Un dominio propio

Una de las más lúgubres maniobras de nuestras democracias es convertir la búsqueda de la verdad en delito y, de paso, hacer creer que las reflexiones que emanan de esa búsqueda sean consideradas subversivas o radicales.


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Algunas Notas de Pedagogía Política

Nota Número 01

Dada la enorme dificultad que tenemos hoy en día para poder compartir cada una de nuestras exposiciones, vamos a procurar ofrecer una nueva narrativa dando voz a los protagonistas, para que de ese modo se vayan disipando todas las dudas sobre nuestras formas de maniobrar. El problema no reside tanto en aquello que escribimos, porque siempre procuro ser fiel a la investigación utilizando muchas fuentes y mucha documentación, sino precisamente en cómo lo escribimos. No hay posibilidad de argumentar con medios que deslegitimen la versión única, no hay manera de enlazar vídeos ajenos que echen por tierra sus argumentos y no nos permiten complaceros con testimonios que procedan del otro lado de su trinchera. Como ya sabéis, la Unión Europea con Borrell al frente está imposibilitando la libertad de información y, por ello, nos vemos obligados a esquivar la censura haciendo uso de otros recursos. Y que mejor recurso que comenzar con él.

Creo que no hay mejor forma de hacerlo. Os presento también un vídeo donde el periodista alemán Tim Sebastian (moderador del programa “Conflict Zone”) entrevista a nuestro Alto Representante de la Unión Europea Para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad. Hay dos momentos sin desperdicio, que van desde el minuto 04,15 y 10,20 respectivamente. Quienes eligieron a Josep Borrell para encabezar la comitiva anti-rusa y pro-belicista sabían muy bien lo que hacían.

OTAN No, Bases Fuera


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Casi todas, son nuestras muertes

Al menos 63 personas muertas al chocar una patera contra la rocas en algún punto de la costa italiana.  

Sabemos perfectamente quiénes son los culpables. Podríamos salir a manifestarnos contra nuestros dirigentes y sus mordidas, contra las invasiones y sus temibles consecuencias. Pero no nos ayudan los medios, y entre todos no atinan a estudiar las causas y ofrecernos las mejores soluciones para atajar tantos desmanes. Hoy, dos días después de tan triste acontecimiento, dan carpetazo a la noticia y siguen aleccionando al mundo contra Rusia y favoreciendo el más hostil de los fascismos. Algo, qué duda cabe, mucho más importante que la muerte de miles de desahuciados. 

Y así, en pocos días, ya nadie hablará de los afganos y sirios que han amanecido ahogados en Europa. El mismo continente que los inmovilizó y diezmó en sus propios hogares con las políticas atlantistas y aniquiladoras que… casualmente, les hizo huir de tanta miseria.

Como ya nos tienen acostumbrados, los periodistas no se atreven a contar como deben tanta barbarie, y nos emocionan con las políticas antimigratorias y los problemas que tenemos para acogerlos como merecen (apoyándose a menudo en documentales o reportajes que arrasan…, pero que no ayudan).

Somos, los occidentales, una población a la que nos dió no hace mucho por regresar a nuestro origen colonizador y, por tanto, explotador. Muy sutilmente, eso si. Nos lo contaron como un sueño, la reconstruccion de una Europa «desarrollada». Aunque en realidad, nunca fuimos capaces de dejar atrás nuestra querencia al saqueo. Por más que mucha gente se imaginó que somos el jardín del mundo, no somos más que ese pueblo amante del libre mercado y su rampante capitalismo (con todas sus consecuencias, claro).

África nos debería juzgar, pero no en la Corte Penal Internacional de la Haya, sino desde la mirada desnuda de esas millones de madres que ven partir a sus hijos (cuando no se les mueren entre sus brazos). Asia Occidental debería hacer lo mismo, y dejar a cada ciudadana y cada ciudadano europeos  ateridos de frío y terror durante diez inviernos, bajo la amenaza y el ronquido de balas nocturnas bendiciendo nuestros sueños.

Vivimos una época de negligencia y balones fuera, felices con la prosperidad lograda a través del hurto y la violencia, y aplaudimos la llegada de la inteligencia artificial cuando la primera no rebasa ni los límites del más mínimo de los humanismos.

En la gran pantalla plana vierten la tristeza como si las víctimas tuvieran la mala suerte de haber nacido justo donde nuestros representantes acordaron robarles, y nos colapsan con tanta tragedia sin mencionar nunca que llevamos varios siglos succionando otros pueblos y a sus gentes, para engalanar nuestras maravillosas fiestas  democráticas pero ilegítimas.

Nuestro mundo es una falacia, y el suyo será pronto la respuesta debida. Ojalá nos aniquilen pronto, y descubramos cuanto antes, uno nuevo.

Sabemos quiénes son los culpables, pero nada hay más difícil que arrojar piedras sobre tu propio tejado, y nada más ruin que culpabilizar al otro por no ser capaces de reconocer los «daños colaterales» del inigualable tejido cultural occidental.

Quiero y necesito recordar, que todas las vidas rotas del Mediterráneo, todas y cada una de ellas, son los ingredientes que nos sobraron cuando cocinamos, no hace tanto, nuestro futuro.

OTAN No, Bases Fuera


Pacifismo sin escrúpulos

Siendo el objetivo de la OTAN derribar su muro del este y el de Estados Unidos la adquisición de poder a cualquier precio, no son de extrañar sus incesantes movimientos para instaurar un nuevo proceso de control social y de sometimiento, cada vez más cerca del autoritarismo y de la supresión de derechos fundamentales.

Otra cosa es llegar a comprender la catarsis popular, que en nombre de un pacifismo televisado, adquiere tintes hegemónicos y de propaganda universal. Si no fuera por las tristes consecuencias que todo ello va a tener en un futuro muy cercano, los acontecimientos devienen inverosímiles y hasta cómicos.

Del mismo modo que millones de personas “padecieron” sufrimientos ostensibles durante el abandono de Afganistán por parte del imperio, y empatizaron como nunca con sus mujeres hasta el punto de querer traerlas a todas a nuestro occidente tan amigable, ahora las mismas personas vuelven a pasar por ese proceso de humanismo incontrolable, y quieren traer a todos los niños ucranianos para adoptarlos y ayudarles alejándoles del ruido de las bombas.

Del mismo modo que millones de mujeres siguieron la estela del me too, abanderadas por Hollywood y Femen, y decidieron salir a las calles y hacer la revolución sin exigir una verdadera transformación, ahora las mismas personas gritan a los cielos para que todas las palomas blancas aleteen con sus consignas antibélicas.

Del mismo modo que media población de repente se sintió ecologista y admiró el enorme trabajo de la juventud liderada por Greta Thunberg, y tomó la decisión de tomar las calles para cambiar el planeta (mientras las verdaderas líderes eran asesinadas sin contemplación alguna en Latinoamérica), ahora las mismas personas contraatacan señalando a Rusia sin miramientos.

Del mismo modo que la población europea se encandiló con un tal Obama, y aplaudió hasta con las orejas su triunfo electoral, a la búsqueda como estaba de líderes justos y poco agitadores (olvidándose milagrosamente de todas las guerras que provocó), ahora las mismas personas exigen con los corazones rotos la paz perpetua como si les fuera la vida en ello.

Del mismo modo que los medios señalan con el dedo, y la gente avanza a paso firme al lugar señalado, llegará un día en que perseguirán comunistas y algún que otro periodista despistado. Y llegará un día en que impondrán sus designios a la luz de la censura institucionalizada, y arropados por la mágica autocracia global saldrán a las calles a celebrar el triunfo de una nueva forma de tiranía, encubierta de mayorías de temerosa ignorancia.

En una de mis últimas intervenciones advertí con claridad que podíamos caer más bajo aún y, en el breve plazo de un mes, hemos caído al precipicio. Habitantes de todas las urbes piden la paz hasta en la cola de los supermercados, los estadios se llenan con las banderas ucranianas, las calles estallan con el estruendo de millones de voces contra las batallas, los gobiernos se apresuran a lanzar sus ayudas humanitarias, y los informativos…, los informativos arruinan nuestras vidas. “Acaba de comenzar una guerra”, y todas las campanas repican en las conciencias de las personas.

Esas personas… ¿Dónde habitaban hasta ayer? ¿Dónde escondían su rabia y su dolor? ¿Dónde depositaron sus palabras y sus miedos? ¿Dónde protestaron ante las tropelías? ¿Dónde escribieron de impotencia y doloridas? ¿Dónde olvidaron sus vergüenzas?

De la noche a la mañana, las mismas personas, todas y cada una de esas personas descubrieron que había una guerra, y que semejante despropósito no se podía tolerar. Emocionadas e impulsadas por un destello interior, y armonizando con un nuevo mundo, se despojaron de todas sus vestiduras y se encaminaron con paso firme hacia una nueva regeneración de sus vidas y el planeta. Y por todo ello, les estamos sumamente agradecidos. Y si no fuera porque no nos lo permiten, estamos a nada de exigir que el próximo premio nobel de la paz sea para todas ellas, como sorprendente labor humanitaria nunca vista hasta ahora.

Arremeter contra Putin se ha convertido en un deporte olímpico, pero no es más que una automatización de la mirada enquistada. Es tan sencillo lanzar dardos contra su diana como alabar, por ejemplo, la resistencia de un pueblo luchando por su vida. Las dos caras de la misma moneda. Las dos caras del desconocimiento.

Estados Unidos sale de nuevo indemne y, lo que es peor, reforzado en su inquebrantable carrera para que Europa se mutile, y Rusia se descomponga. Es una jugada tan malvada como planeada, pero la ciudadanía de este continente está maltrecha, herida por una afección informativa espartana. Incomprensible, pero real. La cultura del monopolio globalizador ha hecho estragos, y sus redes han atrapado hasta al austero lector de novelas de evasión. Lo vamos a pagar caro, muy caro.

De nada sirve que cien guerrilleros de las redes lleven años interceptando los mensajes que lanzan los políticos y sus amigos los periodistas desde sus guaridas, y los divulguen avisando de la catástrofe. De nada sirve que llevemos años mostrando, con toneladas de información y documentación los planes del imperio. De nada sirve gritar en medio del narcotizado aforo del capitalismo; el público se entretiene con todo aquello que se divulga, como pez hambriento en medio de un mar extenso y sin vida.

Se sale a los balcones con la misma facilidad con que uno se puede ir de compras. Y hoy, se habla de la guerra como si ayer no la hubiera. Siria, Sudán del Sur, República Centroafricana, Nigeria, República Democrática del Congo, Afganistán, Irak, Yemen… No. No hay guerras en el mundo. La primera desde 1945 es ésta de Putin. La más tenebrosa, la más escandalosa, la más impune.

Todo lo demás es un simple juego, una invención comunista para distraer a los conspiranoicos. No hay maldad en el mundo. Solo Rusia encierra una crueldad necesitada de cirugía. Pero estamos acostumbrados. Las cerillas alumbran más cuando toda la cajetilla se enciende al mismo tiempo. Y todo occidente está ahora mismo ebrio de luz, iluminada por la OTAN y los Estados Unidos de América. Siento cada vez más vergüenza del mundo que me rodea.

El 02 de mayo de 2014 fueron quemados vivos en Odesa, por los neonazis ucranianos, 36 miembros de organizaciones comunistas y de izquierda. Asesinados por los mismos grupos neofascistas que respalda Ucrania y, por tanto, la UE y EEUU. Quienes sobrevivieron en la Casa del Sindicato donde se produjeron los tristes sucesos, fueron enviados a prisión, acusados de terrorismo. Pero los pacifistas que ahora brotan como setas no olieron esos cuerpos calcinados, dado que sus informantes nada les dijeron.

En la charla que dimos en el Club de Amigos de la Unesco, Javier Parra, José Couso, Evgeny Evdokimov, Purificación G. De la Blanca y yo, el 28 de enero de 2017, denunciamos el acoso y derribo a Rusia. Hablamos de la estrategia del caos, del nuevo orden mundial, del papel de la OTAN y de otras muchas historias muy tristes. Lógicamente, no os contaron nada de esa charla en televisión. Pero quienes fueron, saben muy bien lo que allí aconteció. Saben muy bien que todo lo que hoy está sucediendo, es algo tan sencillo como un plan. Que viene de atrás, del lejano occidente. Y, lógicamente, no es que no nos pille desprevenidos, es que todo nos termina por hacer mucha gracia. Oliver Stone piensa lo mismo. Desde que produjo el documental sobre Ucrania del que ya dimos cuenta, está desterrado, por intentar ser un periodista. Julian Assange también sabe mucho de eso. Está encerrado, por intentar ser un periodista. Hace pocos días detuvieron en Polonia, en un pueblo fronterizo con Ucrania, al reportero vasco Pablo González, por intentar ser un periodista. De las millones de personas que éstos días están compungidas y clamando por el arresto de Putin no van a detener a nadie. Sencillamente, porque el bando de los buenos y de los demócratas está de parte de Ucrania.

Desde 2014 a 2022 se calcula que el gobierno de Kiev ha matado a unas diez mil personas en el Donbass, con continuas incursiones y bombardeos, sin que un solo medio de comunicación de masas nos informara de ello, sin que un tierno pacifista europeo clamara al cielo ante la barbarie. Una persecución contra una población olvidada por un dios nada poderoso.

El departamento de propaganda sabe de sobra cómo engañar a la población, cómo domesticar y cómo afianzar los valores adecuados para su causa. El goteo continuado de información antirrusa ha hecho de Europa, durante todo este siglo, un enjambre de ciudadanas y ciudadanos ejemplares, convirtiéndolos sutilmente en belicistas pro OTAN. Si, en auténticos belicistas, apadrinados por la histeria colectiva y el miedo, incendiando su lado amable y quebrado de información delictiva.

Para quienes llevan mucho tiempo luchando, de verdad, contra las guerras, el actual capítulo ucraniano es una especie de consolidación del final de una era. El telón ha caído, y un nuevo capítulo de nuestra historia comienza a abrirse paso. Sobre el escenario, las arenas movedizas europeas.

Como escribe Heden Delnz, Ucrania no es más que un caballo de troya introducido por los EEUU en la frontera, y éstos vuelven a abrirse paso colocando los cimientos para nuevas guerras en Europa (entre europeos), para que puedan salvar así su agonizante modelo capitalista. Pero eso sí, sin que caiga una sola bomba en su país, mientras nosotros nos destrozamos sumisos a sus consignas.

El primero de marzo Joe Biden ofreció su primer discurso del estado de la Unión: “Pasaremos esta prueba. Para proteger la libertad y la autonomía, para expandir la equidad y las oportunidades. Salvaremos la democracia”. Muy interesante. Los mismos que provocaron el cambio de gobierno en Ucrania y financiaron a grupos nazis y se sirvieron de ellos para sus propios propósitos nos dicen que van a salvar la democracia. Los mismos que la pasada semana trasladaron a unidades de combatientes de Al-Qaeda al frente ucraniano nos dicen que van a proteger la libertad. Y mientras, el mundo lo celebra. El mundo aplaude las restricciones, las amenazas, los embargos y las sanciones económicas, deportivas y culturales a Rusia. Estamos jugando con fuego, y Europa, sobre todo, está dando alas a un nuevo tipo de fascismo, que deambula de un lado para otro, a través de “grupos rebeldes” que son capaces de instalarse en las cúpulas del poder. Jugando con fuego.

OTAN No, Bases fuera

posdata con un poco de humor: La Federación Internacional Felina (FIFe, por sus siglas en francés) también se ha sumado a las sanciones contra Rusia y ha decidido imponer restricciones a los gatos criados en el país euroasiático.

En un comunicado, la entidad afirmó estar «conmocionada y horrorizada» por la operación militar rusa en Ucrania y que no podía quedarse de brazos cruzados. Por esa razón, decidió que a partir de este 1 de marzo «ningún gato criado en Rusia puede ser importado y registrado en los libros de pedigrí FIFe fuera» del territorio ruso.

Además, «ningún gato que pertenezca a expositores que vivan en Rusia podrán participar en ninguna feria organizada por la FIFe fuera».

Como han sugerido algunos internautas, estaría bien que Occidente imponga sanciones al viento del norte, que sopla a través de Rusia.


Por fin una política sensata

La europarlamentaria irlandesa Clare Daly. (Le quedan 2 telediarios). ¿Ayudará a que alguien abra un poco más… los ojos? La guerra informativa contra Rusia la dejó bien atada Obama justo antes de terminar su mandato. Desde entonces, todo ha sido coser y cantar con una Unión Europea arrodillada ante EEUU, aun a costa de ir en contra de los intereses de la ciudadanía europea. Escribiremos más adelante sobre ello.

https://www.facebook.com/PeriodicoElCiudadano/videos/clare-daly-eurodiputada-ante-conflicto-de-rusia-otan-usamucha-de-esta-informaci%C3%B3/1011540573117229/

(Me han eliminado el vídeo que, en su día, dejé incrustado aquí. Y he de decir que esto está siendo ya habitual, por lo que he de ir actualizando la información con las herramientas disponibles).


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Saludo

Conferencia Paz y Solidaridad parea Siria

Hoy al mediodía me corresponde, en nombre de Ojos Para la Paz, hacer el saludo protocolario de nuestra organización, en el acto de clausura que tendrá lugar en el Centro Cultural Moncloa. Estáis todas y todos invitados.

Diré así…, después de un momento de silencio…

«En Siria y en muchas otras partes del mundo, miles de personas esperan pacientes a que el silencio sea el abrigo de sus sueños. Ese silencio que aquí se hace tenso, es el eco de su esperanza; es la ausencia de todas las explosiones y el comienzo de una nueva vida.

Me llamo joséluis vázquez domènech y pertenezco al colectivo internacional Ojos Para la Paz, que desde el primer momento entendió la necesidad de poner en marcha el Movimiento de Apoyo a Siria. Ojos Para la Paz nació tras el asalto de la OTAN a Libia en 2011, y fueron dos mujeres como Leonor y Purificación quienes abrieron las puertas a cientos de personas para que hoy seamos un gran grupo exigiendo la no injerencia, el cumplimiento del derecho internacional, la justicia, la paz, y el silencio…

Son muchas más de las que creemos, las personas que trabajan desde sus pequeños cobijos para poder transformar esta triste realidad.

El 28 de enero, en un local de Vallecas, 16 personas nos reunimos con el objetivo de apoyar a un pueblo que está siendo ultrajado desde hace seis años. Tal y como venían sucediendo los acontecimientos, y ante el clamoroso desembarco de cientos de periodistas retenidos ante la verdad oficial y presenciando la deriva en la que se han habían situado infinidad de personas a título individual y muchos partidos de izquierda, vimos necesario abrir las puertas a una masiva convocatoria. El primer documento que surgió de allí se bautizó como «Acta de Constitución del Movimiento de Apoyo a Siria». Las primeras intervenciones y decisiones fueron resolver cuál sería el nombre que deberíamos dar a dicha movilización. A partir de ahí, un largo e intenso recorrido. Viendo aquella imagen y reteniendo hoy todo lo acontecido estas dos jornadas, creo que puedo llegar a expresar que la magia existe, y que hay personas dispuestas a dar pasos hacia adelante aun a costa de mitigar el tiempo en sus vidas, de dormir poco, de viajar mucho, y de mostrar una preocupación latente por la consecución de la paz en el mundo.

Ésta misma preocupación, que se convierte en angustia en más de una ocasión, creo que también la sufren millones de personas en el mundo. Y de ello quiero hablar un momento.

Pocas horas después de que Estados Unidos bombardeara la base aérea de Shayrat lanzando 59 misiles desde dos buques de guerra (el USS Ross y el USS Porter) que tienen a bien pernoctar al norte de la bahía de Cádiz, los avances informativos de medio mundo coreaban al unísono la misma consigna: «gran parte de la comunidad internacional avala dicha acción».

Pero quienes estamos aquí no somos parte de su comunidad internacional. Quienes estamos aquí tampoco somos nadie para los medios de comunicación que asumen sin rubor su papel colonizador. Pero estamos aquí…, para recordar entre otras cosas que la comunidad es un ente plural formada por una ciudadanía que, en su mayoría, aborrece las guerras y no quiere saber nada de los incesantes juegos armamentísticos con los que someten a medio mundo. La comunidad está harta de que en su nombre se proyecten y ejecuten las más insolentes acciones bélicas y, lo más importante, la comunidad no duerme solo en las parcelas de Occidente. Hay comunidad, más allá de Europa y más allá de los Estados Unidos de América. Hay una inmensa mayoría al otro lado de nuestro escudo protector que también tiene voz y, aún más, tiene derecho a la vida.

Photo by joséluis vázquez domènech

Ni la OTAN ni la Unión Europea representan a la mayoría pacífica de un mundo que someten a sus caprichos y sus malvadas pretensiones.

Un gran número de periodistas deberían hacer valer estas pequeñas matizaciones y acostumbrarse a inyectar un poco de profesionalidad a sus subversivas desinformaciones.  Y deberían de saber que no existe comunidad alguna en el mundo que respalde la guerra (a excepción de aquella que ha sido empujada a ella). Solo hay un grupúsculo de francotiradores apostados en los balcones de los Estados que apuestan por las bombas, bien pagados por quienes financian los genocidios y las invasiones, por quienes domestican hasta las tierras de cultivo y explotan las nubes de algodón.

No existe ese consenso de la comunidad para avalar el terror, no vinimos al mundo para apadrinar el hostigamiento continuo, no formamos parte de ninguna red de bandoleros que claman ni tan siquiera venganza, no nos acostamos pensando qué país queremos invadir mañana, no nos gusta dar la mano a quien siembra terror bajo las montañas, no incentivamos el desprecio hacia las otras personas y, qué duda cabe, tampoco participamos de ninguna cruzada contra nadie.

Todo ello no es sino parte del juego de quienes buscan una y otra vez la guerra para apoderarse del control y de todas las riquezas. Todo ello solo representa a la voz del amo y quiere callar la boca al pobre y al inocente pueblo agraviado. Somos mayoría quienes clamamos por un mundo justo y en paz, quienes luchamos y lo seguiremos haciendo, contra los misiles y la mayoría de medios de comunicación.

Han invadido Siria, la han bloqueado y han expandido el caos. Y al igual que ocurrió en Libia, la historia se repite. Hay que recordarlo, y debemos seguir haciendo frente a esa banda de malhechores que insisten en divulgar sus bárbaras pedagogías llenas de capitalismo y de mala fe.

De aquél 28 de enero en Vallecas, queda hoy registrado este grito de paz y solidaridad con el pueblo sirio.

En nombre de todas las personas que formamos parte (desde muchos de los rincones del mundo) del colectivo Ojos Para la Paz, no a las Guerras, no a la OTAN, no a las Bases Militares, y un abrazo inmenso a quienes desean terminar con el estruendo de las bombas y el ruido de las falsas palabras.»

 


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La Guerra Mediática (III)

Los cuatro jinetes de la «Democracia Europea»

Del mismo modo que al hablar del matrimonio podemos hacer alusión a la endogamia o la exogamia, al matrimonio por captura o por consentimiento, referirnos a la monogamia y la poligamia, a la poliandria y a otros muchos factores e ingredientes que hacen de ésta institución social una costumbre que ha vivido muchas alteraciones, lo mismo deberíamos hacer con el concepto de Democracia.

Sabemos que desde los análisis de las “formas reales de gobierno” realizados por Aristóteles hasta hoy ha habido transformaciones muy profundas, y también sabemos que los diferentes tipos de gobierno que se han ido estableciendo a lo largo de la historia han estado siempre más cerca del poder que de la ciudadanía. Desde el siglo V antes de Cristo, al menos en el uso teórico del término (porque su implantación generalizada bien podría decirse que apenas ha tenido una repercusión real en ningún lado), cientos de filósofos, pensadores, politólogos, ideólogos, y un sinfín de predicadores, se han ido posicionado con respecto a esa combinación que habría de darse entre los factores políticos, económicos, el estado y sus leyes y el conjunto de la ciudadanía. Y en líneas generales, podemos llegar a la conclusión de que nos han estado tomando el pelo.

Es lógico que pararte a pensar en la Edad Media o en el periodo de entre guerras sobre cuál habría de ser el sistema perfecto para administrarnos mejor como sociedad nos llevaría a posicionamientos bien diferentes porque partiríamos desde premisas altamente contaminadas por el ritmo de los acontecimientos. Pero ello no nos puede nublar la mirada para ser incapaces de ver que el pueblo, siempre, termina bajo el yugo de grupos sociales dominantes. Es igual que hablemos de ciudades-estado o de estados nacionales; la amenaza siempre ha sido constante y las democracias no han dejado de estar asediadas o, en el peor de los casos, abortadas antes de que pudieran florecer en el descampado de la esperanza.

Actualmente, y para ir concretando, basta señalar que lo único que experimentamos es el señuelo de la democracia, y basta comprobar para ello la ingente cantidad de reglamentaciones existentes para, precisamente, negar a la ciudadanía su posibilidad de participación. Queda claro que quienes dicen ser nuestros gobernantes se apropian de todas las licencias  para consagrar sus arbitrarias formas de articular el poder, y subsiste así una estrategia que inmediatamente conduce a  una ruptura importante entre las estructuras estatales y el conjunto de la sociedad.

No hay más que observar la foto de los cuatro mandatarios reunidos en Versalles días atrás, que sin vergüenza alguna manifiestan cómo ha de ser el futuro de la Unión Europea. ¿Quiénes son Merkel, Rajoy, Gentiloni y Hollande para determinar por obra y gracia del espíritu santo el devenir de millones de personas de las que pasan olímpicamente?

Google Images

Estamos enfrentados a manipulaciones sociales de alta intensidad. Y los medios de comunicación, en vez de plantearse qué clase de legitimidad y en base a qué criterios (u órdenes) se establece dicha cofradía, celebran el enorme valor de éstos inadaptados sociales para salvar Europa de una catarsis que ellos mismos manipulan. El núcleo duro de la intransigencia!

Su único fin es limitar la defensa de nuestros derechos y profanar los valores de nuestras libertades, y nos someten “en nombre del bien común”.

Uno de los mayores males de nuestras democracias es que se ha ido extendiendo la creencia de que las leyes son el fundamento de las causas justas. Y viene bien recordar a Montesquieu, “Una cosa no es justa por el hecho de ser ley. Debe ser ley porque es justa”.

No conozco ninguna definición de Democracia que se ajuste a nuestra realidad política y social. Por tanto, es urgente no permitir que se siga hablando de ella desde el menosprecio generalizado, y disponernos a renombrar nuestro sistema de gobierno con cualquier término que le haga, esta vez sí, justicia.

En cambio, conozco miles de ejemplos y argumentos que confirman la tesis de que estamos imposibilitados para poder hablar del “gobierno del pueblo”.

La manipulación del lenguaje es una carga pesada que debemos abandonar.

Capitalismo y Democracia son incompatibles. Es más, el primero solo busca la concentración de poder contra la posibilidad de abrir cauces de participación ciudadana y tiene una visión instrumental de la democracia. Esto es, ésta únicamente es buena cuando funciona dentro de un marco determinado de relaciones sociales y de propiedad. Tal y como señala James Petras, el capitalismo tiene una visión relativista: “Cuando extiende sus intereses y fortalece sus posiciones estatales está en la onda democrática. Cuando sus intereses están violados y amenazados, pasan a la política opresora y apoyan un régimen autoritario.”

Todo indica que la gente no comprende realmente lo que nos han hecho. Solo tenemos el derecho de aceptar lo que otros deciden por nosotros. A eso le llaman Democracia y aun así se sigue yendo a votar.

Grecia fue quien marcó el camino de la democracia, pero también donde se crearon el drama y la farsa para sus espectáculos teatrales. Y como perfecta representación de dichos elementos, a la que hemos asistido estos últimos años, tenemos el ejemplo perfecto de lo que hoy se entiende en Europa por Democracia. Con Alemania al frente, y con el excelente trabajo de los medios de comunicación, nos han hecho creer que el país heleno no es sino una banda de irresponsables defraudadores y que por ello han caído en desgracia.

Es cierto, hicieron muchas cosas mal, pero fue todo un entramado financiero y político el que ocultó una miserable maniobra. Cuando Grecia fue admitida en la zona euro nuestras queridas instituciones, a pesar de su evidente fragilidad y de sus escasos recursos, consideraron que existían todas las garantías necesarias para recibir créditos masivos y baratos. Llovieron sobre Atenas ofertas de financiación a tipos de interés de risa, en particular por parte de bancos alemanes y franceses que incitaron a los gobernantes helenos a endeudarse a bajo coste y a largo plazo para adquirir principalmente material militar alemán y francés.

Hoy podemos hablar de un país humillado y aniquilado, que ha perdido el 26% de su PIB, donde los salarios han bajado un 14%, el 20% de la población no puede permitirse una comida y donde la falta de vivienda se ha triplicado en los últimos años.

Son algunas de las consecuencias concretas de lo que permite y subvenciona la Unión Europea. Una unión que establece sus parámetros de actuación en términos de dinero, y de la que podemos decir con tranquilidad que no basa sus acuerdos a partir de la solidaridad, sino desde la estrategia de los mercados. El euro, que supuestamente iba a ser el primer punto de partida para la integración está resultando ser el mecanismo perfecto para abrir la brecha de la desigualdad y la existente entre los países fuertes y los débiles.

Hay lecciones que nunca deberíamos olvidar, pero el rodillo de la guerra mediática sostiene con precisión las mentiras y el sillón que hay que respaldar. Alemania quedó humillada por el Tratado de Versalles, y casi 100 años después hace lo propio con el pueblo griego, un pueblo que le brindó su ayuda en 1953 en el Acuerdo de Londres.

Este Acuerdo sobre la deuda externa germana consistió en la quita o anulación de una gran parte de esa deuda por parte de los países acreedores. Grecia formaba parte de ese grupo y votó a favor. Así, este hecho fue clave para la rápida reconstrucción de dicho país, hasta el punto de que su crecimiento supuso su resurgimiento como potencia mundial.

Ningún Sistema Político que depositara su confianza en el poder del pueblo obraría de tal manera permitiendo hechos tan lamentables como los que protagonizan nuestros impresentables gobernantes. Pero este es tan solo un capítulo, una nimiedad en el vasto territorio que ocupan las inexistentes democracias.

Para quien no lo haya visto, tiene aquí la oportunidad. Deudocracia, un documental que busca las causas de la crisis y de la deuda en Grecia, y que propone soluciones que los gobiernos y los medios de comunicación dominantes ocultan y lo seguirán haciendo…, hasta que ya sea tarde.

Por favor, dejad ya de hablar de democracia.

Colaboración para Iniciativa Debate

 

 


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Mi intervención en el Club de Amigos de la Unesco de Madrid I (segunda entrega)

CAUM, Madrid, 28-01-2017

 “La Unión europea contra Rusia – desinformación como arma de destrucción masiva-”

Photo by joséluis vázquez domènech

Photo by joséluis vázquez domènech

02- Medios de comunicación, desinformación y consentimiento

Parece haber una opinión generalizada muy negativa sobre los medios de comunicación (nos engañan y manipulan), pero paradójicamente, se sigue creyendo en lo que cuentan los periodistas. No hay más que ver los efectos perversos que han suscitado muchas de las noticias en la percepción que una buena parte de la ciudadanía tiene sobre Rusia o sobre Putin.

Tal y como dice Ángeles Díez, estamos ante una contradicción muy extraña, puesto que “incluso sin creerles, nos comportamos como si les creyéramos”.

Pero hay varios puntos que nos pueden hacer entender el papel que realmente juega el mal llamado cuarto poder.

01- La prensa sostiene la creación de la mentira y es el respaldo de quien controla los designios de la sociedad. Su objetivo no es informar, sino convencer a sus lectores de su propia fatalidad (de la desigualdad y del consentimiento y la resignación ante su propia explotación). Y no importa que no salgan las cuentas, y  que todas las empresas mediáticas estén en crisis, porque hay quien se hace cargo de su supervivencia, a cambio de falsear la realidad.

02- Los medios nos hacen entender el mundo, y de ese modo nosotros nos situamos en él. Los necesitamos para comprender, y ahí radica su fuerza. Y sabedores de esa fuerza, han monopolizado el relato del mundo, dejándonos huérfanos de otras noticias y otros modos de ver.

03- Construyen relatos coherentes y herméticos que no permiten que existan otras narraciones que vayan más allá de los que acuerdan el poder político y el poder económico.

04- Sostienen que forman parte de la democracia y de los sistemas representativos, por lo que argumentan que están al servicio de la población y que actúan como vigilantes del poder político. Pero esa función primigenia quedó ya muerta, cuando la banca mercantilizó cada rincón de nuestra sociedad.

05- Así, un sistema capitalista basado en la explotación, no puede subsistir sin la apropiación de los medios de producción de conciencia. Y con una delicadeza absoluta, convierten toda noticia en propaganda o entretenimiento, los dos pilares fundamentales para orientar el mundo de la percepción allá donde les interesa.

06- El periodismo se extinguió, y solo queda la propaganda que va a legitimar toda injerencia e intervención. Ya desde la guerra de Yugoslavia se viene produciendo el magnicidio de la comunicación, una especie de acuerdo multipolar donde difícilmente quedaba acceso para escuchar noticias que no fueran de la versión oficial.

07- Por muchos intentos que el gremio de periodistas haga por defender su profesión, la realidad les estalla en sus propias manos, cuando vemos que no cumplen ninguno de los requisitos necesarios para poder hablar de libertad de información. La existencia de muchos medios privados no significa en ningún caso que podamos hablar de pluralidad, porque todos beben de la misma fuente y pertenecen a los mismos grupos de poder (en la actualidad hay seis grupos mediáticos que controlan casi el 99% de la información que circula por el mundo). Todos trabajan con información pre-elaborada y ni tan siquiera procuran reconocerse más allá de su círculo de influencia. Es tan descarado cómo distribuyen las noticias (sobre todo aquéllas que podemos considerar “delicadas”), que la jornada de la liberación de Alepo tuvimos un día sin noticias, a la espera todos los medios de que les dictaran las oportunas instrucciones.

Todo parece indicar que esta realidad consigue desplazarnos de cualquier posibilidad de confrontar todo proceso histórico con garantías y con solvencia, porque terminamos atomizados y perpetrando así un verdadero castigo al conjunto de la sociedad.

Estamos perdidos si no somos capaces de recuperar el control de la comunicación, puesto que en manos de quienes está solo se reactiva la maquinaria de guerra y de disciplinamiento de la sociedad en general.

Y antes de que nos demos cuenta, ya convierten en ley la posibilidad de monopolizar el control de la información. 


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Mi intervención en el Club de Amigos de la Unesco de Madrid I (primera entrega)

CAUM, Madrid, 28-01-2017

 “La Unión europea contra Rusia – desinformación como arma de destrucción masiva-”

Photo by joséluis vázquez domènech

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 01-  Introducción

El ser humano en general no se caracteriza por su tendencia a asumir los errores. Aun es más, intentamos ocultar siempre que podemos todos aquellos acontecimientos de cuyas consecuencias podríamos no salir muy bien parados. Nuestra propia fragilidad nos delata y procuramos enmascarar dichos sucesos solventando así la ardua tarea de enfrentarnos a cada pequeña “tragedia”.

Es extraño, por tanto, que nos observemos asumiendo con total naturalidad el último disparate cometido, o criticando nuestra propia conducta en la inolvidable cena de navidad. Y así también, se convierte en inusual que podamos llegar a anunciar que estamos completamente desinformados, no vaya a ser que quedemos fuera de juego en el próximo debate sobre el Islam.

Pero no debemos tener miedo a expresarlo. Porque no solo estamos desinformados, sino que además nos sentimos francamente desorientados.

La razón de dicha desconexión de la realidad no es muy difícil de entender. El esfuerzo que cualquiera de nosotros ha de acometer para saber qué sucede en el mundo ha de ser mayúsculo. Y no lo dudéis en ningún momento, agotador.

Si pretendemos indagar sobre lo que acontece leyendo los periódicos de mayor difusión y viendo los diferentes canales de televisión, no tenemos solución. Estar informado cansa. Pretender saber requiere un sacrificio y, lo más importante, tiempo. Mucho tiempo dedicado al maltrecho arte de aprender.

La ecuación es sencilla. Calcula el tiempo que dedicas a investigar y reflexionar, y estarás más cerca de averiguar cuan informado estás.

Pero sucede en exceso que una vez indagado y con años ya de experiencia, son legión quienes piensan que a estas alturas nadie les va a convencer de que puede haber otra razón. Y se termina leyendo la misma noticia y entonando la misma canción, aunque el mundo haya cambiado, y nosotros mismos con él.

Por tanto, urge salir de vez en cuando, y escudriñar, hasta en los márgenes de nuestra propia catadura moral, hasta descubrir más fuentes de donde beber, y algún que otro agujero en nuestra piel.

No vamos a estar informados del todo, ni succionaremos principio alguno sobre la verdad. Se trata de ser capaz, entre todos, de poner sobre la mesa un nuevo enfoque, o alguna buena nueva sobre los principios que han de regir desde la diversidad y multiplicidad de reflexiones. Y agrietar un poco, aunque sea, el pensamiento único que está minando nuestra sociedad.

 


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Coloquio: La Unión europea contra Rusia

Charla: CAUM, Club de Amigos de la Unesco de Madrid

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El ataque contra los medios rusos en el Parlamento Europeo

El Parlamento Europeo se ha manifestado en contra del gobierno ruso y de su influencia informativa en Occidente.

Una resolución acusa a los medios rusos de hacer “propaganda hostil” en los países de la Unión Europea al mismo nivel que la propaganda promovida por el Estado Islámico, después de que la UE cortara al servidor ruso Yandex y que se prohibiera a Irán la utilización del satelite Hispasat.

Los principales medios rusos, calificados por la resolución como amenaza para la UE y sus socios en Europa del Este, son la agencia Sputnik, el canal de televisión RT, la fundación Russki Mir (Mundo Ruso) y Rossotrudnichestvo, la agencia federal de cooperación internacional bajo la tutela del Ministerio de Exteriores de Rusia.

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17 de noviembre de 2015

Breves: Malos Presagios

Me gustaría estar equivocado

Cuando esta noche todos los canales de televisión retransmitan desde Wembley la actuación coral más grande del mundo y escuches el himno de la marsellesa cantada en directo por noventa mil espectadores, y de noche la luz de la emoción desborde todos tus sentimientos, haz un esfuerzo y piensa por un instante lo que se esconde detrás de ese inmenso escenario.

Casi en el mismo instante en que un aluvión de lágrimas inunde nuestras casas y  millones de ciudadanos asistamos al acto más conmovedor del siglo veintiuno europeo, tus representantes políticos vendrán de firmar una clausula comunitaria por la cual todos los países de la Unión (sin excepción) se comprometen a ayudar a Francia de forma colectiva, dado que este país ha sufrido un “acto de guerra”.

Al mismo tiempo, Hollande ya habrá propuesto cambiar la Constitución Francesa para luchar contra el terrorismo con un endurecimiento de las medidas militares y judiciales. Y ese cambio supondrá el desmantelamiento de toda esperanza para miles de refugiados que, casualmente, están a las puertas de Europa. Todo lo relacionado con la posibilidad de expulsión, aumento de penas o retiradas de nacionalidad será revisado y se estipularán legislaciones paralelas con el fin de activar todos los mecanismos de control y seguimiento. Del mismo modo, nosotros seremos protagonistas de la incipiente llegada de mayores recortes a nuestras libertades.

Cuando esta noche toda la conmoción del mundo se instale en tu sala de estar (nunca a un habitáculo se le dispensó un nombre tan preciso) recuerda conmigo esta jornada, porque probablemente podamos llegar a decir en un futuro no muy lejano que tal día como hoy se instalan los cimientos de un nuevo tipo de totalitarismo, una nueva regulación del sistema político donde la pretensión de las Empresas Estatales de dirigir y controlar todas las facetas de nuestras vidas irán tomando cuerpo de ley.

Y como ley…, te obligarán a que se cumpla.

Photo by Joséluis Vázquez Domènech

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Francia

Una grande y libre!

Francia nos muestra ya su rostro, y lo que hasta ahora se hacía a escondidas, se desvela con la ingrata noticia de que va a bombardear Siria. Y como alumno aventajado de las políticas imperialistas al uso, lo justifica informándonos de que lo hace en defensa propia.  La bárbara situación que está atravesando Oriente Próximo nos va estallar en nuestras propias manos, y lejos de tomar medidas para paliar tanto horror, los dirigentes europeos respaldarán acciones de este tipo, no ya para ayudar al pueblo sirio de ningún presidente, sino para atar en corto sus movimientos geoestratégicos que están siendo amenazados por la incógnita por la que atraviesan sus objetivos. Rusia es el único país capaz de detener esta ofensiva, pero sabe que tomar parte en él más activamente puede terminar desestabilizando aún más la región y sus propios intereses.
Atendiendo el caos y la masacre que está representando la huída de miles de refugiados de los campos de Jordania y Turquía, una acción política decidida para acabar con esta catarsis exigía la pronta reacción europea, pero lejos de optar por prestar la ayuda necesaria, un nuevo país se erige como Estado invasor, y agrede nuevamente la posibilidad de poder llegar a la paz. Es del todo irresponsable, suicida y corrupto, y creo que no hay forma más nítida de dejar constancia de que por encima de cualquier convenio con la solidaridad, la maquinaria bélica impulsando el neocolonialismo más extremo no solo prosigue, sino que se intensifica. 

Photo by Joséluis Vázquez Domènech

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Esta aniquilación programada para deshacerse del eje Irán – Siria – Rusia lleva tiempo produciéndose, y es del todo macabro asistir continuamente a los modos en que los intereses económicos son capaces de sostener los discursos más absurdos e incongruentes. Y los argumentos que se extienden a través de los medios de comunicación comienzan a parecerse a los cómics más delirantes que podamos imaginar. La gran Francia da un paso al frente, y su magnífica puesta en escena tras los atentados de Charlie Hebdo comienza a dar sus frutos.  

¿Qué podemos hacer? Estamos en manos de una serie de impresentables que están negociando unos dividendos para unos pocos en contraposición a la muerte de miles de personas. No hay forma alguna de poder creer absolutamente nada de lo que nos puedan contar para hacernos ver que son necesarias éstas políticas tan denigrantes. Y puesto que solo me queda dirigirme a la gente común, no puedo más que trataros de convencer de que votar, en ésta Europa criminal, y participar de sus parlamentos y gobiernos (sea con el partido que sea), es seguir dando alas a un sistema que necesita su total descomposición. Ningún partido que apruebe su participación en la estructura política de la Unión Europea (aunque sea para decirnos que lucha contra su funcionamiento) me merece el más mínimo respeto. Solo será digno de tenerse en consideración quien sin complejos exija el inmediato desmantelamiento de ésta organización, de la OTAN, de todas y cada una de las bases militares, y la salida del euro. Todo lo demás es participar de la cruenta historia que se está escribiendo en estas latitudes que se han convertido en verdaderos estercoleros.


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Recordatorio (Europa)

Poemario Disidente.

(Europa)   dos años ha…

22 – 08 – 2013

Sin caminos que conduzcan a ti, ya no alumbran el porvenir los fragmentos  de tus promesas.

Pernoctas abrazado a la desidia política, y no puedes despertar a la luz de ningún alba.

Incorporas a tu discurso el miedo, y no avanzas, ni siquiera cuando caminas…

Has vaciado de sentido un imaginario colectivo que no existía, y que dibujabas con esmero.

Solo tus guardaespaldas te contemplan.

En todos los acantilados está grabado tu nombre, limitando la tierra consternada con las aguas turbias sobre las que has vertido toda la mugre y los restos de tu soberbia.

Photo by Joséluis Väzquez Doménech

Photo by Joséluis Väzquez Doménech

 

 

 


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Recordatorio (no respeto a ésta institución, y hay que liquidarla)

La Unión Europea y la Democracia

Hace ya más de tres años que acudí al Parlamento Europeo, no invitado para ninguna farsa, y tampoco con la intención de promocionar su alianza. Bien al contrario, hubiera deseado que la visita hubiera sido para festejar su desmoronamiento, a modo de hecho histórico en el que celebrar la muerte de una institución creada para retomar la esclavitud y mediar entre las élites y el poder de las finanzas. 

A día de hoy estas palabras recobran más fuerza, y seguro también, más adeptos para la causa. Pero siempre me he mostrado reticente con los apoyos a destiempo, con el clamor popular una vez divisados todos los horizontes. A pocos se les escapa ya la idea de que el ataque frontal sufrido por Grecia responde a esas maniobras endiabladas para atar en corto cualquier protesta contra la Troika. El índice de paro o pobreza, la sangría de una deuda perpetua o el sabor amargo de la indigencia no son motivo alguno para alterar sus políticas. Pero si lo son la rebelión y la ira, la lucha por no doblegarse ante tamaña injusticia. Estos hechos sí representan el vértigo para los verdugos, el punto de inflexión para redoblar fuerzas y asestar el golpe definitivo.

Enumerar todos los acontecimientos vividos en los despachos de Bruselas es igual a informar sobre todas las contingencias vividas para prolongar la injusticia y cometer mil y una fechorías con la excepcional colaboración de la opacidad de guante blanco. Las Democracias Cristianas y las Sociales Democracias hunden sus raíces en los cimientos de esta lenta agonía, y dudar de su protagonismo en este lamentable episodio es distorsionar una vez más el curso de nuestra cruel Historia. Pero aún hay más, no incidir en dónde reside la culpa o en quién funda e inspira la comitiva de tanta venganza, es seguir dando alas a los organizadores de uno de los capítulos más negros de la Europa Moderna.

No es improcedente hablar de «ajuste de cuentas». Bien al contrario, es el resumen de toda esta farsa narrada desde Berlín hasta Madrid para mitigar la protesta y no extender la euforia del comprometido activista. Tsipras perecerá bajo el fuego de su propia plaza en Syntagma doblegado por el furor indiscriminado de unos líderes europeos inyectados de rabia ante el empuje de unos exigentes y bienintencionados políticos griegos. Al margen de procurar un alivio a la causa griega, han optado por colapsar el auge de la democracia y quemar en la hoguera al insurgente líder de la revuelta.

Este incidente no es circunstancial. Forma parte de de todo un pack de políticas inscritas en los planes estratégicos a largo plazo fomentados por los lugartenientes del terror. Es igual hablar del despliegue de tropas de la OTAN en los límites de la actual  Rusia, del acuerdo secreto del TTIP, del advenimiento de los bancos, de la supuesta guerra contra el yihadismo, o de la elaboración de leyes convulsas defensoras de los pagos de las deudas. Quienes residen en las instituciones monetarias internacionales, pero en el caso que nos ocupa en las europeas, son los artífices de seguir disparando contra la Democracia y continuar asediando a quienes han alzado la voz, por primera vez en mucho tiempo de una manera tan rotunda y convincente, contra sus indiscriminados ataques a la población helena. 

Ir contra el mercantilismo Europeo tiene un precio, y ese es el castigo. En esa premisa se inscribe la represalia. Syriza no ha sido el causante del declive económico y social de su país (ya venía de hace tiempo), pero sí ha sido el detonador de la fuerza multiplicadora de la protesta y de la lucha por la justicia. Y dentro de los términos de esa hipótesis, se re-formula el más vil de los atropellos contra los pueblos. 

Es fundamental recordar que la Unión Europea está concebida desde hace mucho tiempo por anglosajones y nazis, claro está, contra los intereses de la antigua URSS. Y que dicha unión respalde al gobierno ucraniano no es una mera casualidad, sino un incidente más en la consecución de los objetivos criminales que la sustentan. Recordar que la guerra económica declarada actualmente contra Rusia (camuflada como siempre bajo las denominadas «sanciones»), es otra maniobra para que ese sangrante proyecto europeo siga adelante. Porque todos deberíamos ser conscientes a día de hoy que esta alianza imperialista no está proyectada para unir, sino para separar; para dividir y expulsar a Rusia definitivamente, hasta que incluso la memoria colectiva sea incapaz de identificar a este país con nuestro continente.

Así podemos observar claramente que avanzar desafiando la estrategia europea lleva consigo la más violenta de las reacciones. El problema de deuda griego no es la causa de todo este espectáculo, insisto, sino el enfrentamiento de Syriza a la dantesca obra que está capitalizando en este momento Angela Merkel. Todos los estados industrializados no tienen cómo pagar sus deudas. 

Tal y como he señalado anteriormente, lo que verdaderamente me preocupa es la narración exacta en tiempo real de los acontecimientos, y claro está, de las insurrecciones y sus protestas.  Y no esperar a ver las cenizas para lanzar consignas ya desvencijadas. Y en este contexto hay que reincidir y volver a recordar a Podemos y a cualquier formación que se precie de luchar por la verdadera dignidad de sus representados, que no hay posibilidad alguna de manifestar adhesión alguna a su causa mientras no se plantee de un modo contundente, por escrito y ante notario, la inmediata salida de la Unión Europea.

Tener que obligarnos a repetir una y otra vez que el funcionamiento de esta comunidad política está infectada por un virus que desprecia completamente los derechos humanos y la causa de los más necesitados, es una labor que ya nos extenúa. Los tratados, acuerdos, decretos, normas, leyes y comisiones que nos proporciona la Unión Europea son contrarios y contraproducentes contra la más mínima reputación que desee albergar en su interior la verdadera construcción de la democracia. 

Y menospreciar este discurso, o no contemplarlo aludiendo que una salida del euro sería una catástrofe para toda la ciudadanía, es seguir apoyando la barbarie, y seguir siendo cómplices de la infinidad de delitos que se están cometiendo y que se seguirán gestando dislocando las vidas de quienes viven en todos los estados europeos, y mucho más allá de sus fronteras. 

Contra el crimen no se gana asistiendo a sus fiestas, sino alejándose del poder de sus leyes y sus estrategias.

Otra vez, dejo constancia de mi paso por la capital de las fechorías, y de aquellas palabras que escribí para nunca olvidarlas. 

Photo by Amaia Fuertes

Photo by Amaia Fuertes

El valor del Respeto

«Hay quien creyendo buscar un digno comportamiento, considera incluso un valor el respeto hacia todas las personas y todas las instituciones. Pero olvida que dicha actitud puede convertirse en una perversa manifestación de la sumisión, e incluso en un atropello del derecho a la reivindicación de la libertad.

(A veces, hay que acudir allí donde nos doblegan, y dejar constancia de que para ser respetado se debe tener un mínimo sentido del deber. Y aquí simbolizo, a las puertas de su casa, el menosprecio absoluto con que nos trata el Parlamento Europeo).»  05 – 03 – 2012

Colaboración para Iniciativa Debate


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¿Podemos?

LA INSOLVENCIA DEL ENTUSIASMO

Quiero manifestar mi deseo de aproximarme a este nuevo marco político en el que una nueva formacion (Podemos) quiere involucrarnos en un proceso de transformación profunda para poder alterar el orden existente. La idea es buena, puesto que el cambio es una urgencia.

Lo haré procurando centrar el análisis en aquellos puntos que considero que o bien me han llamado la atención, o bien no se sostienen en su tránsito hacia el objetivo deseado.

He de confesar que la primera vez que llegó a mí la noticia de la aparición de dicha plataforma, mi primera reacción fue la de interrogarme por quién había sido el responsable de escoger dicho nombre que, a todas luces, me resultaba inapropiado. Una extraña impresión se quedó grabada en mí viendo la imagen de Obama, y acto seguido, examinando una herramienta publicitaria que ya comenzaba a dejar sobre el ambiente un aroma con el cual no me identificaba. He de precisar que la puesta en escena de un grupo de ciudadanos dispuestos a terminar con este sistema de desgobierno (que vuelca sobre nosotros toda su ira) fuera similar a la que utilizó el actual presidente de los Estados Unidos, me convulsionaba de tal manera que hube de realizar grandes esfuerzos para detenerme y seguir rastreando, dado que muchas de sus tesis conformaban buena parte de mis preocupaciones. Pero, paralelamente también, y considerando la posibilidad de que el término “podemos” tendiera a relacionarse más con el éxito que cosechó la cadena televisiva Cuatro con la participación de la selección española en la Eurocopa de 2008, creo recordar, dicha secuencia me resultó más intolerable aún. Desde mi punto de vista, promover un movimiento social y político teniendo como referentes estos símbolos, ya viene a mostrarnos un perfil que ciertamente concuerda con una de las actitudes que están teniendo sus dirigentes estos meses; dejar a un lado la relevancia ideológica y, por tanto, permitir que el marketing y los modos de captar adscripciones sean mucho más acuciantes.

Una vez precisada esta matización, que no la considero en absoluto baladí, estamos en la obligación de auscultar teóricamente algunas de las estrategias de esta agrupación.

Tal y como ya hemos señalado. El primer punto que no contemplo como válido, más bien incluso me puede resultar pernicioso, es esa negativa a construir sus objetivos a través de la instauración de un marco ideológico, y tal y como ellos mismos no se han cansado de constatar, administrar con satisfacción la posibilidad de atraer a personas asociadas al Partido Popular, a policías, o a cualquier otro colectivo, que por el mero hecho de mostrar su malestar con la actual situación serán bienvenidos, y bienhallados en el reino de la autocomplacencia numérica. Queda bien poder manifestarse voluntarioso a la hora de abrir las puertas a todas las mentes y mostrar ese lado más plural y amable, pero he de manifestar que todo trabajo es más fructífero y rentable cuando el equipo que forcejea en él forma parte de un mismo proceso en el que observar, comparar, evaluar y operar se reconduce por un carril previamente diseñado. Se aspira a ganar votos en todos los sectores de la sociedad, promulgando sin tapujos una indecorosa domesticación de la rebeldía y la rabia, y facilitando además la institucionalización de ella.

Photo by Joséluis Vázquez Doménech

Photo by Joséluis Vázquez Doménech

Y he aquí otro factor que denota cierta falta de compromiso ético. Es decir, si consideramos que dicha opción es una alternativa a los modos de hacer política, una puerta abierta a romper la dinámica llevada hasta ahora por una democracia que hace tiempo que se desangró del todo, y auspicia el horizonte lejos de la maldad que arrastra el propio sistema, ¿cómo debemos instalarnos en las posibilidades de un verdadero cambio sin salir del marco que está infectado desde sus raices?, ¿cómo vamos a viajar hacia Europa si es la propia unión la que engrasa y hace que todas las instituciones promuevan el descalabro de la sociedad y el éxito del capitalismo?, ¿cómo vamos a formalizar la capacidad obsoleta del voto si sabemos que con él no hay forma ni tan siquiera de hacer un rasguño en lo que verdaderamente nos duele?.

Mi aliento se entrecorta al observar que en los prolegómenos de este camino una denominada izquierda anticapitalista está al frente de él, y entonces me interrogo sobre qué clase de izquierda y, más aún, anticapitalista, es capaz de fomentar el compartir despacho en Bruselas con nuestros propios liquidadores.

¿Es posible positivizar el derecho al voto partiendo de la base de que precisamente esa opción está damnificada desde la transición, y es justo con lo que se quiere acabar?. ¿Es válido pedir el voto para invalidar lo que con los votos se sigue edificando, una y otra vez? O para ser más precisos, ¿cómo es posible que un discurso antisistema dé por legítima la posibilidad de triunfar con las mismas armas que usa el propio sistema que quiere destruir?. O acaso, en el fondo, no se trate más que de evidenciar un hecho sencillo de explicar; no hay ningún indicio anti sistémico en el proyecto…

Todo parece indicar que desde la aparición del 15M se ha constatado la existencia de miles de personas conscientes de la inexistencia de una democracia. Miles de personas en cuyos sueños duerme la posibilidad truncada de ser actores activos en un sistema participativo que, por fin, pudiera llegar a definirse dentro de los parámetros que validarían lo que muchos entendemos por democracia. Si dentro de los objetivos de Podemos está esta opción, tal y como se nos ha hecho ver en infinidad de discursos o apariciones en televisión, he de manifestar mi más rotunda sorpresa, porque no hace falta estudio de investigación alguno para intuir que dentro de diez años la estructura política que gobernará nuestras vidas no sufrirá alteración alguna si seguimos conviviendo con los mismos instrumentos que nos oprimen y respaldan la disciplina social.

La dirección que debería imprimir cualquier política de izquierdas que se precie de querer luchar contra el sistema debería, a día de hoy y como mínimo, exigir una retirada inmediata de la OTAN, de la Unión Europea, y del Euro. A estas alturas no vamos a mostrar los razonamientos que respalden esa actuación. Es tan evidente que cerrar los ojos a esa causa es seguir perpetrando un robo sin precedentes a la ciudadanía europea. Robo que además se nutre de acciones beligerantes allí donde considera oportuno inscribir su firma y abrir las puertas a sus bancos (el caso de Ucrania es fiel reflejo de ello).

Así las cosas, ya tenemos que a pesar de que desde este mismo sector se nos repite una y otra vez que el actual cerco político es un fraude, sin salir de él nos ofrecen en mano continuar con esa fe electoral que solo va a procurarnos más animadversión por esos intentos desde la izquierda de querer amputar algún pie al capitalismo. Una franja política que además cuece a fuego lento su ruptura enfrentándose a divisiones difíciles de entender para quien está fuera de cualquier partido (como es mi caso), pero que parece más comprensible entre quienes han vivido “las luchas internas” producidas en sus filas. No quisiera dejar de observar mi extrañeza ante la avalancha de misivas que se han cruzado en la formación de Izquierda Unida entre antiguos militantes de la Izquierda Anticapitalista, quienes se mantienen en la coalición, y más personas con posturas que van desde el socialismo utópico hasta marxistas o anarquistas, difamándose continuamente sin que se pueda llegar a externalizar con nitidez las verdaderas causas de ciertas disensiones o replanteamientos de difusa lectura.

Photo by Joséluis Vázquez Doménech

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Quisiera subirme a un muro muy alto para poder observar desde allí todos los movimientos, y mostrar la adhesión que muchas personas sienten para contribuir a un frente común que realmente persiguiera el interés general.

Pero suponiendo que realmente fuera ese el caso (que todos desearan de verdad ese interés), tampoco es posible comprender objetivamente esas disputas. Ahora bien, si analizamos el recorrido histórico de la política en general dentro de esos límites que concede este sistema de partidos, es más que probable que la desazón, el enojo o el hartazgo nos expulsaran a muchos que, al igual que ocurre conmigo, tenemos dificultades para vernos obligados a asumir la no colaboración de todos los partidos de izquierdas para unir fuerzas y dejarse de impertinentes excusas.

Puedo exponer cierta perplejidad en este aspecto concretamente porque un elevado número de la población que lucha por la verdadera transfromación, no aboga por la auditoría de la deuda para delimitar que parte de ésta es ilegítima, sencillamente ya sabe que es ilegítima y que hay que negarse a perpetuarla. Del mismo modo, tampoco quiere convertir el BCE en una institución democrática, ni crear una agencia europea de Rating. Porque lo que se quiere es que prevalezca la gestión propia de un futuro que tenemos vendido. Y esa gestión nunca podrá realizarse dentro de ésta Unión, ya que todas las resoluciones que quisiéramos modificar, sencillamente no serían modificables.

Vamos a descubrir un programa con la capacidad suficiente de sumar adeptos. Hablamos de conquistar libertades, de crear presupuestos participativos, de controlar la actividad de los lobbies, de impedir la inviolabilidad de las comunicaciones, de garantizar la libertad de conciencia, y hasta de construir la igualdad construyendo la democracia. ¿Quién va a negar el entrañable valor de estos puntos en la práctica? Pocos ciudadanos en su sano juicio. ¿Qué posibilidades hay de perforar los asientos del Parlamento Europeo y de hacer reales dichas iniciativas?. Ninguna.

El entusiasmo es válido para poder ver en la sexta cómo un tertuliano afronta con intuición y buen saber la dialéctica para enfrentarse a la rancia derecha española, pero no lo es para lograr los cambios que promulga. El entusiasmo es una alternativa popular para exteriorizar el malestar reinante, pero no podrá solventar la tarea de destrozar los hilos que nos manejan, porque detrás de dicha emoción se parapetarán millones de rostros que no concuerdan en sus intereses comunes, y porque a la hora de transfromar su voto en representatividad, serán incapaces de visualizar en lider alguno el extenso abanico de los representados.

Temo esa capacidad de querer aglutinar a amplios espectros de la ciudadanía, y temo aún más la extraña presencia de esta alternativa en diferentes medios al mismo tiempo que la agrupación de Izquierda Unida se ve sometida, como ha resultado ser casi siempre en España, a un ostracismo muy significativo.

No me inspira gran confianza la poca gratitud que han tenido con todo el espectro político de izquierdas, o querer gestionar la protesta ciudadana trasladándola a éste proceso electoral. No se trata de que mis principios estén con unos o con otros. Tan sólo expongo mi deseo de saber … qué ocurre tras las bambalinas, y qué me sugieren los diversos argumentos.

Creo de verdad que no deberían de haberse presentado a ningún 25 de mayo, y que con más tiempo, hubiera sido mejor ir conformando opciones diferentes a las ya consolidadas formas de hacer política, dado que siguen haciéndonos creer que sigue vigente esa identificación de la democracia con la votación.

Yo, personalmente, no puedo. Y es que además de todo lo aquí expuesto, tampoco entiendo esa “necesidad” de salir con corbata, a defender a quienes nos estamos quedando sin cuello.

Publicado en Iniciativa Debate

http://iniciativadebate.org/2014/05/23/podemos-3/


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Pedagogía Política

el escándalo que desató la aparición en Internet de una grabación de la llamada telefónica entre el embajador de EE.UU. en Ucrania, Geoffrey Pyatt, y la subsecretaria de Estado de EE.UU. para Asuntos Europeos, Victoria Nuland, en la que hablan del caso ucraniano.Texto completo en: http://actualidad.rt.com/actualidad/view/123487-estulin-nazis-ucrania-obama-terrorismo

Dolor y Muerte en Ucrania

La realidad ha de mostrarnos sus heridas, y dichas heridas han de reflejar nuestra terrible decadencia.

Nuestro compromiso con cualquier organización social, plataforma, movimiento o partido político ha de llevar consigo  la exigencia de una  inmediata retirada de la Alianza Atlántica y de la Unión Europea. De lo contrario  seremos  solicitantes de un justo descrédito, y una merecida reprobación.

No hay espacio para discursos anquilosados de democracia marchita, ni cobertura alguna para operaciones financieras que abran la puerta al capitalismo neocolonizador. Quien no considera al ser humano como sujeto libre y respetable, ha de ser excluído de nuestro hogar.

La muerte de una sola persona, motivada por el afán de enriquecimiento y ejercida sin tapujos por nuestros dirigentes, es suficiente razón para desestimar los modos de propagar los conflictos, las guerras y la internacionalización del mercado.

Ucrania es un claro ejemplo de cómo funcionan las alianzas internacionales, y de cómo diseminan los soldados de la globalización sus planes estratégicos para expoliar las riquezas y todos los recursos.  Y Ucrania será el resultado de una perfecta coordinación para seguir fomentando nuevos focos de miseria.

Somos unos aniquiladores sin escrúpulos. Cofundadores de la barbarie y el anticipo del sufrimiento; quienes proveemos de los ingredientes suficientes para que la adicción continúe…

By SULAFA HIJAZI II

El escándalo que desató la aparición en internet de una conversación realizada entre el Embajador de E.E.U.U. en Ucrania y la Subsecretaria de Estado para Asuntos Exteriores americana hablando sobre dicho pais, fue solo un avance de la insidiosa política de Occidente, que con el beneplácito y participación de la  Unión Europea impuso las normas de un dramático juego. El objetivo era contemplar quiénes serían los encargados de apadrinar el golpe de estado y quiénes ocuparían el poder. Tarea sencilla para los profesionales de la desestabilización; por un lado inyectando millones de dólares para financiar grupos y partidos ultranacionalstas y fascistas, y por otro adiestrando fuerzas neonazis cuyo apoyo sería fundamental para derrocar el gobierno democráticamente  elegido.

Nosotros, observadores trasnochados, propiciamos semejantes aberraciones pujando en cada elección por personajes vendidos a mafias perfectamente diseñadas, y alentamos sus intereses permitiéndoles gestionar sin compromiso alguno. 

No estaría de más que nos detuviéramos un  minuto, y fuéramos capaces de visualizar cómo unos agentes externos entran en nuestras vidas, promueven revueltas, confiscan nuestra esperanza y, de regreso a casa, observar cómo han humillado a un ser querido.

Nadie se merece en ninguna parte del mundo sufrir tanto agravio y menosprecio. Y precisamente por ello no deberíamos inclinarnos ante éstos Estados,  que ahora nos reclaman para acudir en masa y respaldar  sus violentas y sofisticadas acciones.

Si alguien, empañado de geoestrategia y rindiendo cuentas al mercado de valores,  tiene el más mínimo impulso de hacerme llegar su ideario sobre lo contraproducente que puede resultar abandonar la Unión Europea y salir del euro, me gustaría hacerle ver que su despótica posición es la de un desalmado ciudadano capaz de sostener un sistema que basa su riqueza en el más absoluto de los desprecios por aquellos seres humanos que sin formar parte de nuestras políticas pueden ser eliminados, torturados, y tratados como escoria.

Yo no quiero pertencer a ningún estado, nación o colectivo que propicie el terror como estándar de vida. Y si ello obliga a pasar diez años de penuria hasta construir una nueva sociedad alejada de todo mal, se pasa. Tenemos la responsabilidad de dar ese paso al frente y luchar por la defensa de los derechos más elementales. No hacerlo sería como incurrir en un grave delito y seguir permitiendo la explotación de otros seres en beneficio propio.

No hacerlo es confirmar la adhesión a un pacto político diabólico y participar de la insaciable sed de los delincuentos subvencionados; esos que dicen gobernar en nuestro nombre y que a espaldas de los pueblos ejecutan a favor del capital, esos que sin pudor alguno despiertan henchidos de orgullo.

Me detengo y manifiesto mi ira y mi desprecio. Ningún partido que no pida la salida de la Unión Europea es digno de pedirnos el voto ni de buscar nuestro refugio. Nos debemos un poco de pedagogía política y, con ella, un poco de humanidad.

Publicado en Iniciativa Debate

http://iniciativadebate.org/2014/05/11/pedagogia-politica/

Y en Ssociólogos.com

Pedagogía Política – Dolor y Muerte en Ucrania