanto, que nos observemos asumiendo con total naturalidad el último disparate cometido, o criticando nuestra propia conducta en la inolvidable cena de navidad. Y así también, se convierte en inusual que podamos llegar a anunciar que estamos completamente desinformados, no vaya a ser que quedemos fuera de juego en el próximo debate sobre el Islam.
Pero no debemos tener miedo a expresarlo. Porque no solo estamos desinformados, sino que además nos sentimos francamente desorientados.
La razón de dicha desconexión de la realidad no es muy difícil de entender. El esfuerzo que cualquiera de nosotros ha de acometer para saber qué sucede en el mundo ha de ser mayúsculo. Y no lo dudéis en ningún momento, agotador.
Si pretendemos indagar sobre lo que acontece leyendo los periódicos de mayor difusión y viendo los diferentes canales de televisión, no tenemos solución. Estar informado cansa. Pretender saber requiere un sacrificio y, lo más importante, tiempo. Mucho tiempo dedicado al maltrecho arte de aprender.
La ecuación es sencilla. Calcula el tiempo que dedicas a investigar y reflexionar, y estarás más cerca de averiguar cuan informado estás.
Pero sucede en exceso que una vez indagado y con años ya de experiencia, son legión quienes piensan que a estas alturas nadie les va a convencer de que puede haber otra razón. Y se termina leyendo la misma noticia y entonando la misma canción, aunque el mundo haya cambiado, y nosotros mismos con él.
Por tanto, urge salir de vez en cuando, y escudriñar, hasta en los márgenes de nuestra propia catadura moral, hasta descubrir más fuentes de donde beber, y algún que otro agujero en nuestra piel.
No vamos a estar informados del todo, ni succionaremos principio alguno sobre la verdad. Se trata de ser capaz, entre todos, de poner sobre la mesa un nuevo enfoque, o alguna buena nueva sobre los principios que han de regir desde la diversidad y multiplicidad de reflexiones. Y agrietar un poco, aunque sea, el pensamiento único que está minando nuestra sociedad.
Bombardeos en Donbass
La despreocupación con que administramos nuestra relación con el mundo exterior es más que inquietante. Si por un lado tenemos esa manía de mirarnos en el ombligo, y a ello añadimos que solo reaccionamos cuando la propaganda mediática lo dicta, el resultado nos despoja de toda justificación y solo podemos cubrir nuestro rostro con el destello cegador que brota de la pantalla de televisión.
Las razones de las que podemos disponer para trasladar nuestra rabia a todos los rincones son innumerables. Pero como ya hemos analizado en varias ocasiones, el sometimiento de la censura, el engaño y el ocultamiento está dragando los pulmones de millones de ciudadanos que, apenas sin aire, solo respiran óxido informativo.
Han regresado las bombas a Donbass, y el ejército de Kiev vuelve a la carga con la ayuda inestimable de sus socios. Nada anuncian nuestros periodistas de guerra, ni aquéllos que dicen trabajar por la causa. Un vacío lúgubre cubre estas noches Lugansk, mientras los ataques se suceden en silencio cubriendo de miseria nuestra sospechosa manía de acudir en masa a protestar cada vez que así lo estiman los entrenadores de nuestras emociones.
Cada vez estoy más apesadumbrado, porque cada vez creo menos en el ser social, aquél que debería mostrar su empatía hacia todos por igual. Cada vez me reafirmo más y más…, en el hecho de que la apatía es mayor de lo que podía llegar a imaginar, porque a las puertas de nuestras casas siguen llamando con el sonido de las armas, y seguimos igual, en la liturgia de la indiferencia.
Photo by joséluis vázquez domènech
Las religiones te quieren hacer creer. La filosofía, en cambio, te invita a buscar el saber.
(Tú sabrás…, dónde ubicar las luces y las sombras en este acontecer)
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Me uno al grupo de activistas que rechazan el acercamiento de la OTAN a las fronteras rusas, y también a denunciar el acoso mediático al que se está sometiendo.
Dejo aquí un par de noticias al respecto, aparecidas en dos medios que Europa desea censurar. Forma parte de la charla que ofrecimos el sábado en el CAUM en un acto promovido por la Plataforma contra las Guerras.
En cuanto tengamos el vídeo completo del debate lo haremos saber
https://actualidad.rt.com/video/229710-activistas-otan-acoso-medios
https://mundo.sputniknews.com/opinion/201701291066558475-rusia-otan-relaciones/
Nos quieren camuflados, escondidos con el pensamiento único, pero seguiremos exigiendo que se olviden de sus balas y de sus bases militares.
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