Un dominio propio

Una de las más lúgubres maniobras de nuestras democracias es convertir la búsqueda de la verdad en delito y, de paso, hacer creer que las reflexiones que emanan de esa búsqueda sean consideradas subversivas o radicales.


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Hay que acabar con el abstencionismo!

Estos últimos meses me han preguntado mucho por la abstención. No es tan sencillo responder sin considerar otros elementos importantes que están ahí, pero que apenas se diseccionan. Vamos a hacer un intento analizando diferentes aspectos.

01- Abanico Político

Primeramente, creo fundamental saber a qué nos enfrentamos, es decir, saber quiénes son nuestros supuestos representantes. Los partidos que optan a gobernar, como viene sucediendo en todo este siglo, son partidos controlados, es decir, sin capacidad de reestructuración del sistema y súbditos del poder (OTAN, Unión Europea, Grandes Corporaciones, etc.).

De este modo, tenemos en España: Vox, extrema derecha, PP, derecha rancia, PSOE, derecha con tintes moderados, Unidas Podemos y Sumar, centro con papel de «insurgente». Y entre la ciudadanía votante, queda un hueco para aquellas personas que piensan desde posiciones contrarias, y no les queda otra que situarse dentro del tablero en la posición “más izquierdista”, digámoslo así, del “deteriorado espectro político” que posee este sistema.

(No entro a valorar todas las apreciaciones que hará mucha gente sobre dónde sitúo a lo que queda de Podemos y sus afinidades electivas. Simplifico. Desde sus primeras propuestas y programas electorales el vuelco que han dado es de dimensiones colosales, y su adscripción a la OTAN es manifiesta desde sus cargos gubernamentales, que es, al final, lo que hay que cotejar. De Sumar es mejor casi ni hablar).

02- ¿Qué democracia?

Debemos añadir, sin falta, que no vivimos en democracia y, lo más importante, debemos constatar también que no hay libertad de pensamiento bajo el yugo de la dictadura de los medios. Sin dicha libertad casi toda posibilidad de expresión carece de sentido, por mucho sentido que quieran darle al acontecimiento de ir a votar cada cuatro años (con un 95% del electorado que ni ha leído ningún programa electoral y que ni intención tiene de ello).

03- La tendencia de culpar al abstencionismo

Sospechar que el abstencionismo en su conjunto es responsable de la victoria de los partidos conservadores y de corte reaccionario reduce mucho el prisma de observación de lo que está aconteciendo en los países capitalistas desde la década de los ochenta, coincidiendo con el auge del neoliberalismo.

Hay que desempolvar la Historia y sostener el hecho de que gran parte del mundo ha vivido décadas bajo el furor de un sistema político denominado capitalista (no lo olvidemos, soporte de nuestras democracias) y, por ello también, gran parte de ese mundo ha vivido y sufrido los embates causados, precisamente, por la expansión de algunos de los fundamentos sobre los que erigió todo su poder y se hizo fuerte: el esclavismo, el colonialismo, el imperialismo, el fascismo y el nazismo. No hay mucho más que decir. Las consecuencias de todo ello, por resumir, llevan a un alto porcentaje de la población a desentenderse de quienes gobiernan y de sus maniobras. Y dicho proceder incide directamente en la decisión de no pasar por las urnas.

Importante subrayar también la actuación que han tenido Podemos y su entorno a la hora de estimular la abstención en el ámbito de las confluencias de la izquierda social, por una manifiesta negligencia desde aquellas supuestas buenas intenciones con las que promocionaron sus inicios. Sin querer profundizar, podríamos comenzar por analizar el primer programa electoral que propusieron, con varios puntos fundamentales que en los siguientes comicios pasaron ya, al olvido. Y podríamos también subrayar el trato un tanto retorcido que han tenido con un importante grupo de feministas que no termina de entender muy bien posiciones tan férreas y nada abiertas al debate. Por no hablar también de la sucesora de Pablo Iglesias; elegida a dedo para llevar el liderazgo de Unidas Podemos y elegida ahora por la mano de dios para fortalecer la izquierda española, hacedora de neutralidades sin sentido, de silencios delatores, defensora de la alianza bélica y acreedora del don del pastoreo para recoger a todas las ovejas descarriadas. Un buen número de abstencionistas de éste lado de la balanza procede, sin duda, del enorme desengaño que han sentido desde aquél 17 de enero de 2014, fecha de la fundación de dicho partido.

04- Defensa del voto contra viento y marea

Respaldar ese camino hacia las urnas (tapándose los ojos ante la realidad) y seguir votando dentro de un sistema que continúa promoviendo las guerras para salvar sus economías y seguir manteniendo el control del poder es, a todas sombras, mucho más desconsiderado e injusto que la decisión que toman muchas personas a la hora de abstenerse en las elecciones, buscando un nuevo paradigma y buscando el cambio necesario del sistema.

Pero aún hay más. Pienso que la decisión del voto ha de hacerse en conciencia, atendiendo al diagnóstico que cada cual hace de este mundo, y no tomando opción por ese mal menor que lo único que consigue es arrastrar los propios lodos del poder.

Así, resulta incluso paradójico querer acudir a votar cuando sabemos que nadie nos representa verdaderamente. Y resulta más chocante aún pensar que alguno de los «elegibles» pueda cumplir promesa alguna digna de tener en consideración (y que ataque directamente a ese sistema que ha estrangulado la vida de millones de personas, como ocurrió no hace mucho tiempo en Grecia).

05- ¿Qué significa abstenerse?

Tenemos, por tanto, que muchas de las personas que se abstienen no son eslabones perdidos dentro de algún perfil del electorado, sino detractoras de un modelo político que consideran dominante y represivo.

Asociamos todo ello con un recordatorio muy importante. Votar no es un deber cívico, sino un derecho político. Y como todo derecho, nos hace libres de poder hacer uso de él, o no, sin menoscabo ni menosprecio de quienes por voluntad política desestimen de su valor. Quien deja de lado este principio, ya inicia su argumentación contra su validez con un gran sesgo.

06- Ecuación

Que alguien, reflexionando sobre el mundo que nos rodea, opte libremente por la abstención es, además de legítimo, completamente comprensible.

Que alguien, analizando el mundo que nos rodea, opte libremente por votar dentro de un engranaje antidemocrático es, además de incoherente, completamente inadecuado.

07- Invitación

Convoco a quienes defienden nuestras democracias modernas a que nos den una definición sobre ellas que consideren válida. Es imposible que soporten cualquier argumentación o salgan indemnes después de contrastarlas con nuestra realidad política. Imposible.

Y quisiera recordar que del mismo modo que asumimos, por ejemplo, las consecuencias derivadas de la acción de todas y todos los votantes de Podemos apuntillando el sueño del cambio (tal y como he dicho antes, fácilmente analizable leyendo sus reivindicaciones a las elecciones europeas en sus comienzos, y observando su legado posterior – una trampa que debería ser denunciable -), se debería respetar la decisión de aquellas personas que desde sus propias elucubraciones y críticas siguen pensando que otro mundo es posible.

Y desde luego, quiero subrayar también que en una hipotética balanza ética y de lucha por los principios, los segundos ganarían por goleada.

08- Opinar es sencillo

Esa extendida tendencia que invita a ofrecer una aparente opinión personal que termina por repetir lo que dicen los medios nos está haciendo mucho daño. Sin duda alguna, mucho más daño que el que pueda hacer cualquier persona que después de reflexionar en soledad, decide no ir a votar.

09- Votar

Si de verdad estamos convencidos de la existencia de una realidad política que no nos ha dado más que desgracias, guerras, injusticias y un sinfín de despropósitos difíciles de olvidar, y no hay forma de asomarnos a ese mundo que, en realidad, casi todos deseamos, ¿por qué insistimos en depositar nuestra confianza en un plan que solo proyecta sobre nosotros el dominio y la desconfianza? No es de recibo proseguir con las mismas armas. Votar, se convierte en un derecho vacío de sentido.

¿No será que el voto sirve para mantener y legitimar un sistema determinado, mientras en la sala de máquinas los mismos de siempre ofrecen apariencia democrática a lo que, obviamente, no es?

¿Qué ha de suceder para que nos reincorporemos y dejemos atrás nuestro modelo económico, avasallador y edulcorado? ¿Qué podemos hacer para que todo esto cambie?

10- Es más fácil de lo que creemos

Y para que se entienda claramente. Nuestras entrañables democracias, con sus continuos reajustes restrictivos, han llegado a ofrecer a la ciudadanía estadounidense la posibilidad de elegir entre dos grandes representantes, Joe Biden y Donald Trump (un logro sorprendente). En Europa, nos han dado a elegir entre la Troika y el asedio compulsivo liderado esta vez por Ursula Von der Leyen y Jens Stoltenberg. Y en España, asistimos a un debate entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo difícil de olvidar y muy complicado de aceptar como paradigma representativo del sueño de cualquier democracia. Como todo el mundo sabe, justo los personajes con los que todo el mundo sueña y a los que todo el mundo aplaude. Y los personajes que vienen después, animadores y animadoras socioculturales para ir de picnic o acampadas veraniegas, con sus fiestas infantiles y sus apasionados juegos de rol . Y ahí termina el cuento.

Salir de este bucle inadmisible nos obliga a salir del sistema.

OTAN No, Bases Fuera

Un abrazo, joséluis


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Recordatorio (no respeto a ésta institución, y hay que liquidarla)

La Unión Europea y la Democracia

Hace ya más de tres años que acudí al Parlamento Europeo, no invitado para ninguna farsa, y tampoco con la intención de promocionar su alianza. Bien al contrario, hubiera deseado que la visita hubiera sido para festejar su desmoronamiento, a modo de hecho histórico en el que celebrar la muerte de una institución creada para retomar la esclavitud y mediar entre las élites y el poder de las finanzas. 

A día de hoy estas palabras recobran más fuerza, y seguro también, más adeptos para la causa. Pero siempre me he mostrado reticente con los apoyos a destiempo, con el clamor popular una vez divisados todos los horizontes. A pocos se les escapa ya la idea de que el ataque frontal sufrido por Grecia responde a esas maniobras endiabladas para atar en corto cualquier protesta contra la Troika. El índice de paro o pobreza, la sangría de una deuda perpetua o el sabor amargo de la indigencia no son motivo alguno para alterar sus políticas. Pero si lo son la rebelión y la ira, la lucha por no doblegarse ante tamaña injusticia. Estos hechos sí representan el vértigo para los verdugos, el punto de inflexión para redoblar fuerzas y asestar el golpe definitivo.

Enumerar todos los acontecimientos vividos en los despachos de Bruselas es igual a informar sobre todas las contingencias vividas para prolongar la injusticia y cometer mil y una fechorías con la excepcional colaboración de la opacidad de guante blanco. Las Democracias Cristianas y las Sociales Democracias hunden sus raíces en los cimientos de esta lenta agonía, y dudar de su protagonismo en este lamentable episodio es distorsionar una vez más el curso de nuestra cruel Historia. Pero aún hay más, no incidir en dónde reside la culpa o en quién funda e inspira la comitiva de tanta venganza, es seguir dando alas a los organizadores de uno de los capítulos más negros de la Europa Moderna.

No es improcedente hablar de «ajuste de cuentas». Bien al contrario, es el resumen de toda esta farsa narrada desde Berlín hasta Madrid para mitigar la protesta y no extender la euforia del comprometido activista. Tsipras perecerá bajo el fuego de su propia plaza en Syntagma doblegado por el furor indiscriminado de unos líderes europeos inyectados de rabia ante el empuje de unos exigentes y bienintencionados políticos griegos. Al margen de procurar un alivio a la causa griega, han optado por colapsar el auge de la democracia y quemar en la hoguera al insurgente líder de la revuelta.

Este incidente no es circunstancial. Forma parte de de todo un pack de políticas inscritas en los planes estratégicos a largo plazo fomentados por los lugartenientes del terror. Es igual hablar del despliegue de tropas de la OTAN en los límites de la actual  Rusia, del acuerdo secreto del TTIP, del advenimiento de los bancos, de la supuesta guerra contra el yihadismo, o de la elaboración de leyes convulsas defensoras de los pagos de las deudas. Quienes residen en las instituciones monetarias internacionales, pero en el caso que nos ocupa en las europeas, son los artífices de seguir disparando contra la Democracia y continuar asediando a quienes han alzado la voz, por primera vez en mucho tiempo de una manera tan rotunda y convincente, contra sus indiscriminados ataques a la población helena. 

Ir contra el mercantilismo Europeo tiene un precio, y ese es el castigo. En esa premisa se inscribe la represalia. Syriza no ha sido el causante del declive económico y social de su país (ya venía de hace tiempo), pero sí ha sido el detonador de la fuerza multiplicadora de la protesta y de la lucha por la justicia. Y dentro de los términos de esa hipótesis, se re-formula el más vil de los atropellos contra los pueblos. 

Es fundamental recordar que la Unión Europea está concebida desde hace mucho tiempo por anglosajones y nazis, claro está, contra los intereses de la antigua URSS. Y que dicha unión respalde al gobierno ucraniano no es una mera casualidad, sino un incidente más en la consecución de los objetivos criminales que la sustentan. Recordar que la guerra económica declarada actualmente contra Rusia (camuflada como siempre bajo las denominadas «sanciones»), es otra maniobra para que ese sangrante proyecto europeo siga adelante. Porque todos deberíamos ser conscientes a día de hoy que esta alianza imperialista no está proyectada para unir, sino para separar; para dividir y expulsar a Rusia definitivamente, hasta que incluso la memoria colectiva sea incapaz de identificar a este país con nuestro continente.

Así podemos observar claramente que avanzar desafiando la estrategia europea lleva consigo la más violenta de las reacciones. El problema de deuda griego no es la causa de todo este espectáculo, insisto, sino el enfrentamiento de Syriza a la dantesca obra que está capitalizando en este momento Angela Merkel. Todos los estados industrializados no tienen cómo pagar sus deudas. 

Tal y como he señalado anteriormente, lo que verdaderamente me preocupa es la narración exacta en tiempo real de los acontecimientos, y claro está, de las insurrecciones y sus protestas.  Y no esperar a ver las cenizas para lanzar consignas ya desvencijadas. Y en este contexto hay que reincidir y volver a recordar a Podemos y a cualquier formación que se precie de luchar por la verdadera dignidad de sus representados, que no hay posibilidad alguna de manifestar adhesión alguna a su causa mientras no se plantee de un modo contundente, por escrito y ante notario, la inmediata salida de la Unión Europea.

Tener que obligarnos a repetir una y otra vez que el funcionamiento de esta comunidad política está infectada por un virus que desprecia completamente los derechos humanos y la causa de los más necesitados, es una labor que ya nos extenúa. Los tratados, acuerdos, decretos, normas, leyes y comisiones que nos proporciona la Unión Europea son contrarios y contraproducentes contra la más mínima reputación que desee albergar en su interior la verdadera construcción de la democracia. 

Y menospreciar este discurso, o no contemplarlo aludiendo que una salida del euro sería una catástrofe para toda la ciudadanía, es seguir apoyando la barbarie, y seguir siendo cómplices de la infinidad de delitos que se están cometiendo y que se seguirán gestando dislocando las vidas de quienes viven en todos los estados europeos, y mucho más allá de sus fronteras. 

Contra el crimen no se gana asistiendo a sus fiestas, sino alejándose del poder de sus leyes y sus estrategias.

Otra vez, dejo constancia de mi paso por la capital de las fechorías, y de aquellas palabras que escribí para nunca olvidarlas. 

Photo by Amaia Fuertes

Photo by Amaia Fuertes

El valor del Respeto

«Hay quien creyendo buscar un digno comportamiento, considera incluso un valor el respeto hacia todas las personas y todas las instituciones. Pero olvida que dicha actitud puede convertirse en una perversa manifestación de la sumisión, e incluso en un atropello del derecho a la reivindicación de la libertad.

(A veces, hay que acudir allí donde nos doblegan, y dejar constancia de que para ser respetado se debe tener un mínimo sentido del deber. Y aquí simbolizo, a las puertas de su casa, el menosprecio absoluto con que nos trata el Parlamento Europeo).»  05 – 03 – 2012

Colaboración para Iniciativa Debate


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Hay que joderse!

Cinco de julio de dos mil quince

La policía cada dos por tres detiene a presuntos pedagogos de la alianza yihadista. Les acusan de promocionar el terrorismo. En Europa, hay quien fabrica  armas para venderlas a otros países para lanzar guerras y, cuando no, para inventarlas. También hay quien estrangula a la población con políticas de austeridad irreconciliables con la justicia. Otros se esconden, y desde los espacios bursátiles contaminan la vida de millones de personas. Existen también bandas de políticos que venden su vida a las multinacionales en nombre de representaciones falsas de la Democracia, y otras bandas que venden sus leyes a aparatos judiciales que discriminan nuestras vidas. Y, por si fuera poco, estamos rodeados de personajes que clausuran el porvenir de todos y se lo reparten entre ellos, como si la propiedad de la vida fuera su capricho después de comer una buena langosta bañada de vino y mierda. Y después de fabricar este mundo tan peculiar y amistoso, con sus propinas pagan la noticia, a cientos de periodistas que nos cuentan que por la frontera ha entrado un posible y belicoso musulmán dispuesto a hacer pedazos nuestras vidas. Hay que joderse, cuando nuestras vidas ya han sido mutiladas por todos estos francotiradores de la esperanza. A éstos, la policía les abre las fronteras, porque de eso se trata, de globalizar la mafia para enterrar a los pueblos que sueñan. 

Más de 800 periodistas veranean este fin de semana en la península helénica para amedrentar las redes informativas. Hasta hace bien poco, lo hacían en Siria, o en Libia, o en Afganistán, o iban allí a pasar «unas vacaciones de verdad» para no contar nada, porque nada querían extrapolar de ese país y sus gentes, y tomaban su caipirinha en la piscina. Fíjate que nos podrían narrar con todo tipo de detalles la propuesta de Syriza para pagar la deuda. Insisto, la propuesta para pagar, no para salir del euro. También podrían dibujarnos el mapa de impertinentes justicieros que llegaron con sus fondos internacionales para destrozar sus alas. Y bastaría con que explicaran quiénes son los dirigentes del Fondo Monetario y nos deletrearan cómo se las gastan con todos los Estados donde entran. Pero no. Han ido con sus cámaras a sacar la instantánea deseada, la de Tsipras alejándose de las estrellas europeas.

Quien no está en contra de las políticas que nos fumigan está cosechando la podredumbre que nos rodea. Y todo lo demás, es otra historia. Solo pensar que alguien se adhiere a la causa del Eurogrupo me hace temblar. De miedo, ante la barbarie que se avecina. 

Y mañana la policía detendrá a alguien que salió de Grecia, para emigrar a este país de turistas y panderetas, incapaz de reformar la ética. Y mientras tanto, vendrán troikistas forrados hasta las cejas, a embriagarse de este sol y reírse de sus puñaladas traperas.

Tras la niebla, llegan como buitres en busca de su comida. (Un abrazo inmenso Grecia, pase lo que lo pase, estaré con tu tragedia).

Photo by Joséluis Vázquez Doménech

Photo by Joséluis Vázquez Doménech


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Un gran partido político

Syriza

Apostar en la lucha desgarrada que mantiene Grecia con el Eurogrupo por éste último, es solidarizarse con el que más tiene. Mantener la presión y trasladar el peso de las reformas  sobre gran parte de la población asalariada y los pensionistas es lo que busca el Fondo Monetario Internacional. Por tanto, todo aquél que no abraza la causa griega, la de Siryza, es indudablemente un gregario del capitalismo más obtuso y un valedor de la injusticia y la desigualdad. Y quien no lo entienda, debería someter su sentido de la solidaridad a un serio chequeo.

Enfrentarse a la Troika y sus políticas es labor de cualquiera que se precie de ser de izquierdas. El pueblo griego es hasta el momento el único que merece ser digno de tener en consideración. La convocatoria de un referéndum sobre el contenido de las propuestas de los socios de la Unión Europea es a día de hoy, uno de los pocos movimientos políticos que podríamos analizar con verdadero sentido democrático.

La envergadura de esta decisión deja en evidencia el talante inquisitorial de las diferentes Instituciones que acostumbran a jugar con nuestras vidas como si fuéramos marionetas. Los acreedores, que no hacen sino pedir medidas que perjudican y menosprecian a los trabajadores no ven con buenos ojos esta medida. Ir contra ellos forma parte de la lógica legítima, y hay que abstenerse de escuchar lapidarias sentencias sobre el futuro de este país si deja de formar parte del euro.

Alexis Tsipras

Alexis Tsipras

El discurso de Alexis Tsipras es esclarecedor:

«En todo este periodo de negociaciones se nos ha pedido reiteradamente que aplicáramos acuerdos anteriores, y en ningún momento nos hemos doblegado. Desde hace seis meses el Gobierno da la batalla [a los socios] en condiciones de asfixia económica para revertir la austeridad (…) Por eso [anuncio el referéndum], por nosotros, por las futuras generaciones, por la historia de los griegos… Por la soberanía y la dignidad de nuestro pueblo».

Esta medida tan razonable, dejar a los helenos poder decidir sobre las medidas laborables, tributarias, de pensiones  y de empleo público por ejemplo, es para muchos un sin sentido, y no estaría de más que les fuéramos colocando el adjetivo que se merecen.

La consulta del próximo 5 de julio es un respeto sin precedentes a la voluntad de un pueblo, y así lo demuestran las noticias que podemos leer en prestigiosos periódicos como El País, llamando «órdago a la grande» la decisión de Alexis, o El Mundo, afinando la mañana con este titular», Tsipras desafía a la UE». 

Estamos de enhorabuena. Los inversores de todo el mundo han comenzado ya a dialogar con sus analistas porque no saben qué puede suceder con sus dineros. La victoria del NO va a traer un nuevo desbarajuste de esos mercados felinos que no entienden de dignidad.