Un dominio propio

Una de las más lúgubres maniobras de nuestras democracias es convertir la búsqueda de la verdad en delito y, de paso, hacer creer que las reflexiones que emanan de esa búsqueda sean consideradas subversivas o radicales.


Historias para no dormir

«Vacunaciones, regalos y otras catástrofes»

La seriedad y rigor que exige la ciencia va de la mano con la tómbola que sustenta la democratización de la vacuna. Cuando el capitalismo quiere algo que le cuesta conseguir, va a por ello con cualquier medio, aunque el ridículo sea mayor que los beneficios. Pero como es un ridículo que le viene bien, lo hace sin desmelenarse, porque le ayuda a cumplir con sus objetivos.

Veamos hasta dónde llegan las ofertas. De Blasio, alcalde de New York, ofrece entradas gratis para acudir al zoo del Bronx. Cuomo, gobernador del mismo estado, da acceso al a los partidos de béisbol de los Yankees y los Mets. En lugares como Buffalo o New Jersey lograron bastante éxito con el reclamo “cerveza por inyección”. El estado de Maine atrajo a su vacunódromo a gente con licencias de caza gratuitas. En Transilvania podían recibir la dosis incluso en el castillo de Drácula (con diploma de inmortalidad incluído). La ciudad de Nueva Orleans quiso echar el resto y ofrecer una libra de langostinos por cada dosis (y seguro hubo algún intento de que le pusieran dos la misma tarde para celebrar algún aniversario de boda). Pero el que se lleva todos los honores es Mike DeWine, gobernador de Ohio, ofreciendo la posibilidad de ganar un millón de dólares. El plan consistía en cinco sorteos en semanas consecutivos con dicho premio, comenzando el 26 de mayo (a la espera de que algún juez tire la idea por la borda). Todo muy sencillo, sin necesidad de comprar billete alguno; basta con ser residente en dicho estado, tener 18 años y haber recibido alguna dosis.

Como podemos comprobar, una incitación farmacológica de primer orden, no vaya a ser que a la ciudadanía le de por abastecerse de salud paseando o yéndose por peteneras.

La formalidad y solemnidad que nos ofrecen la sabiduría y el conocimiento no terminan aquí. Ahora, a la población española menor de 60 años y vacunada en primera instancia con dosis de Astra Zeneca se le ofrece la envidiable y nada despreciable posibilidad de elección. Para eso vivimos en libertad! Y por ello, con todo el arsenal de conocimiento médico, epidemiológico y biológico que caracteriza a la población de esta franja de edad, se nos abre un debate interno personalizado y se procede a un análisis exhaustivo para tomar la decisión pertinente. Pero eso sí, sin olvidar que un segundo pinchazo de la misma casa querían que conllevara firma autorizada de responsabilidad, no vaya a ser que por ineptitud pudiera ocurrirte algo.

Todo sigue siendo propio de iluminados cegados de oscuridad. Y los interrogantes nos asaltan a las primeras de cambio. Uno. ¿Acaso la primera inoculación con Astra Zeneca era mágica, y por ello no conllevaba ninguna decisión que fuera acompañada de la firma correspondiente? ¿Alguien puede determinar cómo es posible que para el mismo medicamento, la primera vez no se requiera de dicha responsabilidad, y la segunda quisieran someterte a semejante despropósito? Dos. ¿Cómo es posible que intenten mostrar una pseudo-investigación de pacotilla para hacer creer que la combinación de vacunas es un hito de la medicina moderna, y encima decir que aumenta la respuesta inmune? Es sobrecogedor. Ya en el Reino Unido comenzaron hace unos meses un ensayo clínico (Com-COV) para comprobar qué efecto tenía combinar las vacunas. Hasta ahora, lo que sí se ha publicado son los resultados de reactogenicidad; las reacciones adversas leves que ocurren en las primeras 24-48 horas después de la vacunación. Según esta publicación, los casos de febrícula, dolores musculares o articulares y fatiga generalizada llegan a triplicarse entre los que recibieron una combinación de Pfizer y AstraZeneca, frente a los que fueron vacunados con la misma fórmula las dos veces. Los datos definitivos se esperan para junio, no como en la universidad Carlos III, que en un tris te estudian hasta los efectos de la pandemia en el desarrollo cognitivo de los niños madrileños. Y tres. ¿Sería posible que cada vez que se contradicen tuvieran el valor de decirle al público enfervorizado las verdaderas razones de sus decisiones?. En el Vademecum de Astra Zeneca se anotan algunas especificaciones muy interesantes. Por poner un ejemplo, dice no tener datos de eficacia en mayores de 55 años. Muy entrañable todo. Y, claro está, dice también que las personas vacunadas deben hacerlo una segunda vez con la misma (de ahí que muchas comunidades hayan puesto sus puños sobre la mesa).

Pero nada. Los equipos de investigación, el último año, han protagonizado verdaderas olas de transformación y eficacia, y casi todos ellos presentan trabajos brillantes realizados con muy poco margen de tiempo, resolviendo la ingente cantidad de dudas y sospechas que acechan a la industria farmacéutica. En breve sacarán un estudio donde dispondrán de datos increíbles proponiendo la idoneidad de la tercera dosis, sin que importe la combinación, sin que importen las variantes a las que hay que atacar, y casi casi sin que importe el género (porque lo del sexo ya pasó a la historia) de quien vaya a recibir el premio de consolación.

Por lo que estamos viendo nada ha cambiado en el escenario más desafortunado al que podíamos asistir. Cierto es que podría parecer que en EEUU siempre hay algunas actuaciones políticas más esperpénticas, y que podría parecer que aquí estamos ajenos a los premios por vacunación. Pero me gustaría recordar que el pasaporte de vacunación ofrecido es, además de intolerable, el suculento regalo ofrecido para poder callar y viajar, sin que importen un carajo la cantidad de insensateces que debemos escuchar.

Saltándose a la torera sus propios principios guardianes de la pandemia, ahora resulta que la llegada de ingleses no supone riesgo alguno. Es más, se promociona y solo hace falta que les regalemos también un chupa-chups para que entren en España saboreando el dulce sabor de sus costas. Es del todo ofensivo tratar así a la sociedad en su conjunto. Ahora resulta que la variante india que iba a hacer estragos entre la población inglesa ha pasado a la historia, y que los habitantes isleños no solo están con una salud de hierro, sino que el último estudio clínico realizado vete tú a saber donde viene a decir que todos los vacunados y residentes en Gran Bretaña están exentos de contraer y de contagiar virus alguno. Es más, incluso podemos recuperar defensas para nuestro organismo si nos socializamos con dicho sector de la población.

Y todo ello bajo la amenaza del pasaporte, que para el resto de europeos y europeas va a ser necesario porque así lo estima la cultura científica del peloteo. Ahora, al parecer, ni hace falta ni se le espera, porque el turismo de mayo, como bien saben los eruditos más cotizados de Occidente, es un vector que resiste fuertemente al ansia del Covid-19 de penetrar por todos los poros. El turismo es un don venido del cielo y, como tal, hay que tratarlo. Loas a FITUR y saludos a los expertos que campan a sus anchas incluso ante decisiones tan insultantes.

No trato ya, como escribí en alguna ocasión, de saber en qué consiste la pandemia, cómo se propaga y dónde tuvo a bien nacer. Me detengo y observo con sorpresa cómo tantas incongruencias no surten la más mínima reacción, y cómo la ciudadanía casi en su totalidad justifica cualquier decisión porque lo que importa es el bien común.

Creo que hace tiempo que el bien común no había caído tan bajo, mientras millones de pobres alzan sus brazos para que podamos otear más allá del horizonte y seamos conscientes del horror que habita tras las entrañas de este escenario que se derrumba.


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¡Políticas Anti-terroristas!

Quien adjetiva manda. Y viceversa

¿Os imagináis una noticia de éste tipo?

«…En una operación conjunta llevada a cabo por los servicios nada secretos de varios países, y tras varios años de exhaustiva investigación en los que han sido analizados miles de documentos, han sido apresados varios presidentes de gobierno e importantes mandos internacionales de los que hasta ahora no se han filtrado sus nombres, dándose por hecho su participación en la organización y financiación de diferentes comandos que podrían haber participado indistintamente en derrocamientos, invasiones o incluso en golpes de estado, ejecutados con su consentimiento y con el respaldo de muchos de los actores políticos y de la diplomacia internacional».

No. No solo es difícil de imaginar, sino que a ojos de insignes periodistas y dirigentes de casi todos los medios de comunicación se trataría de noticias conspiranoicas que no llevan a ninguna parte. Así es, a ninguna parte que no sea el pozo sin fondo donde ellos guardan las miserables decisiones que todo lo pueden cambiar.

Pero para que todo sea más preciso y nos demos cuenta del impacto que supondría alterar el orden y el fondo de muchos de los acontecimientos que nos narran (acercándonos más a lo que ocurre en realidad), vamos a imaginar un incidente mucho más próximo y que, probablemente, se entenderá mejor…

«Detenidos cinco militares españoles que pretendían viajar a Siria y así unirse a las fuerzas de la OTAN. Cada vez son más los hombres que salen de España con destino a países de Oriente Próximo a luchar en nombre de una extraña paz que sólo ellos conocen. Este último año, según datos ofrecidos desde el Ministerio del Interior, han sido ya más de 2.500 los jóvenes que se han movilizado, y se cree que vienen normalmente del sur de la península, aunque últimamente también se han notado movimientos importantes en las zonas de Castilla y Aragón. 

Se les ha incautado numeroso armamento de asalto, munición, y diversos  mapas de la zona, donde se piensa iban a actuar bajo el mando único del máximo representante europeo, del que se dice ha sido visto últimamente coordinando diferentes maniobras con agentes de varios de los estados participantes. Y dos de ellos están acusados también de captación y adoctrinamiento para integrar a potenciales combatientes en sus filas. 

Por ello, esta madrugada, y ante el peligro inminente del comienzo de los ataques, desde el juzgado número 1 de Madrid se han llevado las diligencias oportunas para encarcelar a los supuestos terroristas, que llevaban ya meses incorporados a filas y dispuestos a dar la vida por la Alianza. El juez Isidoro Arribas Bravo ha pedido prisión incondicional para todos los detenidos, y se espera que en próximos días puedan prestar declaración.

Fuentes próximas a La Moral han filtrado numerosa información en la que se podía comprobar que familiares de los detenidos también habían decidido incorporarse hace unos años a grupos similares que actuaron en países como Libia y Afganistan. Todo parece indicar que se puede tratar de células muy bien dirigidas y estructuradas y a las que se tiene, por tanto, un fácil acceso, mayormente desde un pensamiento cristiano radicalizado, fagocitado los últimos años con un considerable aumento de la instalación de bases militares en todos los países próximos a los círculos de los Estados Unidos, país éste donde se cree se formó el primer grupo de estas características, allá por los primeros años de la década de los sesenta.

Pensando en cómo evitar que un mayor número de jóvenes puedan encauzar su rabia a través de grupos de este tipo, y teniendo en cuenta la precaria situación económica en la que viven muchos de ellos, se piensa ya en una nueva legislación que ponga muchos más obstáculos y sea menos permisible con la posibilidad de que cualquiera pueda tener acceso a las armas.

Y nos llega una última hora en la que el propio gabinete adjunto a la cartera de Asuntos Exteriores ratifica que en los dos últimos meses han cruzado la frontera desde el aire unos 500 soldados que se van a prestar a realizar entrenamientos y ejercicios de combate en varios países limítrofes con Rusia, en el marco de unas maniobras que han sido declaradas de primer orden.

No olviden que mañana, en el Especial Informativo que conduce Ana Rebaños, tendremos más datos sobre estos sucesos que están generando cierto temor y que serán analizados, como siempre, con el rigor que caracteriza a todos nuestros invitados.»

 

Photo by Joséluis Vázquez Domènech

Photo by Joséluis Vázquez Domènech

Hablamos de la ley o de su ausencia. De su interpretación y su viraje hacia allí donde descansan los rescoldos del poder. Del indiscriminado acto de violencia en el que se está convirtiendo gran parte del acontecer de nuestras vidas.

…De quién cuenta la historia oficial.

Somos receptores de la continua amenaza que representa la normalización de un discurso intrusivo, que nos invade y del mismo modo nos hace protagonistas de sus fragmentos despedazados. Hablamos de la ley y sus premeditadas negligencias, enmarcadas para disuadirnos de poder ir contra ellas. De Estados y de sus documentos secretos, que amparan sin ser vistos lo que luego procedemos a observar ya anestesiados, inyectados en sangre y tolerando las banalidades de todos sus males.

Muchas son las narraciones dirigidas para mostrar quiénes son nuestros enemigos, y muy pocas aquellas que se plantean dónde están confinados los monstruos que todos podemos llegar a ser.

Sociológicamente nos han instruido para disculpar sin temor el acto de cualquier guerra, y para insensibilizar la voluntad humana ante tanta brutalidad. Y de ahí han de surgir mil y un interrogantes, hasta situarnos frente a esos referentes que respaldan la destrucción de muchos pueblos y que nos obligan a convivir supeditados al trauma y los vínculos de sus violencias.

¿Qué es terrorismo? ¿Quién decide cuándo es terror, cuándo guerra, cuándo ayuda humanitaria? ¿Es posible parar algún día la injerencia, la venta de armas, y la mentira? ¿Qué diferencia hay entre un soldado que actúa bajo el mando de una determinada organización invasora, y otro que piensa que lo hace obligado por su patria? ¿Dónde queda el límite para llamar a unos mercenarios, a otros militares, a otros rebeldes (estos son los más graciosos) y a otros defensores de sus democracias? ¿Quién dicta las leyes que hacen posible que este mundo sea un pernicioso invernadero del mal? ¿Cómo es posible que tengamos la obligación ética de tener que asumirlas por la sencilla razón de que estén escritas?

Las erupciones no cesan, y las nubes vienen cargadas de injusticia y de metal

colaboración para Iniciativa Debate