Un dominio propio

Una de las más lúgubres maniobras de nuestras democracias es convertir la búsqueda de la verdad en delito y, de paso, hacer creer que las reflexiones que emanan de esa búsqueda sean consideradas subversivas o radicales.


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Breves

Photo by Joséluis Vázquez Doménech

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Así funciona el mundo

Hillary es abucheada en el inicio de la convención demócrata. Unos días antes se supo que desde las cloacas secretas del partido se hizo y deshizo para que su contrincante Bernie no terminara de romper los «planes». Michelle sale a defender su candidatura y ya tenemos el tren en marcha. No importa que los vagones estén llenos de miseria y la locomotora dé la espalda a quienes propugnaban un pequeño giro a la izquierda.

Todo sigue su curso. Llega Barack y sonríe a la primera mujer candidata a la presidencia. Se dirige a sus discípulos diciendo: todo el que beba de este agua volverá a tener sed… No importa, hay que beber, ahora hay que romper en aplausos al final de la convención, mientras todos de rodillas se olvidan del proceso, porque el proceso ya lo escribió Kafka y sabemos qué es. 

Así se explica la política, como un juego del que nunca nos podremos apropiar, ni siquiera cuando esté en sus horas más bajas. Un laberinto al que nadie puede entrar, sin ser antes un iluso o un cabrón más con quien poder contar. 

Ya han cortado la hierba para dársela de comer a su ganado…, siempre hambriento de más.


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Mafalda

Imagino que dentro de la niña que llevamos dentro, somos legión quienes la recordamos con afecto. Y ahí está, sentada en un banco de Oviedo, ajena al ruido del mundo, pensando qué «atrasado está el progreso», e interrogándose todavía «¿por qué esa vida que uno se gana tiene que desperdiciarla en trabajar para ganarse la vida?».

Que disfrutéis de vuestros días…

Photo by Joséluis Vázquez Doménech

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El despropósito de los «intelectuales»

Manifiesto a los diputados electos

Photo by Joséluis Vázquez Doménech

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Desde el presidente del Partido Nacionalista Andaluz hasta Joaquín Almunia, no lo olvidemos, ilustre ex vicepresidente de la Comisión Europea, y pasando por catedráticos de universidad y escritores convalecientes de ética, nos llega un nuevo manifiesto dirigido a los diputados electos, con el propósito de hacerles ver dónde reside el buen camino para sacar España de tanta y malévola incertidumbre. 

Según dicho grupo, se atreven «a indicar algunas cuestiones de primera necesidad que deberían de atenderse de inmediato» y estiman que «lo prioritario es investir un Gobierno que cuente con el respaldo suficiente para impulsar la estabilidad económica en el marco de nuestros compromisos europeos; para adoptar medidas sociales correctoras de las crecientes desigualdades; y para emprender una reforma… que aborde la articulación territorial».

Lo han llamado en muchos sitios un manifiesto firmado por muchos intelectuales y ex ministros. La «y» parece muy importante,  y algo de razón hay, porque parece difícil, muy difícil, ser ambas cosas al mismo tiempo. Hombres en su mayoría, «dedicados preferentemente al cultivo de las ciencias y las letras» (R.A.E.), que comparecen ante todo un país ungidos de pesadumbre y malestar debido a la caótica situación que desean resolver, y que no esconden su aversión y su antipatía contra todo un pueblo.

Dicen querer corregir las desigualdades. Gran obra la suya si fuera cierta. Pero se quedan tan a gusto con sus (no nuestros) compromisos europeos y su articulación territorial, que parece correrles por las venas como la sangre que les nutre en vida.

Si fuera cierto su deseo de acabar con la creciente disparidad en el reparto de las riquezas, hace tiempo que se hubieran levantado en palabras (las armas de los intelectuales). Razones no les hubieran faltado para contraatacar con el ánimo de tumbar las sucesivas reformas laborales, la ayuda inestimable a los bancos, las políticas económicas regresivas y tendenciosas, los misiles de la OTAN y sus bárbaras invasiones, los regímenes neo-liberales y sus desastrosas consecuencias, la reforma del artículo 135 de la Constitución, el feminicidio imperante en la sociedad, el caldo de cultivo de la violencia estatal, el terrorismo financiero de los mercados, la corrupción que engrasa y suministra de poder a sus amigos, la complicidad con monarquías millonarias, la servidumbre de la información con los grupos de poder, la falta de democracia, el olvido de la justicia y la imperdonable ausencia de este mundo despiadado y voraz.

Como decía, razones tendrían para dar y para regalar, para reunirse poniendo sobre la mesa las verdaderas preocupaciones y trabajar en lo posible aportando soluciones. Mil y una razones para escribir mil y un manifiestos, y ayudar a la gente a superar el estrangulamiento que está soportando la inmensa mayoría por parte de sus políticos, de sus instituciones, de sus falsos representantes y, ahora también, de sus queridos intelectuales.

Una forma más de menospreciar el valor de nuestras vidas, de proclamarse marchitos pensadores de las causas minoritarias. Os podéis meter vuestras preocupaciones en vuestras estilográficas doradas, porque tiempo habéis tenido para solidarizaros con la tragedia, con el menosprecio hacia los más pobres, con las guerras y con el incesante asedio del capital. Os podéis ir de paseo y fotografiar vuestros horizontes perdidos de egoísmo. Digo, os podéis ir al carajo con vuestras incertidumbres, a buscar acuerdos y soluciones en vuestras tertulias de café bursátiles. Dejad las sillas vacías para que las ocupe la ciudadanía.

¿Ahora venís con el cuento de que queréis corregir las crecientes desigualdades? Tengo un sarpullido en el estómago, y debo de acabar así este breve y directo texto, antes de que mi emulsión intelectual os zarandee como merecéis y vomite sobre vuestras soberbias preocupaciones.

Arriba el telón!

Colaboración para IniciativaDebate

 

 

 


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Recompensas del azar

Poemario Disidente

Photo by Joséluis Vázquez Doménech

Photo by Joséluis Vázquez Doménech

Nos zurcimos con nostalgia los pliegues de la piel  y luego desaparecimos. Ambos dos, promocionando la costumbre y la peculiaridad de no traspasar los extramuros de nuestras vidas.

Por aquél entonces yo estaba sumergido, y no precisamente en reflexiones poco profundas. No nos conocíamos de nada y, tal vez por ello, éramos absolutamente libres de ser recompensados por el azar.

Todo era ruido alrededor, y el silencio fue la clave para que decidieras acompañarme a aquella trasnochada habitación. Ni el sigilo ni mis reservas. Nos miramos dos horas antes y explícale tu al destino lo que supuso aquella aproximación, que nos llevó de peregrinación por algún reconocimiento arrinconado.

(Bueno, igual fui yo quién te acompañó).

Quise darle un sentido, pero antes de darle placer a neurosis alguna decidí retener entre mi pecho y el filo de tu espada el milagro del amor correspondido…, entre dos víctimas que detuvieron al amanecer por alijo de emociones y percepciones atrincheradas.

Ayer te extrañé, veinte años después, y me tiré a las calles vagando entre el recuerdo y la supuesta lucidez de mi cuerpo avaro. (Formas de derramar nostalgias y aplicar técnicas de grabado en tu propia litografía). 

Así es cuando menos te lo esperas, y pocas veces cuando lo confeccionas. No es entrañable exponerse paciente y dócil al sacrificio del escarceo. Las peripecias y los amaños amatorios son tan propensos al absurdo que es mejor no tener ocurrencia alguna y dirigirte sin rumbo hacia el abismo.

No hay mejor receta que el rayo que no cesa, cuando irrumpe desde las cumbres de la ignorancia y el estímulo se vuelve impulso que te subyuga.

Nunca más te volví a ver pero supe de ti, y que en tu cuerpo también quedó grabado…, un accidente que convirtió en precaria, la vida simulada que nos atropella.


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Periodismo

ContraCorriente:

Google Images - Vincent Brown

Google Images – Vincent Brown

Vincent Brown

Un representante del Banco Central Europeo se dirige a la audiencia para explicar las razones objetivas y, sin duda necesarias, tal y como él pretende mostrar, que han hecho posible el rescate de los bancos. En realidad, va a justificar los nuevos ajustes que han de posibilitar el pago de la deuda bancaria.

Un periodista hace lo que cualquier periodista debería hacer, y le pregunta cuáles son las razones que posibilitan estrangular la vida de los irlandeses (que nada tienen que ver con la quiebra de los bancos), al mismo tiempo que ayudan con billones de euros a quienes les han llevado a la ruina.

El resultado lo dice todo. Y ese todo, sigue siendo el enorme vacío que sostiene toda la tragedia. Una mentira acumulada tras otra, incapaz de mirar de frente al pueblo oprimido y desgajado.

Vincent Brown es un periodista irlandés, y no hace nada del otro mundo. Solo pretende denunciar el comportamiento de una supuesta secta neo-liberal que está desarrollando planes que favorecen exclusivamente a una selecta minoría. Pero éste mundo está tan corrompido y ajeno a la mayoría de la población, que su postura merece ser destacada en esta sección. 

Es un claro ejemplo de lo que nos sucede, y de que nos asombremos precisamente con aquello que debería ser parte de nuestra vida cotidiana, sobre todo parte de aquellos y aquellas que se hacen llamar periodistas.

 


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Nada cambia

Tela de Araña

Photo by Joséluis Vázquez Doménech

Photo by Joséluis Vázquez Doménech

El ataque intencionado de un ciudadano francés de origen tunecino contra la multitud, a los mandos de un camión, ha sido desde el primer minuto considerado por todos los medios un «atentado terrorista, yihadista, islámico, y continuación de la guerra contra Occidente que llevan adelante grupos extremistas».

Hollande, fiel a la ceguera que le caracteriza, y belicoso desde su corazón imperialista, nos hace llegar en su primera comparecencia que «toda Francia está bajo la amenaza terrorista, … es innegable el caracter terrorista del ataque, … somos fuertes y seremos más fuertes, lo juro, … y vamos a reforzar aún más nuestra acción en Siria e Irak».

¿Qué culpa tendrán los pobres sirios e iraquíes, que viven acciones como ésta día sí y día también? ¿Qué culpa tendrán, de que un ciudadano decida matar a casi un centenar de personas en Niza?

Es más que probable que los medios (y el propio Daesh) sean capaces de buscar una aguja en un pajar y dictaminen que hay una clara vinculación con Mohamed Lahouaiej Bouhlel, a pesar de que los servicios secretos y todas las fuentes policiales no tuvieran indicio alguno de ello. Pero os puedo asegurar que hay muchas más clarividencias para poder reconocer las razones de la «presencia» de Francia en Siria, Iraq, Mali, Níger o Somalia. Pero éstas no os las van a contar, no vaya a ser que vayáis ni tan siquiera a dudar de que Francia (desde hace tiempo), hubiera dejado de ser amiga de la libertad, la igualdad, y la fraternidad.

Estas palabras no dan la espalda al sufrimiento y al dolor causado por esta nueva tragedia, ni pretenden justificar acción alguna, ni permiten abrir los ojos al mundo conspirando contra la verdad oficial. Tan solo pretenden añadir nuevas piezas al puzzle, y que cada cual lo intente completar como pueda. 

Aquí os dejo tres pequeñas historias, para que podáis tejer vuestra propia tela de araña, y mi deseo de que tengáis un estupendo fin de semana.

https://cronicasdelhelesponto.wordpress.com/2016/02/01/de-damasco-a-paris-3/

http://www.nazanin.es/?p=12339

http://www.attac.es/2013/02/08/%C2%BFque-hace-francia-en-mali/