Un dominio propio

Una de las más lúgubres maniobras de nuestras democracias es convertir la búsqueda de la verdad en delito y, de paso, hacer creer que las reflexiones que emanan de esa búsqueda sean consideradas subversivas o radicales.


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Hay que acabar con el abstencionismo!

Estos últimos meses me han preguntado mucho por la abstención. No es tan sencillo responder sin considerar otros elementos importantes que están ahí, pero que apenas se diseccionan. Vamos a hacer un intento analizando diferentes aspectos.

01- Abanico Político

Primeramente, creo fundamental saber a qué nos enfrentamos, es decir, saber quiénes son nuestros supuestos representantes. Los partidos que optan a gobernar, como viene sucediendo en todo este siglo, son partidos controlados, es decir, sin capacidad de reestructuración del sistema y súbditos del poder (OTAN, Unión Europea, Grandes Corporaciones, etc.).

De este modo, tenemos en España: Vox, extrema derecha, PP, derecha rancia, PSOE, derecha con tintes moderados, Unidas Podemos y Sumar, centro con papel de «insurgente». Y entre la ciudadanía votante, queda un hueco para aquellas personas que piensan desde posiciones contrarias, y no les queda otra que situarse dentro del tablero en la posición “más izquierdista”, digámoslo así, del “deteriorado espectro político” que posee este sistema.

(No entro a valorar todas las apreciaciones que hará mucha gente sobre dónde sitúo a lo que queda de Podemos y sus afinidades electivas. Simplifico. Desde sus primeras propuestas y programas electorales el vuelco que han dado es de dimensiones colosales, y su adscripción a la OTAN es manifiesta desde sus cargos gubernamentales, que es, al final, lo que hay que cotejar. De Sumar es mejor casi ni hablar).

02- ¿Qué democracia?

Debemos añadir, sin falta, que no vivimos en democracia y, lo más importante, debemos constatar también que no hay libertad de pensamiento bajo el yugo de la dictadura de los medios. Sin dicha libertad casi toda posibilidad de expresión carece de sentido, por mucho sentido que quieran darle al acontecimiento de ir a votar cada cuatro años (con un 95% del electorado que ni ha leído ningún programa electoral y que ni intención tiene de ello).

03- La tendencia de culpar al abstencionismo

Sospechar que el abstencionismo en su conjunto es responsable de la victoria de los partidos conservadores y de corte reaccionario reduce mucho el prisma de observación de lo que está aconteciendo en los países capitalistas desde la década de los ochenta, coincidiendo con el auge del neoliberalismo.

Hay que desempolvar la Historia y sostener el hecho de que gran parte del mundo ha vivido décadas bajo el furor de un sistema político denominado capitalista (no lo olvidemos, soporte de nuestras democracias) y, por ello también, gran parte de ese mundo ha vivido y sufrido los embates causados, precisamente, por la expansión de algunos de los fundamentos sobre los que erigió todo su poder y se hizo fuerte: el esclavismo, el colonialismo, el imperialismo, el fascismo y el nazismo. No hay mucho más que decir. Las consecuencias de todo ello, por resumir, llevan a un alto porcentaje de la población a desentenderse de quienes gobiernan y de sus maniobras. Y dicho proceder incide directamente en la decisión de no pasar por las urnas.

Importante subrayar también la actuación que han tenido Podemos y su entorno a la hora de estimular la abstención en el ámbito de las confluencias de la izquierda social, por una manifiesta negligencia desde aquellas supuestas buenas intenciones con las que promocionaron sus inicios. Sin querer profundizar, podríamos comenzar por analizar el primer programa electoral que propusieron, con varios puntos fundamentales que en los siguientes comicios pasaron ya, al olvido. Y podríamos también subrayar el trato un tanto retorcido que han tenido con un importante grupo de feministas que no termina de entender muy bien posiciones tan férreas y nada abiertas al debate. Por no hablar también de la sucesora de Pablo Iglesias; elegida a dedo para llevar el liderazgo de Unidas Podemos y elegida ahora por la mano de dios para fortalecer la izquierda española, hacedora de neutralidades sin sentido, de silencios delatores, defensora de la alianza bélica y acreedora del don del pastoreo para recoger a todas las ovejas descarriadas. Un buen número de abstencionistas de éste lado de la balanza procede, sin duda, del enorme desengaño que han sentido desde aquél 17 de enero de 2014, fecha de la fundación de dicho partido.

04- Defensa del voto contra viento y marea

Respaldar ese camino hacia las urnas (tapándose los ojos ante la realidad) y seguir votando dentro de un sistema que continúa promoviendo las guerras para salvar sus economías y seguir manteniendo el control del poder es, a todas sombras, mucho más desconsiderado e injusto que la decisión que toman muchas personas a la hora de abstenerse en las elecciones, buscando un nuevo paradigma y buscando el cambio necesario del sistema.

Pero aún hay más. Pienso que la decisión del voto ha de hacerse en conciencia, atendiendo al diagnóstico que cada cual hace de este mundo, y no tomando opción por ese mal menor que lo único que consigue es arrastrar los propios lodos del poder.

Así, resulta incluso paradójico querer acudir a votar cuando sabemos que nadie nos representa verdaderamente. Y resulta más chocante aún pensar que alguno de los «elegibles» pueda cumplir promesa alguna digna de tener en consideración (y que ataque directamente a ese sistema que ha estrangulado la vida de millones de personas, como ocurrió no hace mucho tiempo en Grecia).

05- ¿Qué significa abstenerse?

Tenemos, por tanto, que muchas de las personas que se abstienen no son eslabones perdidos dentro de algún perfil del electorado, sino detractoras de un modelo político que consideran dominante y represivo.

Asociamos todo ello con un recordatorio muy importante. Votar no es un deber cívico, sino un derecho político. Y como todo derecho, nos hace libres de poder hacer uso de él, o no, sin menoscabo ni menosprecio de quienes por voluntad política desestimen de su valor. Quien deja de lado este principio, ya inicia su argumentación contra su validez con un gran sesgo.

06- Ecuación

Que alguien, reflexionando sobre el mundo que nos rodea, opte libremente por la abstención es, además de legítimo, completamente comprensible.

Que alguien, analizando el mundo que nos rodea, opte libremente por votar dentro de un engranaje antidemocrático es, además de incoherente, completamente inadecuado.

07- Invitación

Convoco a quienes defienden nuestras democracias modernas a que nos den una definición sobre ellas que consideren válida. Es imposible que soporten cualquier argumentación o salgan indemnes después de contrastarlas con nuestra realidad política. Imposible.

Y quisiera recordar que del mismo modo que asumimos, por ejemplo, las consecuencias derivadas de la acción de todas y todos los votantes de Podemos apuntillando el sueño del cambio (tal y como he dicho antes, fácilmente analizable leyendo sus reivindicaciones a las elecciones europeas en sus comienzos, y observando su legado posterior – una trampa que debería ser denunciable -), se debería respetar la decisión de aquellas personas que desde sus propias elucubraciones y críticas siguen pensando que otro mundo es posible.

Y desde luego, quiero subrayar también que en una hipotética balanza ética y de lucha por los principios, los segundos ganarían por goleada.

08- Opinar es sencillo

Esa extendida tendencia que invita a ofrecer una aparente opinión personal que termina por repetir lo que dicen los medios nos está haciendo mucho daño. Sin duda alguna, mucho más daño que el que pueda hacer cualquier persona que después de reflexionar en soledad, decide no ir a votar.

09- Votar

Si de verdad estamos convencidos de la existencia de una realidad política que no nos ha dado más que desgracias, guerras, injusticias y un sinfín de despropósitos difíciles de olvidar, y no hay forma de asomarnos a ese mundo que, en realidad, casi todos deseamos, ¿por qué insistimos en depositar nuestra confianza en un plan que solo proyecta sobre nosotros el dominio y la desconfianza? No es de recibo proseguir con las mismas armas. Votar, se convierte en un derecho vacío de sentido.

¿No será que el voto sirve para mantener y legitimar un sistema determinado, mientras en la sala de máquinas los mismos de siempre ofrecen apariencia democrática a lo que, obviamente, no es?

¿Qué ha de suceder para que nos reincorporemos y dejemos atrás nuestro modelo económico, avasallador y edulcorado? ¿Qué podemos hacer para que todo esto cambie?

10- Es más fácil de lo que creemos

Y para que se entienda claramente. Nuestras entrañables democracias, con sus continuos reajustes restrictivos, han llegado a ofrecer a la ciudadanía estadounidense la posibilidad de elegir entre dos grandes representantes, Joe Biden y Donald Trump (un logro sorprendente). En Europa, nos han dado a elegir entre la Troika y el asedio compulsivo liderado esta vez por Ursula Von der Leyen y Jens Stoltenberg. Y en España, asistimos a un debate entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo difícil de olvidar y muy complicado de aceptar como paradigma representativo del sueño de cualquier democracia. Como todo el mundo sabe, justo los personajes con los que todo el mundo sueña y a los que todo el mundo aplaude. Y los personajes que vienen después, animadores y animadoras socioculturales para ir de picnic o acampadas veraniegas, con sus fiestas infantiles y sus apasionados juegos de rol . Y ahí termina el cuento.

Salir de este bucle inadmisible nos obliga a salir del sistema.

OTAN No, Bases Fuera

Un abrazo, joséluis


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Entre izquierdas y derechas anda el juego

Son muchas las personas que andan desorientadas en relación con el posicionamiento político de los diferentes partidos en liza. Y no es de extrañar, porque dicha confusión es una trama más para que el electorado sea capaz de moverse sin atinar muy bien con sus propósitos. Si bien los votantes de Ciudadanos son fiel reflejo de ello, no debemos olvidar que buena parte del electorado participa de dicha desubicación (aunque no cambien tan a menudo sus colores).

¿Cuál es una de las razones que puede llegar a explicar semejante desfalco posicional? Vamos por partes.

Las grandes empresas y corporaciones han mantenido una presión creciente e incesante sobre los grupos políticos y sobre los sindicatos, de tal modo que a día de hoy apenas hay diferencia entre los objetivos de los diferentes partidos, más allá de su defensa de aspectos relacionados con la tradición o el progreso (con todos los valores y la moralidad con que en cada periodo entran en juego). Los intereses del poder han ido adquiriendo, desde los orígenes del neoliberalismo, todos y cada uno de los posicionamientos aparentemente representativos instaurados en las democracias, influenciando sobre ellos de tal forma que apenas queda hueco para las exigencias de las clases desfavorecidas.

Todo ello se resume muy bien en la captación de los responsables de los partidos y de las bases sociales de todos los movimientos, impidiendo cualquier tipo de transgresión o de ruptura con un capitalismo que ha conseguido un dominio casi completo sobre las mentes pero, sobre todo, un dominio muy relevante sobre los deseos de casi todos los habitantes. Dichos responsables, lo único que son capaces de ofrecernos es un abrazo gélido.

La lógica electoral por excelencia, la que diferenciaba muy bien los espacios que correspondían a la derecha y a la izquierda, ha perdido así casi todo el sentido. La ciudadanía sigue creyendo enfrentarse a la gran decisión de votar a un partido de izquierdas o de derechas. Pero, en realidad, se encuentra ante un laberinto sin salida, porque dentro del abanico de partidos existente (con posibilidad de triunfo alguno), no hay ninguno que no se mantenga dentro de los límites que marcan los grandes blanqueadores del poder. Es decir, se acude a las urnas sin que exista la verdadera posibilidad de tener representatividad.

Se mantiene artificialmente divididos a los votantes entre electores de un lado y del otro, pero casi todos lo único que terminan por hacer es respaldar los verdaderos objetivos de quienes nos gobiernan. El apoyo a la OTAN y todas sus maniobras es un claro ejemplo de lo que acontece. Antes de la llegada de ese neoliberalismo tan pernicioso, aún podíamos hablar de grandes sectores de la izquierda en lucha contra los intereses de EEUU. Hoy, esa posibilidad ha sido cercenada casi por completo, y las únicas movilizaciones «permitidas» se fraguan dentro de la supuesta mejora de los derechos de ciertos colectivos (eso sí) y de los derechos ambientales, y siempre desde una perspectiva absolutamente controlada.

Y por último, y como no podía ser de otra forma, son los medios de desinformación los que terminan por bloquear cualquier posibilidad de acción de muchas de esas personas que creen agruparse en torno a la izquierda, porque hasta los periódicos supuestamente relatores de su perfil ideológico velan por los intereses de las corporaciones contra las que se debía dirigir su lucha.

No hay periodo donde no se muestre con una claridad asombrosa cómo van sucediéndose los hechos hasta aquí relatados. Así que…, Si dejas que jueguen con tus emociones, podrás llegar a pensar que la nueva agrupación política SUMAR puede ser representativa de la nueva izquierda política. Pero si eres capaz de analizar todos y cada uno de sus movimientos, llegarás a la conclusión de que no son más que otra pieza del puzzle, capaz de llevarnos sin despeinarse a las puertas de cualquier otra guerra. Eso sí, con una entrañable sonrisa.

OTAN No, Bases Fuera


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Breves

La era del vacío

Tal y como escribió Lipovetsky, la lógica individualista con  el sempiterno derecho a la libertad se instaló hace ya tiempo en las costumbres y en todos los actos cotidianos. En nuestra post-modernidad, si algo reina, es la indiferencia de la masa, deseando vivir el aquí y ahora en medio de una cultura tan despersonalizada que dan ganas de salir corriendo y no volver.

Sin anclajes sólidos estamos deslizándonos de un lado a otro obsesionados con la posibilidad de poder expresarnos gratuitamente, porque damos prioridad al solemne acto de la comunicación y apenas si damos importancia al contenido de nuestra acción. Y entusiasmados en medio de la infinita posibilidad de relación, caemos al vacío en el narcisista acto de querer ser escuchados por miles y, lo que es peor, lo hacemos sin darnos cuenta de que lo que queríamos era liberar el yo y lo que conseguimos es hacer del yo la preocupación central de nuestras vidas.

Como no nos reciclemos a tiempo el neoliberalismo nos va a dar tal bofetada que cuando nos cruce la cara ya no sabremos si ha sido un huracán o la ingratitud humana la que ha convertido nuestras relaciones en un cementerio de superyos seduciendo incluso mientras soñamos. Por de pronto, ya nos ha dejado completamente dislocados. Y ahora, lo que viene, va a ser un pozo sin fondo de publicidad constante para curarnos de tamaña enfermedad. «Libres» como nos dejaron ahora nos toca restaurar las heridas que, supuestamente, las hicimos nosotros mismos con nuestras propias manos. Así es, tiempo de corrección para superar el espectáculo de la culpa. Tiempo de reciclaje para superar tanta pérdida y tanto dislate.

El espectáculo no puede ser más deprimente: «Yo nunca pierdo; o gano…, o aprendo. Toda crisis es una posibilidad para crecer. Las oportunidades se nos presentan cada día pero no las vemos. Un problema te abre las puertas para que hagas acopio de tu mejor esfuerzo. Un emprendedor ve oportunidades allá donde otros solo ven dificultades. El éxito es aprender a ir de fracaso en fracaso sin desesperarse. No te des por vencido ni aun vencido (esta es insuperable). La suerte es para los débiles que no se han esforzado nunca…» Y así, un caudaloso río con millones de palabras para vender no ya la moto, sino hasta tu conciencia. Atracados por un sistema que para llenar sus arcas ha vaciado nuestras mentes, y luego hace un llamamiento masivo para que éstas mismas nos liberen, porque son nuestra fortaleza…, una vez que ya han sido domesticadas.

La sociedad nunca puede avanzar con el aislamiento de las personas que la integran. Pero la libertad es un anzuelo gratificante para sentirte héroe por media vida, y hemos picado. Vaya si hemos picado!

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Incondicionales serviles de Ferraz

Vosotros también sois responsables

 

Necesitaba re-componer a través de hechos concretos en qué consiste una de las verdaderas adversidades que lleva incorporada en su mochila la desvencijada España. Pero para ello, era preciso argumentar in situ, con los protagonistas reales de la historia.

He seguido desde hace tiempo el ilustre transitar de algunos cargos, militantes y simpatizantes del PSOE, que ajenos a una innumerable avalancha de decisiones políticas de difícil calado socialista, se han incorporado sin problema alguno al balcón de un nuevo y desalentador neoliberalismo.

Reformas, componendas, leyes, delincuencias, engaños, dentelladas, deserciones, poder, amistades, arrogancias y otras catástrofes varias, a ellos… no les afectaban. No eran conscientes de que sentían especial atracción por un grupo de expoliadores de la democracia. Son tantas las andanzas que reflejan esa actitud, que van a necesitar las editoriales una enciclopedia sin par para dar cabida a semejante desatino.

Pero ellos eran felices, en sus refugios de cristal opaco, protagonizando uno de los acontecimientos más detestables y vergonzosos desde la muerte de Franco. Miles de ciudadanos con carrera, con pluma y con altivez, han permitido con su silencio, con su negligencia y, lo que es peor, con su respaldo, que un único partido impidiera cualquier giro político hacia la izquierda, y encomendara de ese modo el futuro de todo un país a los devotos parroquianos del capital y las armas.

Es del todo irresponsable haber participado o justificado sus políticas, y una violación en toda regla haberles erigido en comandantes de la alianza por la temeridad. Y mis palabras no responden al análisis de la mal llamada última crisis que nos acecha. Son consecuencia, sin más, de observar la propia evolución que desde 1974 no hace sino constatar, ratificar, y evidenciar, que un partido llamado obrero asestó un golpe durísimo a dicho colectivo, y facilitó a los comensales de los salones imperiales enriquecerse aún más a costa de una continuada traición disparatada.

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¿Qué sucedería si del mismo modo que ellos arremeten clamando por la exigencia del perdón en otras circunstancias, hiciéramos lo propio demandando más de una explicación? Deberíamos obligarles a exponer en público sus desfases intelectuales, su quimérica representación de puertas afuera, mientras se agrietaban los campos y los rostros de sus paisanos, y las ciudades eran consumidas con fruición. Deberíamos interpelarles, hasta ruborizar su existencia colmada de éxitos en muchos casos, y de glamour social respaldada por la cultura de la transición.

Necesitaba, como ya he mencionado al inicio del texto, delimitar sin miedo dónde reside parte de tanta desdicha y fatalidad. En un amplio colectivo de callados hombres de negocios, en despachos y sindicatos, en maestros y funcionarios, en carnets y subvenciones lacayas por doquier. Callados, pero a los que escuchábamos a través de sus periódicos y sus canciones de falsa bandera, alabando el “gran cambio” que aparentemente se producía, del franquismo hacia una estructura más fraccionada del poder.  Pero con las mismas familias omnipresentes, de generaciones interminables de ricos comiéndose a los pobres, desde su “socialismo voraz”, aniquilando la dignidad de una vida sencilla y huérfana de preocupación.

Y pensé que era bueno nombrar, amonestar al infractor, al pandillero tatuado de patrimonio y nada suburbial. A ese gran grupo de héroes de postín, que muy al final agacharán la cabeza porque algo… está llegando a su fin.

“Hoy es un día triste”,  han escrito muchos. La aristocracia del PSOE se ha excedido en sus intenciones, y ha dejado con el culo al aire a su militancia y a toda la democracia.

Un día triste hoy…, porque hoy, se han dado cuenta de que “El País” no es de izquierdas, sino un pliego que regala cada jornada los eructos del poder. Si, y lo dejan caer quienes han escrito en sus páginas, quienes han hablado en sus emisoras, sin hacer juicio alguno sobre su protagonismo y su inestimable contribución a la liquidación del derecho a la información.

Pero ellos no estaban allí (estaban de parranda), para darse cuenta el día de la entrada en la OTAN del abismo al que nos llevaban, no se percataron de la militarización, del negocio de la venta de armas, de las injerencias en otros países, de las monarquías rentables, de las reformas laborales, del patrocinio de las empresas de trabajo temporales, de las alianzas con las grandes oligarquías, de las guerras limpias y sucias, de la sumisión a la deuda, de las reservas de los bancos, del despliegue de los medios vendidos, del derroche millonario de algunos de sus dirigentes, de los negocios con dictadores, de los episodios de estafa y desfalco, de la ley antiterrorista, de la servidumbre a los poderes fácticos, del tren de alta velocidad hacia el sempiterno engaño. Esos días, no estaban. Y como no estaban, no podían criticar lo que no veían.

Sus plumas y sus neuronas se paralizaron para tamaño menester.

Ausencia. Una pecaminosa e imperdonable ausencia. Hasta hoy. Desde sus trincheras agrietadas salen a la luz clamando justicia y un poco de democracia (aunque estaría bien preguntarles qué entienden por ello). Hasta hablan de golpes efectuados con sigilo. Porque al parecer, hasta ayer, no hubo ninguno y todo fue limpio y divino!

¿Dónde está la lógica? Un posicionamiento intelectual medianamente consecuente con lo acontecido durante tanto tiempo debiera proseguir rio abajo, y no a contracorriente. Y rio abajo es dejando que fluyan los obligados sucesos.

El infortunio o la desaparición de un gremio profanador de derechos e instigador de la violencia, de un grupo de patricios, de amigos de la corruptela y la descomposición ética, de depredadores del poder a costa de la privatización de servicios públicos esenciales, y un largo etc…, imagino que tendría que ser a todas sombras…, una gran noticia.

Pero el mundo no es así. El mundo está habitado por personas a las que les importa un bledo la igualdad y la justicia, y un claro ejemplo lo tenemos en infinidad de militantes y simpatizantes de este partido, que a la postre, son corresponsables del actual estado en que vive sumida España.

Photo by Joséluis Vázquez Domènech

Photo by Joséluis Vázquez Domènech

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He elegido en una red social una persona a la que leo de vez en cuando (me gusta hacerlo en espacios que poco tienen que ver conmigo, para aprender a ver mejor este pequeño mundo), y le he enviado unas pocas palabras después de leer lo suyo. Éste ha sido el resultado:

dice…(1)

“HOY RAJOY HA GANADO SU BATALLA. Y CON EL, LA CORRUPCIÓN. Se acabó. Que este PSOE no cuente conmigo.”

(Quédense con la copla. En mayúsculas echando la pelota a Rajoy, e incapaz de culpar directamente a su propio partido)

Y yo le contesto…

“Lo increíble es que hayáis pensado durante años que el PSOE anterior a esta debacle era un gran partido. Y además, debéis de saber, que quienes les han apoyado durante tanto tiempo, son también protagonistas de la deriva que ha llevado a España hacia el liberalismo más ruin. Esto, no es un hecho casual, o una excepción, es la Norma, en un partido oligarca y prepotente!”

Y me contestan otros…

“Qué tendrá que ver el tocino con la velocidad”

Y decenas de personas apesadumbradas prosiguen…

“Siempre ganan los mismos: el capital”, “Auténticos mafiosos”, “Tengo 45 años desde los 16 socialista hasta el día de hoy que la nueva derecha disfrazada de socialistas no vuelva a contar con mi voto . Siento que me han robado el partido. En una sola palabra tristeza.”, “Qué bochornoso. No doy crédito.”, “Ha ganado el PSOE del Ibex 35. Vergüenza de barones”, “Lo siento… Mira qué hemos discutido por aquí, pero entiendo tu desolación, porque yo ya sufrí mis decepciones, pero lo de hoy es tremendo y no es justo para los militantes. Esto es muy fuerte, me da miedo hacia dónde va a España. Ánimo y a seguir luchando. Luchar, siempre.”

Y luego muchas, muchas justificaciones. Para acabar con un destello lúdico-festivo. “¡Un día triste para la gente de izquierdas!”

Pero. ¿Cómo va a ser triste que un partido retrógrado y antipopular (contrario al pueblo) se parta en dos? Esto es un delirio.

Hay que contar esta pequeña historia. Y tened cuidado; una amplia mayoría de los votantes del PSOE conforman entre todos y a la chita callando una asociación contraindicada en los prospectos de salud pública. Entre ellos, los victoriosos de anteayer, porque esos ya no tienen ni nombre. Y, por otro lado, los perdedores, porque siguen pensando que hasta el 01 de octubre de 2016 su partido era modélico, y hoy piensan que ha habido un golpe de timón que lo ha patrocinado Rita la Cantaora.

Tenemos poco que hacer. Porque las mayorías son las mayorías, y seguirán insistiendo con sus graves decisiones, y nos gobernarán con su grotesca intrepidez, hechizada de parvulario  y coleguismo.

P.D.: (1) La persona en cuestión escribe durante años para “El País” pensando que dicho periódico era maravilloso. Hoy, se ha indignado un poco, porque han silenciado las declaraciones de Borrell a Pepa Bueno en la SER.

Y así reaccionan cientos y miles de escritores, profesores, artistas, y una amplia clase más que media que, casualmente, hace veinte años no veía ni un elefante en una cacharrería. Miopes que forraron sus bolsillos con un seguro de vida… Y hoy ven lo que hasta un topo divisó hace años, cuando Isidoro alzó su puño y engendró el monstruo que sigue vivo.

Colaboración para Iniciativa Debate