Un dominio propio

Una de las más lúgubres maniobras de nuestras democracias es convertir la búsqueda de la verdad en delito y, de paso, hacer creer que las reflexiones que emanan de esa búsqueda sean consideradas subversivas o radicales.


Algunas notas de pedagogía política (nota número 4)

Un regalo para todos los «creyentes».

Cuando analizábamos la situación de Siria y Ucrania desde sus inicios, mostramos cómo los servicios secretos y agentes de Estados Unidos perfilaron muy bien cómo desestabilizar esos dos países, y cómo se las ingeniaron para que todo el mundo pensara que esos conflictos se debieron a revueltas populares que se iban televisando para respaldar la narrativa imperialista.

Siempre hemos mantenido cierta tranquilidad cuando escribimos esos artículos, porque siempre disponíamos de mucha información que nos llegaba desde los mismos territorios donde iban sucediendo los acontecimientos. De lo que no disponemos, casi nunca, y es una de las justificaciones a las que se agarra la gente para no «validar» nuestras reflexiones, es de muestras reales, precisas, claras o destacadas que puedan ayudar a darle peso a cada análisis político.

Aunque sea 10 ó 20 años tarde, la verdad se las ingenia para traspasar la censura que vivimos en Europa y EEUU cada vez que «estalla» una guerra.

Os dejo unas declaraciones realizadas en una entrevista por Jimmy Dore, comentarista político y periodista de investigación. Dejo la transcripción y el vídeo.

El citado periodista deja boquiabierto y sin palabras al presentador Tucker Carlson, famoso por su programa de actualidad política en el canal Fox News, porque no se esperaba ni por un instante que pudiera soltar por su boquita, todo ésto, hablando sobre la posibilidad de una guerra con China:

«Nosotros somos los que estamos provocando esta guerra, igual como provocamos la guerra en Ucrania. Estamos ahora provocando una guerra en contra de China. ¿Y quién se beneficia? Te lo digo ahora mismo…, su enemigo no es China, tu enemigo no es China, tu enemigo no es Rusia. Tu enemigo es el complejo militar industrial que ha estado desplumando a este país al son de cientos de miles de millones y de millones de millones de dólares. ¿Cuántas veces vamos a tener un secretario de defensa que nos diga «hey, no podemos rendir cuentas de 2 trillones de dólares en el Pentágono, otra vez»? Cosa que ha ocurrido dos veces durante mi vida.

Por si acaso, y porque presiento que este vídeo no va a durar mucho en la red, dejo otro enlace…, que posiblemente tampoco pueda ser de gran ayuda dentro de un tiempo.


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Hay que acabar con el abstencionismo!

Estos últimos meses me han preguntado mucho por la abstención. No es tan sencillo responder sin considerar otros elementos importantes que están ahí, pero que apenas se diseccionan. Vamos a hacer un intento analizando diferentes aspectos.

01- Abanico Político

Primeramente, creo fundamental saber a qué nos enfrentamos, es decir, saber quiénes son nuestros supuestos representantes. Los partidos que optan a gobernar, como viene sucediendo en todo este siglo, son partidos controlados, es decir, sin capacidad de reestructuración del sistema y súbditos del poder (OTAN, Unión Europea, Grandes Corporaciones, etc.).

De este modo, tenemos en España: Vox, extrema derecha, PP, derecha rancia, PSOE, derecha con tintes moderados, Unidas Podemos y Sumar, centro con papel de «insurgente». Y entre la ciudadanía votante, queda un hueco para aquellas personas que piensan desde posiciones contrarias, y no les queda otra que situarse dentro del tablero en la posición “más izquierdista”, digámoslo así, del “deteriorado espectro político” que posee este sistema.

(No entro a valorar todas las apreciaciones que hará mucha gente sobre dónde sitúo a lo que queda de Podemos y sus afinidades electivas. Simplifico. Desde sus primeras propuestas y programas electorales el vuelco que han dado es de dimensiones colosales, y su adscripción a la OTAN es manifiesta desde sus cargos gubernamentales, que es, al final, lo que hay que cotejar. De Sumar es mejor casi ni hablar).

02- ¿Qué democracia?

Debemos añadir, sin falta, que no vivimos en democracia y, lo más importante, debemos constatar también que no hay libertad de pensamiento bajo el yugo de la dictadura de los medios. Sin dicha libertad casi toda posibilidad de expresión carece de sentido, por mucho sentido que quieran darle al acontecimiento de ir a votar cada cuatro años (con un 95% del electorado que ni ha leído ningún programa electoral y que ni intención tiene de ello).

03- La tendencia de culpar al abstencionismo

Sospechar que el abstencionismo en su conjunto es responsable de la victoria de los partidos conservadores y de corte reaccionario reduce mucho el prisma de observación de lo que está aconteciendo en los países capitalistas desde la década de los ochenta, coincidiendo con el auge del neoliberalismo.

Hay que desempolvar la Historia y sostener el hecho de que gran parte del mundo ha vivido décadas bajo el furor de un sistema político denominado capitalista (no lo olvidemos, soporte de nuestras democracias) y, por ello también, gran parte de ese mundo ha vivido y sufrido los embates causados, precisamente, por la expansión de algunos de los fundamentos sobre los que erigió todo su poder y se hizo fuerte: el esclavismo, el colonialismo, el imperialismo, el fascismo y el nazismo. No hay mucho más que decir. Las consecuencias de todo ello, por resumir, llevan a un alto porcentaje de la población a desentenderse de quienes gobiernan y de sus maniobras. Y dicho proceder incide directamente en la decisión de no pasar por las urnas.

Importante subrayar también la actuación que han tenido Podemos y su entorno a la hora de estimular la abstención en el ámbito de las confluencias de la izquierda social, por una manifiesta negligencia desde aquellas supuestas buenas intenciones con las que promocionaron sus inicios. Sin querer profundizar, podríamos comenzar por analizar el primer programa electoral que propusieron, con varios puntos fundamentales que en los siguientes comicios pasaron ya, al olvido. Y podríamos también subrayar el trato un tanto retorcido que han tenido con un importante grupo de feministas que no termina de entender muy bien posiciones tan férreas y nada abiertas al debate. Por no hablar también de la sucesora de Pablo Iglesias; elegida a dedo para llevar el liderazgo de Unidas Podemos y elegida ahora por la mano de dios para fortalecer la izquierda española, hacedora de neutralidades sin sentido, de silencios delatores, defensora de la alianza bélica y acreedora del don del pastoreo para recoger a todas las ovejas descarriadas. Un buen número de abstencionistas de éste lado de la balanza procede, sin duda, del enorme desengaño que han sentido desde aquél 17 de enero de 2014, fecha de la fundación de dicho partido.

04- Defensa del voto contra viento y marea

Respaldar ese camino hacia las urnas (tapándose los ojos ante la realidad) y seguir votando dentro de un sistema que continúa promoviendo las guerras para salvar sus economías y seguir manteniendo el control del poder es, a todas sombras, mucho más desconsiderado e injusto que la decisión que toman muchas personas a la hora de abstenerse en las elecciones, buscando un nuevo paradigma y buscando el cambio necesario del sistema.

Pero aún hay más. Pienso que la decisión del voto ha de hacerse en conciencia, atendiendo al diagnóstico que cada cual hace de este mundo, y no tomando opción por ese mal menor que lo único que consigue es arrastrar los propios lodos del poder.

Así, resulta incluso paradójico querer acudir a votar cuando sabemos que nadie nos representa verdaderamente. Y resulta más chocante aún pensar que alguno de los «elegibles» pueda cumplir promesa alguna digna de tener en consideración (y que ataque directamente a ese sistema que ha estrangulado la vida de millones de personas, como ocurrió no hace mucho tiempo en Grecia).

05- ¿Qué significa abstenerse?

Tenemos, por tanto, que muchas de las personas que se abstienen no son eslabones perdidos dentro de algún perfil del electorado, sino detractoras de un modelo político que consideran dominante y represivo.

Asociamos todo ello con un recordatorio muy importante. Votar no es un deber cívico, sino un derecho político. Y como todo derecho, nos hace libres de poder hacer uso de él, o no, sin menoscabo ni menosprecio de quienes por voluntad política desestimen de su valor. Quien deja de lado este principio, ya inicia su argumentación contra su validez con un gran sesgo.

06- Ecuación

Que alguien, reflexionando sobre el mundo que nos rodea, opte libremente por la abstención es, además de legítimo, completamente comprensible.

Que alguien, analizando el mundo que nos rodea, opte libremente por votar dentro de un engranaje antidemocrático es, además de incoherente, completamente inadecuado.

07- Invitación

Convoco a quienes defienden nuestras democracias modernas a que nos den una definición sobre ellas que consideren válida. Es imposible que soporten cualquier argumentación o salgan indemnes después de contrastarlas con nuestra realidad política. Imposible.

Y quisiera recordar que del mismo modo que asumimos, por ejemplo, las consecuencias derivadas de la acción de todas y todos los votantes de Podemos apuntillando el sueño del cambio (tal y como he dicho antes, fácilmente analizable leyendo sus reivindicaciones a las elecciones europeas en sus comienzos, y observando su legado posterior – una trampa que debería ser denunciable -), se debería respetar la decisión de aquellas personas que desde sus propias elucubraciones y críticas siguen pensando que otro mundo es posible.

Y desde luego, quiero subrayar también que en una hipotética balanza ética y de lucha por los principios, los segundos ganarían por goleada.

08- Opinar es sencillo

Esa extendida tendencia que invita a ofrecer una aparente opinión personal que termina por repetir lo que dicen los medios nos está haciendo mucho daño. Sin duda alguna, mucho más daño que el que pueda hacer cualquier persona que después de reflexionar en soledad, decide no ir a votar.

09- Votar

Si de verdad estamos convencidos de la existencia de una realidad política que no nos ha dado más que desgracias, guerras, injusticias y un sinfín de despropósitos difíciles de olvidar, y no hay forma de asomarnos a ese mundo que, en realidad, casi todos deseamos, ¿por qué insistimos en depositar nuestra confianza en un plan que solo proyecta sobre nosotros el dominio y la desconfianza? No es de recibo proseguir con las mismas armas. Votar, se convierte en un derecho vacío de sentido.

¿No será que el voto sirve para mantener y legitimar un sistema determinado, mientras en la sala de máquinas los mismos de siempre ofrecen apariencia democrática a lo que, obviamente, no es?

¿Qué ha de suceder para que nos reincorporemos y dejemos atrás nuestro modelo económico, avasallador y edulcorado? ¿Qué podemos hacer para que todo esto cambie?

10- Es más fácil de lo que creemos

Y para que se entienda claramente. Nuestras entrañables democracias, con sus continuos reajustes restrictivos, han llegado a ofrecer a la ciudadanía estadounidense la posibilidad de elegir entre dos grandes representantes, Joe Biden y Donald Trump (un logro sorprendente). En Europa, nos han dado a elegir entre la Troika y el asedio compulsivo liderado esta vez por Ursula Von der Leyen y Jens Stoltenberg. Y en España, asistimos a un debate entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo difícil de olvidar y muy complicado de aceptar como paradigma representativo del sueño de cualquier democracia. Como todo el mundo sabe, justo los personajes con los que todo el mundo sueña y a los que todo el mundo aplaude. Y los personajes que vienen después, animadores y animadoras socioculturales para ir de picnic o acampadas veraniegas, con sus fiestas infantiles y sus apasionados juegos de rol . Y ahí termina el cuento.

Salir de este bucle inadmisible nos obliga a salir del sistema.

OTAN No, Bases Fuera

Un abrazo, joséluis


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Algunas Notas de Pedagogía Política (Nota Número 02)

EEUU avisa a Argentina, sin contemplaciones, mostrando sus modos autoritarios y su soberbia.

La congresista republicana de Estados Unidos, María Elvira Salazar, amenazó al Gobierno de Argentina con que su país tomará acciones ante un supuesto acuerdo de la nación austral con China para fabricar aviones caza JF-17.

En un mensaje compartido en su cuenta de Twitter, la también periodista ganadora de cinco premios Emmy, escribió: “Hay dos mundos: el mundo libre y el mundo de los esclavos. Espero que los argentinos se queden en el mundo libre”.

Es escucharle y saber cómo funciona el mundo.


Pacifismo sin escrúpulos

Siendo el objetivo de la OTAN derribar su muro del este y el de Estados Unidos la adquisición de poder a cualquier precio, no son de extrañar sus incesantes movimientos para instaurar un nuevo proceso de control social y de sometimiento, cada vez más cerca del autoritarismo y de la supresión de derechos fundamentales.

Otra cosa es llegar a comprender la catarsis popular, que en nombre de un pacifismo televisado, adquiere tintes hegemónicos y de propaganda universal. Si no fuera por las tristes consecuencias que todo ello va a tener en un futuro muy cercano, los acontecimientos devienen inverosímiles y hasta cómicos.

Del mismo modo que millones de personas “padecieron” sufrimientos ostensibles durante el abandono de Afganistán por parte del imperio, y empatizaron como nunca con sus mujeres hasta el punto de querer traerlas a todas a nuestro occidente tan amigable, ahora las mismas personas vuelven a pasar por ese proceso de humanismo incontrolable, y quieren traer a todos los niños ucranianos para adoptarlos y ayudarles alejándoles del ruido de las bombas.

Del mismo modo que millones de mujeres siguieron la estela del me too, abanderadas por Hollywood y Femen, y decidieron salir a las calles y hacer la revolución sin exigir una verdadera transformación, ahora las mismas personas gritan a los cielos para que todas las palomas blancas aleteen con sus consignas antibélicas.

Del mismo modo que media población de repente se sintió ecologista y admiró el enorme trabajo de la juventud liderada por Greta Thunberg, y tomó la decisión de tomar las calles para cambiar el planeta (mientras las verdaderas líderes eran asesinadas sin contemplación alguna en Latinoamérica), ahora las mismas personas contraatacan señalando a Rusia sin miramientos.

Del mismo modo que la población europea se encandiló con un tal Obama, y aplaudió hasta con las orejas su triunfo electoral, a la búsqueda como estaba de líderes justos y poco agitadores (olvidándose milagrosamente de todas las guerras que provocó), ahora las mismas personas exigen con los corazones rotos la paz perpetua como si les fuera la vida en ello.

Del mismo modo que los medios señalan con el dedo, y la gente avanza a paso firme al lugar señalado, llegará un día en que perseguirán comunistas y algún que otro periodista despistado. Y llegará un día en que impondrán sus designios a la luz de la censura institucionalizada, y arropados por la mágica autocracia global saldrán a las calles a celebrar el triunfo de una nueva forma de tiranía, encubierta de mayorías de temerosa ignorancia.

En una de mis últimas intervenciones advertí con claridad que podíamos caer más bajo aún y, en el breve plazo de un mes, hemos caído al precipicio. Habitantes de todas las urbes piden la paz hasta en la cola de los supermercados, los estadios se llenan con las banderas ucranianas, las calles estallan con el estruendo de millones de voces contra las batallas, los gobiernos se apresuran a lanzar sus ayudas humanitarias, y los informativos…, los informativos arruinan nuestras vidas. “Acaba de comenzar una guerra”, y todas las campanas repican en las conciencias de las personas.

Esas personas… ¿Dónde habitaban hasta ayer? ¿Dónde escondían su rabia y su dolor? ¿Dónde depositaron sus palabras y sus miedos? ¿Dónde protestaron ante las tropelías? ¿Dónde escribieron de impotencia y doloridas? ¿Dónde olvidaron sus vergüenzas?

De la noche a la mañana, las mismas personas, todas y cada una de esas personas descubrieron que había una guerra, y que semejante despropósito no se podía tolerar. Emocionadas e impulsadas por un destello interior, y armonizando con un nuevo mundo, se despojaron de todas sus vestiduras y se encaminaron con paso firme hacia una nueva regeneración de sus vidas y el planeta. Y por todo ello, les estamos sumamente agradecidos. Y si no fuera porque no nos lo permiten, estamos a nada de exigir que el próximo premio nobel de la paz sea para todas ellas, como sorprendente labor humanitaria nunca vista hasta ahora.

Arremeter contra Putin se ha convertido en un deporte olímpico, pero no es más que una automatización de la mirada enquistada. Es tan sencillo lanzar dardos contra su diana como alabar, por ejemplo, la resistencia de un pueblo luchando por su vida. Las dos caras de la misma moneda. Las dos caras del desconocimiento.

Estados Unidos sale de nuevo indemne y, lo que es peor, reforzado en su inquebrantable carrera para que Europa se mutile, y Rusia se descomponga. Es una jugada tan malvada como planeada, pero la ciudadanía de este continente está maltrecha, herida por una afección informativa espartana. Incomprensible, pero real. La cultura del monopolio globalizador ha hecho estragos, y sus redes han atrapado hasta al austero lector de novelas de evasión. Lo vamos a pagar caro, muy caro.

De nada sirve que cien guerrilleros de las redes lleven años interceptando los mensajes que lanzan los políticos y sus amigos los periodistas desde sus guaridas, y los divulguen avisando de la catástrofe. De nada sirve que llevemos años mostrando, con toneladas de información y documentación los planes del imperio. De nada sirve gritar en medio del narcotizado aforo del capitalismo; el público se entretiene con todo aquello que se divulga, como pez hambriento en medio de un mar extenso y sin vida.

Se sale a los balcones con la misma facilidad con que uno se puede ir de compras. Y hoy, se habla de la guerra como si ayer no la hubiera. Siria, Sudán del Sur, República Centroafricana, Nigeria, República Democrática del Congo, Afganistán, Irak, Yemen… No. No hay guerras en el mundo. La primera desde 1945 es ésta de Putin. La más tenebrosa, la más escandalosa, la más impune.

Todo lo demás es un simple juego, una invención comunista para distraer a los conspiranoicos. No hay maldad en el mundo. Solo Rusia encierra una crueldad necesitada de cirugía. Pero estamos acostumbrados. Las cerillas alumbran más cuando toda la cajetilla se enciende al mismo tiempo. Y todo occidente está ahora mismo ebrio de luz, iluminada por la OTAN y los Estados Unidos de América. Siento cada vez más vergüenza del mundo que me rodea.

El 02 de mayo de 2014 fueron quemados vivos en Odesa, por los neonazis ucranianos, 36 miembros de organizaciones comunistas y de izquierda. Asesinados por los mismos grupos neofascistas que respalda Ucrania y, por tanto, la UE y EEUU. Quienes sobrevivieron en la Casa del Sindicato donde se produjeron los tristes sucesos, fueron enviados a prisión, acusados de terrorismo. Pero los pacifistas que ahora brotan como setas no olieron esos cuerpos calcinados, dado que sus informantes nada les dijeron.

En la charla que dimos en el Club de Amigos de la Unesco, Javier Parra, José Couso, Evgeny Evdokimov, Purificación G. De la Blanca y yo, el 28 de enero de 2017, denunciamos el acoso y derribo a Rusia. Hablamos de la estrategia del caos, del nuevo orden mundial, del papel de la OTAN y de otras muchas historias muy tristes. Lógicamente, no os contaron nada de esa charla en televisión. Pero quienes fueron, saben muy bien lo que allí aconteció. Saben muy bien que todo lo que hoy está sucediendo, es algo tan sencillo como un plan. Que viene de atrás, del lejano occidente. Y, lógicamente, no es que no nos pille desprevenidos, es que todo nos termina por hacer mucha gracia. Oliver Stone piensa lo mismo. Desde que produjo el documental sobre Ucrania del que ya dimos cuenta, está desterrado, por intentar ser un periodista. Julian Assange también sabe mucho de eso. Está encerrado, por intentar ser un periodista. Hace pocos días detuvieron en Polonia, en un pueblo fronterizo con Ucrania, al reportero vasco Pablo González, por intentar ser un periodista. De las millones de personas que éstos días están compungidas y clamando por el arresto de Putin no van a detener a nadie. Sencillamente, porque el bando de los buenos y de los demócratas está de parte de Ucrania.

Desde 2014 a 2022 se calcula que el gobierno de Kiev ha matado a unas diez mil personas en el Donbass, con continuas incursiones y bombardeos, sin que un solo medio de comunicación de masas nos informara de ello, sin que un tierno pacifista europeo clamara al cielo ante la barbarie. Una persecución contra una población olvidada por un dios nada poderoso.

El departamento de propaganda sabe de sobra cómo engañar a la población, cómo domesticar y cómo afianzar los valores adecuados para su causa. El goteo continuado de información antirrusa ha hecho de Europa, durante todo este siglo, un enjambre de ciudadanas y ciudadanos ejemplares, convirtiéndolos sutilmente en belicistas pro OTAN. Si, en auténticos belicistas, apadrinados por la histeria colectiva y el miedo, incendiando su lado amable y quebrado de información delictiva.

Para quienes llevan mucho tiempo luchando, de verdad, contra las guerras, el actual capítulo ucraniano es una especie de consolidación del final de una era. El telón ha caído, y un nuevo capítulo de nuestra historia comienza a abrirse paso. Sobre el escenario, las arenas movedizas europeas.

Como escribe Heden Delnz, Ucrania no es más que un caballo de troya introducido por los EEUU en la frontera, y éstos vuelven a abrirse paso colocando los cimientos para nuevas guerras en Europa (entre europeos), para que puedan salvar así su agonizante modelo capitalista. Pero eso sí, sin que caiga una sola bomba en su país, mientras nosotros nos destrozamos sumisos a sus consignas.

El primero de marzo Joe Biden ofreció su primer discurso del estado de la Unión: “Pasaremos esta prueba. Para proteger la libertad y la autonomía, para expandir la equidad y las oportunidades. Salvaremos la democracia”. Muy interesante. Los mismos que provocaron el cambio de gobierno en Ucrania y financiaron a grupos nazis y se sirvieron de ellos para sus propios propósitos nos dicen que van a salvar la democracia. Los mismos que la pasada semana trasladaron a unidades de combatientes de Al-Qaeda al frente ucraniano nos dicen que van a proteger la libertad. Y mientras, el mundo lo celebra. El mundo aplaude las restricciones, las amenazas, los embargos y las sanciones económicas, deportivas y culturales a Rusia. Estamos jugando con fuego, y Europa, sobre todo, está dando alas a un nuevo tipo de fascismo, que deambula de un lado para otro, a través de “grupos rebeldes” que son capaces de instalarse en las cúpulas del poder. Jugando con fuego.

OTAN No, Bases fuera

posdata con un poco de humor: La Federación Internacional Felina (FIFe, por sus siglas en francés) también se ha sumado a las sanciones contra Rusia y ha decidido imponer restricciones a los gatos criados en el país euroasiático.

En un comunicado, la entidad afirmó estar «conmocionada y horrorizada» por la operación militar rusa en Ucrania y que no podía quedarse de brazos cruzados. Por esa razón, decidió que a partir de este 1 de marzo «ningún gato criado en Rusia puede ser importado y registrado en los libros de pedigrí FIFe fuera» del territorio ruso.

Además, «ningún gato que pertenezca a expositores que vivan en Rusia podrán participar en ninguna feria organizada por la FIFe fuera».

Como han sugerido algunos internautas, estaría bien que Occidente imponga sanciones al viento del norte, que sopla a través de Rusia.


Decálogo ucraniano

Scholz visita EE. UU. en medio de las tensiones entre Rusia y Ucrania. Estados Unidos avisa de que Rusia planea una potencial invasión de Ucrania en 2022. Biden avisa a Rusia de sanciones “rápidas y severas” si ataca Ucrania. Washington evacua al personal no esencial de su Embajada en Kiev. Macron dice al presidente ruso que el diálogo “sincero” no es compatible con la escalada. El Pentágono avisa de que Rusia sigue reforzando sus tropas a las puertas de Ucrania. La OTAN dice que hay señales que sugieren que Rusia planea un «ataque a gran escala» contra Ucrania. La UE y la OTAN defienden la integridad territorial de Ucrania y anuncian sanciones contra Rusia…

Y así, hasta el infinito. Todo el mundo se asigna la benevolencia occidental y desata una oleada de indignación frente a Rusia. Ese “país imperialista” que no hace más que invadir y anexionarse territorios ajenos e incitar a la violencia. Hay que ver, qué actitud más hostil y diabólica la de Putin, el hombre más violento de los últimos cien años. Hay que ver… afirmacionista, qué de cosas más increíbles pasan en el mundo…

01- El movimiento de protesta Maidan se desarrolló en Kiev en noviembre de 2013 cuando el presidente ucraniano Yanukovich rechazó un plan económico de la Unión Europea que imponía un régimen de dura austeridad en Ucrania como precio para la admisión en un ámbito económico dominado por los bancos alemanes. Las protestas callejeras, respaldadas por EE.UU. y la UE y con el apoyo decidido de elementos neoconservadores dentro y fuera de la administración Obama, comenzaron cuando Yanukovich aceptó un préstamo de 15 millones de dólares de Rusia y un plan económico que no requería medidas de austeridad y que además incluía la reducción del precio del gas natural ruso.

02- Ante la negativa de arrodillarse ante el dólar, el Departamento de Estado de EE.UU., como viene haciéndolo desde tiempos inmemoriales, financia una red internacional de organizaciones no gubernamentales y medios de comunicación para fabricar una oposición política y llevar a cabo un cambio de régimen. Se hace con la colaboración de neonazis y grupos paramilitares para caldear el ambiente y vender una revolución de colores. Perfecto. Todo preparado.

03- El nuevo gobierno golpista es seleccionado por una sesión parlamentaria paralela, cuando muchos miembros electos no pudieron presentarse a votar por temor real a un ataque físico. El Parlamento estaba lleno de fuerzas fascistas y semi-fascistas, así como poderosos oligarcas multimillonarios. Las fuerzas fascistas promueven el odio hacia rusos, judíos, polacos y otras minorías. A lo largo de esos años, los mismos personajes ejercen el vandalismo contra monumentos antifascistas que honran a los veteranos militares soviéticos de Ucrania y otras partes de la URSS que sacrificaron sus vidas para derrotar al nazismo durante la Segunda Guerra Mundial. El nuevo gobierno golpista inmediatamente inicia las leyes para prohibir el Partido Comunista de Ucrania, entre otras muchas lindezas.

04- Así las cosas, ya tenemos un nuevo gobierno títere implantado por los mismos de siempre. Y Rusia, nuevamente, queda atrapado entre las sanciones y la pared, porque tal y como podemos apreciar, lo acontecido obliga a nuestras democracias a tener que sancionar la actitud tan descabellada de Putin, que no tiene más remedio que abrazar la causa rusa en un territorio donde se está produciendo un nuevo ataque contra sus intereses. Y por tanto, se envían fuerzas militares a Crimea como consecuencia del golpe semi-fascista que amenaza a millones de personas de etnia rusa que viven en Ucrania. Terrible. Porque nosotros, cuando nos atacan y juegan con nuestra ciudadanía, no oponemos resistencia alguna, y hasta regalamos territorios porque somos así de bondadosos.

05- Desde el entrañable Maidan, Ucrania es utilizada una y otra vez para debilitar a su vecino, y EEUU y la OTAN no hacen más que menospreciar sus propias palabras. Recordar que en 1991 prometieron no expandirse hacia el este, y no solo lo incumplen, sino que expanden como una plaga los tanques en sus bases. Es decir, llevan más de 30 años rodeando a Rusia con armamento y amenazando sus fronteras, y resulta que es Rusia la que está poniendo en jaque al mundo.

06- Ya en 2007, Vladímir Putin denunció en su famoso discurso durante la Conferencia de Seguridad de Múnich que la expansión de la OTAN representaba una amenaza para el país e iba en contra de las promesas de la propia alianza. Pero, lógicamente, noticias de ese calado no tienen cabida en nuestros informativos.

07- La tralla que nos han impuesto éstos dos últimos meses para demonizar al presidente ruso y ensalzar la labor humanitaria no tiene desperdicio. Es tan impresentable, que da hasta vergüenza pensar y saber que los afirmacionistas son un grupo cada vez más grande. Mientras nos atosigan con la idea de la invasión rusa, unos 15 pueblos del Donbass fueron bombardeados.

08- Situación actual de Ucrania después de la jugarreta del Maidan. Lo que sucede siempre. Un país destrozado, en quiebra, y lo que es peor, un verdadero polvorín, del que ya han dado cuenta muchos periodistas. «La proliferación de la ideología nacionalista blanca en las fuerzas militares y de seguridad de Ucrania, entrenadas y apoyadas por Occidente, es un tema poco estudiado», afirmaba a mediados de enero desde Washington el periodista de investigación Oleksiy Kuzmenko. Ya lo alertó hasta la BBC en 2014 durante las protestas, cuando el periodista británico Gabriel Gatehouse entrevistó a varios neonazis orgullosos de estar al frente combatiendo a las fuerzas de seguridad ucranianas, antes de que se consumara el golpe. El nuevo gobierno apoyado por Occidente, tiene estrechísimos lazos con grupos de extrema derecha. Grupos que, además, han tenido el respaldo de la UE y de la OTAN en su formación. Y al igual que ha pasado en Iraq o Siria con los yihadistas, está pasando en Ucrania con estos personajes. ¿Cómo no vamos a defender a estos paramilitares?Líderes neonazis se hacen cargo de las fuerzas militares ucranianas y los gobernantes europeos, una familia afín a la apisonadora estadounidense, les ofrece ayuda. Es patético. Pero así funciona el mundo, y así se desintegra el hombre postmoderno capitalista.

09- ¿Quieres hacerme creer que ponen una bomba en la ventana de tu habitación, otra, en la del salón, otra en la del cuarto de baño, otra en el balcón, y tú no vas a salir a la puerta de tu casa a defenderla? Eso es lo que está sucediendo con Rusia, que está rodeada, y no de palomas mensajeras precisamente.

10- A partir de ahora, a verlas venir. Acoso y hostigamiento, sanciones económicas, estrangulamiento financiero, presión política, y pronto perseguirán comunistas como enemigos declarados de la paz y seres impresentables. Me sonrojo. Vivo en un mundo desmedidamente infantil. ¿Nadie va a imponer sanciones a los Estados Unidos de América por destrozar Vietnan, Siria, Libia, Irak, o tan solo por estar en guerra 229 años con 246 de existencia?. Vergüenza ajena.

OTAN No, Bases fuera


Pablo Hasel, preso

Esta es una de las razones de que le hayan encerrado. La letra de la siguiente canción no hace más que plasmar la realidad, y poner en jaque todas las maniobras de los medios. Pero también arroja piedras contra quienes alaban la labor de EEUU y atacan constantemente a Rusia. Pablo Hasel es una especie de banda sonora necesaria, que pone su música a infinidad de artículos que hemos escrito, intentando analizar este lamentable mundo. Ya se lo han llevado, pero con él también se han llevado tantas y tantas palabras con las que hemos gritado. No basta «solidarizarnos» con él, hay que seguir disparando con nuestras reflexiones. No es solo una vergüenza, es un nuevo golpe sobre la mesa, del poder y de la intransigencia. Ya se lo han llevado, y con él la defensa de Siria, de los refugiados, de los humillados, de los indefensos. Ya se lo han llevado, y el mundo seguirá igual, bombardeando para que florezca el capital, y muera el aroma de la verdad.

Pincha en el enlace de arriba para ver el vídeo (no me lo dejan incrustar en el blog)


Una izquierda cada vez más perdida

Proclamar el desconocimiento es tendencia. A los cuatro vientos, huracanes que barren conciencias están de moda, y la magnitud del despropósito se extiende por todo el mundo como fórmula matemática de primer orden. Dicha fórmula es el principio divulgativo del gran poder para neutralizar la rebelión o protesta alguna, y es también el masivo espectáculo sin el cual todo sería posible.

No hay mejor manera de construir realidades que alterando la percepción simbólica, y como nuestros sentidos ya están completamente dislocados, lo tienen fácil, muy fácil. Hasta tal punto es sencilla la manipulación que hasta la “izquierda” se cree libre de pecado, y hordas de feministas, demócratas, ambientalistas y pacifistas campan a sus anchas creyendo ver la solución allí donde van enterrando sus propias esperanzas.

Hemos expuesto en muchas ocasiones las adversas consecuencias que tiene para la sociedad en general que ilustres artistas, divulgadores de toda orden o columnistas del ocio ideológico no hagan más que grotescas contribuciones asentando sus supuestos principios morales y políticos en las mismas fauces del enemigo. Ya tuvimos una experiencia demoledora con Barak Hussein Obama. Sin duda alguna, enemigo de la paz e instigador de la promiscuidad armamentística.

Viví esa época con cierta incredulidad. Es complicado mantener la fe en el ser humano cuando éste se levanta en armas contra el mundo. A mi me resultaba un tanto paranoico observar cómo la televisión propagaba su discurso por doquier, y más paranoico aún comprobar cómo la mayoría de tribus urbanas y no urbanas caían a sus pies. Me resultaba absolutamente descorazonador escuchar a mentes pensantes rendir tributo a semejante personaje. Y me entristecía, mucho, constatar cuan fácil era deslumbrar a los habitantes de la modernidad. (Podemos hizo lo propio y lo que consiguió fue nacionalizar la aflicción)

El siglo XXI, si algo nos trajo, fue esa adhesión a la verdad oficial, esa necesidad de aferrarse a un discurso aun a costa de nuestra propia debacle. Ya van pasando los años, y yo voy desplazándome a mi propio refugio, más alejado de la gente, más aislado del ruido. Pero no consigo deslindarme de los acontecimientos. Imagino que por mi querencia doliente hacia la política. Y vuelvo a revivir. Siempre vuelvo a revivir frente a la desolación.

Doce años después de que todos los titulares y todos los discursos momificaran nuestras mentes, hoy, y como si nada hubiera ocurrido desde entonces, la ciudadanía regresa en masa a buscar consuelo en la imagen de ese binomio nada seductor; Kamala Harris/Joe Biden. El mismo proceder, la misma maquinaria perforando nuestras vidas, los mismos delincuentes insinuándose ante nuestra mirada, y aún así, nada. Es muy importante recordarlo, “feministas, demócratas, ambientalistas y pacifistas” aplaudiendo semejante acontecimiento como si de una gran noticia se tratara.

Por fin, una gran señora en lo alto de la cima. Y por señora, al parecer bien educada, por multiétnica, al parecer muy colorida, y por fiscal de primer orden, al parecer muy juiciosa. Y con esa presentación, como ya hemos avanzado, un amplio sector de nuestra querida agrupación de izquierdas luchadora por el cambio, por la igualdad social y por las causas justas, aplaude hasta con las orejas su llegada. Una nueva alfombra roja para gente desalmada. Uno tiende a comprender todo, pero se acabaron las rebajas.

¿Qué importa que la gran historia de amor de Kamala Harris fuera, casualmente, con Willie Brown, 30 años mayor que ella y fabricante de reyes y reinas en San Francisco? ¿Qué relevancia tiene que el mismo señor le “regalara” un par de puestos en dos juntas reguladoras estatales (La Junta de Apelaciones del Seguro de Desempleo y la Comisión de Asistencia Médica de California)? ¿Qué más da si la llevaron en volandas para conectarse con la alta sociedad de San Francisco y la élite política de California? ¿Qué tendrá que ver que posteriormente le llegaran fondos (donaciones dicen) provenientes de apellidos como Fisher, Getty, Buell o Haas? ¿Qué consecuencias puede tener que no adoptara postura formal cuando un proyecto de ley requería que su despacho investigara tiroteos relacionados con la policía? ¿Y qué coño importa que en la revisión de la justicia penal más grande que viviera California desde hace mucho tiempo (sistemas menos punitivos para delincuentes no violentos), Kamala Harris permaneciera en silencio?. Nada. No importa nada. Nos han dicho que es una agradable mujer de padre jamaicano y madre india, que se ha hecho hueco porque es una mujer de “armas tomar”. Y con eso !basta!

¿Y si supiéramos que la red de influencia política de Willie Brown era insuperable para sus rivales políticos?. ¿Y si, por un momento, pudiéramos imaginar que los cinco años de relación que tuvo con él fueron decisivos para poder llegar a convertirse en fiscal del estado?. ¿Y si sacáramos a la luz que su actual marido, Doug Emhoff, está completamente enamorado de ella y lo ha dejado todo para facilitar el triunfo político de su esposa (todo…, es dejar su bufete internacional DLA Piper)?. ¿Y si, miren ustedes por donde, la decisión, por romántica que parezca, resulta que es totalmente política?… El apuesto caballero ha representado a la farmacéutica Merck frente a reclamaciones de enfermos, a los laboratorios Abbot y a la distribuidora de armas Dolarian Capital. Y su firma, vaya por dios, realiza labores de lobby en Washington.

¿Y si en vez de dejarnos llevar por la ingente cantidad de estupideces que se publican y transmiten, fuéramos capaces de advertir el peligro allí donde reside? ¿Y si, por defecto, llegáramos a la conclusión de que EEUU es una poderosa estafa antidemocrática e imperialista? Todo nos iría mucho mejor. A toda la ciudadanía del mundo. Así que, por favor, estaría bien que dejáramos las redes sociales, que fuéramos a pasear, y que cada vez que “ocurriera algo”, mandáramos al carajo todo lo que provenga de ese país. Porque desde que tengo uso de razón, no ha habido un solo día en que dicha entidad no haya cometido crímenes contra la humanidad.

Así que no hay ninguna razón de peso, ni social, ni política, que nos deba hacer perder el tiempo ni un minuto más. No hay ninguna razón que nos impida llegar a la conclusión de que Kamala, como Joe, como Hillary, como Bush y como todo lo que se mueve por las altas esferas del poder, es una figura más del tablero, una pieza más de este usurero sistema que nos gobierna, y una víbora más, como cualquier otra persona encargada de llevar adelante los designios de EEUU. Así que, ni se te ocurra sonreír por ella, porque será la primera que te la quite.

¿Cómo alguien puede creer que nos vienen tiempos de ilusión de la mano de Joe Biden?

¿No sabemos que este personaje es uno de los mayores belicistas con los que nos podíamos topar? Está íntimamente unido al Complejo Industrial Militar y al gran sector de las finanzas. Como senador de Delaware ya le llamaban “el senador del banco MBNA”. Una de sus primeras decisiones ha sido nombrar a Lloyd Austin como Secretario de Defensa, lógicamente, porque representa al lobby armamentista.

Pero veamos…, ¿qué hizo en su pasado?. En 1973, Biden se reunió con la primera ministra Golda Meir, apoyando los planes sionistas. (Ah, nuestra querida Kamala es firme defensora de Israel y de su política contra el Estado palestino. Menudencias). Cuando era Senador fue un ferviente defensor en apoyo de la corona inglesa en la guerra de Malvinas del año 1982. Biden votó a favor de la resolución de 1999 que autorizó al presidente Bill Clinton a realizar operaciones aéreas militares y ataques con misiles contra la República Federal de Yugoslavia. Como presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, fue el principal apoyo a las políticas del presidente George W. Bush. Biden pidió tropas adicionales para Afganistán. También votó en 2001 la autorización para iniciar acciones militares, sin que se pudiera demostrar que Afganistán era el autor del atentado. Fue uno de los mentores de la “guerra contra el terrorismo”, que incluyó la creación de milicias de mercenarios y la instalación de centros de detención y tortura como Guantánamo y Abu Ghraib. En el 2003, Biden apoyó la resolución que condujo al gobierno estadounidense a bombardear e invadir Irak. Un millón de personas muertas como daño colateral. Como presidente de la comisión de relaciones exteriores del Senado eligió a los 18 expertos que analizarían a favor de la invasión, respaldando argumentos falsos con tal de hacerse con el petróleo iraquí que, a día de hoy, sigue succionando sin cesar. En 2006, el amigable presidente presentó un plan para fragmentar Irak con líneas étnicas. Apoyó la intervención militar y la fragmentación de Libia, creando milicias de mercenarios bajo el control de las fuerzas especiales. Siempre al lado de Obama, bombardeó Afganistán, Irak, Libia y Siria y, por si fuera poco, llevó la violencia a Somalia, Pakistán y Yemen. No dejamos atrás sus cirugías en Honduras, Paraguay, Cuba, Nicaragua, Venezuela, Brasil, Ucrania… La verdad, me detengo porque yo mismo me canso.

Y dime… ¿Crees de verdad que alguien puede ir por ahí alabando a éstos sujetos, por muy bien que te caigan? ¿Crees de verdad que alguien está en condiciones de darle alas a políticos que van a llevar adelante acciones con terribles consecuencias y la muerte de miles de personas? Estamos llegando muy lejos, y quizás deberíamos callar si no sabemos, deberíamos apartarnos del camino antes de cometer el delito de apoyar a gente que solo va a desestabilizar el mundo e ir en contra, precisamente, de las feministas, demócratas, ambientalistas y pacifistas. ¿O acaso sigues creyendo que Kamala es una mujer que merece la pena?

¿Qué le está pasando a la izquierda? ¿Qué vientos han perturbado las mentes hasta el punto de encontrarnos con personas capaces de creer que EEUU son una democracia? Es una aberración llegar a semejante conclusión. Del mismo modo que lo es intentar justificarse aduciendo que Putin, Maduro, Xi Jinping, Bashar al Assad o Díaz-Canel son unos “impresentables”. Impresentable es esa actitud, esa desidia informativa, y encima reproducir el discurso de quien nos oprime, dar alas al dominante para que nos siga humillando sin cesar. Impresentable es habitar esta tierra con la ilusa creencia de que nuestro enemigo actúa con decoro y de acuerdo a las normas.

Las normas éticas nunca estarán del lado de la ley. Porque las normas éticas se sienten traicionadas por ésta, y porque las normas éticas desean levantarse en rebelión contra tanto atropello. La ley no se aplica con justicia, y no hay que rasgarse las vestiduras por afirmar que no tenemos quien nos defienda. No al menos a quienes sostenemos que vivimos bajo el yugo de la represión y la guerra.

Si no sabemos todo eso, ¿no debería ser mejor mejor callarnos?. Callarnos, e ir a recoger setas. Porque el terrible daño que hacemos al mundo es una realidad imperdonable.

P.D.: Lo he dicho tantas veces. No somos futurólogos. Pero no se me ocurre mejor manera de mostrar en qué va a consistir el trabajo de los nuevos mandatarios que decirlo hoy, 26 de enero de 2021. Siria e Irak van a temblar. Y los televisores de los expectantes hogares occidentales van a regresar a la telenovela yihadista, a las incursiones de los rebeldes, a las bombas, y a la putrefacta política de tener que salvar a esos países de los “terroristas”. Nuevamente, los demócratas van a volver a desestabilizar muchas partes del mundo y, espero, que con ello, muchas conciencias.

Colaboración para Iniciativa Debate y Ojos Para La Paz


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Jordi Évole

Has caído muy bajo

Con tu sonrisa ingenua e infantil contestas a todas las preguntas que te hacen en diferentes programas para promocionar esas entrevistas tan disparatadas y parciales que realizas. Es tan infame tu trabajo que un día, alguna persona cercana te lo recordará. Te posicionan en el altar del periodismo y no eres más que un títere al que no le importa llenar sus bolsillos con el dolor que distribuye e incentiva tu trabajo.

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Tienes todo a tu favor. Todos los medios, un equipo de trabajo amplio, la posibilidad de poder utilizar todas las herramientas que quieras y, por tanto, en tus manos, toda la información que quieras. Pero tienes dos cosas en tu contra; tus jefes, y tu poca vergüenza.

En la entrevista con Maduro, has sido incapaz de hacer una sola pregunta o comentario alguno sobre la injerencia de EEUU sobre el pueblo venezolano, y sobre la presión económica ejercida hasta ahogar su desarrollo. Pero, por otro lado, haces ataques continuos sin ningún fundamento, dejándote llevar por un “mandato concreto y directo”: intentar convencer a toda la audiencia de que el presidente de Venezuela es un impresentable y que hay que echarle.

Con tu ironía forzada de incompetencia pones en duda el golpe de estado que se está produciendo, porque dices que no hay levantamiento militar ni violencia. Parece mentira que no sepas todo lo que está sucediendo. Hasta el presidente te lo cuenta, pero tú pareces no querer saber nada de las verdaderas causas de la pobreza. Parece mentira que no sepas cómo se producen ahora los golpes, cómo crean a través de la teoría del caos un clima de insolvencia y hasta de terror en los países elegidos.

Pensé dejarte datos aquí para que los leyeras, pero no lo voy a hacer. Lo hago casi siempre en mis escritos, es decir, respaldarme con documentos, información contrastada y muchos informes. No lo voy a hacer porque lo sabes. Sabes lo que está ocurriendo pero prefieres cobrar, aunque ello conlleve una posible invasión, y respaldas al opresor y encima vas de periodista solvente.

No hacer ningún comentario de quién es Juan Guaidó, dónde ha estudiado y cómo ha llegado…, donde ha llegado, dice mucho de ti y de tu trabajo. Y sigo diciéndote que lo sabes, pero prefieres cobrar.

Yo tengo toneladas de información con la cual cualquier periodista con ánimo de informar y presentar una realidad  más objetiva, plantearía, sin duda alguna, otros interrogantes. Pero tu trabajo en favor del asedio y del capitalismo más ruin ha tocado techo.

Has tocado el cielo con tus manos. Pero no ese cielo limpio y azul, sino aquél donde llegan los que van a rezar todos los domingos y luego disparan con sus palabras.

Has vuelto a protagonizar un capítulo importante en favor del desprestigio de los medios. Tu ataque de ayer solo lo puede realizar alguien al que no le importa enriquecerse (sea como fuere) por realizar “un trabajo bien hecho”. Y, créeme, hiciste un gran trabajo. Para el poder. Para el más deleznable de los imperios y para que la guerra continúe.

Colaboración para Iniciativa Debate

OTAN NO, BASES FUERA


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Nueva masacre en Palestina

Mirando hacia otro lado

El poder fascista triunfa cada vez con más facilidad. Su habilidad en el siglo XXI, a través de un control férreo de los medios de comunicación y de las redes sociales, para persuadir a las colectividades a mirar para otro lado y entretenerlas con otros elementos de distensión…, no tiene precio.

Israel, el gran enemigo del mundo, celebra el 70 aniversario de la creación de su estado adhiriéndose a lo único que sabe hacer, sembrar de terror y sangre todo horizonte que desea alcanzar. Mientras, Europa permanece arrodillada, incapaz de romper lazos con un estado demoníaco, y como regalo le ofrece tres etapas del giro y su sublime «triunfo feminista» en Eurovisión.

https://www.hispantv.com/noticias/palestina/372795/francotirador-israel-gaza-muere-protesta-nakba

 

Photo by joséluis vázquez domènech

Hacer un análisis social y político de lo que está aconteciendo en nuestro entorno nos llevaría, probablemente, a granjearnos un buen número de adversarios, porque hoy en día, es muy complicado poder escribir sin que tus reflexiones ofrezcan algún destello de fácil absorción.

No hace falta ser un analista de gran talla para llegar a la conclusión de que más le valdría a todo dios concienciarse de que ni Corea del Norte, ni Irán ni Siria son los países que hay que combatir y someter a las más severas infracciones. Bastaría con que fuéramos capaces de detenernos un instante y replantearnos qué hostias estamos haciendo alabando la democracia estadounidense y las terribles secuelas que de todo ello se derivan.

El mayor desastre que viene aconteciendo en la tierra desde que nací viene de la felación continuada que tienen a bien realizar los Estados Unidos con el falocéntrico estado israelí. Y poco más hay que solucionar en este mundo. Si exigiéramos a nuestros gobernantes la ruptura completa de relaciones con esos dos monstruos, todo se iría corrigiendo automáticamente. Pero estamos a años luz de semejante noticia, y estamos obligados a despertar cada día con la noticia de nuevos asesinatos; es igual por bombardeos, invasiones, francotiradores, guerras inventadas u otras indisposiciones. Y éste es el gran enemigo a combatir.

Pero la mayor urgencia carece de respaldo popular, porque somos especialistas en mirar hacia otro lado y avanzar, incluso con indignación, por caminos que no llevan ni a grandes puertos ni a la consecución de la paz.

*** Quisiera recordar a todo el mundo que Palestina es para Siria la principal causa nacional árabe, y paga un gran precio (casualidad) por respaldar la resistencia y defensa de Palestina. Defender a ambos países es intentar defender la paz en el mundo, porque ambos son el verdadero foco de resistencia contra el imperialismo.

Otan No, Bases Fuera


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Mujer! Y hoy, ¿no vas a moverte? ***

Cómo se programan (o impiden) las manifestaciones y por qué

Cuando escribimos que el 8 de marzo no pasó absolutamente nada parecido a una revolución o movilización contra el sistema, nos referíamos a ésto.

El poder tiene sus resortes tan bien controlados que hace creer a la gente que es capaz de transformar el mundo, cuando en realidad, esa capacidad no solo está anulada, sino que además forma parte del simulacro.

Miles de manifestaciones teledirigidas se hicieron eco como distribuidoras de esa necesidad de cambio. Pero solo eran eso, teledirigidas…, pero hacia la nada, a dibujar una falsa percepción y a salvaguardar (aunque a muchos les cueste creer), el engranaje de producción bélica.

Ya tuvieron sus primeras intervenciones en las marchas contra Trump. Eran lo mismo. Nada. Y os pregunto: ¿Creéis normal que una persona cualquiera, que lucha (o dice querer luchar) por destronar a quienes nos están pisoteando, salga a manifestarse llena de júbilo por reivindicar unos derechos, y la misma persona esté ciega ante una invasión, ante un ataque no contra un país sino contra cien? No parece normal. Pero es la norma.

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Si mi lucha es defender la situación de las mujeres en el mundo, ¿podríamos concluir que las mujeres sirias, yemeníes, palestinas o libias están siendo menospreciadas con enorme impunidad? Si. Podríamos y es nuestro deber mostrarlo.

Y aquí radica lo que venimos deseando exponer desde hace tiempo. Las verdaderas movilizaciones son aquellas que procuran subvertir el orden, porque las que ni tan siquiera desordenan los titulares de un informativo son solo eso, pasacalles festivos muy alejados de todo intento de rebelión.

El 10 de marzo, ante la desatada euforia que habitaba por doquier dado el “enorme éxito de las movilizaciones”, escribí que la revolución no será televisada, haciendo referencia a aquél espectacular montaje donde desde los medios de comunicación nos guiaban puntualmente con los horarios, emplazamientos, lemas, recorridos y otras líneas de actuación.

Por más que procuraba hacerme entender, la dificultad era extrema a la hora de poder llegar hacer creer a una mujer, que lo que había sucedido no era ni un granito de arena en la llamada lucha contra el sistema, porque era el propio sistema quien había diseñado con sus arquitectos movimientos tan poco convulsos.

Un mes después hay una nueva oportunidad para salir a las calles a luchar contra esa opresión que constantemente vuela sobre nuestras cabezas, pero las calles estarán vacías, huérfanas de revolución, porque no nos van a brindar la oportunidad de concienciarnos para ello. Una puede salir a airear sus críticas si van a ser televisadas, pero no podrá hacerlo cuando sus gritos sean contra los verdaderos pilares del sistema. No podrá salir, por un lado porque no le van a dejar y, por otro, porque ni tan siquiera se lo van a contar.

El mensaje es simple. Si las manifestaciones del 8M se dieran hoy, en una lucha sin par contra el capitalismo, contra el imperio de la guerra, y exigiendo la retirada de todas las bases militares del mundo, el feminismo hubiera dado un paso gigante hacia el afianzamiento de sus exigencias. Incluso me atrevería a decir que si todas las mujeres que se movilizaron lo hicieron pensando que su objetivo era transformar la sociedad, aquél día solo asistieron a un ensayo, pero que si su objetivo era real y persiste, que por favor salgan estos días corriendo a las calles, porque ahora sí, podríamos hablar, mínimamente, de un movimiento contestatario y eficaz.

Pero ahora no te van a animar a hacerlo, porque ahora los mismos que sacaron a las mujeres a las calles de Washington…, están lanzando sus misiles contra Damasco. Y claro está, prefieren que te vistas de lila y no que tengas la osadía de acudir a la embajada estadounidense a decirles lo que piensas de sus guerras, porque saben que estás contra ellas.

Pero nos desorientan…, nos brindan la oportunidad de salir a manifestarnos para entretenernos, para desahogarnos de tanta impunidad, pero al mismo tiempo cierran las puertas a que podamos hacerlo contra aquello que verdaderamente les importa.

Habrá quien pueda pensar que nada tiene que ver, que es mezclar churras con merinas, pero ahí reside parte de la tragedia. Porque precisamente ahí está la trampa, creernos que tenemos capacidad de transformación, que somos capaces…

…, capaces de seguir su juego sin darnos cuenta de los detalles.

Y termino. Hasta que no nos demos cuenta de que solo hay una lucha, no tenemos absolutamente nada que hacer. El empoderamiento está en otro sitio, no en el Instituto de la Mujer, que tampoco ve lo que está sucediendo, y sigue subvencionando una arbitraria e inapreciable lucha, porque toda mujer que desea ponerse en pie ante la injusticia y el maltrato, hoy tiene el puño en alto contra el Imperialismo. La verdadera lucha hoy está en Siria. Lo demás son distracciones, armamento neurolingüístico del capitalismo.

*** El título viene a colación para visualizar mejor las razones que aquí expongo, dado que la cercanía de los hechos me permite hacer comparativas y análisis más fáciles de entender. Lógicamente, el llamamiento a una movilización total contra aquellos que nos oprimen queda abierto a hombres, mujeres y viceversa.

Colaboración para «Iniciativa Debate» y «Ojos para la Paz»


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Homenaje a las víctimas

Otra Alternativa

Se supone que el mejor homenaje que se podría hacer a las víctimas es aquél que propiciara que no volviera a haber un atentado nunca más. Éste y, lógicamente, el que consiste en acompañarles en su dolor.

Hasta aquí es probable que abraces estas líneas porque los humanos, a veces, muy pocas veces, nos dejamos llevar por el sentido común.

Pero cuando nuestros actos están filtrados para que sean nuestras emociones las que tomen buena nota de lo que va sucediendo, lo que en realidad acontece es que nos convertimos en esclavos de una maquinaria mediática que golpea incesantemente sobre nuestra capacidad de reacción frente al miedo y la tragedia.

Desgraciadamente, el mismo modus operandi es utilizado por los políticos para que ahora sí, abraces su causa y no por ejemplo, la mía. Recuérdalo, todos los políticos. Su fuerza reside en su capacidad de persuasión, en su maestría a la hora de lidiar con el engaño, y en sus magníficos equipos de marketing y sociología de la comunicación.

Es probable que aún permanezcas atento a éstas líneas porque sigas considerando que encierra un discurso con parte de razón. Pero el discurso ya ha terminado…

Sulafa Hijazi‎‏ – Syrian ilustrator

Solo me queda anunciar cual es la mejor acción que podemos realizar para espantar el terror de nuestras vidas. Es tan sencilla que a mi me da pánico pensar (yo también caigo en las redes de las emociones) que para tanta gente resulte tan extraña. Lucha y exige la retirada de todas las bases militares y, sobre todo, lucha y exige la desmantelación y la desaparición de la OTAN, padre del terrorismo internacional y avanzadilla del imperialismo y de todas las guerras.

Hay un partido en España que ha conseguido amansar la indignación y retirar del sentido común una de las claves para poder alterar, de una vez por todas, el funcionamiento del sistema. En dicho partido, sus simpatizantes han sacado notas altas en perfiles educativos y culturales (en relación siempre, claro está, con los perfiles de los simpatizantes de los otros partidos), y hasta me atrevería a decir que tienen una apreciación muy buena respecto de su sentido crítico y de su capacidad de análisis de la realidad.

Pues bien, y ahora ya te puedes desmarcar de mi sentido común y de mi planteamiento;  este partido también ha trabajado a destajo la capacidad de convertir en emoción (la esperanza del cambio) un ideario político que ha sufrido más recortes que los salarios en España los últimos 10 años. Y nos encontramos con la deleznable noticia de que miles de españoles cultos, con carrera, conocedores de mundo e infatigables luchadores del cambio acepten sin que se avergüencen por ello el psicodélico arte de la transformación de la OTAN desde dentro.

No tengo tiempo ya para hacer ni tan siquiera un resumen de lo que representa esta organización en el devenir del mundo y, lo que es más importante, en las vidas de millones de personas.

¿Quieres de verdad hacer un homenaje a las víctimas y evitar que el terror se propague por doquier? Es muy fácil, no votes jamás a ningún partido que respalde ninguna organización militarizada  presta a abanderar su intromisión en el mundo. Jamás.

Es probable que pienses que algunos lo que quieren es entrar en el atlantismo y lanzar churros desde los aviones, para dar de desayunar a los países «en conflicto». En este caso, te recomiendo la lectura más detenida del tercer y cuarto párrafo.

OTAN no, bases fuera

colaboración para Ojos Para la Paz e Iniciativa Debate


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Terrorismo Pre-Electoral

Locuras un tanto comprensibles

Hace no mucho tiempo, en tierras hispánicas edulcoradas de políticas un tanto miserables, corrían ríos de tinta después de algunos atentados de ETA en plena campaña pre-electoral. Los «demócratas» sostenían que dichos actos tenían una clara intención para apoderarse del discurso en medio de un momento tan determinante como era aquél en el que la ciudadanía estaba llamada a acudir a las urnas para elegir a sus representantes.

Hubo momentos en los cuales incluso se escribió y se llegó a constatar que el libre derecho de la ciudadanía quedaba sesgado en tales circunstancias, convirtiendo el proceso en un acontecimiento que rayaba la ilegitimidad, dado que el honorable acto del voto precisaba de un contexto libre de violencia y terror.

Hoy, los mismos «demócratas» olvidan por completo su propio pasado, y visten de gala los solemnes llamamientos tanto en Francia como en el Reino Unido. Al parecer, nadie observa que en ambos países justo antes de la llamada electoral se dan cita nuevos atentados que, contrariamente a lo que podríamos pensar, no interfieren en la libertad individual de nuestros vecinos europeos para ir a la cita sin la presión del terror y del miedo.

Es más, podría decir sin tapujos que el poder mediático y sus corresponsales en los ministerios secretos celebran el ambiente creado, dado que en tales circunstancias es del todo improbable que los líderes de izquierdas puedan atraer con sus discursos al votante amordazado por tanta angustia y siniestralidad.

Incluso podríamos llegar a la conclusión de que resulta extrañamente rentable vivir permanentemente (como está ya ocurriendo durante los últimos años) rodeados de sangre y fuego.

Ahora ya no tiene la más mínima importancia que el terrorismo esté presente en nuestra vida cotidiana. No altera nuestra percepción del mundo, porque ya han hecho posible que habitemos en él fumigados por la normalidad violenta que han instaurado. Ahora lo que es importante es mantenerlo, porque es tan rentable que merece la pena no pensar ni tan siquiera por un instante que, tal vez, no sea una buena idea ir a votar con las emociones vestidas de gala para recibir a los políticos más corruptos e impresentables.

P.D.: Bien raros son los terroristas modernos, que hacen justo aquello que va en su contra, insisten en dejar huellas para dejar constancia de su militancia, son reconocibles por los servicios secretos, deambulan por todas partes como pedro por su casa, buscan objetivos que ni favorecen su causa ni hay dios que lo entienda, mueren para no hablar y, mucho más intrigante, están siempre obcecados para que triunfe la causa imperialista.

Y bien extravagante es todo lo que está sucediendo con los «desaparecidos» en el puente, y que sigan sin dejar ver los cadáveres de todos los fallecidos. Atención a las noticias, eso sí, después de las elecciones!


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Entrevista Personal

Charla Radiofónica:

(Sott.ne)

El pasado 17 de octubre tuvieron a bien hacerme una entrevista, y así poder charlar largo pero no tendidos sobre algunos de los acontecimientos políticos más relevantes de la actualidad internacional. La entrevista dura hora y media pero mantiene cierta actitud responsable y crítica, y espero que no resulte ni aburrida ni escurridiza. Agradezco a quienes propusieron e hicieron real este diálogo y a todas aquellas personas que tuvieron a bien escucharme un colorido sábado otoñal.


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La Violencia de los Estados

Breves:

(migraciones)

El problema de las migraciones es probablemente la consecuencia más terrible de la violencia ejercida por los propios Estados, el culmen a sus insidiosas políticas beligerantes e imperialistas. Es imposible proceder a respetar ningún mandato que nos obligue a aceptar tamaño chantaje, ni en nombre de ninguna democracia ni en favor de ninguna lucha. Y es irresponsable hacernos ver que existe el éxodo irregular, o el asilo político indebido. Todos los seres humanos tenemos derecho a vivir. Cuando el lugar de nacimiento es quien dicta sentencia, deberíamos de viajar allí donde se acabaron los sueños y comenzó la tragedia. Para comprender antes de hablar. Para ver con nuestros propios ojos de lo que trata, y sentir en nuestras carnes las consecuencias de tanta infamia. 

Hemos hecho de la pobreza una actividad turística que viaja de noticiario en noticiario por todos los informativos del mundo, mientras seguimos respaldando en las urnas la legitimidad del Estado violento.

(Hay que abrir una puerta en todos los muros)

Photo by Joséluis Vázquez Domènech

Photo by Joséluis Vázquez Domènech

 

 


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Francia

Una grande y libre!

Francia nos muestra ya su rostro, y lo que hasta ahora se hacía a escondidas, se desvela con la ingrata noticia de que va a bombardear Siria. Y como alumno aventajado de las políticas imperialistas al uso, lo justifica informándonos de que lo hace en defensa propia.  La bárbara situación que está atravesando Oriente Próximo nos va estallar en nuestras propias manos, y lejos de tomar medidas para paliar tanto horror, los dirigentes europeos respaldarán acciones de este tipo, no ya para ayudar al pueblo sirio de ningún presidente, sino para atar en corto sus movimientos geoestratégicos que están siendo amenazados por la incógnita por la que atraviesan sus objetivos. Rusia es el único país capaz de detener esta ofensiva, pero sabe que tomar parte en él más activamente puede terminar desestabilizando aún más la región y sus propios intereses.
Atendiendo el caos y la masacre que está representando la huída de miles de refugiados de los campos de Jordania y Turquía, una acción política decidida para acabar con esta catarsis exigía la pronta reacción europea, pero lejos de optar por prestar la ayuda necesaria, un nuevo país se erige como Estado invasor, y agrede nuevamente la posibilidad de poder llegar a la paz. Es del todo irresponsable, suicida y corrupto, y creo que no hay forma más nítida de dejar constancia de que por encima de cualquier convenio con la solidaridad, la maquinaria bélica impulsando el neocolonialismo más extremo no solo prosigue, sino que se intensifica. 

Photo by Joséluis Vázquez Domènech

Photo by Joséluis Vázquez Domènech

Esta aniquilación programada para deshacerse del eje Irán – Siria – Rusia lleva tiempo produciéndose, y es del todo macabro asistir continuamente a los modos en que los intereses económicos son capaces de sostener los discursos más absurdos e incongruentes. Y los argumentos que se extienden a través de los medios de comunicación comienzan a parecerse a los cómics más delirantes que podamos imaginar. La gran Francia da un paso al frente, y su magnífica puesta en escena tras los atentados de Charlie Hebdo comienza a dar sus frutos.  

¿Qué podemos hacer? Estamos en manos de una serie de impresentables que están negociando unos dividendos para unos pocos en contraposición a la muerte de miles de personas. No hay forma alguna de poder creer absolutamente nada de lo que nos puedan contar para hacernos ver que son necesarias éstas políticas tan denigrantes. Y puesto que solo me queda dirigirme a la gente común, no puedo más que trataros de convencer de que votar, en ésta Europa criminal, y participar de sus parlamentos y gobiernos (sea con el partido que sea), es seguir dando alas a un sistema que necesita su total descomposición. Ningún partido que apruebe su participación en la estructura política de la Unión Europea (aunque sea para decirnos que lucha contra su funcionamiento) me merece el más mínimo respeto. Solo será digno de tenerse en consideración quien sin complejos exija el inmediato desmantelamiento de ésta organización, de la OTAN, de todas y cada una de las bases militares, y la salida del euro. Todo lo demás es participar de la cruenta historia que se está escribiendo en estas latitudes que se han convertido en verdaderos estercoleros.


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Estados Unidos

Despotismo nada ilustrado

Estados Unidos está presente en todos los procesos que causan furor entre aquellas poblaciones que quieren vivir ajenas a las guerras y a las intervenciones militares. 

Lanzada la bomba atómica en Hiroshima promueve siete décadas después un Acuerdo de Seguridad con Japón, «obligando» a este país a cambiar una legislación contraria al uso de las armas.

Es una constante que por su reiteración resulta hasta irrisoria. Este país es especialista en liderar alianzas, bloques o planes, tamizados con nombres que llaman a la búsqueda de la paz  o el diálogo pero que siempre, siempre, esconden detrás el despliegue de su artillería, de su modelo comercial imperialista y su beligerante estrategia para seguir liderando el rumbo de un mundo que se resquebraja a trompicones.

El anecdotario (expuesto por Chomsky en una de sus tantas conferencias) de algunos de sus presidentes merecedores de los premios «Nobel de la paz» reflejan bien a las claras un diario de antecedentes penales difíciles de superar. Con respecto a la conquista de la mitad de México, Roosevelt explicaba que era inevitable, que era altamente deseable para el bien de la humanidad que los estadounidenses expulsaran a los mexicanos de su tierra, y que estaba fuera de consideración alguna esperar que los tejanos se sometieran al dominio de la raza más débil. Y por supuesto, robarles Panamá a los colombianos también fue un gran logro para el futuro de esa gran tierra que es América. Del mismo modo Woodrow Wilson «salvó» Haiti, asesinó a miles de personas y dejó el país destrozado y en ruinas. Lo propio hizo con la República Dominicana. Hasta tal punto es miserable el discurso de este gremio de políticos y pensadores que les adulan que el idealismo wilsoniano es visto como el principio guía de la política exterior de los Estados Unidos, un principio que no ha cesado y que sigue minando la paciencia y la vida de millones de personas. Jimmy Carter (reconocido por su infatigable trabajo por los «derechos humanos») apoyó el régimen del dictador Somoza e incluso creó y entrenó una milicia nacional que masacró a la población y dejó en la cuneta a 40.000 personas. La razón de dicha actuación fue una broma de muy mal gusto; expresaban que Estados Unidos no quería controlar Nicaragua y otras naciones de la región, pero que tampoco podían permitir que los sucesos escaparan de su control. Deseaban, como siempre, que dicha nación actuara independientemente, excepto cuando esa independencia afectara a los intereses de los Estados Unidos. La democracia es buena a los ojos de ésta administración si es coherente con los planes económicos y la estrategia de esta depravada unión de estados aniquiladores. Tal y como dijo Thomas Carothers, todos los presidentes estadounidenses son, por alguna curiosa razón, esquizofrénicos, una patología que ataca a la gente cuando entra a la Casa Blanca; apoyan sinceramente la democracia pero la hacen pedazos en cuanto ésta nada quiere saber de sus políticas. Obama aceptó el golpe militar que derrocó la democracia en Honduras, y se felicitó por las elecciones posteriores que tuvieron lugar bajo el nuevo régimen militar. Lo que no dijo fue que así conservaba la base militar de Palmarola, fundamental para sus planes dado que la mayoría de países latinoamericanos han ido expulsándoles por su extremado apego a la injerencia. Esclarecedoras son las palabras de Correa, presidente de Ecuador, cuando dijo que aceptaría bases militares en su tierra si Obama les permitía a ellos establecer otra base cerca de Miami. Negada la condición fue cerrada la base de Manta. Así las cosas el ilustre último presidente está militarizando ahora Colombia y Panamá, no vaya a ser que el auge independentista en el sur del continente le deje fuera del juego.

Desgraciadamente podríamos ampliar la hemeroteca hasta aburrir al más osado lector, pero llegados a este punto nos basta con decir que todas las bases militares tienen un único fin; permitir a este imperio la posibilidad de que la agresión y la intervención no cesen en todo el mundo. Eso si, en una denodada lucha contra el terror. 

Ya no da rabia. Dan asco. Y debemos aprender a nombrarles sin tapujos, como merecen, reafirmando los criterios objetivos de colonización y mostrando todos sus movimientos como flagrantes acciones de maléfica intención. No debemos sonrojarnos por tratarlos como elementos conspiradores contra la paz mundial, y debemos olvidar todas las reticencias a ser tachados de marxistas, anarquistas, comunistas o funambulistas. Cualquier estudio histórico analizado sin lupa permite que afloren las heridas que muestra nuestro mundo, y da como resultado final una contundente afirmación: Estados Unidos promueve guerras, terrorismo, intervenciones, despotismo e imperialismo comercial y militar, instala acuartelamientos para operaciones secretas y no tan secretas, financia grupos de presión y represión, espía todo lo que se mueve, persiste en controlar todos los recursos naturales y artificiales, da alas al negocio de las armas, planifica golpes de estado, impulsa las grandes migraciones, da la espalda a los derechos humanos, le importa un bledo la muerte de millones de personas y, lo que es peor y más denigrante, dice hacerlo en nombre del progreso y de la paz mundial.

Estamos dejándonos llevar por una nueva etapa donde el academicismo más burgués  y rancio está liderando (al igual que sucede con la mayoría de los medios de comunicación) propuestas y enfoques teóricos que se alejan completamente del respaldo a la justicia y a la libertad, haciéndonos creer que la caída del muro es un punto y aparte, reflejo del fracaso de cualquier tipo de socialismo o de comunismo que hayamos podido conocer. Y nada más lejos de la realidad, el socialismo está aún por llegar y urge una declaración universal que destrone la ideología imperante y todos sus armazones. Y urge reconstruir un camino que se dirija de verdad hacia políticas solidarias y soberanas. Porque soberanía es precisamente lo que nos han arrebatado, y autoafirmación aquello por lo que debemos luchar.

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Yankees, go home!

(El departamento de estado de Estados Unidos ha denegado el visado de entrada al periodista Manuel Martorell por denunciar la tragedia del pueblo kurdo, y justifica esta acción diciéndole que ello es debido a sus actividades terroristas. Me uno a su causa y muestro desde aquí el más absoluto desprecio a estos impertinentes juegos diplomáticos)

Colaboración para Iniciativa Debate


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El deporte al servicio del Capitalismo

Carta a toda la afición

(y la exigencia moral de liquidar la mayoría de competiciones)

Introducción:

Un grave problema que afecta seriamente la credibilidad de nuestras democracias está en la inmensa dificultad que tenemos para acceder al buen uso de la información, es decir, a cierta objetividad e independencia a la hora de tratar todas las noticias (la opinión pública está mayormente influenciada, regulada y controlada por los medios de comunicación). El mismo pack trae consigo los ilimitados obstáculos que se han de superar para poder mostrar en tiempo real (al menos en un periodo próximo a los acontecimientos que se están tratando) todas las mentiras que nos están contando.

Seguir el rastro de los modos, los tiempos o los enfoques con que se nos muestran las principales «incidencias» (guerras, invasiones, atentados, protestas…) ayuda mucho a saber descifrar la existencia o no de la veracidad que transmiten. Y en los últimos tiempos andamos sobrados de estrategias manipuladoras que incluso llegan a hacer gracia por sus indudables defectos de forma. Todo lo sucedido con la irrupción del Estado Islámico es buena prueba de ello. 

Pero no quiero hoy tratar el origen y expansión de este grupo. Más bien ponerlo como cebo para poder llegar a comprender qué sucede en este agreste mundo globalizado.

Quienes dirigen el cotarro saben muy bien dos cosas. La primera, que controlar los medios de comunicación es el primer paso para alcanzar todos los objetivos. Y la segunda, que mientras ejecutan sus innumerables actos delictivos de guante blanco, nada hay mejor que entretener a la población con anestesiantes que llenen de euforia las horas muertas de las jornadas cotidianas.

La mercantilización del deporte:

Todos sabemos que el deporte es el mejor dispensador de tiempo libre. Pero parece ser que no son muchos quienes se interrogan por su verdadero papel en nuestras vidas. Para simplificar los argumentos podemos llegar a decir, sin miedo a equivocarnos, que quienes nos auxilian con esos anestesiantes son los mismos que poseen las herramientas para manipularnos masivamente, y que también son los mismos que dinamitan con sus millones de dólares la paz en un mundo impregnado de humo y miedo.

El proceso es sencillo. Ofrecen a los ciudadanos ávidos de tiempo libre espectáculos que satisfagan sus deseos inminentes. Pongamos tres o cuatro ejemplos fáciles de interpretar. El fútbol, el baloncesto, el automovilismo y el motociclismo. No es casual que los deportistas que brillan en cada una de esas facetas sean todos multimillonarios. Lo son porque hay quien decide que así ha de ser, para engrandecer el circo al que representan. Y el encubridor de tamaña incongruencia no es otro que aquél que paga para que todo prosiga de igual manera. Los mismos que ejercen de tiranos y   conquistadores con su capitalismo rampante, son quienes financian a Cristiano Ronaldo, a los hermanos Gasol, a Fernando Alonso o a Jorge Lorenzo. Los magnates de la construcción, los grandes bancos o los petrodólares árabes son (por citar a algunos) los tristes protagonistas que a ti, amante de éstos eventos, te deberían hacer pensar. 

Por un lado participan en desembolsos importantes en la elección de presidentes o de cargos políticos, están en la línea del frente a la hora de reconstruir países que ellos mismos han llevado a la guerra, y crean lobbies de presión para dominar los centros de decisión de medio mundo. Y, por otro, mientras manchan sus negocios con una y mil peripecias geoestratégicas de difícil catadura moral, inyectan el dinero suficiente en determinadas modalidades deportivas para tener gozosa y satisfecha a gran parte de la población.

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Las incoherencias devienen así  más visibles en un sector de la población altamente contaminada por esta fiebre televisada. ¿Qué piensa Ada Colau cuando se sienta en el palco del F.C. Barcelona? (Es probable que nada diga al respecto mientras ocupe su cargo, y que incluso se adhiera a mis planteamientos. Pero ahí está…). No importa que la afición sea militante de Podemos, de Izquierda Unida, del CUP o de cualquier agrupación popular asamblearia. La enfermedad también afecta a quienes piensan que salvaguardan la supuesta decencia ética. Mientras lanzan diatribas contra Israel o Arabia Saudí aplauden los goles de Messi a rabiar. Mientras inundan sus redes sociales de indignación ante los señores de la Troika animan a Valentino Rossi, enloquecidos con sus derrapes y adelantamientos sin par. Y mientras cenan disfrutando con Jordi Évole se frotan las manos viendo la NBA. Resulta difícil de entender, pero es así. Se alegran una y otra vez con las migajas que les ofrecen los mismos que gestionan las políticas contra los que luego ellos mismos dicen luchar. 

Más de uno ya estará pensando que estoy extremando el discurso, o que yo mismo también protagonizaré mis pequeñas atrocidades con mi disertación y mis turbias aguas en la vida real. Puede ser, pero ello no ha de empañar la reflexión. Lo que me importa es descubrir los agujeros negros que nos succionan. 

Esta circunstancia la observo importante y necesitada para saber gestionarla. Es decir, hay que mostrarla  abiertamente para poder reflexionar. 

Deberíamos volver a las canicas, a la petanca, a los bolos o al dominó. Lejos de los dominios de los mercados, y próximos a nuestros vecinos, con quienes poder vivir los deportes y los juegos alejados de tanta contaminación. Si de sentir los colores se trata, qué mejor que esos partidos de pueblo, celebrando hasta la derrota. Pero hoy los colores no se sienten, se compran a destajo, se venden cuando hay premura, o se lavan con lejía si el equipo lo compra un patriarca ruso o un excéntrico chino. ¿Qué más da?, si lo que importa es prevalecer en la nebulosa de la gloria.

Una urgente reflexión:

¿De verdad sigues insistiendo y me quieres hacer creer que sientes la camiseta como si fuera tu segunda piel? He de retomar mis primeras líneas para declarar que no se me han olvidado. Cada jornada suceden en el mundo infinidad de acontecimientos que nos dejan sin respiración. Pero la búsqueda de la verdad no entra en ese guión. Bombardeos, matanzas, violaciones, deportaciones, emigraciones masivas, mutilaciones, hambre… Y yo no tengo todos los datos para enlazar directamente cada causa con su nefasta consecuencia, pero sé que los mismos que te quieren hinchar de palomitas y cervezas frente al televisor son los mismos que te abren las puertas a sus estadios. Y, lo que es peor, los mismos que subvencionan la incultura y la brutalidad patrocinan tu euforia ante la pantalla del hogar.

Hace bien poco ha aparecido una noticia, que sin que para mí sea sorprendente espero te haga recapacitar. Yo ya he escrito mucho sobre ello, (casi siempre como ya he dejado constancia antes, sin pruebas contundentes). Pero los años siempre reparan las mentiras. Qatar admite tener relaciones con el Estado Islámico. No te quiero ni contar qué tiene que haber escondido en ese escenario, en el que países como Estados Unidos, los Emiratos, Arabia Saudí, Israel o la propia Qatar han sembrado de putrefacción y dinero. Te aseguro que para cuando ellos admiten tener relación, es porque millones de personas ya lo sabemos desde hace mucho.

Ahora te pregunto. ¿No te da vergüenza saber que tus ídolos son el trueque necesario para que te olvides de la verdad que esconden? ¿No sientes una auténtica repulsión hacia quienes utilizan sus fondos para aniquilar gobiernos y, al mismo tiempo, entretenerte tiñendo con tu color la sangre esparcida? ¿No quieres detenerte un segundo, y pensar que tal vez no resulta lógico que unos cuantos figurantes cobren cifras astronómicas mientras tu barrio se llena de pobreza y desilusión?

Es probable que casi todos seamos incoherentes con aquello que proclamamos, sobre todo en estas redes sociales en las que tan fácil es darle al me gusta, y tan difícil pararse a pensar. Sí, es probable. Pero me niego a admitir que un ciudadano que dice luchar por el cambio, admita y dé alas a la continuación de este macabro juego, que ni es deportivo, ni es justo.

Cualquier socio de esos grandes equipos españoles debería exigir a sus presidentes el final de tanto disparate. Pero si lo que te importa es que en tu puto equipo jueguen los mejores del mundo, a costa de cualquier cosa, has de saber que estás favoreciendo el progreso de la miseria. Sí, has de saberlo.

Y ahora, celebra todos los goles que quieras.

Colaboración para Iniciativa Debate

 

 

 


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Cumbres Impertinentes

Breves:

Hace bien poco se celebró en Madrid una reunión especial del Comité contra el Terrorismo del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. En el encuentro se trataron (eso nos cuentan) medidas para prevenir y luchar contra los flujos de los llamados combatientes terroristas extranjeros. En ninguna hoja de ruta estaba prevista investigar la política internacional de Estados Unidos. Las cosas así, ya sabemos una cosa más. Esos flujos de combatientes se van a extender, y gracias a cumbres impertinentes como éstas, nos anuncian la extensión de los planes bélicos (estrategia geo-política la llaman ellos). Destrozado Oriente Próximo, todo indica que le toca el turno a Asia Central. Rusia, China, India e Irán van a sufrir el hostigamiento dentro de sus fronteras o próximos a ellos de grupos extremistas religiosos o separatistas. Ya sabéis, financiados y con una planificación a largo plazo que volverá a traer el amargo sabor del imperialismo más ruin. Prosiguen las guerras, y se extiende la barbarie. 

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París bien vale una manifestación

Indignaciones Selectivas

Antes de emplearme a fondo con el siguiente artículo y procurar ser resolutivo, temo que estaré obligado a responder a más de un interrogante. ¿Cómo dirigirme al público en general mostrando abiertamente que yo jamás iría a la manifestación celebrada en las calles de París? O lo que viene a ser lo mismo, ¿Cómo revelar, siendo consecuente, que rechazaría caminar tras esa pancarta a favor de “esa libertad”, y en contra de “ese terrorismo”?

En las mismas respuestas descubriremos el motivo de mi vil comportamiento, y las razones de un planteamiento generador de una más que agitada discusión.

Dicho así, bien pudiera parecer que soy un aciago personaje que habría que arrestar de inmediato, mas ello no sería sino testimonio y resultado de todo lo que van logrando con tanto trabajo. No estaría de más recordar que quien disiente del clamor popular corre el riesgo de perpetuarse en el olvido, sobre todo cuando dicho fervor proviene del discurso único e ininterrumpido.

Nos sumergimos ya en las enfangadas aguas de la democracia. La capacidad de expresarse libremente nos debería llegar a todos sin distinción, pero le compete a unos pocos imponer su voluntad y evidenciar con ella su aplastante verdad. No importa que yo pueda exponer un discurso solidario, pacífico o altruista. De nada sirve empatizar con el más débil, sobre cuya cabeza retumba el sonido de los drones o el dolor de la sed y la malaria. Sirve, únicamente, mostrar una simulación del malestar, la apresada indignación en el espectáculo informativo.

Mi aparente contradicción encierra parte de la respuesta. ¿Es posible pretender luchar por la justicia y no participar de esa eclosión que late en los miles de corazones de tantos manifestantes? No solo es posible, sino tal y como se construyen las historias, hasta necesario. La lectura deviene más nítida si somos capaces de observar que la verdadera incompatibilidad se hace fuerte sobre el asfalto de París, participando inconscientemente en el macabro juego de la guerra. Vamos por partes, y procura responder conmigo.

¿Irías a una concentración que propusiera el desalojo de sus casas a sus legítimos dueños, porque alguien lo estipule así? Consciente de que tu respuesta va a ser negativa, te invito a que (en el recorrido de la manifestación) te quedes con la cara del primer ministro israelí.

¿Serías capaz de festejar la destrucción y aniquilación de un país respondiendo al deseo único de apropiación de todos sus recursos naturales? Sabiendo que no respaldarías ese acto, ahora puedes tornar la mirada y dirigirla hacia el presidente de la gran república de Francia.

¿Saldrías a gritar a las calles para exigir austeridad hacia los más pobres y, al mismo tiempo, procurar enriquecer solo a cien? Siendo impropio de ti ese argumento, observa como caminas junto a la gran canciller.

¿Lucharías denodadamente por cubrir tu jardín con miles de cruces, como homenaje a quienes habrán de caer? Atiende, no vaya a ser que entorpezcas la salida del premier.

¿No te sentiste ofendido y traicionado cuando unos cuantos lugartenientes tuvieron a bien invadir un país? Ahora que asientes con tu cabeza, da la mano a tu presidente, y ve con él, que también quiere rendir tributo a su fe.

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Nada voy a decir de los saqueos, violaciones, asesinatos, expolios, invasiones, torturas, humillaciones, fraudes, y demás demoliciones que han cometido quienes nos hablan de paz y libertad. Una paz y una libertad que apenas pueden sostenerse bajo el cielo de París, porque ni un millón de almas pueden reescribir historia alguna, ni podrán disfrazar la cruda realidad.

Claro que se puede pensar que una cosa no quita la otra, es decir, que se pueda coincidir en el mismo evento con quien no tienes el gusto de sonreír. O dicho de otro modo, estimar oportuno que puede ser muy lícito converger en un punto con aquél que no quieres ni ver.

Pero ahí radica el engaño, en hacernos creer que todos somos igual de humanos, y que ante la barbarie hemos de actuar, obedeciendo a pies juntillas los dictados de los medios y las presiones de los miedos, hasta dislocarnos frente al televisor, siendo protagonistas de un nuevo acto religioso, pleno de bondad y certidumbre.

París bien vale una misa, en este caso una manifestación; nuestros dirigentes se reconvierten y abrazan la causa pacífica arrastrando con ellos a miles de fieles sin saber que en el camino no está la libertad de expresión, ni homenajear a todos los asesinados, ni fortalecer lazos para detener tanta barbarie, sino suministrar gasolina para la próxima combustión. Pero ahora con el beneplácito de una sociedad que ilumina las calles con lágrimas en sus ojos. Sus oraciones retumban en los templos,  las puertas se abren para que la “lucha contra el terrorismo” reciba la gracia de millones de personas y la comunidad internacional detenga, por fin, a esos denigrantes seres que tanto daño nos hacen.

No hay una lucha por la libertad de expresión; no permiten que veamos cómo ha sido todo el proceso. Vuelven a ocultar vídeos reveladores de extraños sucesos. Nos hablan de terroristas profesionales que olvidan sus documentos de identidad. En una hora saben sus nombres, quienes son sus amantes, y cuándo tuvieron el último orgasmo. Los periodistas no preguntan, expanden La Noticia. Nosotros decimos a todo que si, porque todo ha sido terrible, porque el heroico acto de luchar juntos contra el mal nos hace partícipes y protagonistas de otra sentida historia.

Fue Charlie Hebdo y podría haber sido cualquiera. Pero no les importa nada, no quieren que sepamos qué está sucediendo en el mundo, tan solo nos cuentan cómo son los documentales más insidiosos de la historia, llenos de visceral entretenimiento pedagógico, por la causa occidental y el bien común.

¡Y pensar que millones de personas más hubieran deseado desfilar hasta la plaza de la República con ese mensaje premonitorio! Pensar que de todas partes del mundo hubieran asistido allí, para solidarizarse… Pero, ¿con quién? Uno de los miembros más antiguos del semanario satírico Charlie Hebdo, el caricaturista holandés Bernard ‘Willem’ Holtrop, ha hecho unas declaraciones, cuando menos, clarificadoras, y ha rechazado las repentinas muestras de apoyo de las autoridades mundiales y ha advertido de que no dudaría en “vomitar” sobre los “nuevos amigos” de la publicación.

Es de suma dificultad prever qué puede suceder, y dónde, pero todo apunta a que retrocederemos en nuestras libertades y, lo que es peor, que las guerras sucederán, bajo el símbolo de la lucha contra el terrorismo, más unidos que nunca, y con el único propósito de seguir llenando las arcas.

Oportunidades para indignarse, protestar, manifestarse y solidarizarse con los muertos, son tantas, que los familiares y amigos de los asesinados en México, Afghanistan, Nigeria, Somalia, Siria, Libia, Iraq, Burkina Faso, o Yemen, se quedan atónitos, observando cómo es posible que, de repente, y como quien no quiere la cosa, el mundo se tambalee y erija su epicentro en París, esa ciudad de la luz que no ha hecho sino apagar el amanecer del resto del mundo, un mundo que cada segundo vive la trágica muerte de una persona, de la que nada sabemos, y nada nos van a contar.

Solo vale lo que se cuenta. Por ello yo no iría a esa manifestación, ni a ninguna otra donde de lo que se trata es de ocultar la verdad, de transgredir el principio mismo de la justicia, y de seguir impulsando el etnocentrismo y, con él, el desprecio más absoluto hacia los olvidados y los marginados.

Para terminar veo necesario expresar a todas aquellas personas que están sufriendo la pérdida de sus seres queridos que tienen toda mi tristeza, mi rabia, y mi afecto. Y sé, aunque callen, que en el dolor de muchos estará tatuado el nombre del imperialismo.

Una colaboración para Iniciativa Debate


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Flores Negras

Las bases de Morón y Rota ya están operativas «contra el ébola». El imperialismo contra-ataca y España se marchita (más aún). Estamos rodeados de criminales, y este otoño vuelven a caer misiles desde las ramas que agitan los árboles del capitalismo. Nos cuentan que es necesaria la presencia de los ejércitos, allí donde los diamantes se exponen como reclamo para los harapientos políticos llenos de codicia. Felipe González comenzó la tragedia y Zapatero la rubricó como acto solemne a su salida. No debemos olvidarlo jamás, el «socialismo» español es corresponsable de muchas de las tragedias que perturban este mundo y, sobre todo, a África. Ya nos hizo mucha gracia la noticia cuando nos deleitaron diciendo que cedían la base para el Sistema de Defensa Antimisiles auspiciado por la OTAN. Y van llegando los momentos, para dar carga de trabajo a tanto militar aburrido, y así controlar el centro neurálgico de las riquezas naturales del continente olvidado.

Photo by Joséluis Vázquez Doménech

Photo by Joséluis Vázquez Doménech

Mi sangre se tiñe africana y denuncio este terrorismo que nos inoculan, como verdadera pandemia. ¿Dónde están los fiscales de los estados, los defensores de los pueblos, los jueces para las democracias, los periodistas que se exponen, y los indignados que tanto firman?. Sin cobertura, y contagiados de fiebres y diarreas que cotizan en prensa. Me sonrojan sobremanera, y me duele tanto menosprecio a la vida. La vida de los negros mineros, de los negros de las plataformas, de los negros de las tierras quemadas, de los negros explotados a conciencia, como perros para sus amos.

Las bases militares no son campamentos de verano. Son las lanzaderas de la mayor de las pestes que asola nuestro planeta, y  la tinta con la que rubrican las firmas  de la barbarie más indiscriminada: ese tratado a través del cual acuerdan sin complejos el enriquecimiento de una mínima parte de la población, y la muerte y sufrimiento de millones de personas.