Un dominio propio

Una de las más lúgubres maniobras de nuestras democracias es convertir la búsqueda de la verdad en delito y, de paso, hacer creer que las reflexiones que emanan de esa búsqueda sean consideradas subversivas o radicales.


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¿Quién da más?

Imaginemos, por dos momentos, que lo que viene a continuación… ocurre en cualquier otro partido.

Hay un dirigente que es el que lleva en volandas un movimiento. Deshoja la margarita y se queda solo con el invento. Más tarde, su mujer obtiene un buen puesto en el partido que hereda el trabajo de dicho movimiento, y unas cuantas amigas… la acompañan en todo momento.

Un día, decide echarse a un lado y elige a su sustituta, así como los reyes eligen a sus príncipes. La sustituta, poco después, se deshace de su mentor sin razón aparente y determina (por sí sola) que la izquierda necesita una completa regeneración. Pero también determina que será ella, la que traiga el cambio y geste el milagro en cuestión. Habla sin cesar de democracia y justicia, y encabeza el proceso como si toda España lo hubiera consensuado. Desconocemos aún su programa, pero sabemos que decide apartar a su creador y, de paso, liquidar a su compañera, porque al parecer se lo exige su ley de vida. Absolutamente nadie lo decidió en asambleas o reunión alguna. Ahora es ella la nueva y gran incorporación, y ella será quien lleve en volandas a los progresistas y hasta a la nueva generación. En su nueva casa apenas la ponen en duda, tal vez porque el dedo que la eligió fue biblia al comienzo de la gran celebración.

Toda la camaradería del primero y la nueva aritmética de la segunda pasearon durante un buen tiempo por el mismo sendero, y ahora cada cual… busca su mochuelo.  Sin que apenas lo esperaran, ésta ya lo tenía decidido, y viene a decirnos que quien quiera «sumar», con ella tendrá que rezar. Y el resto, a verlas venir, pero eso sí, con el derecho siempre de poder soñar.

Una gran amiga de él, dijo: si hay voluntad por parte de la nueva lideresa, el acuerdo estará servido. Pero fans de ambos partidos se lanzaron a la guerra como si les fuera la muerte en ello, olvidando que fueron amantes de decisiones asamblearias y que ahora no eran más que óxido enquistado en hierro fundido. 

Todas y todos olvidaron por completo que sus ilustres representantes aplaudieron a un nazi en el congreso, y nada dijeron de votaciones para ver si llevaban o no armas a los cachorros de otro nuevo descalabro. Todas y todos dijeron ser una cosa y tan siquiera llegaron a ser la otra, y a todas y todos se les ve el plumero y bien marcadas están sus cartas con el sello de los «demócratas más belicosos de ultramar».

Y quien no quiera verlo, que lo lea todo como un cuento… y que espere las nubes pasar.

P.D.: Nos dijo la secretaria general en comunicado oficial sin preguntas que su principal activo político puso su cargo a disposición del partido, pero que la ejecutiva no lo aceptó. Ay madre! Quizás debió decir que ese activo puso su cargo a disposición de la ejecutiva, y que el partido no estaba… ni nadie le esperó!

OTAN No, Bases Fuera


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Podemos y la República

¿Parece mentira verdad?

Mañana, 10 de noviembre de 2018, por fin, se celebra un encuentro estatal por la república. La convocatoria la efectúan la plataforma unitaria ‘Andalucía Republicana’ y la Junta Republicana de Izquierdas de Navarra, con la colaboración de la Unidad Cívica por la República. Se plantean como objetivos de este Encuentro el debate y aprobación de un plan unitario de acción republicana (hoja de ruta) y el inicio de un  proceso de articulación del Movimiento Republicano para la consecución de la República. El avance de este proceso tendrá como base el desarrollo de un conjunto de acciones en el conjunto del Estado.

El llamamiento, lógicamente, ha estado abierto a todas las asociaciones y organizaciones (también a título individual) que tienen como objetivo, o uno de ellos, la consecución de dicha forma de gobierno.

Como no podía ser de otra forma, los medios de comunicación y la gran familia periodística han hecho lo que mejor saben; obviar por completo dicho evento, darle la espalda, y no otorgarle ni un segundo de promoción. Estamos acostumbrados, eso no representa ninguna novedad.

Pero hay otra inacción que sí puede sorprender a más de uno; yo diría que a miles de personas que aún no conocen al propio partido al que votan. Yo, personalmente, no esperaba otra cosa, porque su progresión histórica no me ha dado pie para que pudiera pensar lo contrario. Podemos, ese partido político que se presenta como transgresor y posibilitador del cambio, que ha hecho infinidad de guiños para dejar constancia de su animadversión hacia todo lo que representa la monarquía, se esconde nuevamente, y no ha tenido ni la voluntad ni el deseo de participar en un encuentro que, a todas luces, hubiera resultado del agrado de la mayoría absoluta de sus simpatizantes.

Con lo que les gusta consultar a sus bases, y mira tú, podían haberles preguntado qué opinión les merecía, y demandar si se debía o no acudir como partido a esta reunión, del todo amigable y familiar para quienes vienen luchando por enterrar de una vez los arcaicos privilegios de los reyes y sus respectivos amigos.

Este modo de operar lo va a debilitar claramente, otra vez más, porque es del todo incomprensible que el engaño forme parte de sus principios de acción. Y precisamente ese modo, es el que los va a enterrar, por omisión de la acción esperada.

A estas alturas, sé que habrá exposiciones de todo tipo justificando tamaña estupidez: no es lo más importante ahora mismo, hay otros problemas que requieren mayor urgencia; no consideramos que como partido hayamos de liderar un movimiento que corresponde a la iniciativa ciudadana; la república no va a solucionar los problemas de liquidez de la ciudadanía…, y así muchas lindezas propias de la mayoría de los políticos.

Photo by joséluis vázquez domènech

¿Creéis normal que Podemos ni tan siquiera haya hecho saber a sus bases, por correo interno, que hay un proceso abierto para acudir mañana a Madrid para acabar de una vez con la corona? Y que, aunque sea, si bien no lo llevan adelante en nombre del partido, lo pudieran hacer personalmente.

¿Es lógico que después de su presentación como garante de las verdaderas políticas de izquierdas, sean incapaces de colaborar por un objetivo común como lo es la llegada de la tercera república?

¿Por qué este partido no se involucra, ni tan siquiera, en aquello que sería aplaudido por una ciudadanía a la que dice representar?

No solo quedaron atrás todas las promesas que a las primeras de cambio arrojaron al barranco del olvido. Además, se permiten el lujo de ofender. Para mí es hasta una humillación, dejar solos a quienes no tienen fuerza, dejar desnudos a quienes viven al abrigo de la intemperie.

Pero aquí no termina todo. Precisamente, el 10 de noviembre de 2018, quedará en la memoria televisiva la maravillosa acción que va a llevar Podemos frente al Tribunal Supremo, para llevarse un puñadito de votos por una lucha insignificante en comparación con el derrumbe de la monarquía. Así es, no había otro día. Pablo Iglesias nos convoca a manifestarnos para que todo el mundo sepa que hasta aquí hemos llegado, que la banca forma parte de la casta. Si ya antes nadie sabía que esa jornada era una gran fecha para encontrarnos en Madrid para luchar por la república, ahora ya nos han dado el golpe que nos faltaba; el anonimato absoluto.

Solo Podemos15M, una corriente crítica con la cúpula, y dos agrupaciones de Jaén van a ir mañana al Centro Cultural Valdebernardo. Los demás, ahí siguen, cegados por un sol que nunca brilló. Ni tan siquiera los anticapitalistas…

¿No sabéis…, por qué este partido está incapacitado para hacer realidad los sueños? Creo que ya es hora de que vayamos abriendo los ojos.

P.D.: Izquierda Unida sí va. No sé quién lo hará, pero se ha sumado a la convocatoria.


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Un verano para olvidar

España es un desastre

El panorama político español es tan vergonzoso y lleva tanto tiempo impregnando el marco social de un hedor tan fuerte, que el olor a mierda… ni se siente.

Aquella llamada transición ya traía consigo un aroma muy desagradable y penetrante y, desde entonces, apenas si se han alterado los modos de «gobernar».

De puertas hacia fuera, en el inframundo de las redes sociales y el marketing, los partidos se hacen fuertes con unos medios de comunicación que les respaldan y con todo tipo de usureros que reinventan los discursos para seguir promocionando la debacle y el asedio de la impunidad.

El consultor político es una figura muy demandada en comunicación. Su objetivo no es otro que satisfacer los deseos de quien va a pagar los honorarios. Y su trabajo consiste en utilizar todas las herramientas posibles para, a través del engaño, conseguir el respaldo necesario para hacerse fuertes al frente de cualquier causa. 

Desgraciadamente, la causa más solicitada en política es ganar, y no luchar por una gobernabilidad más justa e igualitaria. Y, desgraciadamente, los resultados se pueden resumir en una precariedad democrática de difícil asunción para la ciudadanía.

Esta situación se manifiesta en la agenda diaria de los partidos, de la prensa, y de la televisión. Y, como quien no quiere la cosa, los gurús de turno deambulan de un lado a otro como pedro por nuestra casa. 

Cuando el ilustre presidente de España accedió a acoger un barco lleno de Personas que huyen de la miseria y de las guerras que nosotros provocamos, no lo hizo por humanidad ni, mucho menos, por principio político alguno que guiara sus pasos. Lo hizo, con un descaro absoluto, porque sus estimados consejeros así se lo hicieron ver. Y así se lo pusieron en bandeja para que su popularidad se expandiera por todos los rincones de esta amarga tierra. Fue, con premeditación y alevosía, su primera “medida de impacto”

Este modo de operar responde muy bien al escaso valor ético que la clase política ofrece a sus votantes, a sabiendas de que éstos volverán a pasar por caja con el ánimo renovador de futuribles promesas que nunca llegan. Un valor bajo mínimos, pero que lucra con escaños hasta al más impresentable de los llamados representantes.

Se llama marketing, y todo el mundo ve con buenos ojos la existencia de grandes personajes estudiosos de su realidad social capaces de hacer volar con su inestimable trabajo incluso a un cerdo ibérico.  

No está de más recordar que también el aparato político que rodea a Podemos llegó … a donde llegó, porque tal y como explicó Rafael Cera tras los resultados conseguidos en las elecciones europeas, parte del éxito ha estado en que todo lo que subyace a esta campaña, los mensajes, ideas, propuestas, son del agrado del target objetivo, fundamentalmente gente joven (con cierto nivel cultural), personas indignadas con las circunstancias socio-económico-políticas que se vislumbran y que viven, así como personas que entienden que el sistema no funciona y que necesita de propuestas más “radicales” para solucionar los problemas sociales. Es obvio que han conseguido los votos de muchas de estas personas, consiguiendo dotar de una imagen de credibilidad a sus mensajes y que ha facilitado ganarse la confianza de su target y por ende su voto”. Joven y no tan joven, añado yo, y receptores de rentas medias y altas que complican aún más cierta fe en su horizontalidad.

Estamos rodeados, y mientras una mayoría social de izquierdas obrera y trabajadora (no creo en la «izquierda» funcionarial/culta/proOTAN y proEuropea/hipster y antirusa) no coja la sartén por el mango lo tenemos crudo. Pablo Iglesias y muchos de sus apoyos van muy desencaminados, hasta el punto de que sus bases más exigentes les han dado la espalda, y viven de la contribución y el respaldo de su sector acomodado, por denominarlo de alguna forma.

Otra cosa es que el partido gobernante sea más roñoso y mezquino, pero eso no nos obliga a que tengamos que construir un nuevo modelo de sociedad con quien ya echó por la borda todas las ilusiones a las primeras de cambio. Ilusiones que siguen siendo el asidero del partido, a pesar de que ya es obvio de que se han olvidado de aquellas primeras promesas, como la maravillosa recuperación desde el control público de los sectores estratégicos de la economía (banca, energía, etc.)

No se atisba la más mínima sensación que pueda dibujar una sonrisa en nuestro rostro. El trayecto recorrido por los pupilos de Ferraz es todo un paradigma de la hipocresía y el despropósito. Analicemos si no, cómo es posible entender que hace bien poco haya tenido la osadía de otorgar  el «collar de la orden de Isabel la católica» (por los servicios prestados a la nauseabunda patria) al Gobierno de Mariano Rajoy. Inaudito. Se supone que los expulsan por corruptos y los premian por el trabajo bien hecho. Es como para acudir en masa a Madrid y poner en evidencia a todos estos artistas.

El PSOE! Siempre fue un fraude (desde 1974, al menos). Y no ha cambiado ni un ápice. Nos quiere hacer creer que exhumar los restos del dictador tras 43 años de su muerte es un acto heroico, precisamente después de que Isidoro se olvidara de ello con un exceso de deliberación.  Un partido, ahora que tanto se habla de acoso a la libertad de expresión, que fue pionero en «democracia» en callar la boca a un cantante. ¿Curioso verdad? En 1986, el aparato represor español, de la mano de TVE y con Felipe González como garante de su imagen, censuró al malogrado Javier Krahe, arrinconándolo hasta tal punto que no tuvo más remedio que crear su propia discográfica para dar luz a sus letras tan temerarias.

Negros nubarrones desde la indecente transición. Vamos a necesitar mucha paciencia.

Photo by joséluis vázquez domènech

Lo que está aconteciendo en Catalunya es una muestra de todo ello. El espacio político más oscuro y denigrante, heredero de dicho proceso (aún inacabado por mucho que nos digan), y de la mano de numerosos agentes proestatales se echa a la calle para impedir de cualquier manera uno de los “grandes logros” de la Constitución, la indivisibilidad del territorio español. Y contra los lazos amarillos vale todo, hasta poner en ridículo el papel de la justicia. Como acontecimiento social puede darnos muchas razones para la discusión y la posibilidad de poder confrontar muchas ideas. Pero ya se han encargado de dinamitar todo y hacer que estalle por los aires cualquier posibilidad de reflexión política. La cárcel, la indecente presión de los medios, el resurgir de las banderas rojigualdas en los balcones y todo tipo de manifestaciones (algunas hasta con águilas), y ver a Ciudadanos avanzando a paso militarizado con menos vergüenza que un ladrón robando sin ocultar su rostro, España estalla en su delirio más español.

!Cómo están las calles últimamente! A modo de “recurso instrumental para la transformación social”, son muchas las voces que quieren hacernos creer que se divisan cambios en no sé qué horizonte, por la existencia, por ejemplo, de un movimiento feminista transversal que está al alza. El batacazo que se van a llevar va a ser igual que el que vivieron con los amigos de Pablo Iglesias. Uno, porque en esa transversalidad está la trampa para no lidiar con una lucha mucho más profunda y eficaz contra el sistema que, lógicamente, no la van a realizar desde todos los estratos de la sociedad. Y dos, porque el impulso y el detonador de ese movimiento viene generado (y respaldado) por la no menos irrisoria agrupación feminista de actrices de Hollywood y otras estrategias al uso, a las que creo menos que al telediario.

Unos datos curiosos para observar cómo fue el punto álgido de la promocionada necesidad de un feminismo envolvente. En un espacio reducido de tiempo, y a golpes de televisión, nos van llegando perlas sobre las reivindicaciones. Abre el portón del gran teatro la mismísima princesa Megham Markle, difundiéndose por todo el mundo sus impresiones de «marcado carácter feminista», ofrecidas en el foro del auditorio de la Royal Foundation. Poco más tarde, en una «primorosa» entrevista de Susana Griso al otrora presidente popular, éste se declara afín a la lucha. Y por si no fuera poco, lo mismo prescribe la presidenta del Banco de Santander («Por qué me considero feminista y tu también deberías serlo»). Y el broche final lo pone nuevamente un elenco de actrices en el escaparate del festival de Cannes. Son solo algunos ejemplos del engranaje. Y no me cabe la menor duda de que el adjetivo incorporado (como esos lemas que circulan vía pedagogía de las redes y los medios), transversal, le viene que ni al pelo.

Si alguien piensa que éstas aportaciones son fruto de la casualidad, olvida uno de los protocolos esenciales de los que hacen gala los ínclitos amigos del establishment: cada vez que se atisba una respuesta social brusca o posibles revueltas, o cada vez que hay un interés para dirigir a las masas a un punto de encuentro concreto, se movilizan todas las artes de la persuasión y todos los elementos necesarios para distorsionar el origen primigenio de una realidad que exigía el cambio. Ocurrió el 15M y sucede ahora. Y de éste modo, el cambio…, no llega. Sencillamente porque ya ha sido alterado el verdadero objetivo y lo que se pone en juego son otros artificios para caldear el ambiente con jugadas de marcado perfil perverso. En esta ocasión, de un modo exquisito, se consigue incentivar cierta belicosidad de la mirada social de un buen número de mujeres hacia los hombres, sin la sospecha de que hay una clara adecuación de los sucesos a un interés concreto. 

Michael Haneke se ha desmarcado de este tipo de diatribas: «Como artista, estoy empezando a sentir el temor de esta cruzada contra todas las formas de erotismo. Una película como “El Imperio de los sentidos”, una de las más profundas reflexiones sobre la sexualidad, no podría filmarse hoy. Este nuevo puritanismo que odia a los hombres, me preocupa».

Un movimiento social desafía, por norma, las interpretaciones dominantes sobre la mayoría de aspectos de la realidad. En el caso que nos ocupa, se supone que es el machismo lo que debemos destronar, pero me temo que el mercado está haciendo muy bien su trabajo y está acogiendo en su seno ciertos modelos de comportamiento con los que proseguir su marcha y su musicalidad. Lo que está ocurriendo con los vientres de alquiler forma parte también de ese abanico de acciones que, procurando mostrar un lado reivindicativo y progresista, lo que esconde es una herramienta más del capitalismo más ruin, incorporando al diccionario términos como “maternidad subrogada”, cuando de lo que se trata es de puro mercantilismo y compra de niños a la carta sin el más mínimo rubor, pero eso sí, aderezado de sentimentalismo paternalista ante la imposibilidad de poder traer hijos al mundo. Alquilar a una mujer no creo yo que pueda considerarse una nueva técnica de reproducción (por mucho que haya una altruista entre cien).

El interés concreto del que hablábamos un poco más arriba no es otro que seguir mareando la perdiz, y hacer creer que hay una lucha indispensable en el seno de nuestra sociedad, pero desviando la atención del verdadero problema. Y llegados aquí, nos preguntamos; ¿y cual es el verdadero problema?…

El verdadero problema eres tú, y soy yo, invalidados cada vez más para gestionar y hacer valer el triunfo del anticapitalismo y de la revolución.

 


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Estrategias

Breves:

Jugando que es gerundio

Cabría pensar en unas nuevas elecciones. Los movimientos desde el principio van a marcar las distancias. Pedro Sánchez se presenta conciliador, a derecha y a izquierda. Ayer hasta parecía sonreír dando a entender un acuerdo (imposible) con Podemos y Cs. Pablo Iglesias no sabe pensar a largo plazo, nunca lo ha sabido, y le va a pasar factura. Marca posiciones que muestran mayores dificultades (eso dirán) para cualquier acuerdo.

Nunca debió embarcarse en esta ruleta que no juega para su fortuna.

Piensa…, habrá nuevas elecciones. Y la mercadotecnia socialista y popular ya está trabajando a destajo. La ciudadanía está contemplando un nuevo episodio. El más importante. Y lo percibe y terminará por creerlo. La investidura fracasa porque Podemos no quiere sumarse a la posibilidad planteada por el PSOE.

Piensa. Hay nuevas elecciones. Ha pasado casi un mes. En el ambiente (los medios de comunicación ya han dado buena prueba de ello), se palpa la noticia. Podemos ha impedido el acuerdo. Los socialistas lo han intentado por hache y por b, con todos, pero no ha podido ser.

PP y PSOE. Cada cual por su lado querían un acuerdo, pero no han podido.  Y los periodistas lo repetirán, y nos inundarán con la noticia. La gente va a votar. Y Podemos, volverá a quedar tercero. Bloqueó el proceso (insistirán).

Este mes no es para elegir al nuevo presidente. Es para allanar el camino y posicionarse en la nueva casilla de salida.

Así es la democracia. ¿Te gusta?. Es en la que participas. La que te vuelve a decir que vayas a votar. Y tú, vas.

P.D. Hay otra posibilidad. Más lejos. Está en Bruselas, y consiste en poner a un sujeto “independiente” (que el rey se encargaría de hacer saber para una nueva investidura) porque estos mequetrefes están tardando y esto se pone feo. Los de siempre se ponen de acuerdo y lo acatan. Es la solución de emergencia por si el castillo de naipes cae. Pero la veo improbable. Pero posible.

 …Porque así es la democracia. 

(que siga girando la noria)

Photo by joséluis vázquez domènech

London Eye – Photo by joséluis vázquez domènech


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El rey encarga a Pedro Sánchez la formación de un nuevo gobierno

Croupiers de la política

Creo que el dirigente socialista va a salir ganando en esta nueva partida de cartas que ha empezado con el nuevo proceso de investidura. 

Va a volcar sobre Podemos toda la carga para la formación de un nuevo gobierno con el fin de expulsar al PP del ejecutivo. Incluirá en su oferta a Cs, ofrecerá un cambio de cara con un programa social preparado ad hoc y, de ese modo, interpelará a Pablo Iglesias haciéndole ver que era eso precisamente lo que quería (hacer lo posible para que no regrese Mariano Rajoy y llegar a acuerdos de política social). 

En el hipotético caso de que Podemos rechazara y se convocaran nuevas elecciones (o se abriera una nueva opción de investidura con el presidente en funciones) caería sobre ellos la espada de Damocles, por no haber aceptado la posibilidad (real) de dejar al PP fuera de cualquier Gobierno. 

Pablo Iglesias cree que repitiendo una y otra vez su inconveniencia de no formar un ejecutivo con Cs, dicha reiteración le va a dar crédito, pero olvida que no ha de rendir cuentas con toda la ciudadanía, sino con el engranaje del poder. Esto es, su partido no es el eje sobre el que va a girar la posibilidad del cambio, aunque sean muchas las personas que confían en lo contrario. 

Así, quienes piensan que el PSOE va perdiendo credibilidad y votantes, va desencaminado. Tiene en su mano el doble juego que la mayoría de votantes esperan, no permitir el regreso de Rajoy, y hacer un guiño con algunos cambios que ellos prometerán ser importantes. Y, sin duda, jugará con ambas posibilidades y resucitará. 

Podemos ha efectuado la peor jugada que podía dar, ofrecerse al PSOE para formar un gobierno plural. Por un lado, pierde “credibilidad” entre miles de ciudadanos que sostienen que nunca debió dar la mano a esa casta que tanto criticaba hasta no hace mucho. Y, por otro, ha querido erigirse como elemento indispensable mientras la Realpolitik le va a dar la espalda. 

Lógicamente, hay elementos que nos hacen ver que puede haber otras variantes. Pero todas ellas (menos la llamada formación de izquierdas con la ayuda de los nacionalistas) dependen únicamente de los lobbys económicos, presentes en el sector duro del PSOE y en el ámbito de Albert Rivera, que son los que pueden hacer que o bien éste termine por hacer fracasar una coalición solvente, o presionen para que la única posibilidad sea en el marco del tripartito liberal. 

Con todo, el juego sigue. Y por mucho que sean legión quienes respaldan la llegada de una verdadera renovación, aquél sueño maniqueo de expulsar a las élites del poder ya tomó rumbo a un planeta desconocido, y ha quedado herida de muerte la posibilidad de girar hacia la izquierda y luchar por los verdaderos intereses de los más necesitados.

(Este sistema se lo come todo)

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Errores conscientes e inconscientes

Pablo Iglesias se sincera: «Hemos cometido muchos errores, como no explicar bien algunos elementos de nuestro programa». Y del mismo modo también se acoge a ese «latiguillo» de constante repetición que han manifestado todos los políticos estos últimos cuatro años. Por lo visto, ellos tampoco han sabido expresarse bien con la ciudadaníade ahí el bajón que les dan en las encuestas.

Yo he de decirle que le comprendí muy bien desde el primer momento, y que siempre se han caracterizado por explicarse muy bien. Puedo comprender que en el juego político exageren y escondan sus cartas, pero me resulta indigesto que nos hagan creer que, después de estudiar detenidamente cada aparición en público, sea tan sincera esa muestra de lucidez.

Creo que casi todo falla cuando se intenta vender gato por liebre. Y en este caso tiene recochineo la cosa, porque éstos profesores universitarios planearon muy bien todos los movimientos y, si algo saben, es explicarse y doctorarse en discursos y monólogos ininterrumpidos. Otra cosa es que sus objetivos no se hayan cumplido.

Ahora bien, hay un movimiento que Pablo parece no haber aprendido, y que miles de mujeres y feministas de Podemos no parecen echarle en cara, aunque sí lo hicieron con los hombres en general cuando convirtieron en virales muchos vídeos que cuestionaban cómo éstos tomaban asiento en el espacio público (en el metro, por ejemplo).

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Y desde aquí quiero recordar que  «las prácticas arraigadas en la concepción dominante del género masculino se traspasan a cosas cotidianas como el uso del espacio público»,  y tal y como sigue diciéndonos la psicóloga Svenka Arensburg, constatar que «esas prácticas cotidianas muestran las bases más profundas de la socialización que tenemos encarnadas en nuestro cuerpo, en nuestro movimiento y en la manera que tenemos de presentarnos ante el otro».

Estaría bien que fuéramos críticos por igual con todo nuestro entorno, y fuéramos también capaces de juzgar con criterios lo más neutros posibles todo aquello que acontece alrededor. 

Os dejo aquí el corte de la entrevista que hizo Gonzo a Pablo Iglesias, y donde apreciaréis con cierto sonrojo la posición corporal mantenida hasta el final.

http://www.lasexta.com/programas/el-intermedio/gonzo/pablo-iglesias-sido-ano-que-hemos-corrido-mucho-cuando-haces-cosas-deprisa-veces-equivocas_2015050700475.html


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Carta abierta a todas aquellas personas que Podemos luchar por el cambio

Interpretaciones para el Debate

Probablemente es el momento para redirigir la mirada a este movimiento que ya se convirtió en partido, y a una nueva perspectiva crítica (positiva a mi entender) capaz de analizar toda una serie de acontecimientos que ni podemos, ni debemos olvidar.

En una primera exposición que ya efectué antes de las votaciones europeas, dejé constancia de una de las brechas más significativas que me distanciaban de sus planteamientos. Su ausencia de ideología no solo se está agudizando, sino que se está escorando (aunque ellos no lo manifiesten) hacia ese espacio donde los cimientos del poder pueden asentarse con mayor seguridad.

La moderación cada vez más evidente de todos sus discursos, y una serie de detalles que no pasan desapercibidos nos ayudarán a modelar mejor los espacios donde cada posición política se asentará para comenzar la carrera hacia la presidencia del gobierno.

Quiero mostrar mi rechazo absoluto a ese bipartidismo que ha menospreciado a toda una sociedad en su conjunto y ha dejado que se instaure en España una política mercantilista que ha convertido en capital de cambio la sonrisa humana. Pero ello nunca puede ser óbice para que otro partido que desee alterar el rumbo de los acontecimientos no pueda ser estudiado en profundidad para que podamos adivinar qué se oculta en medio de todas las estrategias.

Así, estamos obligados a comenzar con la primera piedra de toque y, por tanto, averiguar la razón de ser de unos movimientos que no respondían (aparentemente) a las maniobras de los dueños de los medios de comunicación. Es del todo ilusorio creer que el respaldo mediático que se ofreció a Podemos fuera una anécdota que se podría resumir en el tirón de su líder. Tal y como funciona nuestro sistema político, con el aval incansable de un periodismo que recluta legionarios a base de talones exquisitos, se hace necesario responder a ésta pregunta. ¿Por qué, de repente, una corriente económica e ideológica próxima al neoliberalismo (atresmedia) sirvió de altavoz al nuevo eco de la ilusión?

Motivos exógenos a la propia formación no le eluden de responsabilidad a la hora de clarificar todo este episodio. Puede ser cierto que la necesidad más urgente en las altas esferas del poder fuera buscar un refugio donde atrincherar a probables desestabilizadores del orden, más aún en un momento donde los movimientos sociales comenzaban a recobrar fuerzas y tomar las calles. Por ello, no dejamos de lado esta probabilidad: Podemos puede ser el escenario más apropiado donde depositar la rabia acumulada y ese ardiente deseo de derribar los muros de las élites y sus finanzas. Así, qué mejor que un partido nuevo que amortigüe lo que podría ser un golpe en el centro de flotación a un entramado político que se vería asediado por continuas manifestaciones y rebeliones.

Seguir reflexionando desde el oportunismo y la óptica de quienes pueden salir beneficiados de todo ello, es más que probable que nos ayude a eliminar el vaho de nuestros cristales. Y tenemos que al mismo tiempo que se consigue un estupendo sparring, se dinamita la fuerza que desde la transición necesitan tener doblegada, asestando el golpe definitivo a cualquiera de sus esperanzas. Izquierda Unida y todo el trabajo realizado por miles de personas desde las bases populares (procurando agrietar los muros del poder) no verá nuevamente fruto alguno a sus denodados esfuerzos. Aunque en su debe también deberíamos hacer constar que tiempo tuvieron para extremar su discurso y ser más pragmáticos y populistas (en su buena acepción) con su aventura.

El auge de Podemos ha sido constante, y las apariciones televisivas el detonador perfecto. Hay que subrayar este hecho, porque del mismo modo que ese punto es una de las causas que permite amplificar sus voces, lo va a ser también ahora de su enojo por la llegada de las críticas desaforadas. Es decir, lo que no es de recibo es hacernos creer que el impulso no se debía a la inestimable ayuda de la Sexta, y sí en cambio la nueva etapa de acoso e intento de derribo programada y ofrecida por las diferentes televisiones. Ambas situaciones germinan desde el mismo centro de operaciones.

El afianzamiento de esta fuerza resulta un hecho, y el bombardeo de encuestas poco serias mostrando su liderazgo todo un acontecimiento. Una fase en la que insistentemente nos venían mostrando la hipotética victoria de esta formación también descubre los requiebros que se están realizando para movilizar el voto del miedo.

Probablemente, se les ha ido de las manos. Pero el supuesto plan sigue su curso y todo indica que redoblarán fuerzas para ser capaces de aplacar los movimientos de Podemos. Antes de las elecciones generales el Partido Popular habrá purgado la mayoría de sus «casos de corrupción» y llegará más oxigenado al envite final.

El otro partido representa al perfil sociológico más difícil de asumir y comprender de España. Los de Ferraz, teóricamente, deberían estar renegociando sus deudas con los bancos y sus gentes porque estaban llamados a desintegrarse, respaldados por su propia estupidez. Pedro Sánchez ha asumido el papel a la perfección y está escribiendo uno de los capítulos más tristes justo en el preciso momento en que cualquier organización socialista debería acometer las más profundas de sus transformaciones. Y sus teatrales movimientos están llegando tarde y son tan irrisorios que merecen el mayor de los oprobios. El P.S.O.E. sigue representando a la saga de políticos que hay que procurar descartar cuanto antes. Lo esperpéntico es que sigan aguantando el tirón y todavía queden incondicionales capaces de mirarles a los ojos, a pesar de los esfuerzos que siguen haciendo por mostrar el rostro más inhumano e indecoroso con su adhesión incuestionable al régimen monárquico, financiero y elitista. Las cosas así, su batalla interna con los afiliados seguirá siendo de calado cuando las coaliciones o pactos concretos sean su única salida, aunque también tengo que recordar que a muchos de sus seguidores les será igual arre que so; todo sea por proseguir copando las tan apreciadas cumbres del poder.

Tempus Fugit News

Tempus Fugit News

Y ello, si no se produce una de las maniobras más deprimentes de la que ya dejé constancia; la foto la dibujan Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y Alberto Garzón  juntos, porque puede ser uno de los mayores reclamos (en función de cómo se estén gestando las diferentes posibilidades) de un buen número de ciudadanos. Sería el punto final a la meteórica carrera de los profesores universitarios. No deberían dar ese paso bajo ningún concepto; constatarían la nula apuesta por revolución alguna, y destruirían el sueño de las izquierdas en el momento menos oportuno desde la muerte del gran dictador.

Es complejo poder indagar en todos esos aspectos que desde fuera inciden directamente en el devenir de Podemos, pero no lo debe ser tanto procurar hacerlo desde dentro. Tenemos movimientos internos, actitudes y realidades que han de ayudarnos a cerrar el círculo, y no perder detalle para hacer un boceto más asumible en términos más objetivos.

Quiero mostrar solo unos detalles que para mi son representativos de un camino, y al que necesito prestar atención. Desde luego, muchísima más atención que la que sus enfervorizados seguidores le van a conceder.

Es cierto que hemos vivido y vamos a presenciar una enconada serie de ataques que no conocerán freno hasta después de las elecciones generales, generalmente sin mucho fundamento, y con el único objetivo de destrozar esta formación. Por ello muchas personas se sienten incómodas ante tanto desenfreno y tanta injuria, pero inclinarnos a la necesidad de observar críticamente todo lo que está sucediendo no debería ser recibido con esos gestos de reprimenda y animadversión. Es más, cada vez veo más urgente un espacio dentro del propio partido que acoja una mirada crítica, antes de que releguen al olvido aquellos orígenes que parecían abrazar la causa de los más desfavorecidos.

Y así prosigo. Uno de los fracasos existentes en el plano socio-político es la distancia cada vez mayor que se está produciendo entre la clase dirigente y la clase que verdaderamente está sufriendo las consecuencias de esta guerra sin cuartel contra el estado del bienestar. El movimiento 15M se presentó como conductor de ese sufrimiento y lo canalizó a través de la calle. Las dos corrientes más significativas de Podemos indicaron desde un principio que los indignados eran su referente, aunque ya dejaron claro que el déficit organizativo que representaban había que suplirlo como lo han hecho. Pero, ¿qué hay de real en el reflejo social de esta pantalla? La respuesta no favorece lo que en principio parecía iba a ser. El movimiento no fue capaz de aglutinar a ese colectivo obrero damnificado, y Podemos, mucho menos. Y ahí radica una grave penalización, dado que ese vacío reconduce la lucha política sin que quienes más sufren puedan engancharse a esperanza alguna. Y hay que recordarlo, esto no tiene marcha atrás. Si analizáramos quiénes representan o lideran la mayoría de círculos en los diferentes municipios, y quiénes han sido los principales candidatos, nos daremos cuenta que las clases medias y bastante bien acomodadas, copan ese mercado (desde la cúpula hasta sus bases). Negar esto seguirá amordazando una realidad que necesita oxigenarse.

Si hubiéramos de crear un perfil medio de quienes se han emocionado con el nuevo partido, la población urbana, treintañeros, gente con estudios secundarios o superiores, y pertenecientes a las nuevas clases medias o altas (obreros y profesionales cualificados, trabajadores de la Administración y servicios, y empresarios) dibujarían su mejor adhesión, y las clases menos pudientes, autónomos o agricultores no serían su mayor baza. Y lo más grave, tampoco parece haber intención alguna de subsanar dicha ausencia. Puede ser cierto que sociológicamente los sectores más desfavorecidos queden atrapados en un bucle de resignación (y sin deseo alguno de acudir a votar), pero ello no debería ser causa para que prosigan los mismos criterios de fidelización política. Y además, siendo realistas, Pablo Iglesias y su equipo deberían abandonar cualquier llamamiento a los más desfavorecidos si nada hacen para integrarlos en el proceso (y en su organigrama). Aunque parezca contradictorio, como ya ha reflejado Thomas Jeffrey Miles, “los más activos a favor del movimiento pertenecen ellos mismos en su mayoría a grupos de población que ya tenían más posibilidades de ser cooptados por el establishment, que todos aquellos que están más amenazados por la crisis”.

La Asamblea celebrada en Vista Alegre ya dejó claro cómo se distribuye el poder y en manos de quien queda. El hecho de que los vencedores hayan sido respaldados por una mayoría aplastante de los votos no dota a esa opción de ser la más exigente y defensora de las causas más justas, solo significa que su líder tiene un tirón sin precedentes.

E igual ha sucedido en las últimas votaciones para elegir a sus candidatos para las autonómicas, siendo mucho menos representativas las listas no apoyadas por la dirección oficial.

La novedad, el poco tiempo empleado en su formación y otros condicionantes han posibilitado cierta desconfianza en el buen avance de la creación de todos los círculos y en la presentación de candidatos. Por ello desde arriba ven necesario atar en corto todos los movimientos. De ahí también el recelo para presentarse a las municipales con su nombre. Es entendible dicho miedo, pero también se ha de cargar con las consecuencias de sus propias decisiones. Sigo manteniendo que Podemos no debió presentarse a las elecciones europeas, y que la etapa de construcción del partido hubiera sido mejor prolongarlo para dotarlo de una mayor consistencia, tanto política como organizativamente. El cambio de discurso efectuado también forma parte de esa falla, junto con el hecho de que diferentes “cabezas visibles” pueden patinar también con sus declaraciones, denotando que no hay coherencia interna, o que de haberla, deja mucho que desear.

El País Vasco y Navarra ya han presentado sus credenciales, y desde altas instancias parece que va a quedar claro que habrá dificultades para quien desee pactos con la Izquierda Abertzale, al margen de que muchos círculos o incluso la representante navarra, Laura Pérez, no vea con malos ojos pactos programáticos para conseguir el tan ansiado cambio político en la comunidad foral.

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Tras las últimas elecciones en Andalucía no parecía del todo acertada esa “ingerencia” desde Madrid, y todo indica que a última hora se han impuesto las condiciones de Teresa Rodríguez, tres exigencias que ayer mismo corroboró Pablo Iglesias en rueda de prensa; que la Junta no contrate con bancos que desahucian familias sin darles alternativa, que Díaz se comprometa a reducir altos cargos y a cambio readmita a profesores y maestros interinos, y que imponga tolerancia cero a la corrupción y exija responsabilidades políticas a los expresidente Manuel Chaves y José Antonio Griñán al margen del resultado de la investigación judicial sobre los ERE en que están inmersos.

Pero más allá de estos cambios y cómo se resuelvan las negociaciones, quiero dejar claro que las reflexiones aquí expuestas no responden a una interpretación mia sui géneris, sino que vienen determinadas por sus actos al incumplir lo que ellos mismos prometieron, esto es, que en todo momento las bases iban a ser quienes decidirían cómo y con quién deberían pactar (o no). “Tal y como aparece en los documentos organizativos aprobados en la Asamblea Constituyente Sí Se Puede, los pactos electorales se decidirán por todos los inscritos e inscritas en Podemos de cada territorio, que constituyen cada Asamblea Ciudadana Territorial”. (Ione Belarra)

No hay explicación alguna para perdonar críticas hacia Podemos ante evidencias que consideramos importantes, y que con cualquier otra figura política no hubiéramos dejado pasar. Asumo que miles de flechas ya se han lanzado para herir el progreso de este partido, y que les esperan meses difíciles enfrentándose directamente a las cloacas del poder y sus mercenarios. Pero no me parece prudente que por ello hayamos de abandonar un espacio crítico, sobre todo si se procura efectuar con prudencia, con trabajo, y sin ningún ánimo de ofensa ni de derrumbe. Bien al contrario, somos muchos quienes deseamos una urgente transformación que termine regenerando el cielo político. Pero también somos muchos quienes exigimos cambios de mayor calado y un mayor esfuerzo para que los más afectados vean un poco de luz en el oscuro escenario que nos ciega.

Quiero terminar con una última interpretación de los hechos, que sostiene una de las razones por las que se va a minar la pretendida ascensión al poder. Las clases asentadas y que no temen a la crisis, porque sus bolsillos están candados y a buen recaudo, no necesitan de la asimilación ideológica de ningún tipo para perpetuar sus intereses o sus maquillados cambios. Les vale con que sus tipos de interés estén defendidos, desde uno u otro bando. En cambio, desde la izquierda, o más bien desde la zona de no confort, es necesario cuestionar los principios, la concepción del mundo y los discursos, porque se espera de ellos una transformación: la transformación soñada que nunca llega.

El activismo siempre será mínimo, por lo que los momentos de desazón y de regresión aparecerán constantes, sobre todo cuando las erupciones ya hayan dejado su impronta. Y estamos ahora en uno de esos momentos, ratificable (para mí sin ninguna duda) con los datos de participación en la elección de candidatos para las autonómicas, próximo al 20%. Una tasa bajísima que bien debería hacer pensar a quienes creen controlar los funcionamientos de las nuevas democracias a través de las redes sociales.

Aunque pueda parecer contradictorio en un partido liderado y apoyado por un gran número de universitarios y estudiantes, va a ser precisamente el significante y la reflexión política la que vacíe cuantitativamente las arcas de la nueva formación. Ésta solo se encontrará cómoda en la ausencia de todo rigor político y fundamentación de sus obejtivos. Y cuanto menor sea el grado de profundización de los pensamientos, mayor será el porcentaje de posibles votantes. Y ellos lo saben, y es a todas luces, preocupante. Y lo digo cabizbajo, porque este giro permite la estandarización de la atonía política y, con ella, la desconexión absoluta con los principios originarios del cambio.

Si creéis que podéis, por favor, repensar en qué consistía aquella indignación, y dónde quedan los rostros más marcados por la crisis.

Si podéis, por favor, hacer llegar mis palabras a quien proceda.

Un abrazo, joséluis

colaboración para Iniciativa Debate