ContraCorriente: Peter Norman
(Apoyando al movimiento Black Power)
El 16 de octubre de 1968, en la Olimpiada de México, durante la ceremonia de entrega de medallas de la final de 200 metros lisos, dos atletas negros pasaron a la historia por alzar sus puños (enfundados en sendos guantes negros) mientras sonaba el himno estadounidense. Este acto de rebeldía frente a la opresión que recibían de la raza blanca fue rápidamente castigado, y el C.O.I. les expulsó de la villa olímpica y de su equipo «por utilizar el deporte para reivindicaciones políticas». Fueron despreciados en un primer momento pero con el paso del tiempo consiguieron ser vistos como figuras reconocidas.
Lo más sorprendente es saber quién era el tercer atleta que estaba con ellos en el podio, y saber qué fue de su vida futura. Hay que hacerle una mención especial porque Peter Norman no era de Estados Unidos y tampoco era negro, pero aún así tomó partido y lució el emblema del Black Power con una pegatina que llevaba en su chándal. También fue expulsado y en su país de origen (Australia) le prohibieron poder volver a participar en otros juegos olímpicos, sufrió severas depresiones, llegó el divorcio, el alcoholismo y su muerte por un infarto a los 64 años.
Su marca personal sigue siendo a día de hoy el récord en Oceanía (20’06), y aún así se le vetó su participación en la inauguración oficial de los juegos en Sidney-2000, sin que pudiera participar en la vuelta de honor al estadio. Apartado y excluido en su propio país por solidarizarse con la causa negra, fueron Tommie Smith y John Carlos (los dos atletas estadounidenses) quienes portaron su féretro el día del entierro, como homenaje a su particular lucha por los derechos humanos.