Un dominio propio

Una de las más lúgubres maniobras de nuestras democracias es convertir la búsqueda de la verdad en delito y, de paso, hacer creer que las reflexiones que emanan de esa búsqueda sean consideradas subversivas o radicales.


Nos estamos quedando sin Luz


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Algunas notas de pedagogía política (nota número 03)

https://vk.com/video-210982902_456247892


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Infancias

Poemario Disidente

(llegan todos los santos)

Tus manos diminutas no juegan sobre la arena, restriegan en ella y te llevas un puñado a la boca. Es la ración del día en una nueva jornada desalentadora. El sol no se separa de ti, y no se escucha música a mil kilómetros a la redonda. Solo pequeños aleteos y algunos zumbidos que apenas pueden despertar tu sueño eterno de agua. Las moscas se posan sobre tus labios y de tantas veces que van y regresan…, ya ni te molestan. Lo que para un niño del ensanche es escombro alimentario, para ti es el maná que todas las religiones juntas escribieron sobre falsos papiros ya olvidados. No puedes clamar a la tierra para que brote arroz o tan siquiera una mala hierba, y se van cerrando esos ojos donde los gobiernos recolectaron sus crueles condenas.  

Tus ojos!

Ni tan siquiera puedo hablarte, pero seguiremos abonando en las palabras para nombrar a quienes hacen oídos sordos con tu último latido. 

Todos los santos te llevan y aquí siguen, reunidos, los halcones que no custodiaron ni tu primera esperanza.

Photo by Joséluis Vázquez Domènech

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Timbuktu

¿No sabes qué hacer este fin de semana? Te invito al cine

Timbuktu (Trailer, para abrir el apetito)

Ver a unos niños jugar a fútbol sin balón puede ir ligado a esa violencia irracional a la que tienen que enfrentarse muchas personas de las que apenas nada sabemos. En ese marco se nos retrata un drama que viaja desde el absurdo fanatismo hasta la incoherencia más descabellada.

Siempre viene bien que nos trasladen al continente olvidado, sobre todo desde una apuesta fílmica con intenciones sociológicas que se revelan pedagógicas. 

http://www.pelispedia.tv/pelicula/timbuktu/

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Título original, Le chagrin des oiseaux (Timbuktu)
Año, 2014
Duración, 100 min.
País,  Mauritania
Director, Abderrahmane Sissako
Guión, Abderrahmane Sissako, Kessen Tall
Música, Amin Bouhafa
Fotografía, Sofian El Fani
Reparto, Abel Jafri, Hichem Yacoubi, Kettly Noël, Pino Desperado, Toulou Kiki, Ibrahim Ahmed, Layla Walet Mohamed, Mehdi A.G. Mohamed, Fatoumata Diawara, Adel Mahmoud Cherif, Salem Dendou, Mamby Kamissoko, Yoro Diakité, Cheik A.G. Emakni, Zikra Oualet Moussa, Weli Cleib
Productora, Coproducción Mauritania-Francia; Armada Films / Les Films du Worso / Dune Vision
Género, Drama | Basado en hechos reales. Religión. África
Web oficial, http://www.timbuk.nu/
Sinopsis
Año 2012, la ciudad maliense de Tombuctú ha caído en manos de extremistas religiosos. Kidane vive tranquilamente en las dunas con su esposa Satima, su hija Toya e Issam, un niño pastor de 12 años. Pero en la ciudad los habitantes padecen el régimen de terror impuesto por los yihadistas: prohibido escuchar música, reír, fumar e incluso jugar al fútbol. Las mujeres se han convertido en sombras que intentan resistir con dignidad. Cada día, unos tribunales islamistas improvisados lanzan sentencias tan absurdas como trágicas. El caos que reina en Tombuctú no parece afectar a Kidane hasta el día en que accidentalmente mata a Amadou, un pescador que ha acabado con la vida de su vaca favorita. Ahora debe enfrentarse a las leyes impuestas por los ocupantes extranjeros. 
Premios

2014: Premios Oscar: Nominada a Mejor película de habla no inglesa

2014: 7 Premios César: incluyendo Mejor película y director. 8 Nom.

2014: Festival de Cannes: Sección oficial largometrajes a concurso

2014: Festival de Chicago: Mejor director

2014: Satellite Awards: Nominada a Mejor película de habla no inglesa

 

 


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Flores Negras

Las bases de Morón y Rota ya están operativas «contra el ébola». El imperialismo contra-ataca y España se marchita (más aún). Estamos rodeados de criminales, y este otoño vuelven a caer misiles desde las ramas que agitan los árboles del capitalismo. Nos cuentan que es necesaria la presencia de los ejércitos, allí donde los diamantes se exponen como reclamo para los harapientos políticos llenos de codicia. Felipe González comenzó la tragedia y Zapatero la rubricó como acto solemne a su salida. No debemos olvidarlo jamás, el «socialismo» español es corresponsable de muchas de las tragedias que perturban este mundo y, sobre todo, a África. Ya nos hizo mucha gracia la noticia cuando nos deleitaron diciendo que cedían la base para el Sistema de Defensa Antimisiles auspiciado por la OTAN. Y van llegando los momentos, para dar carga de trabajo a tanto militar aburrido, y así controlar el centro neurálgico de las riquezas naturales del continente olvidado.

Photo by Joséluis Vázquez Doménech

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Mi sangre se tiñe africana y denuncio este terrorismo que nos inoculan, como verdadera pandemia. ¿Dónde están los fiscales de los estados, los defensores de los pueblos, los jueces para las democracias, los periodistas que se exponen, y los indignados que tanto firman?. Sin cobertura, y contagiados de fiebres y diarreas que cotizan en prensa. Me sonrojan sobremanera, y me duele tanto menosprecio a la vida. La vida de los negros mineros, de los negros de las plataformas, de los negros de las tierras quemadas, de los negros explotados a conciencia, como perros para sus amos.

Las bases militares no son campamentos de verano. Son las lanzaderas de la mayor de las pestes que asola nuestro planeta, y  la tinta con la que rubrican las firmas  de la barbarie más indiscriminada: ese tratado a través del cual acuerdan sin complejos el enriquecimiento de una mínima parte de la población, y la muerte y sufrimiento de millones de personas.

 

 


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Ébola

Humanizar el ébola no significa divulgar su existencia para que todo el mundo lo conozca. Eso es… publicidad; una de las diferentes formas de comunicación que lo que pretende es, sustancialmente, generar un aumento en el consumo de un producto o un servicio (televisión).

Las cosas así, ya tenemos clara una cosa. En ningún caso el objetivo es paliar la tragedia que viven millones de personas en África, bien por esta enfermedad o por otras muchas que llaman a las puertas de sus aldeas día sí, y dia también. Tanto en el caso de Miguel Pajares, Manuel García, y ahora con el ingreso de Teresa Romero, se vehicula la información para promocionar el impacto y redistribuir las dosis necesarias para que la población siga ausente del foco de atención primaria.

Un periodismo de vanguardia nos concienciaría para dirimir una lucha entre nuestros modos de vida y las graves consecuencias que de ellas se derivan, siendo a miles de kilómetros donde se reproduce la enorme herida. Humanizar el ébola no es matar un perro para acabar con la rabia, sino fabricar nudos en nuestros estómagos llenos de desidia.

Me desintegro frente a todas las pantallas, para procurar nacer allí donde la noticia nos necesita. Allí donde no somos capaces ni de mirar diez segundos seguidos, sin que el rubor o el escándolo nos sobrecojan.

 

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Inmersión televisiva

Tras el receso, regresamos dando paso a una tertulia en el programa de ETB2, Por fin, viernes. Y ahí estamos, procurando…

Ébola – Por fin viernes – Debate

Para acompañar mi discurso, os dejo este artículo que espero respalde mis reflexiones


«El ébola, el sacerdote y el discurso del miedo»

Puede ser relevante y puede ser noticia que caigamos en contradicciones, y que no ser consecuente en un mometo determinado haga recaer sobre nosotros la furia o la pasión desbordada de la crítica. Puede ser cierto que la supuesta solidaridad cristiana resquebrajada o dejar de encomendarse a Dios nos llamen la atención, pero dichas propuestas pueden diluirse si consideramos que todo ser humano tiene miedo, y que son muchos los momentos en que nuestra propia coherencia deja de ser el motor de nuestros actos. Nadie tiene que ser héroe, y posar la mirada en nuestro propio espejo puede ayudarnos a aproximarnos a la noticia de otro modo. Tampoco deberíamos pedirle al sacerdote Miguel Pajares lo que, probablemente, nosotros también dejaríamos de hacer un día o un momento cualquiera, ser íntegros en cada paso de nuestras vidas.

Así todo, cualquier análisis sobre los últimos acontecimientos debería redirigirnos a otros territorios donde explorar espacios más significativos e importantes.

¿Qué se esconde detrás de ésta alarma e ininterrumpida noticia televisada? Si los propios expertos en microbiología se reafirman en que el riesgo de expansión del virus en Europa es bajo, estamos obligados a desviar la mirada a otro lado.

Exclusivamente razones internas, es decir, la preocupación de la muerte de un hombre blanco occidental, son el detonador que alimenta este espacio informativo. Y nunca ninguna preocupación real por lo que pueda suceder a miles de hombres y mujeres negros, que seguirán indefensos enfrentándose no solo a esta epidemia, sino a otras calamidades que causan muchas más muertes, como son la malaria, el sida, la malnutrición, diferentes tipos de diarreas, o la propia mortalidad materna y neonatal durante el parto.

Y razones políticas y sociales son las que se manifiestan cada vez que la visualización del mal nos arrastra una y otra vez al indómito espacio del miedo. No importa que la noticia sea Boko Haram y las niñas secuestradas, el frente yihadista, el peligro ruso, o las medusas más peligrosas llegando a nuestras costas.

Un claro objetivo para convivir constantemente con la inquietud está latente, no solo en este modo de narrar las noticias, sino también con el modo en que se visualizan. La imágen del sacerdote siendo trasladado con unas medidas de seguridad extremas, y la propia enfermedad del ébola, que mata sin contemplaciones, de un modo duro y espectacular, son en su conjunto un constructo para causar cuando menos, que nuestras pasiones despierten, y se obtenga una repercusión inmediata. Se nos trae la muerte a las puertas de nuestra casa (África queda lejos), y una trágica procesión televisada acecha nuestra seguridad.

Esta mini-serie de máxima audiencia introduce una alarma social innecesaria, lo cual viene a mostrar que siguen inoculando el terror como interés de distracción masiva.

No hace falta que cada vez que haya un acontecimiento político (generalmente pre o bélico) intenten contener nuestra rabia y nuestro deseo de conocimiento ocultándonos la verdad o mostrándonos otros argumentos incendiarios para olvidarnos de él. Ya desde hace mucho tiempo la retransmisión del miedo es constante. Las dosis continuadas y permanentes de la tragedia y del mal son una solvencia para mitigar las reacciones inmediatas al dolor y la muerte. Nos están sedadando, y la gran vacuna no es precisamente la de las farmaceúticas, sino aquella que nos dispensan desde los ministerios de interior y defensa, desde las cúpulas de seguimiento masivo, ayudados conjuntamente por las unidades de prensa (a buen recaudo de las corporaciones financieras más influyentes).

Se nos transmite un mensaje desde los ámbitos gubernamentales o desde las organizaciones como la OMS, haciéndonos creer que se preocupan de nuestra salud y nuestra buen futuro, pero el objetivo es otro bien distinto; una política que persigue instalarse en el poder eternamente, utilizando una y otra vez toda una serie de amenzas (sin que importe que sean reales o ficticias), exagerando todo tipo de peligros y amedrentando a la población.

Photo by Joséluis Vázquez Doménech

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Terrores, cuando menos, difusos, y guerras eternas son nuestro desayuno cotidiano, invitados por todas las agencias de in-seguridad y los medios de in-comunicación.

De ese modo, se consigue no abordar los temas principales a tratar, aquello que late de fondo en la relación norte/sur. No se habla de la necesidad imperiosa de redistribuir los recursos y de invertir en asistencia sanitaria. No se habla de investigar y ayudar a extinguir las llamadas epidemias olvidadas. No se habla del saqueo, y tampoco de cómo se experimenta con la pobreza para blindar el privilegio de unos pocos.

Son muchos los escándalos que se suceden dia tras día, pero no hay que ver como una sorpresa o una indignación que las industrias farmaceúticas justifiquen su inversión en aras de suculentos beneficios. El escándalo habita en el propio sistema, que hace cotizar al alza la discriminación y el ejercicio de la violencia.

Todo ello ya nos viene a recordar que deberíamos replantearnos esa infrahumana capacidad que tenemos para valorar la vida de las personas, ese discurso moral de quien se siente superior y se sabe dominador. Y tal y como ocurre en muchas relaciones de pareja, la estrategia geopolítica basa su fundamento a través del ejercicio de la violencia, dejando constancia una y otra vez de quién manda… y quién se beneficia.

El sacerdote regresó a Madrid dejando atrás al continente olvidado, para recordarnos que el hombre blanco siempre tendrá el auspicio y la hospitalidad de Occidente, mientras el estigma de la pobreza seguirá arrinconando a una enorme población que ya antes causaba un enorme recelo y ahora, además, nos infectará nuestra sonrisa.

Y una vez infectados y ya temerosos, asumiremos políticas de confinamiento, no vaya a ser que salte la valla un guineano y el brote de la vergüenza se expanda hasta los confines del universo.

http://www.eitb.eus/es/television/programas/por-fin-viernes/videos/detalle/2481382/video-ebola-virus-incontrolado/