Un dominio propio

Una de las más lúgubres maniobras de nuestras democracias es convertir la búsqueda de la verdad en delito y, de paso, hacer creer que las reflexiones que emanan de esa búsqueda sean consideradas subversivas o radicales.


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Estamos llegando muy lejos

Jorge Javier Vázquez anuncia su retirada temporal de la televisión: «Hasta siempre, valió la pena». Dice que necesita parar para cuidarse, y la vicepresidenta del Gobierno, ahí es nada, le muestra con un cariñoso mensaje su solidaridad y apoyo, despidiéndose públicamente del presentador.

Nos dicen esto hace diez años y nos da un síncope. Pero ahora, todo es un despadre de tales dimensiones que cualquier cosa puede amortizarse desde el impresentable juicio emotivo de realidades distorsionadas.

Después de darle un giro a los objetivos televisivos, azuzar la estupidez humana hasta límites degradantes, expandir el cotilleo más lascivo y llenarse los bolsillos hasta decir basta, Jorge Javier siente que necesita cuidarse.

Que sus fans opten por el delirio pidiendo firmas para que el programa «Sálvame» sea declarado Bien de Interés Cultural hasta se comprende en el bucle de ese esperpéntico mundo. Pero que Yolanda Díaz opte por escribrir «Cuídate mucho ❤️ Vuelve cuando quieras, tu público estará esperándote» resulta desquiciante. Como si no hubiera otras personas y otras situaciones más preocupantes y urgentes. Julian Assange, por poner un ejemplo, todavía está esperando que el universo periodístico y los representantes políticos luchen por un mínimo de dignidad.

Es como la gota que colmó el vaso. No voy a preocuparme ni un minuto más en los posicionamientos y razonamientos de las y los defensores de Sumar, porque hasta aquí hemos llegado.

A mi me resulta hasta vergonzoso en términos de análisis socio-políticos mantener un debate sobre la posición ideológica de éstos personajes.

El colapso ha llegado. «Sálvame», ese programa de rojos y maricones según sus propias palabras, resulta que era un programa que promocionaba a la izquierda, pero nunca nos habíamos dado cuenta. Le pasaba como a otros muchos…, que no aciertan a trasladarnos bien sus mensajes.

O quizás sea yo (como apunta Jorge Javier) uno de esos ciudadanos de izquierdas que tiene grandes prejuicios con los programas (y políticas) del corazón.

OTAN No, Bases Fuera


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Entre izquierdas y derechas anda el juego

Son muchas las personas que andan desorientadas en relación con el posicionamiento político de los diferentes partidos en liza. Y no es de extrañar, porque dicha confusión es una trama más para que el electorado sea capaz de moverse sin atinar muy bien con sus propósitos. Si bien los votantes de Ciudadanos son fiel reflejo de ello, no debemos olvidar que buena parte del electorado participa de dicha desubicación (aunque no cambien tan a menudo sus colores).

¿Cuál es una de las razones que puede llegar a explicar semejante desfalco posicional? Vamos por partes.

Las grandes empresas y corporaciones han mantenido una presión creciente e incesante sobre los grupos políticos y sobre los sindicatos, de tal modo que a día de hoy apenas hay diferencia entre los objetivos de los diferentes partidos, más allá de su defensa de aspectos relacionados con la tradición o el progreso (con todos los valores y la moralidad con que en cada periodo entran en juego). Los intereses del poder han ido adquiriendo, desde los orígenes del neoliberalismo, todos y cada uno de los posicionamientos aparentemente representativos instaurados en las democracias, influenciando sobre ellos de tal forma que apenas queda hueco para las exigencias de las clases desfavorecidas.

Todo ello se resume muy bien en la captación de los responsables de los partidos y de las bases sociales de todos los movimientos, impidiendo cualquier tipo de transgresión o de ruptura con un capitalismo que ha conseguido un dominio casi completo sobre las mentes pero, sobre todo, un dominio muy relevante sobre los deseos de casi todos los habitantes. Dichos responsables, lo único que son capaces de ofrecernos es un abrazo gélido.

La lógica electoral por excelencia, la que diferenciaba muy bien los espacios que correspondían a la derecha y a la izquierda, ha perdido así casi todo el sentido. La ciudadanía sigue creyendo enfrentarse a la gran decisión de votar a un partido de izquierdas o de derechas. Pero, en realidad, se encuentra ante un laberinto sin salida, porque dentro del abanico de partidos existente (con posibilidad de triunfo alguno), no hay ninguno que no se mantenga dentro de los límites que marcan los grandes blanqueadores del poder. Es decir, se acude a las urnas sin que exista la verdadera posibilidad de tener representatividad.

Se mantiene artificialmente divididos a los votantes entre electores de un lado y del otro, pero casi todos lo único que terminan por hacer es respaldar los verdaderos objetivos de quienes nos gobiernan. El apoyo a la OTAN y todas sus maniobras es un claro ejemplo de lo que acontece. Antes de la llegada de ese neoliberalismo tan pernicioso, aún podíamos hablar de grandes sectores de la izquierda en lucha contra los intereses de EEUU. Hoy, esa posibilidad ha sido cercenada casi por completo, y las únicas movilizaciones «permitidas» se fraguan dentro de la supuesta mejora de los derechos de ciertos colectivos (eso sí) y de los derechos ambientales, y siempre desde una perspectiva absolutamente controlada.

Y por último, y como no podía ser de otra forma, son los medios de desinformación los que terminan por bloquear cualquier posibilidad de acción de muchas de esas personas que creen agruparse en torno a la izquierda, porque hasta los periódicos supuestamente relatores de su perfil ideológico velan por los intereses de las corporaciones contra las que se debía dirigir su lucha.

No hay periodo donde no se muestre con una claridad asombrosa cómo van sucediéndose los hechos hasta aquí relatados. Así que…, Si dejas que jueguen con tus emociones, podrás llegar a pensar que la nueva agrupación política SUMAR puede ser representativa de la nueva izquierda política. Pero si eres capaz de analizar todos y cada uno de sus movimientos, llegarás a la conclusión de que no son más que otra pieza del puzzle, capaz de llevarnos sin despeinarse a las puertas de cualquier otra guerra. Eso sí, con una entrañable sonrisa.

OTAN No, Bases Fuera


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Relatos escondidos, miedo y confusión

Los globos y otros artefactos irrisorios que de repente surcan los cielos estadounidenses no son más que pasatiempo; armas de destrucción racional para dirigir nuestra atención allí donde no debemos hacerlo.

Las reacciones de los dirigentes en connivencia con los medios terminan por conformar una nueva puesta en escena difícil de olvidar. No siempre es fácil acertar con las intenciones de los temerosos estados unidos, pero podríamos interpretar algunas secuencias que podemos considerar importantes.

01- Para luchar contra sus enemigos, la Casa Blanca siempre actúa del mismo modo. Antes de que se les acuse a ellos de sus políticas beligerantes, difunden la existencia de un enemigo dañino que está realizando actos que comprometen su seguridad y, por ello, están obligados a actuar en consecuencia. A atacar.

Pero no lo debemos olvidar. El ataque, ya se está produciendo desde hace tiempo, y es uno de sus objetivos como Estado Imperialista. Lo que nos proporcionan no son sino justificaciones para respaldar todos y cada uno de sus posibles actos.

Globos los hay desde hace tiempo surcando el cielo. Y globos yankees, a patadas. Y nadie todavía ha derribado ninguno de ellos. Diplomacia y geoestrategia internacional así lo consideraban.

Cualquier respuesta ante China, de este modo, comienza a tomar categoría de actuación realizada en defensa propia. Basta con observar el mapa de las instalaciones y bases militares del Pacífico y uno se echa a temblar. EEUU tiene allí un arsenal dispuesto para destrozar el mundo en dos minutos. Pero esta estructura armamentística no está allí como acto de defensa. No hace falta ser muy listo para recordar que sus costas y fronteras naturales distan miles de kilómetros desde allí, y es del todo lógico preguntarse por la razón de dicha circunstancia.

02- Esta parodia informativa televisada a todo el mundo, en la que se muestran las increíbles aventuras de la aviación americana derribando objetos no identificados coincide con dos episodios en la sombra.

Por un lado, nos encontramos con el renombrado periodista estadounidense Seymour Hersh, que ha sacado a la luz lo que ya sabíamos, pero lo que nadie debería saber a través de los medios. EEUU dinamitó los famosos gasoductos del Nord Stream 2, y los hizo volar para asestar a Europa un duro golpe, sobre todo a Alemania.

Como es de esperar, este periodista será tachado (al igual que ocurrió con Julian Asasange), de antipatriótico y poco fiable a los ojos de nuestro mundo occidental. Y ya se encargarán sus compañeros de batallas propagandísticas de desacreditarlo. Pero ello no importa, sabemos hilar y seguir los rastros de los sucesos.

Por otro, nos hacemos eco del desastre ecológico que se produjo en Ohio, el 03 de febrero, y del que los queridos informadores occidentales llevan callando como si les fuera la vida en ello. Un desastre químico producido tras el descarrilamiento de un tren de la compañía Norfolk Southern, que posteriormente se incendió con cloruro de vinilo en sus vagones, un producto muy peligroso y hasta letal para los seres humanos. Y tal ha sido el secretismo y, por tanto, la catástrofe, que un vídeo publicado por la cadena de televisión estadounidense NewsNation muestra como uno de sus corresponsales, Evan Lambert, era empujado al suelo y arrestado por las autoridades mientras cubría una conferencia de prensa sobre el accidente de dicho tren.

03- En relación con los objetos no identificados, quiero manifestar una nueva preocupación. Esto no es algo nuevo. Ya vienen sucediéndose historias semejantes desde el fin de la pandemia. No me extrañaría nada que una nueva oleada de miedo se estuviera fraguando en las inmediaciones de la habitación donde duerme Joe Biden. Todo parece indicar que las continuas alusiones a los extraterrestres y la posibilidad (real dicen ahora) de que estén ahí, no sea sino el siguiente capítulo que va a tener que vivir nuestro querido mundo, asediado por fuerzas extrañas de las que nos tendremos que defender, o…, y ahí estará el quiz de la cuestión, doblegarnos a una serie de políticas, conductas, o intimidaciones de nuestra libertad, ante las que tendremos que claudicar (nuevamente) para estar preparados ante un mal que, de una u otra forma, deberemos evitar.

La política del miedo ya se instaló hace tiempo en nuestras vidas. Y dada la absoluta facilidad con la que ahora se puede desenvolver, se propaga una y otra vez, mientras la economía reconvierte su modelo asentando aún más a los poderosos, y dando el golpe de gracia a una población cada vez más anestesiada y confundida.

Es tal la situación a la que estamos llegando que la política está perdiendo todo su ser (si ya le queda algo). Y quienes quieren interpretarla se enfrentan a una parodia sin límites. Los partidos de derecha son quienes están criticando con dureza en Bruselas y Estrasburgo las acciones bélicas y contorsionistas de la OTAN y sus compinches. Los partidos de izquierdas abren sus puertas a la escalada bélica y sin tapujos tienden la mano a Stoltenberg (el ejemplo de los verdes en Alemania es una paranoia sin precedentes). Las antes organizaciones antiglobalistas aplauden la agenda 2030, y sectores de ultraderecha exigen que se detengan las políticas que se están marcando porque van a aniquilar la esencia de los pueblos y las naciones.

Todo es un desbarajuste de tales dimensiones que ya no sabes ni con quien tratar. Escuchar afirmaciones de la derecha que deberían ser propias de la izquierda empieza a convertirse en un sueño inquietante, pero de ello… daremos cuenta en el próximo capítulo.

OTAN No, Bases Fuera


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Obama y algunos destellos de la posmodernidad

La posmodernidad requiere de altas dosis de análisis para poder llegar a comprender cómo es posible que haya gente capaz de pagar un dineral por escuchar a un sujeto caracterizado por su afán invasor y por su sobrada experiencia en conseguir enemigos allá donde ha puesto su mirada.

Es decir, la posmodernidad conquista al nuevo individuo con la máscara de los medios, y lo obnubila con la cruda realidad. Son millones quienes estarían encantados de estar allí, frente al gran Obama, escuchándole en su nueva faceta discursiva, y muchos también quienes después de escucharle alabarían su capacidad intelectual. Pero solo pueden ir 12.000.

Y así nos llegará el verano, enfundados en las trincheras del desconocimiento y dándole alas al ocupante. Porque no debemos olvidar que el nuevo sujeto, reconstruido con esmero a través de la guerra cognitiva tiene el don de dormir con tranquilidad después de haber participado y cooperado con personalidades difícilmente aceptables en una sociedad honrada.

Un nuevo sujeto informado pero aletargado, de izquierdas pero belicoso, ecologista pero que se disuelve en las aguas más turbias del capitalismo. Son épocas, que no requieren de grandes estudios para comprender cómo funciona el mundo, pero que necesitan de verdaderas investigaciones para saber cómo es posible que el engaño haya alcanzado las más altas cotas de éxito sin necesidad de ofrecer nada a cambio, más allá de la personal satisfacción de ir haciendo el ridículo por el mundo.

Obama viene a dar una conferencia a Málaga. Quien quiera verlo paga en exceso hasta derramar su vaso. El público no puede preguntar. Abre las puertas un nuevo congreso sobre tecnología dispuesto a reivindicar el apogeo de la digitalización y allá está, un fiel amante de las nuevas tecnologías (y gran emprendedor) sorprendido ante lo que anticipa otro gurú de la maquinaria monetaria internacional. No le importan sus guerras, porque como buen abducido se arrodilla ante el carisma, y regresa a casa comentando las mejores jugadas del ínclito.

Obama se va con 500.000 euros (más) en el bolsillo y en su último “birdie” sonríe, como no podía ser, a su cadi y al mundo.

OTAN No, Bases Fuera


Una izquierda cada vez más perdida

Proclamar el desconocimiento es tendencia. A los cuatro vientos, huracanes que barren conciencias están de moda, y la magnitud del despropósito se extiende por todo el mundo como fórmula matemática de primer orden. Dicha fórmula es el principio divulgativo del gran poder para neutralizar la rebelión o protesta alguna, y es también el masivo espectáculo sin el cual todo sería posible.

No hay mejor manera de construir realidades que alterando la percepción simbólica, y como nuestros sentidos ya están completamente dislocados, lo tienen fácil, muy fácil. Hasta tal punto es sencilla la manipulación que hasta la “izquierda” se cree libre de pecado, y hordas de feministas, demócratas, ambientalistas y pacifistas campan a sus anchas creyendo ver la solución allí donde van enterrando sus propias esperanzas.

Hemos expuesto en muchas ocasiones las adversas consecuencias que tiene para la sociedad en general que ilustres artistas, divulgadores de toda orden o columnistas del ocio ideológico no hagan más que grotescas contribuciones asentando sus supuestos principios morales y políticos en las mismas fauces del enemigo. Ya tuvimos una experiencia demoledora con Barak Hussein Obama. Sin duda alguna, enemigo de la paz e instigador de la promiscuidad armamentística.

Viví esa época con cierta incredulidad. Es complicado mantener la fe en el ser humano cuando éste se levanta en armas contra el mundo. A mi me resultaba un tanto paranoico observar cómo la televisión propagaba su discurso por doquier, y más paranoico aún comprobar cómo la mayoría de tribus urbanas y no urbanas caían a sus pies. Me resultaba absolutamente descorazonador escuchar a mentes pensantes rendir tributo a semejante personaje. Y me entristecía, mucho, constatar cuan fácil era deslumbrar a los habitantes de la modernidad. (Podemos hizo lo propio y lo que consiguió fue nacionalizar la aflicción)

El siglo XXI, si algo nos trajo, fue esa adhesión a la verdad oficial, esa necesidad de aferrarse a un discurso aun a costa de nuestra propia debacle. Ya van pasando los años, y yo voy desplazándome a mi propio refugio, más alejado de la gente, más aislado del ruido. Pero no consigo deslindarme de los acontecimientos. Imagino que por mi querencia doliente hacia la política. Y vuelvo a revivir. Siempre vuelvo a revivir frente a la desolación.

Doce años después de que todos los titulares y todos los discursos momificaran nuestras mentes, hoy, y como si nada hubiera ocurrido desde entonces, la ciudadanía regresa en masa a buscar consuelo en la imagen de ese binomio nada seductor; Kamala Harris/Joe Biden. El mismo proceder, la misma maquinaria perforando nuestras vidas, los mismos delincuentes insinuándose ante nuestra mirada, y aún así, nada. Es muy importante recordarlo, “feministas, demócratas, ambientalistas y pacifistas” aplaudiendo semejante acontecimiento como si de una gran noticia se tratara.

Por fin, una gran señora en lo alto de la cima. Y por señora, al parecer bien educada, por multiétnica, al parecer muy colorida, y por fiscal de primer orden, al parecer muy juiciosa. Y con esa presentación, como ya hemos avanzado, un amplio sector de nuestra querida agrupación de izquierdas luchadora por el cambio, por la igualdad social y por las causas justas, aplaude hasta con las orejas su llegada. Una nueva alfombra roja para gente desalmada. Uno tiende a comprender todo, pero se acabaron las rebajas.

¿Qué importa que la gran historia de amor de Kamala Harris fuera, casualmente, con Willie Brown, 30 años mayor que ella y fabricante de reyes y reinas en San Francisco? ¿Qué relevancia tiene que el mismo señor le “regalara” un par de puestos en dos juntas reguladoras estatales (La Junta de Apelaciones del Seguro de Desempleo y la Comisión de Asistencia Médica de California)? ¿Qué más da si la llevaron en volandas para conectarse con la alta sociedad de San Francisco y la élite política de California? ¿Qué tendrá que ver que posteriormente le llegaran fondos (donaciones dicen) provenientes de apellidos como Fisher, Getty, Buell o Haas? ¿Qué consecuencias puede tener que no adoptara postura formal cuando un proyecto de ley requería que su despacho investigara tiroteos relacionados con la policía? ¿Y qué coño importa que en la revisión de la justicia penal más grande que viviera California desde hace mucho tiempo (sistemas menos punitivos para delincuentes no violentos), Kamala Harris permaneciera en silencio?. Nada. No importa nada. Nos han dicho que es una agradable mujer de padre jamaicano y madre india, que se ha hecho hueco porque es una mujer de “armas tomar”. Y con eso !basta!

¿Y si supiéramos que la red de influencia política de Willie Brown era insuperable para sus rivales políticos?. ¿Y si, por un momento, pudiéramos imaginar que los cinco años de relación que tuvo con él fueron decisivos para poder llegar a convertirse en fiscal del estado?. ¿Y si sacáramos a la luz que su actual marido, Doug Emhoff, está completamente enamorado de ella y lo ha dejado todo para facilitar el triunfo político de su esposa (todo…, es dejar su bufete internacional DLA Piper)?. ¿Y si, miren ustedes por donde, la decisión, por romántica que parezca, resulta que es totalmente política?… El apuesto caballero ha representado a la farmacéutica Merck frente a reclamaciones de enfermos, a los laboratorios Abbot y a la distribuidora de armas Dolarian Capital. Y su firma, vaya por dios, realiza labores de lobby en Washington.

¿Y si en vez de dejarnos llevar por la ingente cantidad de estupideces que se publican y transmiten, fuéramos capaces de advertir el peligro allí donde reside? ¿Y si, por defecto, llegáramos a la conclusión de que EEUU es una poderosa estafa antidemocrática e imperialista? Todo nos iría mucho mejor. A toda la ciudadanía del mundo. Así que, por favor, estaría bien que dejáramos las redes sociales, que fuéramos a pasear, y que cada vez que “ocurriera algo”, mandáramos al carajo todo lo que provenga de ese país. Porque desde que tengo uso de razón, no ha habido un solo día en que dicha entidad no haya cometido crímenes contra la humanidad.

Así que no hay ninguna razón de peso, ni social, ni política, que nos deba hacer perder el tiempo ni un minuto más. No hay ninguna razón que nos impida llegar a la conclusión de que Kamala, como Joe, como Hillary, como Bush y como todo lo que se mueve por las altas esferas del poder, es una figura más del tablero, una pieza más de este usurero sistema que nos gobierna, y una víbora más, como cualquier otra persona encargada de llevar adelante los designios de EEUU. Así que, ni se te ocurra sonreír por ella, porque será la primera que te la quite.

¿Cómo alguien puede creer que nos vienen tiempos de ilusión de la mano de Joe Biden?

¿No sabemos que este personaje es uno de los mayores belicistas con los que nos podíamos topar? Está íntimamente unido al Complejo Industrial Militar y al gran sector de las finanzas. Como senador de Delaware ya le llamaban “el senador del banco MBNA”. Una de sus primeras decisiones ha sido nombrar a Lloyd Austin como Secretario de Defensa, lógicamente, porque representa al lobby armamentista.

Pero veamos…, ¿qué hizo en su pasado?. En 1973, Biden se reunió con la primera ministra Golda Meir, apoyando los planes sionistas. (Ah, nuestra querida Kamala es firme defensora de Israel y de su política contra el Estado palestino. Menudencias). Cuando era Senador fue un ferviente defensor en apoyo de la corona inglesa en la guerra de Malvinas del año 1982. Biden votó a favor de la resolución de 1999 que autorizó al presidente Bill Clinton a realizar operaciones aéreas militares y ataques con misiles contra la República Federal de Yugoslavia. Como presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, fue el principal apoyo a las políticas del presidente George W. Bush. Biden pidió tropas adicionales para Afganistán. También votó en 2001 la autorización para iniciar acciones militares, sin que se pudiera demostrar que Afganistán era el autor del atentado. Fue uno de los mentores de la “guerra contra el terrorismo”, que incluyó la creación de milicias de mercenarios y la instalación de centros de detención y tortura como Guantánamo y Abu Ghraib. En el 2003, Biden apoyó la resolución que condujo al gobierno estadounidense a bombardear e invadir Irak. Un millón de personas muertas como daño colateral. Como presidente de la comisión de relaciones exteriores del Senado eligió a los 18 expertos que analizarían a favor de la invasión, respaldando argumentos falsos con tal de hacerse con el petróleo iraquí que, a día de hoy, sigue succionando sin cesar. En 2006, el amigable presidente presentó un plan para fragmentar Irak con líneas étnicas. Apoyó la intervención militar y la fragmentación de Libia, creando milicias de mercenarios bajo el control de las fuerzas especiales. Siempre al lado de Obama, bombardeó Afganistán, Irak, Libia y Siria y, por si fuera poco, llevó la violencia a Somalia, Pakistán y Yemen. No dejamos atrás sus cirugías en Honduras, Paraguay, Cuba, Nicaragua, Venezuela, Brasil, Ucrania… La verdad, me detengo porque yo mismo me canso.

Y dime… ¿Crees de verdad que alguien puede ir por ahí alabando a éstos sujetos, por muy bien que te caigan? ¿Crees de verdad que alguien está en condiciones de darle alas a políticos que van a llevar adelante acciones con terribles consecuencias y la muerte de miles de personas? Estamos llegando muy lejos, y quizás deberíamos callar si no sabemos, deberíamos apartarnos del camino antes de cometer el delito de apoyar a gente que solo va a desestabilizar el mundo e ir en contra, precisamente, de las feministas, demócratas, ambientalistas y pacifistas. ¿O acaso sigues creyendo que Kamala es una mujer que merece la pena?

¿Qué le está pasando a la izquierda? ¿Qué vientos han perturbado las mentes hasta el punto de encontrarnos con personas capaces de creer que EEUU son una democracia? Es una aberración llegar a semejante conclusión. Del mismo modo que lo es intentar justificarse aduciendo que Putin, Maduro, Xi Jinping, Bashar al Assad o Díaz-Canel son unos “impresentables”. Impresentable es esa actitud, esa desidia informativa, y encima reproducir el discurso de quien nos oprime, dar alas al dominante para que nos siga humillando sin cesar. Impresentable es habitar esta tierra con la ilusa creencia de que nuestro enemigo actúa con decoro y de acuerdo a las normas.

Las normas éticas nunca estarán del lado de la ley. Porque las normas éticas se sienten traicionadas por ésta, y porque las normas éticas desean levantarse en rebelión contra tanto atropello. La ley no se aplica con justicia, y no hay que rasgarse las vestiduras por afirmar que no tenemos quien nos defienda. No al menos a quienes sostenemos que vivimos bajo el yugo de la represión y la guerra.

Si no sabemos todo eso, ¿no debería ser mejor mejor callarnos?. Callarnos, e ir a recoger setas. Porque el terrible daño que hacemos al mundo es una realidad imperdonable.

P.D.: Lo he dicho tantas veces. No somos futurólogos. Pero no se me ocurre mejor manera de mostrar en qué va a consistir el trabajo de los nuevos mandatarios que decirlo hoy, 26 de enero de 2021. Siria e Irak van a temblar. Y los televisores de los expectantes hogares occidentales van a regresar a la telenovela yihadista, a las incursiones de los rebeldes, a las bombas, y a la putrefacta política de tener que salvar a esos países de los “terroristas”. Nuevamente, los demócratas van a volver a desestabilizar muchas partes del mundo y, espero, que con ello, muchas conciencias.

Colaboración para Iniciativa Debate y Ojos Para La Paz


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Incondicionales serviles de Ferraz

Vosotros también sois responsables

 

Necesitaba re-componer a través de hechos concretos en qué consiste una de las verdaderas adversidades que lleva incorporada en su mochila la desvencijada España. Pero para ello, era preciso argumentar in situ, con los protagonistas reales de la historia.

He seguido desde hace tiempo el ilustre transitar de algunos cargos, militantes y simpatizantes del PSOE, que ajenos a una innumerable avalancha de decisiones políticas de difícil calado socialista, se han incorporado sin problema alguno al balcón de un nuevo y desalentador neoliberalismo.

Reformas, componendas, leyes, delincuencias, engaños, dentelladas, deserciones, poder, amistades, arrogancias y otras catástrofes varias, a ellos… no les afectaban. No eran conscientes de que sentían especial atracción por un grupo de expoliadores de la democracia. Son tantas las andanzas que reflejan esa actitud, que van a necesitar las editoriales una enciclopedia sin par para dar cabida a semejante desatino.

Pero ellos eran felices, en sus refugios de cristal opaco, protagonizando uno de los acontecimientos más detestables y vergonzosos desde la muerte de Franco. Miles de ciudadanos con carrera, con pluma y con altivez, han permitido con su silencio, con su negligencia y, lo que es peor, con su respaldo, que un único partido impidiera cualquier giro político hacia la izquierda, y encomendara de ese modo el futuro de todo un país a los devotos parroquianos del capital y las armas.

Es del todo irresponsable haber participado o justificado sus políticas, y una violación en toda regla haberles erigido en comandantes de la alianza por la temeridad. Y mis palabras no responden al análisis de la mal llamada última crisis que nos acecha. Son consecuencia, sin más, de observar la propia evolución que desde 1974 no hace sino constatar, ratificar, y evidenciar, que un partido llamado obrero asestó un golpe durísimo a dicho colectivo, y facilitó a los comensales de los salones imperiales enriquecerse aún más a costa de una continuada traición disparatada.

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¿Qué sucedería si del mismo modo que ellos arremeten clamando por la exigencia del perdón en otras circunstancias, hiciéramos lo propio demandando más de una explicación? Deberíamos obligarles a exponer en público sus desfases intelectuales, su quimérica representación de puertas afuera, mientras se agrietaban los campos y los rostros de sus paisanos, y las ciudades eran consumidas con fruición. Deberíamos interpelarles, hasta ruborizar su existencia colmada de éxitos en muchos casos, y de glamour social respaldada por la cultura de la transición.

Necesitaba, como ya he mencionado al inicio del texto, delimitar sin miedo dónde reside parte de tanta desdicha y fatalidad. En un amplio colectivo de callados hombres de negocios, en despachos y sindicatos, en maestros y funcionarios, en carnets y subvenciones lacayas por doquier. Callados, pero a los que escuchábamos a través de sus periódicos y sus canciones de falsa bandera, alabando el “gran cambio” que aparentemente se producía, del franquismo hacia una estructura más fraccionada del poder.  Pero con las mismas familias omnipresentes, de generaciones interminables de ricos comiéndose a los pobres, desde su “socialismo voraz”, aniquilando la dignidad de una vida sencilla y huérfana de preocupación.

Y pensé que era bueno nombrar, amonestar al infractor, al pandillero tatuado de patrimonio y nada suburbial. A ese gran grupo de héroes de postín, que muy al final agacharán la cabeza porque algo… está llegando a su fin.

“Hoy es un día triste”,  han escrito muchos. La aristocracia del PSOE se ha excedido en sus intenciones, y ha dejado con el culo al aire a su militancia y a toda la democracia.

Un día triste hoy…, porque hoy, se han dado cuenta de que “El País” no es de izquierdas, sino un pliego que regala cada jornada los eructos del poder. Si, y lo dejan caer quienes han escrito en sus páginas, quienes han hablado en sus emisoras, sin hacer juicio alguno sobre su protagonismo y su inestimable contribución a la liquidación del derecho a la información.

Pero ellos no estaban allí (estaban de parranda), para darse cuenta el día de la entrada en la OTAN del abismo al que nos llevaban, no se percataron de la militarización, del negocio de la venta de armas, de las injerencias en otros países, de las monarquías rentables, de las reformas laborales, del patrocinio de las empresas de trabajo temporales, de las alianzas con las grandes oligarquías, de las guerras limpias y sucias, de la sumisión a la deuda, de las reservas de los bancos, del despliegue de los medios vendidos, del derroche millonario de algunos de sus dirigentes, de los negocios con dictadores, de los episodios de estafa y desfalco, de la ley antiterrorista, de la servidumbre a los poderes fácticos, del tren de alta velocidad hacia el sempiterno engaño. Esos días, no estaban. Y como no estaban, no podían criticar lo que no veían.

Sus plumas y sus neuronas se paralizaron para tamaño menester.

Ausencia. Una pecaminosa e imperdonable ausencia. Hasta hoy. Desde sus trincheras agrietadas salen a la luz clamando justicia y un poco de democracia (aunque estaría bien preguntarles qué entienden por ello). Hasta hablan de golpes efectuados con sigilo. Porque al parecer, hasta ayer, no hubo ninguno y todo fue limpio y divino!

¿Dónde está la lógica? Un posicionamiento intelectual medianamente consecuente con lo acontecido durante tanto tiempo debiera proseguir rio abajo, y no a contracorriente. Y rio abajo es dejando que fluyan los obligados sucesos.

El infortunio o la desaparición de un gremio profanador de derechos e instigador de la violencia, de un grupo de patricios, de amigos de la corruptela y la descomposición ética, de depredadores del poder a costa de la privatización de servicios públicos esenciales, y un largo etc…, imagino que tendría que ser a todas sombras…, una gran noticia.

Pero el mundo no es así. El mundo está habitado por personas a las que les importa un bledo la igualdad y la justicia, y un claro ejemplo lo tenemos en infinidad de militantes y simpatizantes de este partido, que a la postre, son corresponsables del actual estado en que vive sumida España.

Photo by Joséluis Vázquez Domènech

Photo by Joséluis Vázquez Domènech

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He elegido en una red social una persona a la que leo de vez en cuando (me gusta hacerlo en espacios que poco tienen que ver conmigo, para aprender a ver mejor este pequeño mundo), y le he enviado unas pocas palabras después de leer lo suyo. Éste ha sido el resultado:

dice…(1)

“HOY RAJOY HA GANADO SU BATALLA. Y CON EL, LA CORRUPCIÓN. Se acabó. Que este PSOE no cuente conmigo.”

(Quédense con la copla. En mayúsculas echando la pelota a Rajoy, e incapaz de culpar directamente a su propio partido)

Y yo le contesto…

“Lo increíble es que hayáis pensado durante años que el PSOE anterior a esta debacle era un gran partido. Y además, debéis de saber, que quienes les han apoyado durante tanto tiempo, son también protagonistas de la deriva que ha llevado a España hacia el liberalismo más ruin. Esto, no es un hecho casual, o una excepción, es la Norma, en un partido oligarca y prepotente!”

Y me contestan otros…

“Qué tendrá que ver el tocino con la velocidad”

Y decenas de personas apesadumbradas prosiguen…

“Siempre ganan los mismos: el capital”, “Auténticos mafiosos”, “Tengo 45 años desde los 16 socialista hasta el día de hoy que la nueva derecha disfrazada de socialistas no vuelva a contar con mi voto . Siento que me han robado el partido. En una sola palabra tristeza.”, “Qué bochornoso. No doy crédito.”, “Ha ganado el PSOE del Ibex 35. Vergüenza de barones”, “Lo siento… Mira qué hemos discutido por aquí, pero entiendo tu desolación, porque yo ya sufrí mis decepciones, pero lo de hoy es tremendo y no es justo para los militantes. Esto es muy fuerte, me da miedo hacia dónde va a España. Ánimo y a seguir luchando. Luchar, siempre.”

Y luego muchas, muchas justificaciones. Para acabar con un destello lúdico-festivo. “¡Un día triste para la gente de izquierdas!”

Pero. ¿Cómo va a ser triste que un partido retrógrado y antipopular (contrario al pueblo) se parta en dos? Esto es un delirio.

Hay que contar esta pequeña historia. Y tened cuidado; una amplia mayoría de los votantes del PSOE conforman entre todos y a la chita callando una asociación contraindicada en los prospectos de salud pública. Entre ellos, los victoriosos de anteayer, porque esos ya no tienen ni nombre. Y, por otro lado, los perdedores, porque siguen pensando que hasta el 01 de octubre de 2016 su partido era modélico, y hoy piensan que ha habido un golpe de timón que lo ha patrocinado Rita la Cantaora.

Tenemos poco que hacer. Porque las mayorías son las mayorías, y seguirán insistiendo con sus graves decisiones, y nos gobernarán con su grotesca intrepidez, hechizada de parvulario  y coleguismo.

P.D.: (1) La persona en cuestión escribe durante años para “El País” pensando que dicho periódico era maravilloso. Hoy, se ha indignado un poco, porque han silenciado las declaraciones de Borrell a Pepa Bueno en la SER.

Y así reaccionan cientos y miles de escritores, profesores, artistas, y una amplia clase más que media que, casualmente, hace veinte años no veía ni un elefante en una cacharrería. Miopes que forraron sus bolsillos con un seguro de vida… Y hoy ven lo que hasta un topo divisó hace años, cuando Isidoro alzó su puño y engendró el monstruo que sigue vivo.

Colaboración para Iniciativa Debate